La Revista Espírita de 1861
Parte 13
Continuamos en
esta edición el estudio de la Revue Spirite de
1861,publicación mensual de divulgación espírita
fundada y dirigida por Allan Kardec. Este estudio se
basa en la traducción al idioma portugués realizada por
Júlio Abreu Filho y publicada por EDICEL. Las respuestas
a las preguntas propuestas se encuentran al final del
texto para la lectura.
Preguntas para el debate
A. ¿Cómo, según Kardec, podemos reconocer al verdadero
espírita?
B. ¿Qué compromisos contraen los que asumen la condición
de espírita?
C. El Espiritismo, ¿predica el proselitismo?
Texto para la lectura
225. “Algo serio - afirma Kardec – es confiar a alguien
la dirección suprema de la doctrina”, puesto que un
individuo puede, con ideas equivocadas, arrastrar a la
sociedad por una pendiente peligrosa y tal vez a su
ruina. (P.
362)
226. El verdadero espírita es reconocido por sus
cualidades, y la primera es la abnegación de la
personalidad. Es, pues, por sus actos que se le
reconoce, más que por sus palabras. El verdadero
espírita no es movido por la ambición, ni por el amor
propio. (P.
363)
227. La Revue publica la carta que Erasto dirigió
a los espíritas de Burdeos. (PP.
364 a 368)
228. Incentivándolos a mantener la concordia, de la que
hasta entonces dieron pruebas brillantes, Erasto recordó
a los espíritas bordeleses: “Encarando como subversiva
toda doctrina contraria a la moral del Evangelio y a los
principios generales del Decálogo, que se resumen en
esta ley concisa: Amad a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a vosotros mismos, permaneceréis
invariablemente unidos”. (P. 365)
229. En el banquete ofrecido al Codificador por los
espíritas bordeleses, hablaron el Sr. Lacoste, el Sr.
Sabò, el Sr. Desqueyroux y finalmente Allan Kardec, y
sus discursos fueron transcritos por la Revue. (PP.
368 a 374)
230. Representando al Grupo de obreros espíritas, el Sr.
Desqueyroux, mecánico de profesión, afirmó: “Para
nosotros es una felicidad inefable haber nacido en una
época en la que podemos ser esclarecidos por el
Espiritismo”. (P.
371)
231. “Pero – reconoce Desqueyroux – no es suficiente
conocer y disfrutar esa felicidad. Con la doctrina,
contraemos compromisos que consisten en cuatro deberes
diferentes: deber de sumisión, que nos haga oír con
docilidad; deber de afecto, que nos haga amar con
ternura; deber de celo, para defender sus intereses con
ardor; deber de práctica, que nos haga honrarla por
nuestras obras.” (P. 371)
232. En seguida, el Sr. Desqueyroux recordó que “hay
momentos en la vida en que la razón tal vez nos puede
sostener, pero hay otros en que se tiene la necesidad de
toda la fe que el Espiritismo da, para no sucumbir.” (P.
371)
233. En su alocución, Kardec dijo que era providencial
el hecho de que se inaugure una sociedad espírita que
comienza por la reunión espontánea de cerca de 300
personas, atraídas no por una vana curiosidad, como la
de Burdeos. (P. 372)
234. Atribuyendo ese interés a la campaña contraria al
Espiritismo hecha por un periodista del Courrier de
la Gironde, Kardec finalizó su discurso agradeciendo
al autor del artículo por su involuntaria colaboración.
(P. 374)
235. La Revue publica dos fábulas en verso,
escritas por el Sr. Dombre, de Marmande, el cual también
fue al encuentro espírita realizado en Burdeos. En la
segunda, titulada “El Erizo, el Conejo y la Urraca”, su
autor destaca la importancia de la caridad, cuando el
conejo ayuda al erizo, a pesar de ser desanimado por la
urraca: “El conejo respondió: - Ninguna inquietud / Nos
debe apartar de los impulsos benefactores;/ ¡Vale mucho
más exponerse a la ingratitud/ Que faltar a los que
sufren!” (N.R. El erizo es un roedor. La urraca es un
ave de la familia de los córvidos, de color negro.) (PP.
374 a 378)
236. Anunciando la publicación de la 2ª edición de El
Libro de los Médiums, revisada y ampliada por
Kardec, éste dice que, siguiéndola puntualmente, se
evitarán los escollos tan numerosos contra los que se
suelen chocar los neófitos sin experiencia. (P.
379)
237. Comentando el lanzamiento de la 1ª publicación
hecha por la Sociedad Espírita de Metz, Kardec la elogia
y advierte que las publicaciones intempestivas pueden
ser más nocivas que útiles a la propagación del
Espiritismo. (PP.
379 y 380)
238. Hablando del Espiritismo en América, donde se
destaca el trabajo del juez Edmonds, de Nueva York,
Kardec transcribe parte de un texto escrito por el Dr.
Edmonds en 1854, tres años antes de la llegada de El
Libro de los Espíritus: “De nuestra conducta depende
nuestro destino futuro y no de nuestra adhesión a esta o
aquella secta religiosa, sino de nuestra sumisión a este
gran precepto: Amar a Dios y al prójimo… No debemos
postergar nuestra conversión. Nosotros mismos debemos
trabajar por nuestra salvación, no más tarde, sino
ahora; no mañana, sino hoy”. (P. 384)
239. Los espíritas, dice Kardec, tienen una hermosa e
importante misión que cumplir: difundir la luz a su
alrededor. (P.
388)
240. Les corresponde hablar abiertamente del
Espiritismo, sin afectación y, sobre todo, sin buscar ni
forzar las convicciones, ni hacer prosélitos a toda
costa. “El Espiritismo no debe ser impuesto: se viene a
él porque se necesita de él.” (P.
389)
241. Firme partidario de la idea de que se creen varios
grupos en lugar de uno solo, numeroso, en las ciudades
grandes, Kardec dice que, cuando el primer grupo se
vuelva muy numeroso, que haga como las abejas: que funde
otros. (P. 391)
242. Los nuevos grupos serán otros tantos centros de
acción, irradiando en sus círculos respectivos, y más
poderosos para la propaganda que una sociedad única. (P.
391)
243. La uniformidad en la doctrina, sea la sociedad una
o fraccionada, será la consecuencia natural de la unidad
de la base que los grupos adopten. Ella será completa en
todos los que sigan la línea trazada por El Libro de
los Espíritus y por El Libro de los Médiums. (N.R.
No existían entonces los demás libros que componen el
Pentateuco Kardecista.) (P. 391) (Continúa
en el próximo número.)
Respuestas a
las preguntas
A. ¿Cómo, según Kardec, podemos reconocer al verdadero
espírita?
El verdadero espírita, dice el Codificador, es
reconocido por sus cualidades, y la primera es la
abnegación de la personalidad. Es, pues, por sus actos
que se le reconoce, más que por sus palabras. El
verdadero espírita no es movido por la ambición, ni por
el amor propio. (Revue
Spirite de 1861, p. 363.)
B. ¿Qué compromisos contraen los que asumen la condición
de espírita?
Bajo el punto de vista del Sr. Desqueyroux, de Burdeos,
con la doctrina contraemos compromisos que consisten, en
realidad, en cuatro deberes: deber de sumisión, que nos
haga oír con docilidad; deber de afecto, que nos haga
amar con ternura; deber de celo, para defender sus
intereses con ardor; deber de práctica, que nos haga
honrarla por nuestras obras.” (Obra
citada, p. 371.)
C. El Espiritismo, ¿predica el proselitismo?
No. Corresponde a los espíritas hablar abiertamente del
Espiritismo, sin afectación y, sobre todo, sin buscar ni
forzar las convicciones, ni hacer prosélitos a toda
costa. Escribió Kardec: “El Espiritismo no debe ser
impuesto: se viene a él porque se necesita de él.” (Obra
citada, pp. 388 y 389.)