Continuamos en
esta edición el
estudio de la
Revue Spirite de
1859,
publicación
mensual de
divulgación
espírita fundada
y dirigida por
Allan Kardec.
Este estudio
está basado en
la traducción al
idioma portugués
realizada por
Júlio Abreu
Filho y
publicada por
EDICEL. Las
respues-tas a
las preguntas
propuestas se
encuentran al
final del texto
para la lectura.
Preguntas para
el
debate
A. La oración, ¿le es útil a los muertos?
B. En las muertes violentas, ¿es más rápida la
separación entre cuerpo y periespíritu?
C. ¿En qué se fundamenta la metempsicosis enseñada por
los hindúes?
D. ¿Qué advertencia a la juventud hizo el Espíritu de
Privat?
Texto para la lectura
193. Pauline Roland escribe sobre los Convulsionarios de
Saint-Médard y sobre las curas obtenidas allí,
atribuidas por error al Espíritu del padre François
Pâris, hasta que las autoridades cerraron el cementerio
en enero de 1732. Evocado, el padre Pâris explica que no
tuvo nada que ver con las curas y que los fenómenos
cesaron porque Dios quiso que terminasen, porque habían
degenerado en abuso y escándalo. El medio fue la orden
de la autoridad. (P. 348)
194. En respuesta al crítico Oscar Comettant, Kardec
dice que los Espíritus tienen un cuerpo, una envoltura
invisible, y es por ese intermediario semimaterial que
actúan sobre la materia. (P. 352)
195. Kardec dice que si la creencia en Dios estuviese
arraigada en el corazón de todos, no deberían temer nada
unos de los otros. Fue por ello que cierto sacerdote
dijo, con respecto a la Doctrina Espírita: “El
Espiritismo conduce a la creencia en algo. Ahora bien,
yo prefiero a los que creen en algo que a los que no
creen en nada, porque estos no creen ni incluso en la
necesidad del bien”. (P. 355)
196. El Espiritismo – agrega Kardec – es la destrucción
del materialismo. Es la prueba patente e irrecusable de
lo que ciertas personas llaman futilidades, como: Dios,
el alma, la vida futura feliz o infeliz. (PP. 355 y 356)
197. Uno de los suscriptores de la Revue, definiéndose
como protestante, dice que en su Iglesia nunca se ora
por los muertos, porque el Evangelio no lo enseña.
Kardec responde afirmando que la oración es agradable a
todo aquél por quien es hecha, y cita al respecto al
Rev. Padre Félix. (PP. 357 y 358)
198. “Si los muertos no tienen el conocimiento claro de
las oraciones que hacemos por ellos, es cierto que
sienten sus saludables efectos”, afirma el Rev. Félix.
(P. 359)
199. Kardec está de acuerdo y agrega que la oración
puede incluso abreviar los sufrimientos. Es que la
oración real estimula el arrepentimiento en el Espíritu
y desarrolla en él los buenos sentimientos, animándolo a
hacer el bien y volverse útil, con lo que podrá salir
del lodazal en que se encuentra. (P. 360)
200. Un suscriptor de la Revue relata un curioso hecho
de aparición en la que el Espíritu ignoraba su propia
desencarnación, después de más de tres meses. “No
consigo levantar nada”, dijo el Espíritu. “Después del
sueño que experimenté durante mi enfermedad, he
cambiado: ya no sé más dónde me encuentro; me siento en
una pesadilla.” (P. 363)
201. Kardec esclarece que la separación entre el cuerpo
y el periespíritu se operan gradualmente y no de una
manera brusca. En las muertes violentas y en los casos
en que el individuo vivió más la vida material que la
vida moral, la separación es más lenta, porque el apego
a la materia retiene el alma. (PP. 364 y 365)
202. El Sr. Tug..., en nota comunicada a la Sociedad
Espírita de París, habla sobre la creencia de los
hindúes, que piensan que las almas fueron creadas
felices y perfectas, y después se rebelaron, siendo las
almas caídas obligadas a reencarnar en cuerpos de
animales. (PP. 367 y 368)
203. La metempsicosis de los hindúes está basada en el
principio de la retrogradación de las almas. La
reencarnación enseñada por los Espíritus está basada en
el principio de la progresión continua. Para los
hindúes, el alma comenzó por la perfección para llegar a
la abyección. Para el Espiritismo, sucede lo contrario.
(P. 368)
204. A Sra. Ida Pfeiffer relata en Mi Segundo Viaje
Alrededor del Mundo un acontecimiento interesante
ocurrido en Java, en la residencia de Chéribon, donde
los Espíritus aparecían y, por la noche, llovían piedras
de todos lados, sin herir a ninguno de los residentes.
Las autoridades hicieron de todo para descubrir la causa
de los fenómenos, que aun así continuaron, hasta que el
gobernador ordenó demoler la casa. (PP. 368 y 369)
205. Evocada por Kardec, Ida Pfeiffer dijo haber sido
traída a ese lugar, de súbito, sin darse cuenta, gracias
una atracción irresistible. (Ver sobre el asunto los
casos Dirkse Lammers y Michel François.) (PP. 369, 370 y
382)
206. Hablando sobre los hechos de Java, Pfeiffer dice
que las piedras eran transportadas por los Espíritus, y
su objetivo era atraer la atención y hacer constatar un
hecho del cual se tenía que buscar una explicación. (P.
371)
207. Evocado cerca de 19 días después de su muerte,
Privat d'Anglemont, conocido hombre de letras, no tenía
aún conciencia clara de su actual situación y no podía
ver las cosas tan claramente como cuando estaba vivo.
(P. 373)
208. Una semana después, él estaba mejor y dijo que cada
hombre tiene su misión en la Tierra. “¡Infeliz de aquel
que no la desempeña con fe!”, agregó el Espíritu. (P.
377)
209. Tres semanas más tarde, Privat hizo una advertencia
a la juventud. Los jóvenes necesitan lecturas serias,
dijo, recordando que aquel que en la primavera de la
vida solo pensó en el placer, prepara para más tarde
terribles remordimientos, porque verá que el tiempo
perdido jamás se recupera. (P. 379)
210. Hablando de sí mismo, el Espíritu dice que sus
ocupaciones son casi nulas, en virtud de la vida que
llevó en la Tierra. “Aquello que me parecía un placer en
vuestro mundo – dijo – es ahora una pena para mí.” (P.
380)
211. El Espíritu de Vicente de Paúl, después de decir
que el amor es la ley de la atracción para los seres
vivos y organizados, enseña que el Espíritu sea cual
fuera su grado de adelanto y su situación, ya sea en una
reencarnación o en la erraticidad, está siempre colocado
entre un superior que lo guía y perfecciona, y un
inferior hacia el cual tiene los mismos deberes. (P.
384)
212. El Espíritu de Julio César cuenta que tuvo que
expiar sus faltas en varias existencias miserables y
oscuras y, la última vez que vivió en la Tierra fue Luis
IX. (P. 385)
213. El Espíritu de San Basilio dice que aquél que
pretende levantar un obstáculo a la marcha de la verdad,
será arrastrado por ella inevitablemente, como un niño
ante un arroyo impetuoso y rápido. (P. 386)
214. El Espíritu de San Lucas narra la parábola de los
tres ciegos y la moneda de oro, comparando a la sociedad
con los ciegos y al Espiritismo con el oro. (P. 387)
Respuestas a las preguntas
A. La oración, ¿le es útil a los muertos?
Sí. A uno de los suscriptores de la Revue, adepto del
protestantismo, que le dijo a Kardec que en su Iglesia
nunca se oraba por los muertos porque el Evangelio no lo
enseña, Kardec le respondió afirmando que la oración es
útil y agradable a todo aquél por quien es hecha, y citó
al respecto al Rev. Padre Félix, que dijo: “Si los
muertos no tienen el conocimiento claro de las oraciones
que hacemos por ellos, es cierto que sienten sus
saludables efectos”. (Revue Spirite, pp. 357 a 360.)
B. En las muertes violentas, ¿es más rápida la
separación entre cuerpo y periespíritu?
No. Kardec dice que la separación entre el cuerpo y el
periespíritu se operan gradualmente, no de una manera
brusca, y en las muertes violentas y en los casos en que
el individuo vivió más la vida material que la vida
moral, la separación es más lenta, porque el apego a la
materia retiene el alma. (Obra citada, pp. 364 y 365.)
C. ¿En qué se fundamenta la metempsicosis enseñada
por los hindúes?
Los hindúes piensan que las almas fueron creadas felices
y perfectas, y después se rebelaron, siendo las almas
caídas obligadas a reencarnar en cuerpos de animales. Su
metempsicosis está basada, pues, en el principio de la
retrogradación de las almas, mientras que la
reencarnación enseñada por los Espíritus está basada en
el principio de la progresión continua. Para los
hindúes, el alma comenzó por la perfección para llegar a
la abyección. Para el Espiritismo, sucede lo contrario.
(Obra citada, pp. 367 y 368.)
D. ¿Qué advertencia a la juventud hizo el Espíritu de
Privat?
Eses Espíritu, después de encontrarse con la realidad de
la vida después de la muerte, afirmó que los jóvenes
necesitan lecturas serias, recordando que aquel que en
la primavera de la vida solo pensó en el placer, prepara
para más tarde terribles remordimientos, porque verá que
el tiempo perdido jamás se recupera. (Obra citada, p.
379.)
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com