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“La vida, aun
siendo imperfecta, tiene su belleza” |
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Cuando empieza una gestación, varios sueños comienzan a
aparecer en el seno familiar. Toda la familia vibra
positivamente por el nuevo ser que formará parte del
caminar de los padres, abuelos, hermanos… Pero cuando se
detecta una enfermedad, aunque sea intrauterina, ¿qué
hacer? ¿Cómo actuar? ¿Cómo puede el profesional de la
salud informar y cuidar a este núcleo familiar?
La médico ginecóloga, especializada en Medicina Fetal,
Cristiane Assis (foto) ha relanzado el libro
Gestación: un encuentro de almas y dicta
conferencias sobre el período de gestación y las
sorpresas que pueden venir en esos meses de expectación,
tema que constituye el objetivo de la siguiente
entrevista:
Háblenos sobre su libro
Gestación: un encuentro de almas.
Acompañar diariamente, con ultrasonido, la explosión de
la vida que hay en el desarrollo intrauterino de un
embarazo, y estudiar cuán importante es la manera como
se da la conexión emocional entre los padres y su bebé
para la calidad del futuro de ese ser en formación, me
hicieron reunir el material que presento en
Gestación: un encuentro de almas
Después de 10 años, reedité y amplié el texto, con los
ojos y las manos con más experiencia en la práctica
médica y con el alma plena por la experiencia de ser
madre de Alexandre y Maya. Se trata de un libro que
integralmente busca celebrar, esclarecer, compartir y
recoger las experiencias del proceso que implica el
nacimiento de un niño.
Cuidar cada detalle de ese preciso momento y ofrecer a
los padres y familiares mayores oportunidades y mejores
instrumentos para que sigan en la búsqueda de sus sueños
y conquistas. En cada página del libro, el lector
encontrará datos útiles para ayudarlo en ese proceso.
¿Cómo es posible identificar un posible cuadro de
malformación fetal cuando el bebé aún está en el útero
de la madre?
Debo decir que por más que estudié, me informé y viví
esa situación, no hay una forma más fácil o sencilla de
transmitir esa noticia. Menos cuando cada una de sus
palabras destruye el sueño de un hijo perfecto y un
futuro tranquilo.
A partir de ese diagnóstico, se inicia una intensa
jornada para esos padres, pues empieza no sólo la
búsqueda por más información y por ayuda en la solución
del problema, sino también de alguien que sea capaz de
tener empatía con su sufrimiento. Es inmenso el dolor de
los padres que, antes que pudieran tener a su hijo en
los brazos, ya lo ven en un sufrimiento muy grande.
¿Hay otros exámenes además de la ultrasonografía
morfológica que permitan confirmar el diagnóstico?
El examen morfológico es sólo el inicio del proceso que
llevará a la comprensión de lo que está ocurriendo con
el feto.
En el aspecto médico, una vez detectada alguna
alteración, se recomienda que el matrimonio sea
encaminado hacia consejería genética o a un profesional
especializado en Medicina Fetal, quien ayudará a
esclarecer las dudas del matrimonio sobre las posibles
causas y prognosis.
También, dependiendo del órgano fetal afectado, hay
algunos exámenes que indicamos abajo que pueden ser
solicitados como complemento del diagnóstico:
- Ecocardiografía fetal - En este examen se
estudia detalladamente el corazón del feto. No sólo su
anatomía, sino también su funcionamiento. Es importante
para diagnosticar problemas cardíacos que requieran
cuidados especiales, después del parto, facilitando así
la movilización de un equipo especializado, de manera
ordenada, y sin prisas, como generalmente ocurre. En
muchos casos, este diagnóstico precoz es fundamental
para la supervivencia de muchos bebés fuera del útero.
- Procedimientos invasivos
- son procedimientos realizados por medio de la
introducción de una aguja en la cavidad amniótica. Esta
es guiada a través de un examen de ultrasonido, para
evitar que se dirija hacia un lugar diferente del
deseado por el médico. Debido al conocimiento y a la
práctica requerida, los procedimientos son realizados
sólo por equipos especializados en Medicina Fetal.
Además, pueden traer complicaciones, como el aborto,
ruptura de la membrana amniótica, trabajo de parto
prematuro, desprendimiento de placenta, entre otros. Por
ello tiene una indicación específica, y el matrimonio
junto con el médico, deben evaluar la relación
costo-beneficio de tales riesgos.
Como destacamos hasta aquí, el feto es un individuo con
sensaciones. Por ello, al “invadir” su espacio con algo
tan agresivo como una aguja, es importante explicarle lo
que está ocurriendo y porque esa acción es tan
importante.
Las observaciones basadas en el ultrasonido han
demostrado que el feto huye o trata de defenderse de la
aguja, cuando esta toca la cavidad amniótica
abruptamente. Sin embargo, cuando sus padres le explican
que eso es necesario, en algunos casos, hasta se aleja
de ella, ayudando así al médico.
¿Cuáles son los tipos de exámenes invasivos?
Esos exámenes son:
- Biopsia de Vellosidad Corial: recolección de
fragmentos de la placenta (vellosidades coriónicas).
Como las células del bebé y de la placenta se originan
en un mismo cigoto, el estudio de sus cromosomas puede
ser utilizado en el intento de identificar los
cromosomas (cariotipo) del bebé.
- Amniocentesis: acceso a la cavidad amniótico
con el objetivo de introducir algo en su interior o
retirar determinada cantidad de líquido. Esa técnica
adquirió una importancia sin par en la práctica de la
Medicina Fetal, pues el análisis del líquido amniótico
es capaz de proporcionar innumerables informaciones
sobre las condiciones de la salud del feto. La
amniocentesis también puede ser utilizada para
procedimientos específicos: amnioinfusión - cuando por
indicaciones precisas, es necesario introducir suero
fisiológico, o Ringer Lactato, en la cavidad amniótica;
y amniodrenaje - retirar el exceso de líquido de la
cavidad amniótica, con el objetivo de evitar
complicaciones en la gestación o aliviar malestares
maternos.
- Cordocentesis:
se retira una muestra de sangre fetal, a través de los
vasos de su cordón (preferentemente la arteria). Permite
el diagnóstico de alteraciones cromosómicas, bioquímicas
o infecciosas en el feto. También es la principal vía de
acceso para las transfusiones de sangre intrauterina.
- Neurosonografia Fetal - consiste en la
evaluación detallada del Sistema Nervioso Central fetal
por médicos entrenados y con conocimientos específicos,
mediante el uso de aparatos de ultrasonografía
sofisticados. Este tipo de examen, a veces complementado
con la ultrasonografía tridimensional, es indicado en
gestaciones con riesgo aumentado de anomalías del
sistema nervioso central.
- Resonancia Magnética Fetal - Uno de los
exámenes más avanzado, para ayudar a la Medicina Fetal
en la caracterización de malformaciones fetales,
principalmente del sistema nervioso. No es un examen
sustituto o concurrente de la ecografía, pero es un
valioso instrumento para complementar o diagnosticar y
programar intervenciones quirúrgicas.
¿Los profesionales de la salud involucrados en este
proceso de acogida y esclarecimiento están dando el
apoyo necesario?
Actualmente existe un gran conflicto en ese tema. De un
lado tenemos profesionales siendo entrenados en Medicina
Fetal que, como especialidad, siguen predominantemente
el modelo bioético pragmático utilitarista, en donde el
individuo sólo tiene valor para la sociedad si es capaz
de producir algo para ella. Del otro, está más del 95%
de la población brasileña que, según el censo de 2010,
profesa una o más religiones. Para esos padres, el
modelo bioético que mejor atendería sus necesidades ante
el diagnóstico de malformación fetal es el personalista,
que garantice la permanente dignidad de todas las
personas.
La capacidad del profesional de tener empatía con ellos
es lo que hará toda la diferencia. Hasta ese momento,
hasta que la mala noticia llega, allí había un bebe
festejado. Muchas veces con un nombre, acompañado de
planes y de sueños. ¿Cómo, en cuestión de segundos,
transformarlo en un montón de células, en algo que debe
ser terminado, interrumpido, apagado? Tal vez sea más
sencillo para alguien entrenado a pensar de esa manera.
¡O para quien prefiere no pensar en aquello que no sería
capaz de comprender o dominar! Los médicos o los semi
dioses pueden hacer eso más fácilmente; no los padres
que aman a sus hijos.
Es verdad que, durante lna atención de una agenda de
ecografía, no tenemos tiempo para conversaciones
prolongadas con el paciente ante las dudas que surgirán
con el diagnóstico de una malformación. Pero lo mínimo
que necesitamos hacer es, a través de la empatía,
tratarlas con el respeto y el cuidado que nos gustaría
recibir si estuviésemos en una situación como esa,
ofreciendo el encaminamiento a profesionales que puedan
dar la asistencia necesaria en los siguientes pasos de
diagnóstico y/o tratamiento.
¿Cuáles son los aprendizajes emocionales, psíquicos y
hasta espirituales que esas situaciones traen tanto para
el médico como para los familiares?
En una situación de malformación fetal, todos los
involucrados, padres, familiares y profesionales, están
delante de una oportunidad única de aprendizaje. A
través del ejercicio de los nobles sentimientos como el
amor, la paciencia, la resignación, la determinación, la
fe, entre otros, dan sentido a algo que aparentemente no
tiene explicación. Para ello, basta que estén dispuestos
a ceder el control de algo que no se les dice al
respecto, la VIDA HUMANA. Ella puede ser observada por
nosotros, amparada y ayudada. Pero la razón de su
existencia, incluso perenne, va más allá de la
comprensión de nuestra aún limitada ciencia. Sin
embargo, sus enseñanzas ya pueden ser cuantificadas.
Basta con estudiarlo.
¿Qué otros detalles le gustaría dejar sobre su vivencia
en el diagnóstico intrauterino sobre la malformación?
El diagnóstico de una malformación fetal es algo
extremadamente desagradable. Para muchos, en una primera
impresión es la destrucción de un sueño… El sueño de un
hijo saludable, con un futuro perfecto por delante… Cada
uno lidiará con esa noticia de una manera distinta, de
acuerdo con sus propias vivencias y con la gravedad de
los hallazgos que presente el feto. Sin embargo, la
única certeza que deberían tener en sus corazones es la
de estar siendo asistidos para que todo transcurra de la
mejor forma posible.
El plano espiritual sabe de los sacrificios involucrados
en una gestación de un niño malformado. Ciertamente el
aumentar el dolor en un momento que debería ser solo de
alegría no debe pasaría desapercibido a quien nos ama y
ampara para que tengamos éxito en nuestras promesas
reencarnatorias. En mi práctica vi madres cansadas de
cuidad a sus hijos con deficiencias, pero todas
agradecidas por las enseñanzas que ellos les
proporcionan a lo largo de tan pesada jornada.
He conocido madres tristes porque perdieron a sus bebes
malformados en el útero o pocos días después del parto,
pero con los corazones aliviados por haberles ofrecido
todo el amor que pudieron durante el tiempo que
estuvieron con ellos.
Sin embargo, también he podido encontrar mujeres tristes
que cargaban en sus corazones las heridas de haber
arrancado de sus úteros a sus hijos antes de que su
tiempo se haya concluido. Por más que trataran para mí o
para sí mismas racionalizar esa decisión, sus cuerpos
mostraban que algo aún les dolía y les iba a doler por
mucho tiempo. La vida, aunque imperfecta, tiene su
belleza y nos genera empatía y amor en sus movimientos.
Esos movimientos, que ya somos capaces de ver gracias a
la ecografía, en su corazón con sólo seis semanas. No
hay manera de ser responsable de su interrupción sin que
esto nos traiga dolor en el alma.
Y ese dolor, tarde o temprano, se manifestará en nuestro
espíritu.