|
Los caminhos de la felicidad |
|
La felicidad se puede definir como el predominio de la
frecuencia de ocurrencia de experiencias emocionales
positivas sobre las negativos. La calidad de vida se
subdivide en dos dimensiones: el bienestar objetivo, que
engloba las circunstancias prácticas de la vida como
ingreso, educación, salud, ocio, entre otros y el
bienestar subjetivo, explicado por las experiencias
subjetivas de la vida. Esta subjetividad radica en la
evaluación que las personas hacen de sus vidas,
considerando factores como satisfacción, estado de
espíritu y afecto positivo.
Hace unos años, un país ubicado en el suroeste de Asia,
Bután, creó una visión alternativa para medir las
riquezas de un país. En lugar de solo medir las riquezas
materiales, desde la década de 1970 empezó a medir la
felicidad, el bienestar de la población y el desarrollo
sostenible. Creó entonces el índice Felicidad Interna
Bruta (FIB), porque el Producto Bruto Interno (PBI) no
daba cuenta de esos conceptos. La cuenta es sencilla:
cuando un país vende sus recursos naturales, por
ejemplo, el resultado final se ve como crecimiento, pero
los daños ambientales y sociales pueden ser
irreversibles. El cálculo de la FIB incluye el estándar
de la vida económica, la educación de calidad, la salud,
la esperanza de vida y la longevidad de la comunidad, la
protección del medio ambiente, el acceso a la cultura,
los buenos criterios de gobierno, la gestión equilibrada
y el bienestar psicológico. Entonces, si tomamos en
cuenta todos estos ítems, ¿podremos medir nuestra
felicidad?
El psiquiatra Leonardo Machado (foto), maestro y
doctor en neuropsiquiatría y miembro de AME-Pernambuco,
recientemente hizo una conferencia sobre Felicidad,
una visión científica y espiritual, y nos cuenta un
poco más sobre este tema.
¿Cuál es el concepto de felicidad que los pacientes
buscan cuando llegan a un consultorio o a un hospital?
La mayoría de las veces los pacientes nos buscan con la
idea de que curar una enfermedad o aliviar algunos
síntomas, sobre todo de orden psiquiátrico como es mi
caso, y esto generará automáticamente bienestar. Y esto,
de ninguna manera, es verdad. Una ausencia de enfermedad
o de síntomas no equivale a una presencia de emociones
positivas. Esto es lo que los estudios modernos de las
neurociencias y de la psicología positiva han
demostrado.
Sabemos que la falta de felicidad lleva a una depresión
en algunos casos. ¿Es posible tratar a una persona sin
centrarse en la enfermedad, tratando de aumentar su
bienestar?
Eso es lo que las investigaciones han demostrado. Hoy
existe un gran campo de evidencias, y por lo menos dos
con intervenciones de psicología positiva, demostrando
que es posible aumentar el bienestar subjetivo y al
mismo tiempo, enfocando en ese aumento de bienestar,
disminuir los síntomas depresivos y de ansiedad. Otro
metaanálisis se enfocó sobre la posibilidad de aumentar
el bienestar psicológico y mostró un resultado eficaz.
Entonces, lo que se ha demostrado ahora, además de
disminuir sus síntomas, lo que es algo importante, algo
necesario para el alivio mas rápido del dolor y de la
angustia, es que es importante también estimular
emociones positivas. Eso tiene un efecto que atasca las
emociones negativas y también un efecto de prevención de
las recaídas. Sobre esto, un residente me comentó:
doctor es interesante este tipo de estudio porque aunque
la persona se enferme tendrá recursos para que el
impacto de la enfermedad psíquica sea menor.
Siendo la felicidad algo subjetivo, ¿cómo establecer un
concepto científico?
Lo que percibimos en la construcción científica es un
camino diferente de lo que los filósofos han hecho. La
propuesta de los filósofos, especialmente los
helenistas, era hacer la vida feliz. Entonces los
cínicos dijeron que era necesario no tener ningún deseo,
no tener nada y también no tener ningún deseo por nada.
Esto se debe a que el deseo o la posesión ya generarían
infelicidad. Este tipo de propuesta es muy válida y sin
duda va al encuentro de la felicidad para la mayoría de
las personas. Pero puede que no sea suficiente para
otras personas, ya que es un constructo subjetivo.
Entonces, en lugar de estudiar lo que haría o lo que
sería la felicidad desde el punto de vista hegemónico,
estudiará a las personas que dicen que son felices. Por
ello, es que es un concepto fundamental, construido en
la psicología positiva, se llama el bienestar subjetivo,
es decir, para una persona determinado ¿qué hace la vida
feliz? A partir de esto, de su percepción, usted ve
cuáles son las consecuencias.
¿Cómo buscar la felicidad y la espiritualidad?
Desde un punto de vista espiritual, debemos hacer un link con
la doctrina que abrazamos: el Espiritismo. Esta
situación está bien tratada en El Libro de los
Espíritus, cuando Allan Kardec pregunta si sería
posible alcanzar algún tipo de felicidad en la Tierra y
los benefactores dijeron sí, que esta felicidad común
estaría basada en la posesión de lo necesario, en la
consciencia tranquila y en la fe en el futuro. Entonces
estos son los elementos básicos y comunes, porque son
independientes de la religión, la creencia o incluso del
hecho de que la persona tenga religión o no.
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com