Continuamos en
esta edición el estudio de la Revue Spirite de
1861,publicación mensual de divulgación espírita
fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio se
basa en la traducción al idioma portugués realizada por
Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas
a las preguntas propuestas se encuentran al final del
texto para la lectura.
Preguntas para el debate
A. ¿Cómo hacen los Espíritus para mover los objetos?
B. Con respecto a la escasez de médiums, ¿qué dice
Kardec?
C. ¿A qué se debe la flexibilidad que algunos médiums
presentan?
Texto para la lectura
19. La Revue informa sobre los fenómenos producidos por
el Sr. Squire que, no teniendo nada de nuevo, pueden ser
catalogados en la categoría de los fenómenos de
transporte, suspensión y desplazamiento de objetos. (PP.
41 a 43)
20. Kardec explica que, cuando un objeto se mueve, no es
el Espíritu el que lo toma con las manos: él lo satura
con su propio fluido, combinado con el fluido
animalizado del médium y puede entonces moverlo por su
voluntad. (P. 44)
21. No se debe confundir – recuerda Kardec – a los
llamados Espíritus golpeadores con los que se comunican
por medio de golpes, que es una forma de manifestación
que puede ser empleada por Espíritus de cualquier
orden. (P.
47)
22. Escribiendo sobre la escasez de médiums, Kardec
afirma que los médiums son muy comunes: los buenos
médiums son raros. Por eso, no basta poseer la facultad
mediúmnica para obtener buenas comunicaciones. (P.
48)
23. Ante la ausencia de médiums, Kardec sugiere
actividades que el grupo debe realizar. (PP.
49 y 50)
24. Mencionando el libro del Sr. Louis Figuier, que
combate la doctrina espírita, Kardec aconseja su lectura
y afirma: “Prohibir un libro es probar que le tememos”. (P.
51)
25. La Revue transcribe la parte final de la
carta del Sr. Canu, ex-materialista, sobre la
incredulidad. (P.
52)
26. El Espíritu familiar, dice Canu, no es exactamente
el ángel de la guarda enseñado por la Iglesia. (P.
56)
27. La Revue trae la comunicación de un hombre
materialista y ateo, que se ahogó voluntariamente dos
años antes. El motivo del suicidio, según el Espíritu:
“El tedio de la vida sin esperanza”. (PP. 58 y 59)
28. Kardec comenta: “Se concibe el suicidio cuando la
vida no tiene esperanza: se quiere huir de la desdicha a
cualquier precio. Con el Espiritismo el futuro se
extiende y la esperanza se legitima: el suicidio, pues,
no tiene objetivo”. (P.
59)
29. Explicando cómo se procesan las evocaciones, Kardec
dice que no siempre los Espíritus responden a nuestro
llamado; es necesario que puedan o quieran y que haya un
médium que tenga la aptitud especial necesaria para
hacerlo. (P. 63)
30. San Luis esclarece por qué hay pocos médiums con una
flexibilidad tan grande como la de la Srta. Eugenia: la
causa es física, antes que moral. La vivacidad del
médium es puramente física; su Espíritu no interviene. (P.
64)
31. Las cualidades morales, dice San Luis, influyen en
las simpatías que se establecen entre los Espíritus,
pues algunos tienen tal antipatía por ciertos médiums,
que solo venciendo su gran repugnancia se comunican a
través de ellos. (PP. 64 y 65)
32. Georges (Espíritu) dice que son un pequeño número
los que pueden, luego de la liberación del cuerpo,
comunicarse con los amigos en ese reencuentro.
Es necesario haber merecido ese derecho. (P. 67)
33. El Espíritu de Gérard de Nerval afirma: “El interés
y el egoísmo son los dos genios malos del financista y
del nuevo rico; el orgullo es el vicio del que sabe y,
principalmente, del que puede”. (P.
68)
34. Réné de Provence (Espíritu) informa que en los otros
mundos, cuando son superiores a la Tierra, la armonía es
eterna: lo que la imaginación humana puede inventar no
iguala a esa poesía constante que está en toda la
Naturaleza. (P.
70)
35. Kardec comenta el ataque lanzado por el Sr. Émile
Deschanel contra la doctrina espírita y afirma que los
“chistes” del detractor del Espiritismo no merecen
respuesta. (PP. 71 a 81)
36. El Sr. Deschanel, afirma Kardec, se esfuerza por
demostrar que el periespíritu debe ser materia. “Pero es
lo que decimos con todas las letras”, acentúa el
Codificador. (P. 74) (Continúa
en el próximo número.)
Respuestas a
las preguntas
A. ¿Cómo hacen los Espíritus para mover los objetos?
En un inicio se pensó que ellos los movían con sus
propias manos. Más adelante se comprobó que, cuando un
objeto se mueve, no es el Espíritu el que lo toma con
las manos. Él lo satura con su propio fluido,
combinándolo con el fluido animalizado del médium, y
puede entonces moverlo por medio de su voluntad. (Revue
Spirite de 1861, p. 44.)
B. Con respecto a la escasez de médiums, ¿qué dice
Kardec?
El Codificador dice que no hay escasez de médiums: los
buenos médiums son raros. Es por eso que no basta, para
obtener buenas comunicaciones, estar dotado de la
facultad mediúmnica: es necesario algo más. (Revue
Spirite de 1861, p. 48.)
C. ¿A qué se debe la flexibilidad que algunos médiums
presentan?
La causa de esa flexibilidad es física, antes que moral.
La vivacidad del médium es puramente física, dice San
Luis. Su Espíritu no interviene. Las cualidades morales
sí influyen en las simpatías que se establecen entre los
Espíritus, pues algunos tienen tal antipatía por ciertos
médiums, que solo venciendo su gran repugnancia se
comunican a través de ellos. (Revue Spirite de
1861, pp. 64 y 65.)