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Disturbios psiquiátricos en la visión de un
psiquiatra espírita |
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Natural de Sorocaba (SP), ciudad donde también reside,
Jose Luiz Condotta (foto) es médico psiquiatra,
vinculado como trabajador espírita a la Unión Espírita
Sorocabana. Conferencista y articulista, es autor de dos
libros, sobre los cuales, entre otros temas, nos habla
en la siguiente entrevista.
¿Cómo y cuándo se volvió espírita?
Mi padre era espírita. A los 10 años ya lo acompañaba al
Centro Espírita. Él fue mi primer “profesor” de
Espiritismo. Desde entonces nunca más me he distanciado
de la Doctrina. Muchos pensaban que esto ocurriría,
después de todo la medicina tiene paradigmas
mecanicistas y reduccionistas, pero esto no ocurrió, al
contrario, pude traer las enseñanzas de la Doctrina
hacia la medicina. Me volví un médico-espírita. En mi
segundo libro relato un poco esa historia.
¿De dónde le vino el interés por la psiquiatría?
Durante la carrera médica, en el tercer año, tuve la
disciplina de Psiquiatría Clínica y comencé asistir a un
Hospital Psiquiátrico. Decidí que eso era lo que yo
quería. Allí encontré enfermos mentales que, en mi punto
de vista ya en aquella época (1970), necesitaban no sólo
un tratamiento médico, sino también un tratamiento
espiritual. Tomé en cuenta que en aquella época el
Espiritismo no era bien visto, mucho menos en el medio
médico, entonces yo no podía exteriorizar mis opiniones
espíritas asociadas a la medicina. No fue fácil
enfrentar ese prejuicio aun cuando ya estaba ejerciendo.
Hasta hoy existen miradas extrañas cuando argumento con
esta conexión.
Conjugando el conocimiento espírita con la actividad
profesional y la formación académica, ¿cómo evalúa la
conexión entre ambas?
Aprendí mucho con el mentor André Luiz por la cristalina
mediumnidad de Chico Xavier. Una de esas enseñanzas es
que las causas de casi la totalidad de las enfermedades
están en el espíritu y sus efectos son exteriorizados
por el cuerpo en forma de síntomas. El cuerpo humano,
siendo una energía densa (luz coagulada), obedece a una
energía más útil que se encuentra en el alma. Es el
espíritu el que comanda y organiza el cuerpo físico. La
ansiedad, por ejemplo, manifestada a través de síntomas
incómodos en el vaso físico, tiene su origen en el alma.
El estímulo para tener ansiedad casi siempre viene del
medio en el que el ser humano vive, pero su percepción y
su comprensión están en el alma y, cuando no sabemos
percibirlo y entenderlo, los síntomas aparecen. En este
ejemplo queda clara la conexión del alma con el cuerpo.
Esto vale para casi todos los trastornos emocionales.
¿Cuáles son las principales causas físicas de los
disturbios psiquiátricos?
Como dijimos, los disturbios psiquiátricos tienen las
más evidentes conexiones con el espíritu encarnado. En
todo lo que ocurre con el ser humano se debe considerar
siempre ese ejemplo energético (cuerpo/espíritu). La
desarmonía de ese complejo es lo que va a determinar el
estado de la enfermedad.
Para la ciencia, el cerebro con su química es el
responsable de estos disturbios. Se toma el efecto por
la causa. Aún no existe ningún examen complementario, ya
sea de laboratorio o de imágenes, que determine la causa
de la ansiedad, depresión u otro trastorno. Aunque
exista una alteración de la química cerebral, en la que
creemos, debemos preguntar qué determinó esa alteración.
No existe una explicación satisfactoria para eso.
Un cerebro con una lesión que provoca alteraciones en la
psiquis es tenido como la causa de algunas enfermedades
mentales. Nosotros entendemos que el cerebro es el
órgano que el espíritu utiliza para sus
exteriorizaciones en este mundo, a través del psiquismo;
siendo así, cuando el cerebro está lesionado, el
espíritu no tiene cómo exteriorizarse adecuadamente, la
psiquis se vuelve deficitaria en sus funciones.
¿Y los temas emocionales, cómo influyen?
Los afectos (emociones y sentimientos) son patrimonio
del espíritu. Cuando un estímulo lo afecta, elabora una
respuesta para ese estímulo que se evidencia por la
acción del cuerpo físico. En esta elaboración, entra
todo el archivo de las vivencias de ese espíritu,
actuales y pasadas, la personalidad que ahora lo
reviste, los conocimientos que está adquiriendo y,
principalmente, el grado de madurez espiritual
conseguida hasta entonces y el sentido que le está dando
a la vida.
En términos espirituales, ¿qué diría?
Además de lo que ya dijimos, añadimos que los trastornos
mentales y emocionales, teniendo causas profundas en el
espíritu, muchas de ellas son resultantes de las
vivencias pasadas. En el momento actual, los recuerdos
pueden emerger como flashes de existencias
anteriores, de la resonancia de acontecimientos actuales
con los pasados. Cuando los flashes y la
resonancia son negativos, provocan estados aflictivos.
También citamos como causas espirituales de los
trastornos a la obsesión, al vampirismo, pero
principalmente a la auto-obsesión.
¿Qué cosa es exactamente un disturbio psiquiátrico
(emocional), considerando los factores presentados en
las preguntas anteriores?
Los disturbios emocionales son manifestaciones físicas y
emocionales elaboradas por el espíritu y que son
exteriorizadas por el cuerpo en forma de síntomas. No
tengo ninguna duda de que son trastornos del alma y que
todo en esta vida está regido por las enseñanzas de
Jesús. Yo recomiendo a los hombres que no se distancien
de las leyes de Dios, para que no tengan en el futuro
serias sorpresas en sus emociones.
¿Cómo surgió su libro Hombre de Dios? ¿Cuál es el
principal perfil de la obra?
Asociando a la Doctrina con la Medicina, mi área de
trabajo, escribí muchos artículos para la Revista
Internacional de Espiritismo (RIE) y ofrecí centenas de
conferencias siempre tratando de repasar las
informaciones para que las personas pudieran entrever y
experimentar la vida con el fin tener de un mejor estado
de salud. Compilando los artículos, surgió el libro.
Todos los tópicos abordados tienen el objetivo de
alertar al hombre en cuanto a sus posibilidades y
potencialidades benéficas en su relación con el mundo
del cual forma parte y donde debe encontrar su
equilibrio global (físico, psíquico, emocional, social y
espiritual). Su contenido abarca al hombre como un todo,
con temas desde la reencarnación, su evolución, su
personalidad e individualidad, su relación con la
naturaleza, su religiosidad, su modo de vivir en
sociedad, su salud y su vejez.
Y sobre el otro libro, el más reciente, cuyo título es
Ansiedad, Pánico Y Depresión, ¿qué nos puede
decir?
En mi profesión lo que más atiendo son estos trastornos,
con énfasis en la depresión. Hace más de 25 años hago lo
que llamo Terapia Renovadora, basada en el Evangelio del
mayor Psicólogo y Psiquiatra que haya existido - Jesús.
Procuro esclarecer la constitución energética del hombre
global y otros temas para que haya una buena comprensión
de los trastornos en la visión médica y en la visión
espiritual y de la conexión del alma con el cuerpo en la
aparición de los síntomas de esos estados aflictivos.
Procuramos alertar sobre la mejor manera de enfrentarlos
con responsabilidad, para suavizarlos e incluso
curarlos.
Cada uno de los temas que componen el título del libro
abre un espacio para una larga entrevista exclusiva.
Pero en términos generales, ¿cuál es la mayor ayuda para
combatir esos males?
Cada espíritu es un espíritu. Cada hombre, cada espíritu
escoge para sí lo que más le conviene, pero debe ser
responsable de aquello que escogió. Esta concientización
es primordial en el combate de esos males. A
continuación, sugiero criterios para el enfrentamiento
del trastorno: tratar las imperfecciones, cultivar la
resignación y la fe razonada, tener mucho amor,
perfeccionar la madurez espiritual y estar siempre bien
ante las leyes divinas.
De sus experiencias profesionales y espíritas, ¿cuál de
ellas lo ha marcado?
Como psiquiatra espírita he tenido experiencias
positivas cuando muchos pacientes me agradecieron por
sus mejorías. Yo enfatizo que no hago nada, solo
oriento, la mejoría o la cura se dan por el esfuerzo del
paciente. Soy un médico que no cree en la curación y sí
en la autocuración.
Mis experiencias espíritas también son muchas. Lo que
traigo en la memoria en ese momento fue cuando, en una
Casa Espírita, termine la conferencia “La felicidad no
es de este mundo”, una señora me buscó y me dijo: - Yo
era propensa a cometer suicidio y usted me acaba de
quitar el suicidio de mi mente. Esto me gratifica hasta
hoy, me incentivó tanto, que trato de dictar cada
conferencia con mucho amor y de un modo muy sencillo e
inteligible para que todos entiendan.
¿Algo más que le gustaría añadir para los lectores?
Mis dos libros editados por Clarim: “Hombre y Deus –
Construyendo la Felicidad” y “Ansiedad, pánico y
depresión” contribuyen para que los lectores se
orienten, a fin de que en una eventualidad sepan
enfrentar de un modo maduro los sinsabores que les
puedan suceder, como saber conversar y orientar a
alguien afligido que necesita una palabra de consuelo.
No debemos olvidar que todos nosotros, sin excepción,
recibimos estímulos del mundo perturbado, en transición,
y podemos contraer un desequilibrio energético del alma
y exteriorizarlo en el cuerpo como un trastorno
emocional.
Sus palabras finales.
Aunque las personas tengan acceso a las informaciones en
los medios sobre los trastornos citados, que no dejen de
estudiar sobre sus causas profundas. En este momento, el
hombre ya no debe ser dividido en dos: cuerpo y alma.
Esto ya no es posible delante de tantos estudios,
investigaciones y por la propia evolución humana.
Insisto en decir que el hombre es un espíritu vestido de
un cuerpo denso y que el alma es la coordinadora tanto
del estado de salud como del estado de enfermedad de ese
cuerpo y de todo el proceso de curación. Como enseña
Emmanuel/Chico Xavier: La salud es la perfecta armonía
del alma.
Agradezco por la oportunidad de esta entrevista y les
deseo a todos, una buena vida sin ansiedad, pánico y
depresión. ¡Paz y Amor!