Continuamos
en
esta edición el
estudio de la
Revue Spirite
de 1861,
publicación
mensual de
divulgación
espírita fundada
y dirigida por
Allan Kardec.
Este estudio se
basa en la
traducción al
idioma portugués
realizada por
Júlio Abreu
Filho y
publicada por
EDICEL. Las
respuestas a las
preguntas
propuestas se
encuentran al
final del texto
para la lectura.
Preguntas para
el
debate
A. Las apariciones de Espíritus ¿son reales?
B. ¿Qué crítica hacía Kardec a los espíritas de América?
C. ¿Qué perjuicios para el Espiritismo provienen de los
falsos médiums?
Texto para la lectura
111. Hablando de la separación del alma después de la
muerte, Ferdinand dice que, cuando se es ignorante y,
sobre todo cuando se es muy culpable, un espeso velo
oculta al Espíritu las bellezas de la morada donde
habitan los Espíritus buenos, y él se encuentra solo o
en la compañía de Espíritus malvados e inferiores, en un
círculo que no le permite ver dónde está. (P. 205)
112. Kardec afirma que los hechos prueban que existen
verdaderas apariciones, explicadas perfectamente por la
ciencia espírita y solo negadas por los que no admiten
nada que esté más allá del mundo visible.
(P. 207)
113. Hay casos, sin embargo, en que las imágenes pueden
ser un efecto de las impresiones que la visión de
ciertos objetos dejan en el cerebro, el cual conserva
los rasgos, como conserva los sonidos. El alma,
desprendida del cuerpo, ve esas impresiones en el propio
cerebro, que quedaron en él como una placa fotográfica.
Esa es la causa probable de las alucinaciones. (P. 208)
114. La idea fija – afirma Kardec – es el recuerdo
exclusivo de una impresión. La alucinación es la visión
retrospectiva, por el alma, de una imagen impresa en el
cerebro.
(P. 209)
115. En las apariciones hay, como en todo fenómeno
espírita, el carácter inteligente, que es la mejor
prueba de su realidad. Toda aparición que no da ninguna
señal inteligente puede ser ubicada en la categoría de
las ilusiones. (P. 210)
116. Es sobre todo en la Medicina que el elemento
espiritual representa un papel importante. Cuando los
médicos lo tomen en consideración, se engañarán menos
que ahora.
(P. 211)
117. El fenómeno de la aparición se puede dar de dos
maneras: o es el Espíritu el que va al encuentro de la
persona que lo ve; o es el Espíritu de ésta que se
transporta y va al encuentro de la otra. Kardec cita
tres casos al respecto. (P. 211)
118. El más interesante de ellos es el caso ocurrido con
el médico Dr. Félix Mallo, que había tratado a una joven
señora, a quien recomendó pasar un tiempo en el interior
del país. Seis meses después, alguien llamó a la puerta
de su consultorio. Era su paciente que venía decirle:
“Señor Mallo, vengo a deciros que he muerto”. (P. 211)
119. Pero el hecho de la aparición más notable es el
ocurrido con el Sr. Robert Bruce, informado por el
Oxford Chronicle del 1º/6/1861 y referido por el Sr.
Robert Dale Owen, quien dio testimonio de su veracidad
antes de narrarlo en un libro. (P. 214)
120. La Revue transcribe el mensaje de Jules
P..., que prueba que los lazos terrenales, cuando son
sinceros, no se rompen con la muerte.
(P. 215)
121. Kardec publica una carta enviada por el presidente
de la Sociedad Espírita de México, en la que hace una
breve exposición de la historia del Espiritismo en ese
país.
(PP. 218 y 219)
122. Ese mismo día, llegó a París una carta del Sr.
Repos, abogado en Constantinopla, informando que ya se
podía contar allí con un gran número de médiums
escribientes. Elevación de mesas, golpes, transporte de
objetos, dibujos, composiciones musicales – esos eran
los fenómenos hasta entonces registrados por los
espíritas de la mencionada metrópoli. (P. 220)
123. La Revue transcribe una noticia publicada en
el Herald of Progress, de Nueva York, periódico
dirigido por Andrew Jackson Davis, considerado uno de
los pioneros del Espiritismo.
(P. 221)
124. Comentando los dibujos mediúmnicos descritos en el
mencionado periódico, Kardec dice que los médiums
americanos tienen una especialidad para la producción de
fenómenos extraordinarios, que están lejos de los
médiums europeos.
(P. 224)
125. Interrogados por Kardec, los Espíritus explicaron:
“A cada uno su papel. El vuestro no es el mismo; y Dios
no os dio la menor parte en la obra de la regeneración”.
(P. 224)
126. Informando que al otro lado del Atlántico se decía
que los europeos estaban muy atrasados en Espiritismo,
Kardec replica, criticando el instinto mercantil que se
apoderó de la práctica de la mediumnidad en América del
Norte. Para probarlo, transcribe numerosos anuncios
publicados en periódicos americanos. (PP. 224 y 225)
127. El tráfico del Espiritualismo se extendió incluso a
los objetos comunes – como los “fósforos espirituales”,
sin fricción y sin olor, divulgados en el Spiritual
Telegraph, de Nueva York. (P. 226)
128. En 1859, según el Spiritual Register, había
1.284.000 espiritualistas en los Estados Unidos. El
número total en el mundo, según el periódico, era
calculado en 1.900.000. Había en esa misma época,
consagrados a la causa, 1.000 oradores espiritualistas,
40.000 médiums públicos y privados, 500 libros, 6
periódicos semanales, 4 mensuales y 3 quincenales. (P.
226)
129. Refiriéndose a los falsos médiums, Kardec dice que
lo peor son las armas que ellos proporcionan a los
incrédulos y el descrédito que lanzan en el espíritu de
los indecisos. Kardec lamenta también la acción de los
llamados médiums mercenarios. (P. 227)
(Continúa en el próximo número.)
Respuestas
a las preguntas
A. Las apariciones de Espíritus ¿son reales?
Sí. Los hechos prueban que existen verdaderas
apariciones, explicadas perfectamente por la ciencia
espírita y solo negadas por los que no admiten nada que
esté más allá del mundo visible. El fenómeno de la
aparición se puede dar de dos maneras: o es el Espíritu
el que va al encuentro de la persona que lo ve; o es el
Espíritu de ésta que se transporta y va al encuentro de
la otra. El más interesante de estos casos es el que se
dio con el médico Dr. Félix Mallo, que había tratado a
una joven señora, a quien recomendó pasar un tiempo en
el interior del país. Seis meses después, alguien llamó
a la puerta de su consultorio. Era su paciente que venía
decirle: “Señor Mallo, vengo a deciros que he muerto”.
(Revue Spirite de 1861, pp. 207 y 211.)
B. ¿Qué crítica hacía Kardec a los espíritas de América?
Interrogados por Kardec con respecto a la facilidad de
los médiums americanos para obtener fenómenos
extraordinarios que no ocurrían en Europa, los Espíritus
explicaron: “A cada uno su papel. El vuestro no es el
mismo; y Dios no os dio la menor parte en la obra de la
regeneración”. El Codificador criticaba, no obstante, el
instinto mercantil que se había apoderado de la práctica
de la mediumnidad en América del Norte y, para probarlo,
transcribió numerosos anuncios publicados en periódicos
americanos, en los cuales se verifica que el tráfico del
Espiritualismo se extendió incluso a los objetos comunes
– como los “fósforos espirituales”, sin fricción y sin
olor, divulgados en el Spiritual Telegraph,
de Nueva York.
(Obra citada, pp. 224 a 226.)
C. ¿Qué perjuicios para el Espiritismo provienen de los
falsos médiums?
Sobre ese asunto, Kardec dice que lo peor son las armas
que ellos proporcionan a los incrédulos y el descrédito
que lanzan en el espíritu de los indecisos. Y lamentó
también la acción de los llamados médiums mercenarios.
(Obra citada, p. 227.)