Estudio de las Obras de Allan Kardec
por Astolfo O. de Oliveira Filho

Año 11 – Nº 520 – 11 de Junio de 2017

La Revista Espírita de 1859
Parte 10 y final

Concluimos en esta edición el estudio de la Revue Spirite de 1859, publicación mensual de divulgación espírita fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio fue basado en la traducción al idioma portugués realizada por Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas a las preguntas propuestas se encuentran al final del texto para la lectura.

Preguntas para el debate 

A. ¿Qué podemos decirle a los que piensan que en la Biblia no hay referencias a las comunicaciones espíritas?

B. ¿Puede un Espíritu aún primitivo reencarnar en el seno de una sociedad más civilizada?

C. ¿Por qué, habiendo ya vivido anteriormente en el estado de Espíritu, muchos Espíritus se asombran con lo que ven después de la muerte corporal?

D. Los Espíritus buenos, ¿suelen lisonjear a las personas?


Texto para la lectura


215. El Espíritu de Carlos IX, ex rey de Francia e hijo de Catalina de Médicis, pide que seamos mansos y pacientes con aquellos a quienes enseñamos. Carlos informa haber reencarnado como esclavo en América y dice que su madre, después de sufrir mucho, se encontraba en otro planeta. (P. 388)

216. El Espíritu de Rembrand, criticando a los sabios que piensan que son los únicos que poseen todos los secretos de la Creación, pero no saben de dónde vienen, ni hacia dónde irán, dice que no hay en la Biblia una sola página donde no se encuentren trazos de la  relación entre los mundos visible e invisible. (P. 389)

217. El hombre de corazón recto no tiene la cabeza arrogante, dice un Espíritu, que advierte: Apenas existe un camino que conduce a Dios – la fe y el amor a nuestros semejantes. (P. 390)

218. El Sr. V..., excelente médium que se distingue por la pureza de sus relaciones con el mundo espírita, estaba siendo atormentado por un Espíritu que decidió residir en su cuarto. Antiguo carretero, ese Espíritu pertenecía a la más baja clase. Consultado por Kardec, un Espíritu superior dice que hay dos medios de que el muchacho se libere del perseguidor: el medio espiritual, pidiéndole a Dios, y el medio material, mudándose de casa. (P. 392)

219. El hecho demuestra que existen regularmente lugares encantados por ciertos Espíritus que se vinculan a determinados lugares. (P. 392)

220. Comentando el asunto, Kardec muestra cómo la oración es útil en esos casos y dice que esos Espíritus se sensibilizan con nuestros consejos y nuestras oraciones. ¿Por qué, pues, nos rehusaríamos a escucharlos, cuando su arrepentimiento y su sufrimiento pueden edificarlos? (PP. 393 y 394)

221. La Sociedad Espírita de París, en su sesión general del 30/9/1859, analizó el crimen cometido por un niño de 7 años y medio, con premeditación y todos los agravantes. Interrogado, San Luis informó que el Espíritu de ese niño estaba casi en el inicio del período humano; no tenía más que dos encarnaciones en la Tierra. Perteneciente a las tribus más atrasadas de las islas marítimas, nació aquí en la esperanza de progresar. (P. 395)

222. Al tratar sobre la admisión de nuevos miembros de la Sociedad Espírita de París, Kardec observó: No basta que ellos sean partidarios del Espiritismo en general; es necesario que estén de acuerdo con su manera de ser. La homogeneidad de principios – dice Kardec – es condición esencial, sin la cual ninguna sociedad podrá tener vitalidad. (P. 396)

223. Para comunicarse entre sí, los Espíritus no necesitan de la palabra: les basta el pensamiento. Cuando se comunican con los hombres, deben traducir su pensamiento en señales humanas, es decir, en palabras, que extraen del vocabulario del médium del que se sirven, de cierto modo como si fuese de un diccionario. Por eso, es más fácil al Espíritu expresarse en el idioma familiar del médium, aunque pueda hacerlo en un idioma que éste no conozca. (P. 398)

224. La Sociedad Espírita de París, por propuesta de dos miembros, decidió por unanimidad: Toda persona que desea ser parte de la Sociedad, deberá hacer el pedido por escrito al Presidente. El pedido deberá ser firmado por dos miembros que la presenten y relatar: 1.- que el postulante tomó conocimiento del Reglamento y se compromete a observarlo; 2.- las obras que ha leído sobre Espiritismo y su adhesión a los principios de la Sociedad, que son los de El Libro de los Espíritus. (PP. 399 y 400)

225. El Espíritu de San Luis, Presidente espiritual de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, aconseja que no se haga una evocación que, según él, requería una gran tranquilidad de espíritu, puesto que esa noche se habían discutido extensamente asuntos administrativos. (PP. 400 y 401)

226. Alguien propuso evocar en la Sociedad a la Sra. Br..., miembro titular que viajaba en barco hacia la Habana. Consultado, San Luis aconsejó no evocarla informando que la Sra. Br... estaba muy preocupada aquella noche, porque el viento soplaba con violencia y el instinto de conservación ocupaba todo su pensamiento. (P. 402)

227. La Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas decidió que todos los años, en la renovación del año social, los miembros honorarios serán sometidos a un nuevo voto de admisión, a fin de que sean eliminados los que ya no cumplan las condiciones requeridas. (P. 403)

228. El Sr. Les..., en una reunión de la Sociedad, dice que no comprende el asombro de los Espíritus después de la muerte, puesto que, habiendo ya vivido en el estado de Espíritu anteriormente, no deberían asombrarse con esto. Le fue respondido: Este asombro es solo temporal; depende del estado de turbación que sigue a la muerte, y cesa a medida que el  Espíritu se desprende de la materia y recobra sus facultades de Espíritu. (P. 404)

229. El Sr. Van Br..., de La Haya, adepto fervoroso del Espiritismo, relató a la Sociedad Espírita de París que su hija de 14 años se volvió una buena médium, pero su mediumnidad presentaba particularidades bizarras: la mayor parte del tiempo escribía al revés, de modo que para leer lo que había escrito era necesario poner las hojas ante un espejo; además, muchas veces la mesa que ella usa para escribir se inclina ante ella como un pupitre y se queda en esa posición hasta que ella acabe. (N.R. Esa increíble mediumnidad, llamada psicografía especular, es muy rara y generalmente solo se encuentra en grandes médiums.) (P. 405)

230. El Espíritu de San Vicente de Paúl esclarece algunos puntos relacionados con los Convulsionarios de Saint-Médard, y dice que los fenómenos cesaron allí porque eran producidos por Espíritus poco elevados y no porque la autoridad terrena los prohibió. En ese caso, hubo una combinación de propósitos. (P. 408)

231. Kardec enseña: Los Espíritus buenos aprueban lo que consideran bueno, pero no hacen elogios exagerados. Éstos, como toda lisonja, son señales de inferioridad por parte de los Espíritus.


Respuestas a las preguntas


A. ¿Qué podemos decirle a los que piensan que en la Biblia no hay referencias a las comunicaciones espíritas?

Podemos decirles lo que dijo  el Espíritu de Rembrand, que afirmó, en un mensaje publicado en la Revue, que no existe en la Biblia una sola página donde no se encuentren trazos de la  relación entre los mundos visible e invisible. (Revue Spirite, pp. 389 y 390.)

B. ¿Puede un Espíritu aún primitivo reencarnar en el seno de una sociedad más civilizada?

Sí. La Sociedad Espírita de París, en su sesión general del 30/9/1859, analizó el crimen cometido, con premeditación y todos los agravantes, por un niño de 7 años y medio. Interrogado sobre el hecho, San Luis informó que el Espíritu de ese niño estaba casi en el inicio del período humano; no tenía más que dos encarnaciones en la Tierra y había nacido en ese medio en la esperanza de progresar. (Obra citada, p. 395.)

C. ¿Por qué, habiendo ya vivido anteriormente en el estado de Espíritu, muchos Espíritus se asombran con lo que ven después de la muerte corporal?

Esa misma pregunta fue formulada por el Sr. Les…, en una reunión de la Sociedad Espírita de Paris. Le fue respondido, entonces, que ese asombro es solo temporal; depende del estado de turbación que sigue a la muerte, y cesa a medida que el Espíritu se desprende de la materia y recobra sus facultades de Espíritu. (Obra citada, p. 404.)

D. Los Espíritus buenos, ¿suelen lisonjear a las personas?

No. Kardec nos enseña que los Espíritus buenos aprueban lo que consideran bueno, pero no hacen elogios exagerados. Éstos, como toda lisonja, son señales de inferioridad por parte de los Espíritus. (Obra citada, p. 408.)

 

Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com

 

     
     

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