Continuamos en esta edición el estudio de la Revista Espírita de 1859, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio está basado en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.
Preguntas para el debate
A. ¿Cuál es la posición espírita sobre la religión y sus bases fundamentales?
B. ¿Cómo debe actuar el investigador espírita?
C. ¿Qué dice el Espíritu de Goethe sobre Werther, una de sus obras más famosas?
D. ¿Los Espíritus de los blancos pueden reencarnar como negros?
Texto para la lectura
79. El Espiritismo está basado en la existencia de un mundo invisible, formado por seres incorpóreos y que no son otros sino las almas de los que han vivido en la Tierra y en otros globos. Así, pues, el Espiritismo pertenece a la Naturaleza y su verdadero carácter es el de una ciencia. (P. 148)
80. El Espiritismo no niega a Dios, el alma, el libre albedrío, las penas y recompensas futuras. Lejos de esto, prueba no por el razonamiento sino por los hechos, esas bases fundamentales de la religión, cuyo enemigo más peligroso es el materialismo. (P. 150)
81. Don Fernando Guerrero, escribiendo desde Lima (Perú), cuenta que un día decidió relatar algunos pasajes de El Libro de los Espíritus a un pueblo aborigen que habita la ladera oriental de los Andes: los indígenas comprendieron perfectamente lo que les leyó e incluso hicieron observaciones muy juiciosas sobre el contenido de la obra. La idea de renacer en la Tierra les pareció, por ejemplo, absolutamente natural. (P. 151)
82. Kardec dice que somos, sin saberlo, los agentes de la voluntad de los Espíritus para aquello que sucede en el mundo, tanto en el interés general como el individual. (P. 153)
83. Hay personas que no temen la muerte, pero tienen miedo a la oscuridad; no recelan de los ladrones, pero no van solas al cementerio de noche. Es que los Espíritus están cerca de ellas y su contacto les produce una impresión que resulta en un miedo inexplicable. (P. 153)
84. La Revue informa sobre el curioso descubrimiento hecho por el Sr. Jobert, de Lamballe, sobre la contracción rítmica del músculo peroneo lateral corto derecho, que parecía, en esa época, desmentir el fenómeno de los golpes. (P. 155)
85. El hecho se difundió por todas partes, pero evidentemente, si podía explicar los sonidos de la tiptología, era insuficiente para explicar cómo se levanta la mesa sin ningún contacto, su movimiento por el cuarto, su caída y los golpes con las patas, hechos entonces bastante conocidos y comprobados. (P. 161)
86. La Revue informa que, antes de Jobert, en 1854, el Dr. Rayer, célebre cirujano, presentó al Instituto a un alemán cuya habilidad, en su opinión, daba la clave de todos los "knokings" y "rappings". (P. 164)
87. Hablando sobre la opinión de los científicos al respecto del Espiritismo, Kardec afirma que nadie es juez en su propia causa, que los sabios no son infalibles y que, así, su sentencia no es la última instancia. (P. 165)
88. Si quisiéramos construir una casa, ¿consultaríamos a un astrónomo? Si estuviéramos enfermos, ¿llamaríamos a un arquitecto? Las ciencias vulgares reposan en las propiedades de la materia, la que podemos manipular a voluntad; la ciencia espírita tiene como agentes a inteligencias que tienen independencia, libre albedrío, y no se someten a nuestros caprichos. (P. 165)
89. No corresponde a los Espíritus descender hasta nosotros; somos nosotros quienes debemos ascender hasta ellos, lo que conseguiremos por el estudio y la observación. Los Espíritus aprecian los observadores asiduos y conscientes. (P. 168)
90. Ante los ojos del observador atento y activo se multiplican los fenómenos. ¿Qué hace el naturalista que desea estudiar los hábitos de un animal? ¿Acaso le ordena que haga esto o aquello, a fin de observarlo? No, porque sabe que no será obedecido. Él espía, espera y observa al paso. (P. 169)
91. El simple buen sentido nos demuestra que, con más fuerte razón, así debe suceder con los Espíritus, que son inteligencias mucho más independientes que la de los animales. (P. 169)
92. Kardec evoca a Alexandre Humboldt, fallecido en mayo de 1859, y dice que en personas como Humboldt, que mueren de muerte natural y por la extinción gradual de las fuerzas vitales, el Espíritu se reconoce con más rapidez que en aquellos en que la vida es interrumpida bruscamente por un accidente. (P. 170)
93. Humboldt dice que el futuro del Espiritismo será grandioso, pero su camino penoso. Ciertamente será aceptado un día en los medios científicos, pero eso no es indispensable. “Ocupaos antes de afirmar sus primeros preceptos en el corazón de los infelices que llenan vuestro mundo: es el bálsamo que calma las desesperaciones y da esperanza”, asevera Humboldt. (P. 173)
94. Todo es transición en la Naturaleza – dice Humboldt -, por eso mismo nada es semejante, a pesar de que todo se encadena. Las plantas no piensan y, por lo tanto, no tienen voluntad. Las ostras se abren, como todos los zoófitos, no piensan; solo poseen un instinto natural. (P. 174)
95. Goethe, evocado por Kardec, explica que su intuición con respecto a la influencia de los Espíritus malos sobre el hombre derivaba de una remembranza. Él tenía el recuerdo casi exacto de un mundo donde veía ejercer la influencia de los Espíritus sobre los seres materiales. (P. 176)
96. Goethe dice que en la Tierra recordaba una existencia precedente y lamenta el final de Werther, una de sus obras más famosas, porque hizo mal y causó muchas desgracias, de las que él se sentía responsable y por la cual, incluso estaba arrepentido, todavía sufría. (P. 177)
97. Kardec evoca a Papá César, un hombre de color negro que nació en África y fue llevado a Luisiana con alrededor de 15 años, donde falleció en febrero de 1859 a los 138 años de edad. El Espíritu dice que es más feliz ahora porque su Espíritu ahora estaba libre de las humillaciones a las que estaban sujetas las personas de raza negra en aquella época. (P. 179)
98. Respondiendo a Kardec, San Luis dice que las etnias de raza negra desaparecerán de la Tierra, porque ésta fue hecha para una latitud diferente. (P. 179)
99. ¿Los blancos reencarnan en cuerpos negros? San Luis dice que sí. Cuando, por ejemplo, un amo maltrató a un esclavo, puede pedir como expiación vivir en un cuerpo de negro, a fin de sufrir a su turno aquello que hizo sufrir y, por ese medio, avanzar y obtener el perdón de Dios. (P. 180)
100. Kardec relata el caso de la aparición del Mayor Georges Sydenham al Capitán V. Dyke, publicado en 1682 en Londres. Ambos se habían puesto de acuerdo en que quien muriese primero vendría a visitar al otro, y eso sucedió. (P. 185)
Respuestas a las preguntas propuestas
A. ¿Cuál es la posición espírita sobre la religión y sus bases fundamentales?
El Espiritismo no las niega, es decir, no niega a Dios, el alma, el libre albedrío, las penas y recompensas futuras. Lejos de esto, prueba por medio de hechos, no solo por el razonamiento, la realidad de las bases fundamentales de la religión. (Revue Spirite, p. 150.)
B. ¿Cómo debe actuar el investigador espírita?
Debe actuar como el naturalista que se propone estudiar los hábitos de un animal. Obviamente, no le ordena al animal que haga esto o aquello, porque sabe que no será obedecido. Entonces, espía, espera y observa atentamente. Así se debe procedes con los Espíritus, que aprecian a los observadores asiduos y conscientes. Los ingredientes de la investigación espírita son, pues, el estudio y la observación, porque el simple buen sentido nos demuestra que, tal como procede el naturalista en relación a los animales, con más fuerte razón debemos actuar así con los Espíritus, que son inteligencias mucho más independientes. (Obra citada, pp. 168 y 169.)
C. ¿Qué dice el Espíritu de Goethe sobre Werther, una de sus obras más famosas?
El famoso escritor dijo que lamentaba el final de Werther, porque hizo mal y causó muchas desgracias, de las que él se sentía responsable y por la cual, incluso estaba arrepentido, todavía sufría. (Obra citada, p. 177.)
D. ¿Los Espíritus de los blancos pueden reencarnar como negros?
San Luis dice que sí y explica que cuando, por ejemplo, un amo maltrató a un esclavo, puede pedir como expiación vivir en un cuerpo de raza negra, a fin de sufrir a su turno aquello que hizo sufrir a otros y, por ese medio, avanzar y obtener el perdón de Dios. (Obra citada, p. 180.)