Continuamos
en
esta edición el
estudio de la
Revue Spirite
de 1861,
publicación
mensual de
divulgación
espírita fundada
y dirigida por
Allan Kardec.
Este estudio se
basa en la
traducción al
idioma portugués
realizada por
Júlio Abreu
Filho y
publicada por
EDICEL. Las
respuestas a las
preguntas
propuestas se
encuentran al
final del texto
para la lectura.
Preguntas para
el
debate
A. Qué recomendó Erasto con respecto al análisis de las
comunicaciones mediúmnicas?
B. Las comunicaciones espíritas, ¿dependen siempre de
los médiums?
C. ¿Qué consecuencias, según Rousseau, pueden proceder
del Espiritismo?
Texto para la lectura
149. Más vale rechazar diez verdades – dice Erasto – que
admitir una sola mentira, una sola teoría falsa. (P.
257)
150. Si, por lo tanto, el médium diera un motivo
legítimo de sospecha, debemos rechazar sus
comunicaciones, pues hay una serpiente oculta en la
hierba – es así como Erasto trata la necesidad de
analizar con rigor todas las comunicaciones. (PP. 257 y
258)
151. Erasto dice que para obtener el transporte de
objetos es necesario disponer de médiums sensitivos, es
decir, dotados en el más alto grado de las facultades
mediúmnicas de expansión y de penetrabilidad, porque su
sistema nervioso, fácilmente excitable, les permite, por
medio de ciertas vibraciones, proyectar a su alrededor
su fluido animalizado.
(P. 258)
152. En general, dice Erasto, son y seguirán siendo muy
raros los casos de transporte de objetos.
(P. 259)
153. Es necesario que exista, entre el Espíritu y el
médium, una cierta afinidad, una cierta analogía, una
cierta semejanza que permita que la parte expansible del
fluido periespiritual del médium se mezcle, se una con
el del Espíritu (P. 259)
154. Para producir esos fenómenos, es necesario que las
propiedades del Espíritu-motor sean aumentadas por
algunas de las del medianero: es que el fluido vital,
indispensable para la producción de todos los fenómenos
mediúmnicos, es atributo exclusivo del encarnado y, por
eso, el Espíritu-operador está obligado a impregnarse de
él.
(P. 259)
155. Advirtiendo que, si no tuviésemos otros medios de
convicción, además de los fenómenos, no seríamos la
centésima parte de los espíritas que somos, Erasto
recomienda: “Hablad al corazón. Es por él que haréis más
conversiones serias”. (P. 261)
156. La Revue transcribe el mensaje obtenido por
el Sr. D’Ambel en la Sociedad Espírita de París, en el
cual queda claro que los fenómenos mediúmnicos no se
pueden manifestar sin la cooperación consciente o
inconsciente del médium, y que solo entre los
encarnados, Espíritus como nosotros, podemos encontrar a
los que pueden servir de médiums. (P. 264)
157. Con certeza los Espíritus pueden volverse visibles
y tangibles a los ojos de los animales, pero eso no
significa que puedan ser mediumnizados los animales o la
materia inerte.
(P. 264)
158. Diciendo que los hombres emplean todo cuanto tienen
de fuerza y energía en la adquisición de bienes
terrenales, el Espíritu de Byron advierte: “¡Insensatos!
De un momento a otro el ángel de la liberación tocará
vuestra puerta: seréis forzados a abandonar todas las
quimeras; sois los desterrados a los que Dios puede
llamar a la madre patria en cualquier momento”.
(P. 266)
159. “No edifiquéis palacios ni monumentos: una tienda,
ropa y pan – eso es lo necesario”, afirma Byron.
“Contentaos con esto y dad lo que os es superfluo a
vuestros hermanos necesitados de abrigo, ropa y pan.”
(P. 266)
160. En un bello mensaje que puede ser visto en El
Libro de los Médiums, Jean-Jacques Rousseau dice:
“Si el Espiritismo resucita al Espiritualismo, devolverá
a la sociedad el impulso que da a unos dignidad
interior, a otros la resignación y a todos la necesidad
de elevarse hacia el Ser Supremo, olvidado y desconocido
por sus ingratas criaturas”. (P. 267)
161. Adolfo, Obispo de Alger, nos recuerda las palabras
de Cristo: “¡A los pobres siempre los tendréis!” (P.
269)
162. Siendo la Tierra un lugar de expiación, siempre
habrá aquí pobres que expíen sus abusos y errores del
pasado.
(P. 269)
163. Adolfo aconseja que evitemos ver, en todos los
pobres, culpables en castigo: “Si la pobreza es para
algunos una expiación severa, para otros es una prueba
que debe abrirles más rápidamente el santuario de los
elegidos”. “Sí, siempre habrá pobres y ricos, para que
unos tengan el mérito de la resignación y los otros el
de la caridad y la dedicación.” (P. 270)
164. Una curiosa polémica se dio en la Sociedad Espírita
de París a partir de una disertación en la que Lamennais
analizó el aforismo de Buffon: El estilo es el hombre.
Discrepando de Buffon, Lamennais afirmó que
frecuentemente el hombre no se refleja en sus obras,
puesto que muchos son iluminados por una centella divina
que los vuelve más grandes. (P. 274)
165. Buffon replicó de forma extrañamente ofensiva, sin
disculpar a escritores ilustres como Alexandre Dumas,
Víctor Hugo y el propio Lamennais. Para Buffon,
Lamennais confundió la forma y el fondo, el estilo y el
pensamiento.
(PP. 274 y 275)
166. Bernardin de Saint-Pierre, citado en la polémica,
también se manifestó y, de acuerdo con Lamennais, dijo:
“No, el estilo no es el hombre”. Y se presentó a sí
mismo como prueba de ello, afirmando: “No merezco toda
la reputación literaria que gocé”. (P. 281)
167. Lamennais dirigió, finalmente, un recado a Buffon,
recordándole que él solo quería decir que “la
inspiración humana muchas veces es divina” y que no
había en ello ninguna materia de controversia. (PP. 281
y 282)
(Continúa en el próximo número.)
Respuestas
a las preguntas
A. Qué recomendó Erasto con respecto al análisis de las
comunicaciones mediúmnicas?
Más vale rechazar diez verdades, dice Erasto, que
admitir una sola mentira, una sola teoría falsa.
Si, por lo tanto, el médium diera un motivo legítimo de
sospecha, debemos rechazar sus comunicaciones, pues hay
una serpiente oculta en la hierba. De esa manera Erasto
nos habló sobre la necesidad de analizar con rigor todas
las comunicaciones.
(Revue Spirite de 1861, pp. 257 y 258.)
B. Las comunicaciones espíritas, ¿dependen siempre de
los médiums?
Sí. Según el mensaje obtenido por el Sr. D’Ambel en la
Sociedad Espírita de París, los fenómenos mediúmnicos no
se pueden dar sin la cooperación consciente o
inconsciente del médium, y que solo entre los
encarnados, Espíritus como nosotros, podemos encontrar a
los que pueden servir de médiums.
(Obra citada, p. 264.)
C. ¿Qué consecuencias, según Rousseau, pueden proceder
del Espiritismo?
Escribió el notable pensador Jean-Jacques Rousseau: “Si
el Espiritismo resucita al Espiritualismo, devolverá a
la sociedad el impulso que da a unos dignidad interior,
a otros la resignación y a todos la necesidad de
elevarse hacia el Ser Supremo, olvidado y desconocido
por sus ingratas criaturas”.
(Obra citada, p. 267.)