|
El Libro de los Espíritus “fue la obra de mi
vida” |
|
“El Espiritismo es la ciencia nueva que viene a revelar
a los hombres, por medio de pruebas irrecusables, la
existencia y la naturaleza del mundo espiritual y sus
relaciones con el mundo corpóreo. ”
1
Allan Kardec 2 estaba exhausto, abatido, en
una mañana de abril de 1860. Parcos recursos y la tarea
inmensa, además de incomprensiones a multiplicarse. En
ese estado de espíritu, Gabi – esposa cariñosa – le trae
un paquete conteniendo una carta y un “(...) ejemplar de
El Libro de los Espíritus ricamente encuadernado (...)”.
En ella el remitente le
manifestaba gratitud: aquel libro le había salvado la
vida. Estimulaba al Codificador a (...) proseguir en sus
tareas de aclaración de la Humanidad (...)”. Y describió
su drama personal: con la muerte de la esposa, la
desesperación lo había llevado a planear el suicidio en
las aguas del río Sena, en París. Después de días de
angustias, se decidió por concretar el gesto insano. En
un puente, mirando fijamente las aguas del río, “(...)
toqué un objeto algo mojado que se desplazó de la
muralla, cayéndome a los pies”.
Era él encuadernador desde la juventud. El libro lo
había fascinado y era aquel al cual había juntado a la
carta. Contenía un registro: “Esta obra me salvó la
vida. Léala con atención y tenga buen provecho. – A.
Laurent. ”
Siguió este consejo y
cambió su vida. Y añadió su propia información:
“Me salvó también. Dios bendiga las almas que cooperan
en su publicación. – Joseph Perrier. ”
Envalentonado por esos
preciosos testimonios, Kardec prosiguió su trabajo.
Allan Kardec, al conocer los hechos mediúmnicos, por
mano de un amigo, los investigó, haciendo preguntas a
los Espíritus y ordenó sus respuestas, juntandolas
didácticamente en “El Libro de los Espíritus” 3.
En la Introducción de esa
obra, capítulos III a V, analiza la (...) serie
progresiva de los fenómenos que dieron origen a esta
Doctrina. El primer hecho observado fue el del
movimiento de objetos diversos. ” Los llamaron “(...)
mesas giratorias o baile de las mesas (...)”.
El fenómeno no se limitó
al movimiento de objetos materiales. Ni a movimientos
uniformes (circulares, en buena parte). Eran a veces
bruscos y desordenados. U objetos eran violentamente
sacudidos, derrumbados, llevados a cualquier dirección,
levantados, mantenidos en suspensión. Las mesas se
levantaban y, con uno de los pies, daban cierto número
de golpes, respondiendo sí, o no, conforme el número de
golpes, a preguntas formuladas.
El medio era limitado,
pero respondía a preguntas. Se pasó para el alfabeto. Se
amplió el diálogo.
“Ese medio de correspondencia era demorado e incómodo.
El Espíritu, y esto es aun una circunstancia digna de
nota, indicó otro. “
La adaptación del lápiz a
una cesta, o a otro objeto. Colocada sobre un papel, la
cesta se mueve y (...) el lápiz traza por sí mismo
caracteres formando palabras, frases y discursos enteros
de muchas páginas, tratando de las más altas cuestiones
de Filosofía, de Moral, de Metafísica, de Psicología,
etc., y con tanta rapidez como si escribiese con la
mano.”
“La cesta o la plancha sólo pueden ser puestas en
movimiento bajo la influencia de ciertas personas,
dotadas, para eso, de un poder especial, las cuales se
designan por el nombre de médiums (...). ”
“Se reconoció más tarde que la cesta y la plancha no
eran, realmente, más que un apéndice de la mano; y el
médium, tomando directamente el lápiz, se puso a
escribir por un impulso involuntario y casi febril. ”
*
De cincuenta cuadernos reunidos por amigos y más
preguntas que formuló a los Espíritus, resultó la
primera edición de El Libro de los Espíritus’, con 501
preguntas, el 18/4/1857.
En marzo de 1860, pasa a
ser vendida la segunda edición, entonces definitiva, con
la forma actual. Esta edición se agotó en cuatro meses.
La obra “Presenta
los fundamentos básicos del Espiritismo, buscando
compilar las aclaraciones que esta Doctrina proporciona
a los que buscan comprender la existencia humana de
forma más completa. Se divide en cuatro partes, que se
titulan: de las causas primeras; del mundo espírita o
mundo de los Espíritus; de las leyes Morales; de las
esperanzas y consuelos.
Aborda los aspectos científico, filosófico y religioso
de la Doctrina Espírita, (...) a través de 1019
preguntas seguidas de sus respuestas (...)
Afirma que “El Espiritismo es fuerte porque se asienta
sobre las próprias bases de la religión” y que por medio
de el “la Humanidad tiene que entrar en una nueva fase,
la del progreso moral que le es consecuencia inevitable.”
4
En un artículo en la
Revista Espírita de abril de 1866, por él editada,
Kardec escribió:
“Hay dos partes en el Espiritismo: la de los hechos
materiales y la de sus consecuencias morales. La primera
es necesaria como prueba de la existencia de los
Espíritus; así fue por ella que los Espíritus comenzaron;
la segunda, que de ella transcurre, es la única que
puede llevar a la transformación de la humanidad por el
mejoramiento individual. El mejoramiento es, pues, el
objetivo esencial del Espiritismo. ” – Citado
por Zêus Wantuil y Francisco Thiesen5, p.
240, vol. II, en la obra “Allan Kardec”.
En la edición de
septiembre de 1865 de la misma Revista 6,
hubo dicho el Codificador que “El Libro de los
Espíritus contiene las bases fundamentales del
Espiritismo; es la piedra angular del edificio; todos
los principios de la doctrina ahí están expuestos
(...)”.
Entre estos destacamos:
- la existencia de Dios,
- la existencia de los Espíritus; su preexistencia al
cuerpo físico; y su inmortalidad,
- la naturaleza de los Espíritus y sus relaciones con
los hombres (la comunicabilidad de los Espíritus),
- el progreso infinito de los Espíritus (Creados simples
e ignorantes, construyen su destino) – la Ley de la
Evolución;
- el libre albedrío;
- la Ley de Causa y Efecto;
- las Leyes Morales;
- las reencarnaciones sucesivas (pluralidad de las
existencias y de los mundos habitados;
- el olvido del pasado;
- la fe razonada;
- las leyes morales – la reforma íntima;
- la vida presente, la vida futura y el futuro de la
Humanidad, según la enseñanza dada por los Espíritus
Superiores con la ayuda de diversos médiums.
*
“Los fenómenos mediúmnicos
siempre ocurrieron en el mundo, pero los hombres no
tenían conocimiento de las leyes que los rigen. ”
7
Cupo a Allan Kardec
compilar y ordenar las informaciones recibidas de
Espíritus Superiores que nos llevan a ese conocimiento.
La repercusión habida con
el lanzamiento de El Libro de los Espíritus lo
llevó a reflexionar sobre la grandeza de la obra y de
los esfuerzos que le cabía desenvolver:
“Comprendí entonces la inmensidad de mi tarea y la
importancia del trabajo que me restaba hacer para
completarla. Las dificultades y los obstáculos, lejos de
atemorizarme, replegaron mis energías. Vi el objetivo y
resolví alcanzarlo con la asistencia de los Espíritus
buenos.
Sentía que no tenía tiempo que perder y no lo perdí, ni
en visitas inútiles ni en ceremoniales estériles; fue
la obra de mi vida. Le di todo mi tiempo, le
sacrifiqué mi reposo, mi salud, porque el futuro estaba
escrito delante de mí en letras irrecusables. ” 8
[Resaltamos en negrita. ]
Hermínio C. Miranda lo llama `El Libro de la Esperanza´
Estos Espíritus (...)
venían a enseñar que toda la sabiduría humana está en la
obediencia consciente a las leyes divinas. Vinieron a
advertir de que invitamos al dolor siempre que
intentamos tercamente prendernos con la inmutable
sabiduría de esas leyes. Vinieron, finalmente, a traer a
los hombres el libro de la esperanza. ”
[Resaltamos en negrita.
]
La lectura de ese libro es,
así, de inmenso valor para cualquier persona.
Y es el propio Codificador
quien lo recomienda, en El Libro de los Médiums e
indica la orden de lecturas de las Obras Básicas de la
Codificación Espírita – el llamado Pentateuco Kardecista:
“Diremos (...) a quién desee ocuparse seriamente de la
materia, que primero lea El libro de los espíritus,
porque contiene principios fundamentales sin los cuales
tal vez sea difícil a comprensión de algunas partes de
esta obra. ”
10
He la secuencia de esas
lecturas, por él recomendada:
- “El Libro de los Espíritus”;
- “El Libro de los Médiums”;
- “El Evangelio Según el Espiritismo”;
- “El Cielo y el Infierno” y
- “La Génesis”.
Posteriormente (julio de 1859) publicó Qué es el
Espiritismo. Na p. 149 de ese libro sugiere que lo
leamos, antes del orden indicado.
¡¿Cuántas vidas esa doctrina extraordinaria ha
transformado para mejor desde aquel 18 de abril de 1857,
con el lanzamiento de El Libro de los Espíritus?!
Y cuantas otras serán beneficiadas, especialmente cuando
el prejuicio y las supersticiones sean proscritas de los
corazones.
La comprensión de esas
enseñanzas nos llevará, poco a poco, a conocer las Leyes
Divinas y a armonizarnos con ellas – lo que favorecerá
nuestra evolución.
Estudiarla, para bien
comprenderla y vivir sus enseñanzas es la mejor forma de
reverenciar a Allan Kardec y el libro máximo de la
Codificación de la Doctrina Espírita.
Referências:
1 - KARDEC, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo.
Trad. Evandro Noleto Bezerra. 2. ed. Brasília: FEB,
2013. cap. I, it. 5, p. 39.
2 - XAVIER, F. Cândido. O Espírito da Verdade,
pelo Espírito Hilário Silva. 3. ed. Rio de Janeiro: FEB,
1977. cap. 52.
3 - KARDEC, Allan. O Livro dos Espíritos. Trad.
Evandro Noleto Bezerra. 2. ed. 1.impr. Rio de Janeiro:
FEB, 2011.
4 – FEDERAÇÃO ESPÍRITA BRASILEIRA. O Livro Espírita
na FEB: catálogo geral. Rio de Janeiro: FEB, 1993,
p. 54/55.
5 - WANTUIL, Zêus, THIESEN, Francisco. Allan Kardec:
pesquisa biobibliográfica e ensaios de interpretação.
Rio de Janeiro: FEB, 1980, v. 2, p. 134.
6 – KARDEC, Allan. Revista Espírita. Trad.
Evandro Noleto Bezerra. Rio de Janeiro: FEB, 2004.
Ano oitavo, 1865,
p. 378.
7 - REFORMADOR, ago/74, p. 249, FEB.
8 – KARDEC, Allan. Obras Póstumas. Trad. Evandro
Noleto Bezerra. 1. ed. Rio de Janeiro: FEB, 2009. pt. 2,
Constituição do Espiritismo, it. X – Allan Kardec
e a nova constituição do Espiritismo, p. 483.
9 – MIRANDA, C. Hermínio. Candeias na noite escura. 1. ed. Brasília: FEB, 1992. cap. 23 -
O livro da esperança, 126.
10 – KARDEC, Allan. O Livro dos Médiuns. Trad.
Evandro Noleto Bezerra. 2. ed. 1. impr. Brasília: FEB,
2013. Introdução, p. 11.
Traducción:
Isabel Porras -
isabelporras1@gmail.com