sobre su
experiencia en
las lides
espíritas.
¿Cómo se volvió
espírita?
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Católico de
nacimiento, fue
por las
conversaciones
con mi tía
Cidinha del
Moro, de
Ribeirão Preto,
hoy en el mundo
espiritual, y
por la simpatía
con la doctrina
que pasé a
interesarme más.
Teniendo en
cuenta también
que surgieron
“síntomas” de
mediumnidad, un
poco por el
dolor y un poco
por el amor,
comencé a
frecuentar “Paz
y Amor” de
Americana.
Su vinculación
con la
institución,
¿cómo sucedió?
Al mudarme a
Americana en
1982, fui
orientado a
buscar una Casa
Espírita y
llegué a “Paz y
Amor”. Atendido
por el querido y
recordado José
Rampazzo, quien
me ayudó mucho,
comencé a
frecuentar la
casa.
¿Cuántas casas
espíritas
existen en
Americana?
Americana tiene
actualmente las
25 casas
espíritas. Desde
hace algún
tiempo, la
integración que
viene
fortaleciendo,
ya que la propia
USE
intermunicipal
de Americana,
Nova Odessa y
Sumaré tiene esa
integración como
objetivo. La
divulgación
espírita por
parte de la USE
no existe. Hay
en la ciudad una
radio
comunitaria que
dispone un
espacio diario
de 7h30 a 8h30
para la
doctrina, siendo
que, cada día,
un representante
de las casas se
presenta y
debate en torno
al Pentateuco de
Allan Kardec.
¿Cuándo fue
fundado “Paz y
Amor”?
Fue legalmente
constituido el
1º de marzo
1944. En la
década de 1930,
cuando Elvira
Bengardini,
suegra de José
Rampazzo, fue
atacada por un
mal que los
médicos no
lograban
diagnosticar, le
aconsejaron
acudir a un
Centro Espírita.
Dada la
dificultad para
trasladarse
hasta Limeira,
ya que ella
vivía en el
barrio Carioba
en Americana,
reunió a un
grupo de
interesados y
empezaron a
realizar las
reuniones
mediumnicas en
su residencia.
En 1938, José
Rampazzo, se
casó con Ilda
Bengardini, hija
de Elvira.
En esa
época, todos
residían
en
São Paulo.
Después, Doña
Elvira volvió a
Carioba y en
1940 José
Rampazzo, su
esposa y su hijo
primogénito
también se
mudaron a
Americana. Por
esa época,
continuaban las
reuniones
mediúmnicas, y
cierta mañana,
el hijo del
señor José,
quien ya
caminaba, dejó
de caminar, no
se sostenía en
las piernas y
lloraba mucho.
Doña Ilda le
pidió a su
marido que
llevase al niño
a su madre para
que le aplique
un pase; después
del pase el niño
se calmó, bajo
de los brazos
del padre y
salió caminando.
A partir de
entonces él
quiso saber cómo
había sucedido
eso y empezó a
asistir a las
reuniones
mediúmnicas. El
único libro de
la codificación
al alcance era
El Evangelio
según el
Espiritismo.
Empezó a
estudiarlo y en
1944, por
orientación de
los Espíritus
guías del grupo,
José Rampazzo
dio inicio a la
legalización del
grupo, para
conseguir su
registro, que se
hacía en
Campinas-SP,
donde encontró
muchas
dificultades. El
dueño del
registro, muy
católico, puso
una infinidad de
dificultades,
para que
desistiesen del
intento. Sin
embargo, con
perseverancia y
el estímulo de
los guías
espirituales, el
grupo tuvo
éxito. En 1947
el centro pasó a
funcionar en el
sótano de la
casa de José
Rampazzo. En
1951, con la
mudanza de
Rampazzo a la
calle Luis
Delben No. 52,
el centro
también cambió
de dirección,
funcionando en
un pequeño salón
construido en el
patio trasero de
la casa.
Después,
Rampazzo
adquirió el
terreno de al
lado de su
residencia y
donó 240 m²,
para la
construcción de
la actual sede
del Centro, con
la colaboración
de los
frecuentadores
de la
época. Esta sede
fue inaugurada
el 17/07/1965.
¿Hay planes para
la expansión
física de la
institución?
Sí. Nuestra Casa
lucha para tener
recursos, ya que
no tenemos
mensualidades
fijas y
dependemos
exclusivamente
de la venta de
latitas, de
pizzas, del
bazar, de pastas
listas-congeladas.
Estamos
esperando los
cálculos del
ingeniero para
iniciar la
ampliación de la
casa, lo que
esperamos que
ocurra en poco
tiempo.
¿Cuál es su
visión actual
del movimiento
espírita
nacional?
Pienso que el
movimiento
espírita
nacional está
trabajando bien,
todavía le falta
consciencia a
algunos
dirigentes de
que dentro de la
doctrina, y
especialmente
dentro del
Centro Espírita,
no somos
dueños de nada
y tenemos que
tener en mente,
en relación a la
Casa Espírita,
que también
pasaremos y
por ello debemos
tratar siempre
de dar
oportunidades
para que otras
personas
crezcan, y no
nos eternicemos
en su dirección.
Además, es
necesario
fortalecer la
evangelización
infantil y la
juventud
espírita.
En el empeño de
brindar
conferencias con
oradores
invitados de
otras ciudades y
regiones, ¿cuál
ha sido la
experiencia más
resaltante?
Primero, la
amistad y el
conocimiento
obtenido, ya que
cada uno tiene
su manera de
exponer su
estudio y hacer
apuntes que
muchas veces,
aun estudiando,
no tuvimos la
misma línea de
razonamiento, lo
que nos hace
reflexionar aún
más. En cada
conferencia
tenemos siempre
un nuevo
aprendizaje.
¿Qué consejos
daría a las
personas que nos
leen?
Que es necesario
estudiar
siempre,
estudiar,
estudiar; cambio
interior; fe
razonada; hacer
el bien sin
mirar a quién y,
principalmente,
hacer a los
otros aquello
que queremos que
nos hagan. Y,
finalmente,
tener la certeza
de que sabemos
muy poco y que
cada día tenemos
que aprender
más.
Sus palabras
finales.
Estoy agradecido
a Dios, a Jesús
y a la
Espiritualidad
mayor por haber
conocido la
doctrina
espírita y por
estar
consiguiendo
poner en
práctica un poco
de las
enseñanzas
contenidas en
El Evangelio
según el
Espiritismo.
Nota del autor:
Las direcciones
de la
institución
mencionada en la
presente
entrevista son:
Rua Luís Delben,
n. 30, Vila
Medon, Americana
– SP
Tel. (19)
3462-3505
Site:
www.centropazeamor.com.br
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