Son excelentes los frutos de la
divulgación espírita
Entrevistado en esta edición por Orson Peter Carrara, el
cofrade André Luiz Rosa, paranaense nacido en Rôlandia,
ahora radicado en la ciudad de Valinhos (SP), enfatiza
en su habla algo que es reconocidamente importante para
el desarrollo y fortalecimiento del movimiento espírita:
la buena divulgación de las enseñanzas espíritas, no
sólo en el ámbito del centro espírita, sino
principalmente más allá de las paredes de nuestras
instituciones.
Ése, es el resultado obtenido por la Semana Espírita de
Valinhos, cuyo objetivo inicial era reunir las casas
espíritas de la localidad y, con eso, promover el
movimiento espírita en la ciudad.
Nacida en el año de 2002, la Semana Espírita de Valinhos
llegó en 2017 a su 16ª edición y sus frutos fueron, sin
embargo, mucho más allá de la expectativa.
De hecho, no existe nada más fácil y práctico para dar
cumplimiento a los objetivos mencionados por el cofrade.
Las Semanas Espíritas, que son más tradicionales y bien
más antiguas en el trayecto Minas-Rio, favorecen
realmente la integración de los espíritas y la
divulgación del Espiritismo.
Efecto semejante a lo mencionado por el entrevistado se
verificó en nuestra ciudad, donde en el año de 1992,
diez años antes de la creación de la semana de Valinhos,
se realizó por primera vez la Semana Espírita de
Londrina.
Mucha personas que no conocían nada al respecto del
Espiritismo pasaron a interesarse por la doctrina a
partir del contacto propiciado por el evento, y no fue
pequeño el número de los que se tornaron espíritas y
hasta mismo dirigentes de casas espíritas.
Alguien podrá decir: “El Espiritismo no tiene la
preocupación de hacer prosélitos. ¿Por qué entonces
divulgarlo fuera de los límites de la casa espírita?”
Realmente, hacer prosélitos no es y nunca fue objetivo
del Espiritismo; por lo menos, es lo que Allan Kardec,
el codificador de la doctrina espírita, pensaba, lo que
puede ser conferido a la vista del siguiente diálogo que
él insirió en su libro Lo qué es el Espiritismo:
Visitante -
¿No procuráis, pues, hacer prosélitos?
Allan Kardec –
¿Para qué hemos de buscar haceros prosélito, cuando no
lo queréis ser? No pretendo forzar convicción alguna.
Cuando encuentro personas que sinceramente desean
instruirse y me dan el honor de pedirme
esclarecimientos, descanso y cumplo un deber
respondiéndoles en los límites de mis conocimientos;
cuanto a los antagonistas, sin embargo, como vosotros,
tienen convicciones arraigadas, no intento un paso para
de ellas apártalos, atento a que es gran el número de
los que se muestran bien dispuestos, para que podamos
perder nuestro tiempo con aquellos que o no están. Estoy
cierto de que, delante de los hechos, la convicción hay
que venir, más tarde o más temprano, y que lo incrédulos
han de ser arrastrados por la torrente; por ahora,
algunos partidarios, de más o de menos, nada alteran en
el pesaje; por lo que nunca me veréis molestado para
atraer, a las nuestras ideas, aquellos que, como
vosotros, saben las razones que tienen para huir de
ellas. (Lo qué es el Espiritismo. Capítulo
I:Pequeña conferencia espírita. Primer diálogo.)
Divulgar las enseñanzas espíritas, diferentemente de
hacer prosélitos, es permitir que los interesados en
conocer el Espiritismo tengan oportunidad de hacerlo.
Si la divulgación espírita es hecha en un local neutro –
fuera del ambiente espírita – nadie hay que constreñirse
por allí comparecer, ni a eso está obligado. La persona
irá, caso desee ir. Aceptará las informaciones y lo
argumentos espíritas, si ellos la convencieren.
Cuanto a nosotros, entendemos que permitir que otras
personas conozcan aquello que nos hizo, y nos hace,
inmenso bien es también una forma de caridad, como
Emmanuel observó en un texto que ya reproducimos en esta
revista innúmeras veces:
“…estudiemos Allan Kardec, al resplandor del mensaje de
Jesucristo, y, sea en el ejemplo o en la actitud, en la
acción o en la palabra, recordemos que el Espiritismo
nos solicita una Especie Permanente de Caridad – La
Caridad de Su Propia Divulgación”. (Del
libro Estudie y Viva, página psicografada por el
médium Francisco Cândido Xavier.)
Traducción:
Elza Ferreira Navarro
mr.navarro@uol.com.br