La Revista Espírita de 1862
Parte 14
Continuamos
el
estudio de la
Revue Spirite
correspondiente
al año 1862. El
texto condensado
del volumen
citado será
presentado aquí
en 16 partes,
tomando como
base la
traducción de
Júlio Abreu
Filho publicada
por EDICEL.
Preguntas para
el
debate
A. ¿Puede alguien estar encarnado en la Tierra por
primera vez?
B. ¿Quién costeaba los gastos de viaje cuando Kardec
viajaba al servicio del Movimiento Espírita?
C. ¿Por qué Guillaume Remone fue sepultado vivo?
Texto para la lectura
146. Kardec menciona su proyecto de escribir la historia
del Espiritismo, pero previene que esa obra no saldrá
tan pronto y tal vez ni siquiera en su
vida. Para tal fin, él ya había logrado reunir abundante
documentación. (PP. 304 y
305)
147. De Cherbourg, la Revue publica una
comunicación transmitida por un ex-marinero de la Armada
llamado Arsène Gautier, de quien nadie se acordaba y
que, sin embargo, dio pruebas de haber estado en la casa
de la médium, donde había fallecido quince o dieciséis
años antes. Como el Espíritu dijo que aquella había sido
su primera encarnación, Kardec preguntó a uno de los
guías de la Sociedad de París si eso era posible. Esta
es la respuesta: una primera encarnación en la Tierra,
es posible; pero como Espíritu, no. Estamos todos muy
lejos de las primeras encarnaciones que tuvimos y no
tenemos ninguna consciencia de ellas.
(PP. 305 y 306)
148. En respuesta a una señora amiga que le preguntó si
le era posible a un Espíritu encarnado retroceder ante
una prueba comenzada, Kardec respondió que sí. Los
Espíritus retroceden con frecuencia ante las pruebas y
allí está la causa de la mayoría de los suicidios. Y
ellos retroceden también cuando se desesperan y
reclaman, perdiendo así los beneficios de la prueba. (P.
307)
149. ¿Es posible evocar a un Espíritu mentalmente, sin
pronunciar su nombre, y que él responda a preguntas
hechas mentalmente sin que el médium sepa nada? Kardec
dice que sí y son incluso muy comunes, pero rara vez son
obtenidas cuando se las requiere, mientras que ocurren
espontáneamente en todo momento. (PP. 307 y 308)
150. “El niño y el ateo”, del Espíritu de Dulcis, y “La
calabaza y la mimosa”, de Dombre, componen también el
número de octubre de 1862 de la Revue.
(PP. 309 a 312)
151. Hippolyte Fortoul, comunicándose en el grupo de
Sainte-Gemme, escribe sobre el Espiritismo y el Espíritu
maligno, afirmando que el orgullo es el más encarnizado
enemigo del género humano y que llegará el día en que
serán obligados a disculparse públicamente todos
aquellos que atribuyen las manifestaciones espíritas al
demonio.
(PP. 312 a 316)
152. Tres comunicaciones firmadas por Sonnet, Barbaret y
Lamennais cierran la edición de octubre. Estas son, de
manera resumida, algunas de las enseñanzas contenidas en
ellas: I – El orgullo oblitera el juicio sobre lo que
hacemos. II – Para sustraernos a la influencia de los
malos Espíritus, es necesario subir, subir bastante en
virtud, y ellos no nos alcanzarán. III – Buscad en la
palabra la sobriedad y la concisión: pocas palabras,
muchas cosas. El Libro de los Espíritus es toda
una revolución, porque es conciso y sobrio: pocas
palabras, muchas cosas. IV – No debemos medir la
importancia de las comunicaciones por su extensión sino
por las ideas que encierran en ese pequeño espacio. V –
Limitado en inteligencia y en sensaciones, y no pudiendo
comprender más allá de ciertos límites, el hombre
pronuncia entonces la palabra sacramental: sobrenatural.
VI – El Espiritismo es la luz que debe iluminar, de
ahora en adelante, toda inteligencia dedicada al
progreso común.
(PP. 316 a 319)
153. Kardec informa, en la edición de noviembre, el
viaje hecho a Lyon, Burdeos y otras varias localidades,
un total de veinte, durante más de seis semanas, en que
recorrió el equivalente a 693 leguas y asistió a más de
cincuenta reuniones. Como el relato del viaje y las
instrucciones transmitidas a los centros visitados
ocuparían casi dos números de la Revue, fue hecha
entonces una separata en el mismo formato. (N.R.: El
folleto constituye hoy una obra independiente, titulada
“Viaje Espírita en 1862”, publicada en Brasil por la
Casa Editorial O Clarim.)
(PP. 321 y 322)
154. El Codificador aprovechó la oportunidad para
esclarecer que los gastos de ese y de otros viajes
fueron cubiertos por sus recursos personales, y no por
la Sociedad Espírita de París, como muchos pensaban. (P.
322)
155. Kardec pide disculpas también a los corresponsales
por la imposibilidad material de responder a todas las
cartas que le enviaron en el período de las seis semanas
en las que estuvo fuera de París.
(P. 322)
156. Evocado en la Sociedad Espírita de Saint-Jean
d’Angély, en agosto de 1862, se comunicó allí el
Espíritu de Guillaume Remone, cuyo cuerpo – sepultado
vivo – sería uno de los que se ven momificados en las
catacumbas de la torre de San Miguel, en la ciudad de
Burdeos. Esto es, en resumen, lo que el Espíritu
informó: I – Su expiación se debió al hecho de haber
asesinado a su propia esposa, a quien había asfixiado
con dos almohadas en el lecho conyugal. II – El motivo
de ese crimen fueron los celos. III – Fue por error que
lo sepultaron con vida. IV – Después de su muerte, él se
veía en la tierra, impresión que le duró cerca de 18
días. V – Al dejar el cuerpo, se vio rodeado de un grupo
de Espíritus, que sufrían como él mismo. VI – El
Espíritu de su esposa fue el primero que se le apareció,
como para censurar su crimen, y él la vio durante mucho
tiempo, también infeliz. (PP. 323 a 328)
(Continúa en el próximo número.)
Respuestas a
las preguntas
A. ¿Puede alguien estar encarnado en la Tierra por
primera vez?
Sí. Una primera encarnación en la Tierra, es posible;
pero no la primera encarnación como Espíritu, porque
todos estamos muy lejos de las primeras encarnaciones
que tuvimos y no tenemos ninguna consciencia de ellas.
(Revue Spirite de 1862, pp. 305 y 306.)
B. ¿Quién costeaba los gastos de viaje cuando Kardec
viajaba al servicio del Movimiento Espírita?
Él mismo, con sus recursos personales, y no los cofrades
visitados o la Sociedad Espírita de París, como muchos
pensaban.
(Obra citada, pp. 321 y 322.)
C. ¿Por qué
Guillaume Remone fue sepultado vivo?
El mismo Guillaume, en comunicación dada en agosto de
1862, reveló la causa. Su expiación se debió al hecho de
haber asesinado a su propia esposa, a quien había
asfixiado con dos almohadas en el lecho conyugal. El
motivo de ese crimen fueron los celos. Sin embargo, fue
por error que lo sepultaron con vida. (Obra citada, pp.
323 a 328.)
Traducción:
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com