Estudio de las Obras de Allan Kardec

por Astolfo O. de Oliveira Filho

 
La Revis
ta Espírita de 1863

Parte 16 y final
 

Concluimos en esta edición el estudio de la Revue Spirite correspondiente al año 1863. El texto condensado del volumen fue presentado aquí en 16 partes, tomando como base la traducción de Júlio Abreu Filho publicada por EDICEL.


Preguntas para el debate


A. Si Elías y Juan Bautista son el mismo Espíritu, ¿con cuál de los cuerpos se quedará el día del juicio final?

B. ¿Por qué Kardec, que rechazaba el fenómeno de la posesión, cambió de opinión?

C. ¿Qué hacer ante los ataques de los adversarios desencarnados?


Texto para la lectura


152. Hablando aún al respecto de la Carta Pastoral publicada por el Obispo de Argel, Kardec hace las siguientes consideraciones: I) El Espiritismo debe ser aceptado libremente, atrayendo a las personas por la fuerza de su razonamiento, sin jamás violentar las conciencias. II) En todas sus refutaciones, él nunca se dirigió a los individuos, porque las cuestiones personales mueren con las personas. III) El Espiritismo ve las cosas desde más alto; se vincula a las cuestiones de principios, que sobreviven a los individuos. IV) El Clero no es unánime en la reprobación al Espiritismo. A propósito de la posición del clero, Kardec relata dos hechos muy curiosos que involucran a dos sacerdotes favorables a las ideas espíritas. (PP. 360 a 363)

153. Reafirmando que la Pastoral del Obispo de Argel no había conseguido detener el impulso del Espiritismo en esa región, Kardec transcribe en la Revue dos cartas que comprueban su información de que los sermones virulentos colaboran más de lo que se piensa a la expansión del movimiento espírita y del número de sus adeptos. (PP. 364 a 366)

154. Si Elías y Juan Bautista son el mismo Espíritu, ¿con cuál de los cuerpos se quedará el día del juicio final para presentarse, según la Iglesia, ante Jesucristo? Kardec responde a esta cuestión, que había sido propuesta a un cofrade por el sacerdote de determinada ciudad. Después de transcribir y comentar el pasaje evangélico en el que los saduceos hicieron una curiosa pregunta a Jesús, con respecto a la mujer que tenía siete esposos, el Codificador esclarece que el cuerpo utilizado por los Espíritus, después de su desencarnación, es el cuerpo espiritual, al que Pablo se refiere en su 1ª Epístola a los Corintios, y no el cuerpo carnal, sujeto a la descomposición y a la desaparición. (PP. 366 a 369)

155. Pablo de Tarso – el San Pablo de los cristianos católicos – es considerado por François-Nicolas Madeleine precursor del Espiritismo. “Como los espíritas, y antes de los espíritas – afirma Madeleine -, él fue el primero en proclamar esta máxima que constituye vuestra gloria: ¡Fuera de la caridad no hay salvación!” Además, Pablo describe en la carta dirigida a los Corintios las principales facultades mediúmnicas, a las que él llama dones bendecidos del Espíritu Santo. Kardec agrega a la comunicación las enseñanzas dadas por el Apóstol de los gentiles con respecto al cuerpo espiritual – el cuerpo fluídico, o periespíritu, que reviste el alma, según nos enseña el Espiritismo. (PP. 370 a 372)

156. Un caso de posesión – el de la señorita Julia – es examinado por Kardec, que aprovecha la oportunidad para rectificar su afirmación referida a la posesión, que consta en sus primeras obras. “Hemos dicho – afirma el Codificador – que no había posesos, en el sentido vulgar del término, sino subyugados. Volvemos a esta afirmación absoluta, porque ahora se nos ha demostrado que puede haber verdadera posesión, es decir, sustitución, aunque parcial, de un Espíritu errante a un encarnado.” (P. 373)

157. Kardec divide las fases del desarrollo del Espiritismo en seis periodos, a saber: 1º) el de la curiosidad, caracterizado por las mesas giratorias; 2º) el filosófico, marcado por la aparición de El Libro de los Espíritus; 3º el de la lucha, del cual el Auto de fe de Barcelona fue, de cierto modo, el símbolo; 4º) el religioso; 5º) el intermediario, consecuencia natural del precedente y que recibirá, más tarde, su denominación característica; y 6º) el de la regeneración social, que abrirá la era del siglo veinte. (N.R.: Kardec fue muy optimista en esta y en otras previsiones, como aquella en la que previó que el número de espíritas superaría en pocos años el número de católicos en Francia. Tal vez por eso él modificaría más tarde la clasificación que puso arriba y su orden.) (PP. 377 a 379)

158. En la sección “Instrucciones de los Espíritus”, Erasto, que fue en la Tierra discípulo de Pablo de Tarso, advierte a los espíritas con respecto a las dificultades que deberán enfrentar – celadas, embustes, torturas, calumnias, en la defensa de los ideales espíritas. “La hora es grave y solemne –afirma Erasto-; para atrás, entonces, todas las discusiones mezquinas, todas las preguntas ociosas y todas las vanas pretensiones de preeminencia y de amor propio; ocupaos de los grandes intereses que están en vuestras manos y cuyas cuentas el Señor os pedirá.” (PP. 379 y 380)

159. Erasto firma también un mensaje denominado “Los Conflictos”, en el que afirma que en ese momento hay una recrudescencia de fenómenos obsesivos, como resultado de la lucha que inevitablemente deben sustentar las ideas nuevas. “De todos los lados – dice Erasto – surgen médiums con supuestas misiones, llamados, a lo que dicen, a tomar en sus manos la bandera del Espiritismo y plantarla sobre las ruinas del viejo mundo, como si nosotros viniéramos a destruir, nosotros que venimos para construir.” “Casi todos los médiums, en su inicio, son sometidos a esa peligrosa tentación”, afirma Erasto.(PP. 381 a 383)

160. Ante la situación que describe, Erasto esclarece que todo edificio que no se asienta sobre la base sólida de la verdad caerá, porque solo la verdad puede desafiar el tiempo y triunfar sobre todas las utopías. Los espíritas deben estar atentos, por lo tanto, no solo a los ataques de los adversarios vivos, sino también a las maniobras aún más peligrosas de los adversarios desencarnados. “Fortaleceos, pues, en estudios sanos y, sobre todo, por la práctica del amor y de la caridad, y temperaos en la oración. Dios siempre ilumina a los que se consagran a la propagación de la verdad, cuando actúan de buena fe y están desprovistos de toda ambición personal”, dijo el iluminado Instructor espiritual, aduciendo: “Jamás juzguéis una comunicación mediúmnica por el nombre que la firma, sino solo por su contenido intrínseco.” (PP. 383 y 386)

161. Cerrando el número de diciembre y el volumen del año 1863, la Revue transcribe dos comunicaciones. En la primera, Lázaro habla sobre el deber, recordando que, si el deber es penoso en sus sacrificios, el mal es amargo en sus resultados. Esos dolores casi iguales, tienen sin embargo consecuencias muy diferentes: una es saludable, como los venenos que restauran la salud; la otra es nociva, como los festines que arruinan el cuerpo. En la segunda comunicación, Lamennais, refiriéndose a la alimentación del hombre, dice que se puede ser buen cristiano y buen espírita y comer a gusto, siempre que sea razonable. Los grandes sabios se alimentaban solo de frutos y raíces. Los temperamentos naturalmente muy fuertes para vivir como los anacoretas hacen bien en adoptar ese régimen, porque el olvido de la carne lleva más fácilmente a la meditación y a la oración; pero, para vivir así, normalmente es necesaria una naturaleza más espiritualizada, lo que es imposible con las condiciones terrestres. (PP. 386 a 388)


Respuestas a las preguntas


A. Si Elías y Juan Bautista son el mismo Espíritu, ¿con cuál de los cuerpos se quedará el día del juicio final?

Kardec respondió a esta cuestión, propuesta a un cofrade por el sacerdote de determinada ciudad, diciendo que el cuerpo utilizado por los Espíritus, después de su desencarnación, es el cuerpo espiritual, al que Pablo se refiere en su 1ª Epístola a los Corintios, y no el cuerpo carnal, sujeto a la descomposición y a la desaparición. (Revue Spirite de 1863, pp. 366 a 369.)

B. ¿Por qué Kardec, que rechazaba el fenómeno de la posesión, cambió de opinión?

Lo que le llevó a un cambio de opinión respecto a este asunto fue el caso de posesión de la señorita Julia, examinado por él en la Revue. “Hemos dicho – afirma el Codificador – que no había posesos, en el sentido vulgar del término, sino subyugados. Volvemos a esta afirmación absoluta, porque ahora se nos ha demostrado que puede haber verdadera posesión, es decir, sustitución, aunque parcial, de un Espíritu errante a un encarnado.” (Obra citada, pág. 373.)

C. ¿Qué hacer ante los ataques de los adversarios desencarnados?

Según Erasto, los espíritas deben estar atentos no solo a los ataques de los adversarios vivos, sino también a las maniobras aún más peligrosas de los adversarios desencarnados. “Fortaleceos, pues, en estudios sanos y, sobre todo, por la práctica del amor y de la caridad, y temperaos en la oración. Dios siempre ilumina a los que se consagran a la propagación de la verdad, cuando actúan de buena fe y están desprovistos de toda ambición personal”, recomendó el iluminado Instructor. “Jamás juzguéis una comunicación mediúmnica por el nombre que la firma, sino solo por su contenido intrínseco.” (Obra citada, págs. 383 a 386.)
  

Traducción:
Maria Reyna
mreyna.morante@gmail.com
 

 

De la próxima edición en adelante, este estudio y otros que han sido publicado en esta revista se trasladará de las ediciones semanales a la página - ESTUDOS ESPÍRITAS - que el lector puede acceder haciendo clic aquí
 

 

     
     

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