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Giseti M. Teodoro: “No entré en el Espiritismo
por dolor” |
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Espírita desde 1999, natural de Sousa (PB) y actualmente
residente en Matão (SP), Giseti Marquez Teodoro
(foto), bachiller en Administración de Empresas por
la UFRN, escritora y trabajadora en el área de Marketing
y Publicidad en la Casa Editora O Clarim, nos relata su
experiencia con los libros y las conferencias.
¿Cómo y cuándo se volvió espírita?
Mi formación religiosa fue católica, toda mi educación
formal fue en un colegio de frailes, pero desde temprano
tenía preguntas que el catolicismo nunca me respondió.
Como siempre me gustó leer, por intermedio de una amiga
conocí la literatura espírita y al leer ya no me detuve,
me vinculé en seguida con una institución espírita donde
pude estudiar todas las obras básicas y las continúo
estudiando hasta el día de hoy por la riqueza del
contenido de esa triada maravillosa: ciencia, filosofía
y religión.
Háblenos sobre sus obras. ¿Cuántas y cuáles son?
Tengo cinco obras publicadas, cuatro de ellas por la
Casa Editorial O Clarim que son: Sofía, la reina del
pueblo; El Viaje, una búsqueda de la verdad; El
escritor, una historia de amor y La Paranormal,
y una por la Editorial Boa Nova: Cuando el Amor
Triunfa. Todas son novelas. Algunas de época y otras
de la actualidad. Escritas en tercera persona, en un
lenguaje sencillo y, a pesar de ser novelas espíritas,
no son psicografiadas y traen de una manera accesible
algunos conocimientos espíritas, para que todos,
independientemente de la religión, puedan entender y
disfrutar de las historias que pueden (y espero) ayudar
de alguna manera a los lectores.
¿De qué trata la novela El Viaje?
Es una novela de época.
La historia ocurre en el siglo XIX entre Inglaterra y
Rusia. Después de la muerte misteriosa de su hermano,
que formaba parte de una organización secreta, llamada
las Aguilas, Anne decide viajar a Rusia creyendo que
podría encontrar respuesta, pero allá encuentra mucho
más que eso… La novela trae informaciones sobre sectas,
rituales, mediumnidad y muchos otros temas que
despertarán la curiosidad en algunos lectores. Muy buena
historia, con seguridad.
¿De dónde le viene el gusto por escribir?
Desde muy joven, porque me gustaba mucho leer, quise
pasar al papel la fértil imaginación que tenía.
Entonces, aún adolescente, participaba en grupos de
artes, danzas, piezas teatrales, y eso me motivó a
escribir a los 16 años las primeras líneas de una
historia que nunca concluí… Sin embargo, fue recién
después que conocí el Espiritismo que ese gusto se
volvió más fuerte y, aumentado por el conocimiento
espírita que vendría a enriquecer las obras, empecé y no
paré nunca, ni lo pretendo.
¿Y la experiencia de las conferencias?
Fue algo un poco natural también, tal vez por la
necesidad de presentar los libros. Comencé como
dirigente del grupo de estudios dentro de la casa
espírita que frecuentaba. Y después de una invitación,
fueron surgiendo otras y así estoy haciéndolo hasta hoy.
De sus recuerdos del conocimiento espírita, ¿qué le
marcó más?
Son muchos los buenos recuerdos, gracias a Dios. No
entre en el Espiritismo por el dolor (como dicen) entre
por la necesidad de conocimiento, entonces el
descubrimiento de cada pregunta que tenía con el
transcurrir del estudio iluminaba mi alma, y después de
estudiar las obras básicas, conocí las obras de André
Luiz y la presencia siempre dulce, hermosa y humilde
de Chico fue para mí un gran referente, así también
como la de Cairbar Schutel, Espíritu de gran influencia
en mi vida y que tengo la inmensa felicidad y honor de
llamar amigo. Sin embargo, cuando “regresé” a escribir,
un sueño me marcó profundamente… Soñé con Chico, me
hablaba de la responsabilidad que cada autor tiene en
sus manos para llevar al público una obra, sea ésta cual
fuera… Y hasta hoy intento, a pesar de mi limitación
evolutiva, hacer valer cada palabra que escuché de él.
¿Algo más que le gustaría decir a los lectores?
Con el estudio del Espiritismo aprendí a conocerme más a
mí mismo, y mi papel en el mundo. Es a través de la
lectura, que para mí constituye una herramienta
indispensable para quien quiere crecer sea en cualquier
campo, que busco siempre el conocimiento. Y fue a través
del Espiritismo que aprendí que no existe religión mejor
o más correcta: existen personas que hacen la
diferencia donde están, que no existe nadie mayor o
mejor que otros, existen personas conscientes y que la
usan en beneficio de sí y del prójimo, siendo diferentes
y referentes para los demás… Que existe el amor y que
basta plantarlo y regarlo todos los días dentro de
nosotros, a través de nuestra mejora y no tratar de
modificar a los demás.
Sus palabras finales.
Soy una optimista incorregible, entonces mis palabras
finales son de esperanza. Nunca desistan, alimenten los
sueños, la fe dentro de cada uno. Nuestro modelo y guía
Jesús nos informó que somos dioses y cada uno es
responsable de sí mismo. Acepten y respeten a cada uno
como es; esto constituye una manera lúcida y equilibrada
de vivir. No permitan que cualquier idea forme parte de
usted sin que haya pasado por el tamiz de la razón, y
sepa que muchos piensan diferente a usted, pero no por
eso están equivocados. ¡Mucha paz y luz para todos! Que
nuestro Padre creador bendiga a cada uno de sus hijos.