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El diálogo interreligioso suma, reúne y crece |
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En la actualidad, cada vez más artículos científicos
incluyen a la espiritualidad y la religiosidad como
factores que propician el bienestar o incluso la rápida
mejoría de algunas enfermedades. Algunas universidades
brasileñas y extranjeras ya incluyen el estudio del
componente espiritual como disciplina obligatoria o
electiva en el currículum de las áreas biológicas, pero
– se preguntan – ¿cómo insertar este enfoque en la
rutina del profesional de la salud?
El tiempo reducido de las consultas, la baja
remuneración de los planes de salud, la falta de
conocimiento o incluso la actitud de ambas partes para
conversar sobre asuntos en el ambiente hospitalario o el
ambulatorio hacen que la inserción del paradigma
espiritual aun sea un reto actualmente. La posibilidad
de contextualizar esta realidad en grupos de apoyo
interreligioso trae a los profesionales y a los
pacientes y sus familiares una nueva perspectiva de
tratamiento integral y multidisciplinario.
En la siguiente entrevista, el médico ortopedista
Lawrence García (foto), presidente de la
Asociación Médico-Espírita de Uberlândia (MG), nos
cuenta un poco más acerca de su experiencia con la
creación y el mantenimiento de un grupo de apoyo
espiritual.
¿En qué difiere la atención del consultorio de la
atención realizada en los grupos de apoyo?
Cuando la gente lidia con las informaciones que cada día
que pasa aumentan en nuestros papeles, en nuestros
estudios, en las investigaciones de nuestra ciencia como
profesionales de la salud en relación a la
espiritualidad y la religiosidad, están quedando
arrinconadas en relación a su falta de uso. Una cosa es
que usted entre en contacto con la información y se dé
cuenta de la importancia de abordar la espiritualidad y
la religiosidad con su paciente y no hacerlo en el día a
día de su profesión.
¿Y por qué sucede esto?
Son muchas razones. Una de ellas es la falta de tiempo.
¡Se establece una rutina profesional extremadamente
agotadora, agitada, es decir, la famosa “a la carrera”!
Usted tiene que atender las quejas del paciente,
examinar las órdenes hechas y finalmente no le queda
tiempo de preguntarle al paciente si tiene una religión,
cuál es su relación con ella, qué tan importante él
considera los aspectos de espiritualidad y religiosidad
en su vida y en relación con esa enfermedad para la que
está buscando una curación y tratamiento. Otro tema es
la ganancia. ¿Cómo ofrecer una consulta más prolongada
tratando temas espirituales? Entonces, aparte del tiempo
y de la remuneración, otras posibilidades serían la
falta de conocimiento o disposición para abordar el
tema, incluso sabiendo su importancia para el paciente.
Lo que necesitamos darnos cuenta es que,
independientemente de cualquier justificación que usemos
para no abordarlo, estamos incurriendo en una
negligencia.
¿Se hace más fácil este acercamiento a la espiritualidad
en los grupos de apoyo?
Sí, mucho más fácil y transdisciplinario. Esta es la
gran ventaja del grupo de apoyo porque cuando es
abordado en el consultorio es muy dirigido a nuestro
punto de vista, a nuestra impresión, nuestro juicio de
toda la situación. Somos el terapeuta de este paciente y
tenemos que reconocer que no somos capaces de serlo por
completo. De esta manera, el grupo de apoyo navega a
través de otras instancias que se adaptan a la totalidad
de las atenciones que el paciente necesita. Esto se
percibe muy bien, por ejemplo, en cuidados paliativos y
salud mental. Usted ve claramente que el paciente es
asistido de una forma más completa por el grupo de apoyo
que lo que uno solo podría hacer. Tenemos un equipo
multidisciplinario que se reúne semanalmente los martes
y tenemos un equipo multidisciplinario con psicólogos y
psiquiatras, tienen conferencias con oncólogos,
psicopedagogos y estos profesionales pueden abordar de
manera mucho más amplia, y hacemos una revisión cada
seis meses de nuestra marcha, de nuestros estudios. ¡Y
cuando se comprueba lo que se discutió recientemente nos
quedamos impresionados positivamente! Cómo hemos
logrado abordar tantos temas, tantas cosas
importantes con la participación del paciente. Algo
que en el consultorio no tendríamos tiempo.
¿Y cómo puede el médico insertar o crear estos grupos de
apoyo para atender a su paciente de manera más integral?
A primera vista puede que parezca difícil. Tener recelo
de cómo formar un equipo y cómo crear una agenda,
especialmente hoy en día, donde todo el mundo tiene su
día a día muy ocupado. Esto es mucho más fácil de lo que
pensamos. Hay muchas personas buenas, capaces e
interesadas en este tipo de trabajo, en las discusiones
espirituales más amplias dentro de la espiritualidad y
están esperando con quien hacerlo. Así que lo primero
que hay que hacer es tener la voluntad de estar
dispuestos a ceder algo de tiempo, un esfuerzo inicial
para conseguir ese grupo. Y, realmente, este proceso va
a exigir una mayor dedicación. Recuerdo que en nuestro
grupo empezamos con un médico y una profesora de yoga y
nos íbamos al patio de la casa de la profesora de yoga
para asistir a la conferencia de Rossandro Klinjey, de
Haroldo Dutra, de Simón Pedro, por ejemplo.
¿Estos materiales on-line son facilitadores para
aquellos que quieren implementar estos grupos de apoyo?
Sí, están totalmente listos. Hoy en día, la gran ventaja
de iniciar un grupo como este es que el proceso de
entrenamiento y capacitación están disponibles. Esto es
porque no empezamos de frente dando una conferencia al
paciente. Nosotros veíamos con el paciente lo que está
en YouTube y al final hacíamos una mesa redonda y cada
uno daba opiniones, hacían preguntas, charlamos
alrededor de esa conferencia. ¡Es muy bueno e
interesante estudiar espiritualidad junto con su
paciente! ¡Fue muy enriquecedor! Hoy estamos en otro
nivel, ya no en un patio trasero, sino dentro del
hospital con la aprobación de la Dirección del Hospital
y con los facilitadores. Hoy en día el equipo prepara
la conferencia y atiende de una manera ya más dirigida a
las necesidades, hacemos dinámicas de grupo, debates. La
adhesión a este paradigma en lo que se refiere a la
parte práctica de ponerla en marcha es mucho más
sencilla y placentera de lo que imaginamos. Quien aún no
ha empezado a desarrollar un grupo de apoyo terapéutico
dentro de su práctica clínica, arriésguese y hágalo. Y
es importante que se haga fuera del Centro Espírita
porque dentro del Centro Espírita sabemos que se tiene
mucho trabajo terapéutico y se excluye a una gran
cantidad de pacientes. Cuando se construye un diálogo
interreligioso sin hablar de religión específicamente,
pero trabajado la espiritualidad, se suma, se reúne y se
crece.
Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com