Estudio de las Obras de Allan Kardec

por Astolfo O. de Oliveira Filho

 
La Revis
ta Espírita de 1863

Parte 6

Continuamos el estudio de la Revue Spirite correspondiente al año 1863. El texto condensado del volumen será presentado aquí en 16 partes, tomando como base la traducción de Júlio Abreu Filho publicada por EDICEL.


Preguntas para el debate


A. Qué dijo François-Nicolás Madeleine sobre la indulgencia?

B. ¿Debemos festejar el nacimiento de la doctrina espírita, como los cristianos festejan el nacimiento de Jesús?

C. ¿Por qué en el caso de los poseídos del Morzine los exorcismos fueron inútiles?


Texto para la lectura


52. La crisis observada en los enfermos de Morzine, según la descripción hecha por el Sr. Constant, muestra a personas que presentan un estado de exaltación, bastante agitadas, declarándose diablos del infierno y golpeando los muebles con fuerza y vivacidad. El caso de Victoire V..., de veinte años, una de las primeras en enfermar cuando tenía dieciséis años, es significativo. Su padre cuenta que ella nunca había sentido nada hasta que un día fue atacada por el mal en la iglesia. Un día, cuando fue a llevarle el almuerzo a la parroquia, donde él trabajaba, la joven se puso a saltar y se tiró al suelo, gritando y gesticulando. Por casualidad, el cura de Montriond se encontraba allí, y ella lo insultó. El cura de Morzine se acercó a la joven, cuando ella se calmó, pero la crisis volvió a empezar después que él le hizo la señal de la cruz en la frente. Después de ser exorcizada varias veces sin éxito, él la llevó a Génova, donde el Sr. Lafontaine, el magnetizador, la trató durante un mes. Victoire regresó curada, permaneciendo tranquila cerca de tres años. Después, la enfermedad regresó, pero ella ya no tenía crisis: solo se encerraba en su casa y no quería ver a nadie, comía solo de vez en cuando, lo que la debilitó en extremo, al punto de no poder mantenerse de pie. Llevada otra vez al  Sr. Lafontaine, después de dos sesiones quedó mejor y hasta el momento ya no ha enfermado. (PP. 105 a 110)

53. La Revue transcribe dos cartas, una de Albi, otra de Lyon, en la que sus autores dan testimonio del efecto positivo que el conocimiento del Espiritismo produjo en sus vidas. “De ahora en adelante – dice Michel, de Lyon – podré orar sin temer que mis oraciones se pierdan en el espacio y soportaré con alegría las tribulaciones de esta corta existencia, sabiendo que mi miseria actual no pasa de ser una justa consecuencia de un pasado culpable…” (PP. 111 a 117)

54. En fecha 7/3/1863, un lector escribió desde Chauny dando cuenta de que en la parroquia local el Padre X… ofreció un sermón en el que habló sobre Dios y sobre los Espíritus y sus relaciones con los hombres, sin ningún ataque al Espiritismo. Al reproducir la carta, Kardec dice que, gracias a Dios, ese sermón no es único en su género, lo que demuestra que parte del clero no pacta con los que atribuyen los hechos espíritas a los demonios. (PP. 117 y 118)

55. Un matrimonio de Tours, él de ochenta años y la esposa de sesenta y dos, decidió poner fin a sus angustias recurriendo al lamentable suicidio, que los adversarios del Espiritismo atribuyeron al hecho de que ambos estaban, en los últimos tiempos, involucrados en prácticas espíritas. El motivo, como acabó siendo revelado en una carta dejada por la Sra. F…, era puramente económico: el matrimonio temía la perspectiva de la miseria que rondaba su hogar, después de haber acumulado una pequeña fortuna en el comercio de tejidos. (PP. 118 a 121)

56. Cuando la verdadera causa fue divulgada en la ciudad, el alboroto hecho inicialmente contra el Espiritismo cambió su rumbo a favor de la doctrina, lo que se expresó en el incremento extraordinario de la venta de libros espíritas. Según un corresponsal de la Revue, las librerías de Tours nunca habían vendido tantas obras espíritas como sucedió a partir de ese episodio. (P. 122)

57. El fanatismo religioso agregó un lamentable caso más a su acervo, al inicio de 1862, en Francia. El matrimonio C… tenía dos hijos: un niño de quince meses y una niña de cinco años, que nunca eran vistos por los vecinos. Corriendo el rumor de que los niños sufrían un tratamiento detestable, la policía fue hasta la casa y contempló un espectáculo horrible: la niña sin camisa y sin medias, apenas con un vestidito indiano totalmente sucio y con la carne de los pies pegada al cuero de los zapatos, estaba sentada en un orinal, apoyada en una caja y amarrada con cuerdas que pasaban por las manijas de la misma.  La investigación constató que la niña había permanecido en esa posición desde hacía muchos meses y, además, que los papás se levantaban por la noche para atormentarla, despertándola con golpes. Interrogado por la autoridad policial, el padre explicó: “Señor, soy muy religioso; mi hija hacía mal las oraciones; por eso quise corregirla”. (PP. 122 y 123)

58. Camille Flammarion publicó en la Revue Française de febrero de 1863 un artículo, solicitado por la dirección del periódico, en el que escribe sobre la historia y los principios del Espiritismo. La Revuetranscribe parte del artículo, en el que Flammarion se remite a las primeras manifestaciones que se produjeron en América, su introducción en Europa y su conversión en doctrina filosófica. (PP. 123 a 125)

59. El Espíritu de Jobard presenta, en un mensaje dado en la Sociedad Espírita de París, a un nuevo y celoso partidario del Espiritismo, que en la Tierra no fue espírita pero jamás se pronunció abiertamente contra las creencias espiritistas. Se trata del Espíritu de François-Nicolás Madeleine, quien escribió una página sobre la indulgencia en la que recomienda, al final, que debemos ser tan severos para con nosotros mismos como indulgentes para con las debilidades de nuestros hermanos. (PP. 125 a 128)

60. San Luis, comunicándose en la víspera de la Navidad en la ciudad de Tours, hace alusión a la fiesta del nacimiento del Niño Jesús para decir que los espíritas deberían alegrarse también y festejar el nacimiento de la doctrina espírita. (PP. 128 y 129)

61. La Revue de mayo abre con un nuevo artículo – el quinto y último – sobre los poseídos de Morzine, en el cual Kardec afirma que los hechos referidos tienen su fuente en la reacción incesante que existe entre el mundo visible y el invisible que nos rodea y en cuyo medio vivimos. Dice el Codificador: I) En Morzine descendió una nube de Espíritus malhechores y no será con duchas ni alimentos suculentos que ellos serán expulsados. II) Unos los llaman diablos o demonios; el Espiritismo los llama simplemente Espíritus malos y Espíritus inferiores, lo que no implica una mejor cualidad, sino indica que se trata de seres perfectibles. III) Los exorcismos realizados demostraron ser inútiles, porque su eficacia no depende de las palabras y signos con que son hechos, sino del ascendiente moral ejercido sobre los causantes de los disturbios. (PP. 131 a 138) (Continúa en el próximo número.)   


Respuestas a las preguntas


A. Qué dijo François-Nicolás Madeleine sobre la indulgencia?

François-Nicolas Madeleine enfatiza la importancia de la indulgencia y, al final, recomienda que debemos ser tan severos para con nosotros mismos como indulgentes para con las debilidades de nuestros hermanos. (Revue Spirite de 1863, pp. 125 a 128.)

B. ¿Debemos festejar el nacimiento de la doctrina espírita, como los cristianos festejan el nacimiento de Jesús?

Sí. Es lo que propuso San Luis en un mensaje transmitido en la víspera de la Navidad en la ciudad de Tours. Según él, los espíritas deberían alegrarse y festejar el nacimiento de la doctrina espírita. (Obra citada, págs. 128 y 129.)

C. ¿Por qué en el caso de los poseídos del Morzine los exorcismos fueron inútiles?

Según Kardec, en Morzine descendió una nube de Espíritus malhechores y no será con duchas ni con alimentos suculentos que ellos serán expulsados de allí. Unos los llaman diablos o demonios; el Espiritismo los llama simplemente Espíritus malos y Espíritus inferiores, lo que no implica una mejor cualidad, sino indica que se trata de seres perfectibles. Los exorcismos realizados demostraron ser inútiles, porque su eficacia no depende de las palabras y signos con que son hechos, sino del ascendiente moral ejercido sobre los causantes de los disturbios. (Obra citada, pp. 131 a 138.)
  

Traducción:
Maria Reyna
mreyna.morante@gmail.com



 

     
     

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