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La visión de
quien llegó hace poco tiempo |
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Empresario, árbitro, estudiante de contabilidad,
analista del departamento de personal, con solo 25 años
de edad y espírita hace solo 6 meses, Felippe Fiuza do
Nascimento (foto), nació y reside en la capital
paulista, donde participa en las actividades del Centro
Espírita Luz y Verdad. Sus respuestas demuestran la
postura de alguien que encontró respuestas y amplió su
visión en el contacto con el Espiritismo.
¿Cómo se acercó usted al Espiritismo?
Llegó un momento en el que no encontraba respuestas para
las más diversas cuestiones de la vida. La necesidad de
entenderme a mí mismo, así como todo aquello que nos
rodea, me llevó a buscar una doctrina con la cual me
identificase.
¿Cómo nació su vínculo con la institución espírita en la
que participa?
Por ser una de las casas más conocida de mi región, ya
había oído hablar mucho de ella por medio de conocidos y
familiares. Siempre hubo una remota voluntad de
conocerla, pero tal vez por recelo o por prejuicio,
nunca tuve la disposición para ir hasta allá. La
recepción en el centro fue cordial, y allí participé
cerca de seis meses en conferencias y pases destinados
al público; después de ese período a través de una
selección fui invitado a estudiar en la casa.
Siendo aún tan reciente su contacto con la doctrina
espírita, ¿cuál es su percepción?
Aún existen muchas dudas, pero el abanico que la
doctrina abre en nuestras vidas es inmenso. Percibo a la
doctrina como la más completa enseñanza de la
vida/existencia que podemos tener, dejando claro la
libertad de elecciones y las consecuencias de estas para
cada individuo.
¿Cuál es el rasgo más significativo que usted destaca en
el pensamiento espírita?
Creo que el libre albedrío predicado por el Espiritismo
es lo que más me encanta. Una religión que no impone ni
juzga, pero enseña los caminos a ser seguidos, merece
como mínimo una gran admiración por cualquier persona.
Un punto importante que me llama la atención es la
realidad del pensamiento nos muestra, así como su
interacción con la ciencia, la filosofía y la religión.
Por ejemplo, en El Libro de los Espíritus,
escrito en una época en que nadie pensaba en la bomba
atómica, ya se hablaba de átomos, energías, partículas.
En las acciones del espita, ¿que le llama más la
atención?
Las acciones espíritas deben ser siempre coherentes con
lo que se predica. La diferencia que percibo entre la
doctrina espírita y las otras doctrinas es
principalmente la libertad, la no imposición, y sí la
instrucción del individuo para que siga de forma plena
aquello que se le enseña, quedando exclusivamente bajo
su responsabilidad seguirlo o no.
Su profesión es algo nuevo en el escenario actual.
Resúmala por favor para los lectores.
Actualmente estoy en el ramo de la mediación y arbitraje
enfocado en los “conflictos” laborales. Trabajamos
haciendo acuerdos entre empresas y ex colaboradores
cuando se da la rescisión de los contratos de trabajo y
las cláusulas controvertidas.
¿Cómo ahora, con la visión espírita que tiene, percibe
usted esos asuntos?
Trato aún más de ser imparcial en los casos, no
perjudicando a uno frente al otro.
En los acuerdos laborales, sin la vía judicial, ¿qué le
llama más la atención, considerando el conocimiento
espírita ya adquirido?
He observado la gran preocupación de las personas - de
ambos lados - en tomar ventaja, por mínima que sea, de
la otra parte. Sin embargo, noto la capacidad de las
personas de responder por sí mismas, sin requerir de la
intervención del Estado y de la vía judicial para
resolver sus problemas. En muchos casos las partes
consiguen llegar a un acuerdo benéfico para ambos.
¿Algo relevante de su experiencia, ya como espírita, que
le gustaría destacar a los lectores?
Mis actitudes, principalmente. Pienso que las acciones
que tomaba antes de conocer la doctrina cambiaron
completamente de manera natural y espontánea.
Sus palabras finales.
No hay cómo negar que existe una fuerza mayor que la que
podemos comprender en todo lo que existe. El
Espiritismo, con su doctrina, nos da esa lección de
forma sutil y amorosa. En poco tiempo, como espírita, he
notado cambios significativos en mi vida personal y
profesional. Creo que ya soy una persona mejor hoy que
antes, y pienso que esa evolución debe ser constante en
la vida de todos nosotros.