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"La ley es clara: al prójimo, lo que hago conmigo misma" |
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Daniela Guimarães Teixeira Migliari, nacida y residente
en Brasilia (DF), se volvió en espírita en el 2010 y
desde entonces frecuenta la Comunión Espírita de
Brasilia, donde ha cursado todos los estudios de ESDE,
ESME, Pases y Formación de Dirigentes, a lo largo de 9
semestres. En este período, trabajó como implantadora
del Evangelio en el hogar y Secretaria del mismo grupo
por tres años, y participa como médium psicofónica.
Escribe textos de testimonio de su proceso de reforma
íntima, que se intensificó mucho después del encuentro
con el Espiritismo. Esporádicamente, brinda conferencias
en la Comunión Espírita, y está en el proceso de
publicación del libro "Abrazando la sombra: encuentros
que acogen e iluminan la infancia
espiritual". Periodista y escritora, tiene una empresa
de asesoría de prensa y gestión de crisis, también en
Brasilia.
Cuéntenos su experiencia en la Siembra Espírita
El encuentro con el Espiritismo es un gran regalo.
Sucedió en un momento de mucho dolor y dificultades.
Después de la experiencia de un embarazo de trillizos
complejo, en el cual perdí a un bebé en la trompa y
mantuve a los otros dos, pasé por un episodio de
hemorragia fuerte que puso en riesgo mi vida, volviendo
de esta experiencia con cambios profundos en mi ser. Fue
un período bastante conturbado y rico en oportunidades.
Durante la experiencia, afloró mi mediumnidad, que ya
se había manifestado 20 años antes, en la infancia, pero
que pasó por este período en un estado latente. En esos
tiempos, no entendía nada del universo mediúmnico. Sin
embargo, los amigos, la ayuda y las señales fueron
llegando de todas partes, hasta que me vi en tratamiento
en la Comunión Espírita de Brasilia. Tan pronto como me
reestablecí, me dediqué a los estudios profundos y en la
práctica del Evangelio en el Hogar, que ha sido un
instrumento muy eficaz de integración personal y
familiar en mi vida. Tan pronto como pude, me involucré
en los servicios para implantar el Evangelio en el
Hogar, entre otras actividades de Comunión.
Háblenos sobre los textos de su autoría publicados en
las redes sociales. ¿Cómo es su elaboración? ¿Cuál es su
intención y su contribución?
Desde niña, escribir es una devoción. El papel y el
bolígrafo (y los teclados) son amigos inseparables.
Utilizo la escritura como una manera de aclarar las
ideas y, cuando encontré la Doctrina Espírita, la
reforma íntima se convirtió en una inmersión interior
muy rica. Con cada nueva comprensión del proceso, siento
la necesidad de organizarme escribiendo, y en esta
elaboración termino registrando el entendimiento
alcanzado. Durante la escritura, siento mucho el amparo
y la inspiración espiritual. El sesgo es casi siempre
muy testimonial, lo que hace que el mensaje sea muy
humano. Me di cuenta de que al exponer mis reveses,
miedos e inmadurez de una manera cariñosa y compasiva
conmigo misma, me siento mejor y más organizada.
Conforme fui divulgando este material, noté que algunos
lectores también se sentían de esa manera. Desde este
lugar humano, puedo encontrar más terreno para recorrer
los caminos de la madurez espiritual, de una manera más
ligera. Este punto marca la diferencia en una sociedad
que está acostumbrada a aprender a través de la culpa,
del pesar y del dolor. He ampliado mi forma de ver para
darme cuenta que puede ser así (doloroso), y puede ser
de otra manera también, más ligero y amoroso. La visión
se hizo más amplia y más libre.
En el proceso de reflexión, usted da énfasis a un
enfoque más psicológico... ¿Cómo
ve este énfasis en la Doctrina Espírita?
No tengo formación en psicología, aunque me gustó mucho
estudiar diversas prácticas de autoconocimiento.
Entonces, mi enfoque no viene de allí, al menos no
intencionalmente. Todo el sesgo de los textos es muy
intuitivo, un diálogo conmigo misma y con mi sombra. Con
el tiempo, me di cuenta de que la sombra es sólo la
etapa de la niñez espiritual que vivo, momento a
momento. Por ejemplo, en lugar de ver el egoísmo como
algo condenable, a ser extirpado de mí, me di cuenta de
que necesitaba integrarlo. Mirarlo con compasión, como
un simple escalón evolutivo, me trae paz y alivio. Hago
esto con mis brazos entregados a mí misma y al Evangelio
de Jesús, que ofrece todos los elementos que necesito
para fluir. Con mucho auto amor, la sombra termina por
revelar sus razones, dolores y necesidades reales.
Después de acogerlas, el egoísmo se calma y se suaviza.
Es decir, madura. Me di cuenta de que el amor realmente
cubre una gran cantidad de pecados, como una manta
cálida y cariñosa. La reforma íntima se puede dar con
ternura por nosotros mismos, llenando nuestro corazón,
que queda más capacitado para trasladar el cariño a los
demás. La ley es clara: al prójimo, aquello que hago
conmigo misma.
¿Cómo ve el papel del amor en las relaciones entre
hombre y mujer, adultos y niños, líderes y liderados...
en fin en el ámbito social, frente a las oleadas de
violencia que aquejan a la Humanidad?
Siempre trato de tener serenidad a la hora de mirar al
mundo y sus relaciones, de esta manera más amplia.
Todavía necesito tener mucho cuidado con las
generalizaciones y con imponer a los demás lo que tiene
sentido para mí. Puedo decir que, en mi sentir, amor es
todo lo que yo, como ser humano, deseo recibir en el
mundo. Y también es el mejor regalo que puedo dar al
mundo. Sin embargo, ¿cómo dar algo que aún no he
conquistado? Por lo tanto, conforme fui viviendo mi
reforma íntima, sintiendo los golpes de la culpa y la
auto-condena, me di cuenta de que me sentía mal y que
deseé profundamente encontrar el camino del yugo ligero
y de la carga suave. Porque quien se trata así, termina
tratando al otro de la misma manera. Me di cuenta de que
las relaciones con el prójimo más próximo, y la
convivencia de lo que llamo "el Centro Espírita del
hogar" son los puntos primordiales para mi evolución
espiritual. Es en casa que casi todo ocurre, por lo que
es allí donde tengo el campo ideal para entrenar y
aprender a entregar el amor que deseo recibir del mundo.
¿Cómo ve la importancia de las conferencias y los
estudios en las casas espíritas?
Los estudios, lecturas y conferencias son muy
importantes y consoladoras para los que asisten a las
casas espíritas. En ellos, encontré aliento, material
para la reflexión, estímulo y diversas herramientas
fundamentales para el proceso de madurez. Son el
combustible para yo pueda moverme y poner en práctica la
coherencia con aquello que estudio.
¿Cómo introducir, con éxito, los enfoques psicológicos
en las conferencias espíritas?
Me gusta pensar siempre con los pies en el suelo, y
busco aprender a ser humilde y realista en los enfoques
de las conferencias. Entonces, me hago preguntas
prácticas a mí misma: ¿Cómo puede ayudarme este tema a
ser más amorosa conmigo misma y con el otro? ¿Estoy
divagando en elucubraciones filosóficas, fantasías
espirituales, en lugar de ocuparme de vivir el Evangelio
en mi vida cotidiana? ¿Puedo percibir la vida material,
el cuerpo físico, la lucha con la profesión, el dinero,
la política, como instrumentos sagrados e importantes
también? La idealización a menudo me ha alejado y
deshumanizado. Entonces busco expresarme desde este
lugar humano, real, enfocándome en el ejemplo de Jesús
que me inspira y me muestra dónde me siento mejor y más
amplia, y qué tipo de amor quiero ofrecerme a mí y al
mundo. Cuanto más humano y realista sea el enfoque, más
rica y fructífera es la relación con los que asisten a
las conferencias.
¿Cuáles son las principales dificultades a superar?
Creo que son los escapes, las proyecciones y las
idealizaciones. Sin embargo, estos también tienen la
función de protegerme de lo que todavía no estoy lista
para ver y cuidar. Todo forma parte y, con frecuencia,
me veo involucrada en esto. Son muchos los estímulos,
pero puedo dar ejemplos de lo que viví. En mi camino
reciente encontré dos puntos de atención fundamentales:
1) ¿Puedo trascender todo lo que aprendo en mi mente
para las actitudes prácticas conmigo misma y con el
prójimo más próximo? 2) ¿Puedo equilibrar el tiempo
dedicado al Centro Espírita con el que dedico a mis
actividades cada día, en familia? En un determinado
momento, me di cuenta de que estaba huyendo de mí misma
en los estudios, y necesité equilibrarme y darme cuenta
que la programación de la reencarnación, en mi caso, se
centra especialmente en el trato conmigo misma y con mis
relaciones más cercanas. Estoy casada y tengo hijos
pequeños, y me di cuenta de que estaba escapando un poco
de esta lucha, en un escape hacia la "espiritualidad mal
entendida".
¿Cómo se dio esta espiritualidad mal entendida?
En mi caso, suele ocurrir cuando idealizo demasiado, sin
tener los pies en el suelo, en la vida presente, en las
pequeñas cosas del día a día. Por ejemplo: a menudo me
sorprendía proyectando la “salvación” que necesitaba
hacer en mí, ocupándome de “salvar” a otros. Fue
entonces cuando entendí que las actividades del centro
me enseñan a hacer caridad al otro, en una especie de
“ensayo” para que pueda aprender a ser caritativa
conmigo misma y con el prójimo más próximo. Necesité
equilibrar el mirar dentro de mí y de mi casa. Porque
cuanto más cercana es la relación, más necesaria y menos
fácil es la aplicación de esta actitud de coherencia.
Estas son preguntas muy importantes para no distraerme
de lo que he venido a hacer aquí, esencialmente.
¿Cómo equilibrar estos roles en la práctica?
Hoy, mi familia realmente necesita mucho mi presencia en
casa. Entonces, centro mis dos actividades de la casa
espírita en una misma noche, como dirigente del Programa
de Adaptación a la Doctrina Espírita-PADES (un servicio
de asistencia fraterna colectiva de la Comunidad
Espírita de Brasilia) y como médium psicofónica. Así, me
ausento de mi hogar sólo una vez a la semana, y no
genero resentimientos por mi ausencia, ni me siento
culpable conmigo misma. Los textos y videos son
esporádicos y divulgados a través de la Internet de una
manera moderada. Amo el servicio espiritual y comprendí
que se extiende por todas partes, ya sea conferenciando,
ya sea en tránsito, ya sea en la vida profesional, ya
sea haciendo dormir a un hijo con profundo cariño y
presencia. Todos estos lugares son igualmente sagrados y
espirituales cuando estamos conscientes y centrados.
¿Cuáles son sus planes futuros con respecto a la
Doctrina Espírita? ¿Pretende
continuar escribiendo y
dando conferencias?
Yo amo el Espiritismo y siento mucha alegría en seguir
estudiando y aprendiendo, ya sea como facilitadora de
PADES, o como médium psicofónica. Los textos llegan
según mi necesidad interior, y trato de mantenerme
abierta para servir al Amor de la mejor manera posible,
momento a momento. He tratado de educarme para ampliar
la comprensión de la forma de este servicio, dándome
cuenta de que siempre es el tiempo y la oportunidad de
ser más amorosa – ya sea escribiendo y dando
conferencias, ya sea en silencio, vibrando, durmiendo,
dirigiendo. Quiero madurar esta conciencia y convertirme
en un instrumento cada vez más manso, amoroso, libre y
abierto.
Sus palabras finales para nuestros lectores.
Agradezco la oportunidad de compartir mi sentir, y
confío en que todos nosotros podamos decir sí a esta
propuesta tan inmensa, libre, leve y rica que Jesús nos
hace: un yugo ligero y un fardo suave que ofrecer al
otro lo que, primeramente, me ofrezco a mí misma. Es la
belleza de la coherencia interior trasladándose y
siendo ofrecida al mundo.
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com