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La Reforma protestante y el Espiritismo (Parte
1) |
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El proceso de
las reformas
religiosas tuvo
inicio el siglo
XVI en el
transcurso de
los abusos
cometidos por la
Iglesia Católica
y un cambio en
la visión de
mundo, fruto del
pensamiento
renascentista
que emergía en
la época. La
burguesia
comercial estaba
en plena
expansión y la
iglesia
condenaba los
logros del
creciente
capitalismo. Por
otro lado, los
reyes europeos
estaban
infelices con el
papa, que cada
vez interferia
más en las
decisiones
políticas de los
países del viejo
mundo. La
iglesia estaba
perdiendo su
identidad y
acabó cediendo
espacio para una
reforma que
cambiaría el
curso de la
historia.
En el siglo XVI una gran revolución eclesiástica ocurrió
en Europa Occidental, llevando los cambios considerables
en la esfera religiosa que, durante todo el periodo
medieval, hubo estado bajo el dominio de la Iglesia
Católica. Esa revolución en las mentalidades tuvo tanto
causas políticas cómo religiosas. Muchos monarcas
estaban insatisfechos con el enorme poder que el papa
ejercía en el mundo, a la vez que muchos teólogos
criticaban la doctrina y las prácticas de la Iglesia,su
actitud para con la fe y su forma organizadora. Ideas y
razones distinguidas dieron origen a diversas
comunidades eclesiales nuevas. (HELLEN, V., NOTAKER, H.
Y GAARDER, J. El Libro de las religiones. Ítem: La
reforma protestante.)
Hace 500 años, nuevas doctrinas religiosas surgieron
trayendo otras perspectivas para el Cristianismo, que
hasta entonces era monopólio de la Iglesia Católica.
Esas doctrinas atravesaron los siglos y permanecen vivas
hasta hoy, con nuevos desafíos y en plena expansión.
La Pre-reforma
La pre-reforma fue el periodo que antecedió la Reforma
protestante. Tuvo inicio a finales del siglo XIII y se
extendió a mediados del siglo XVI. Sus bases ideológicas
sirvieron como referencia para la Reforma de Martin
Lutero. Podemos destacar nombres como el de Pedro Valdo,
que se convirtió al Cristianismo y vivió ayudando a los
pobres, tomando por base sólo las enseñanzas bíblicas.
Sus seguidores fueron conocidos como Valdenses y se
reunían a escondidas para evitar la persecución de la
Iglesia.
El teólogo y profesor de la Universidad de Oxford John
Wycliffe reivindicaba el retorno de la Iglesia primitiva
limitando al clero sólo a cuestiones religiosas, dejando
la política para el Estado. Wycliffe defendía la pobreza
de los sacerdotes y los organizó en grupos para divulgar
las enseñanzas de Cristo.
Otro gran pre-reformador fue el sacerdote e intelectual
de la Universidad de Praga Jan Huss (última
reencarnación de Hippolyte Léon Denizard Rivail, antes
de volver como Allan Kardec). Él luchó por la verdad
cristiana y contra la corrupción en la Iglesia. Defendía
que el poder papal sólo podía ser obedecido si estuviera
en consonancia con
las leyes divinas y que la fe debería ser basada sólo en
las escrituras del Nuevo Testamento. Sus seguidores
fueron conocidos como Hussitas; de entre ellos,
enfatizamos a Jerónimo de Praga. Huss fue excomulgado,
juzgado y muerto en la hoguera, en la ciudad de
Constanza. Murió cantando el cántico de David [Jesús,
hijo de David, ten misericórdia de mí].
En plena época de prejuicio e intolerancia, Jan Huss fue
considerado el primer mártir de la libertad religiosa,
dieciséis años antes de la francesa Joana d’Arc
(1412-1431) ser quemada viva por el mismo motivo, y más
de cien años antes del teólogo alemán Martin Lutero
presentara sus 95 Tesis, en 1517.
La Reforma
El 31 de octubre de 1517, el sacerdote Martin Lutero
había predicado 95 tesis contra el Catolicismo, en
frente de la iglesia del castillo en la ciudad alemana
de Wittenberg. Esas tesis eran contestaciones a las
leyes y dogmas de la Iglesia que Lutero consideraba
abusivas. El monje proponía una disputa escolástica1
sobre la venta de indulgencias2 y defendía
el fin del celibato, de la adoración de imágenes y de
las misas rezadas en latín.
Con el advenimiento de la prensa gráfica en la época,
las ideas luteranas fueron rápidamente reproducidas y
difundidas en Europa, lo que evidentemente incomodó a la
Iglesia, que inmediatamente se volvió contra Lutero.
Inicialmente el sacerdote fue condenado por herejia y en
agosto de 1518 el proceso fue cambiado a herejia
notoria. Finalmente en enero de 1521, Lutero fue
excomungado. El monje se exilió en la iglesia de
Wittenberg por un año y en ese periodo se dedicó a
traducir la Bíblia para el idioma alemán.
Las manifestaciones de apoyo a Martin Lutero fueron
inmediatas. Sacerdotes de diversas localidades
renunciaron al voto de castidad, acabaron con las misas
y adoraciones de imágenes, de entre otras acciones. La
Iglesia comenzó a sufrir golpes más fuertes porque
algunos príncipes ambiciosos se aprovecharon del
movimiento de
las masas para confiscar bienes preciosos de la
institución religiosa. Numerosos campesinos conmovidos
por los derechos del pensamiento libre iniciaron gran
campaña contra la Iglesia exigiendo reformas agrarias y
sociales en nombre del Evangelio.
Esa rebelión ideológica provocó el conflicto armado que
quedó conocido como la Guerra de los Campesinos
(1524-1525). En 1525 Lutero se casó con Catalina de
Bora, monja cisterciense apóstata, y tuvo sus hijos.
Algunos años más tarde, Ulrico Zuinglio inició la
Reforma en Suiza, posteriormente Juan Calvino trató de
consolidarla, surgiendo de ahí el Calvinismo. En
Inglaterra la Reforma fue proferida por el monarca
Henrique VIII, que deseaba satisfacer sus necesidades
políticas. Henrique estaba casado con Catalina de
Aragón, que no le había dado un hijo varón. El emperador
entonces solicitó al papa Clemente VII la anulación de
su boda. Ante el rechazo del papado, Henrique se hizo
proclamar, en 1531, protector de la Iglesia inglesa. El
Acto de Supremacia, votado en el parlamento en noviembre
de 1534, colocó a Henrique y sus sucesores en el
liderazgo de la Iglesia, naciendo así el Anglicanismo.
Posteriormente la Reforma llegó a los países bajos,
extendiéndose por todo el continente europeo. Nacía en
aquel entonces el protestantismo con sus principios
fundamentales: Sola scriptura (Solamente la
Escritura), Sola gratia (Solamente la Gracia o
Salvación), Sola fide (Salvación Solamente por la
Fe), Solus Christus(Solamente Cristo), Soli
Deo gloria(Gloria solamente a Dios).
La Contrarreforma
La Contrarreforma fue el movimiento iniciado por la
Iglesia Católica a partir de 1545 en respuesta a la
Reforma protestante. También es denominada Reforma
Católica. Hubo un esfuerzo teológico, político y militar
para contener la expansión del protestantismo. Sus
objetivos eran esparcir la fe católica en regiones no
cristianizadas, contener el avance de los protestantes y
modernizar la Iglesia.
Fue un periodo marcado por conflictos que envolvió la
mitad de Europa, como la Guerra de los 30 años
(1618-1648), que demarcó los territorios y fronteras
políticas y religiosas de las dos vertientes del
cristianismo (catolicismo y protestantismo).
La Contrarreforma se destacó por la convocatoria del
Concílio de Trento, que determinó la reanudación del
Tribunal del Santo Ofício (Tribunales de Inquisición),
además de la creación del Index Librorum Prohibitorum,
una lista que relacionaba los libros prohibidos por la
Iglesia (libros de ciencias, brujería y, claro,
literatura protestante). El Concílio reafirmo la
autoridad papal, el mantenimiento del celibato y la
confirmación de la Bíblia Vulgata (en latín) como la
versión oficial de la Iglesia. Determinó aún el impulso
a catequesis y la creación de nuevas órdenes religiosas,
de entre ellas la Compañía de Jesús (los Jesuítas),
fundada por Ignacio de Loyola.
En ese periodo de
Contrarreforma, Europa atravesó un tiempo sombrío
proporcionado por la Iglesia Católica, que fue la
expansión de la Inquisición, que ya existía desde el
siglo XIII en Francia, con el objetivo de combatir
herejias. Con la llegada de los Tribunales del Santo
Ofício a España y Portugal, miles de protestantes fueron
perseguidos, torturados, juzgados y muertos por la
Iglesia. (El
presente artículo será concluido en el próximo número.)
Referências:
XAVIER, Francisco Cândido. A caminho da luz: história
da civilização à luz do Espiritismo. Pelo Espírito
Emmanuel, de 17 de agosto a 21 de setembro de 1938. 33.
ed. Rio de Janeiro: FEB, 2006.
KARDEC, Allan. A
Gênese: os milagres e as predições segundo o
Espiritismo. Trad.
de Guillon Ribeiro da 5. ed. francesa. 48. ed. Rio de
Janeiro: FEB, 2005.
SEFFNER, Fernando. Da
reforma à contra-reforma. Coleção
História geral em documentos. São Paulo: Atual.
MARTINA, Giacomo. História
da Igreja: de Lutero aos nossos dias.
V. 1: A era da Reforma. São Paulo: Loyola, 1997.
XAVIER, Francisco
Cândido. O Consolador. Pelo Espírito Emmanuel.
26. ed. Rio de Janeiro: FEB, 2006.
JOSTEIN, Gaarder. O
Livro das Religiões.Jostein,
Gaarde; Hellern, Victor; Notaker, Henry. Tradução:
Isa Mara Lando; Revisão Técnica e Apêndice: Flávio
Antônio Pierucci. São Paulo: Companhia das Letras, 2000.
CHAUNU, Pierre. O
tempo das reformas (1250-1550): a Reforma protestante. Lugar
na História, v. 49-50, Edições 70, 1993.
KARDEC, Allan. Revista
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9, p. 372-374, set. 1869. Trad. Evandro Noleto Bezerra.
3. ed. Rio de Janeiro: FEB, 2009. Precursores do
Espiritismo – Jan Huss.
XAVIER, Francisco C. Lembrando
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ano 96, n. 1.794, p. 25(293)-26(294), set. 1978.