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El Espiritismo es, de hecho, Jesús de regreso a nuestras
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Natural de Taquarituba (SP), donde también reside, James
Douglas da Fonseca (foto) es espírita desde el
2003. Graduado en Pedagogía e Historia, es empresario
gráfico, profesor y actual presidente del Centro
Espírita Amor e Caridade, de su ciudad. Entusiasta por
el estudio espírita, nos cuenta en la presente
entrevista sus experiencias de aprendizaje y, retirado
del Catolicismo, entiende que el Espiritismo es, de
hecho, Jesús de regreso a nuestras vidas.
¿Cómo se volvio espírita?
Habiendo sido educado en la religión católica, participé
activamente cuando era joven en las actividades de la
Iglesia como monaguillo. Ya adulto, me alejé de ella por
convicción personal y por la falta de respuestas a las
muchas preguntas que tenía en mi mente. Terminé
ingresando a la Doctrina Espírita hace poco más de
quince años, habiendo sido atraído primero por el
trabajo asistencial de la sopa a los necesitados.
¿Qué es lo que le llama más la atención de la Doctrina
Espírita?
La gran riqueza de la información, de conocimiento, de
respuestas, todo dentro de una lógica fascinante y que
nos lleva a una sed cada vez más grande por el saber,
que gradualmente nos ofrece condiciones para comprender
el todo. Una verdadera invitación a la reflexión, dentro
de una fe lógica y racional, donde comprendemos que
somos responsables de aquello que sembramos y
cosechamos, como también somos los arquitectos de
nuestro futuro. De esta manera, podemos cambiar nuestras
acciones frente a la vida, para que la vida pueda
cambiar ante nosotros, desvinculándonos de los atavismos
religiosos que durante milenios nos han encadenado a las
ataduras de la ignorancia.
Háblenos sobre su gusto por las conferencias.
Tan pronto como conocí la doctrina espírita, tuve la
oportunidad de escuchar una conferencia de Divaldo
Pereira Franco. Estaba encantado con su oratoria,
elocuencia, carisma y la manera como mostraba a Jesús y
a sus enseñanzas. Comencé a estudiar la Doctrina
Espírita en paralelo con el Nuevo Testamento y me di
cuenta de que el Espiritismo es, de hecho, Jesús de
regreso a nuestras vidas, con toda su sencillez y
sabiduría. Surgió el ideal de tomar el mensaje de Cristo
y consecuentemente el mensaje espírita, porque podemos
decir que ambos están interconectados y se complementan.
¿Cuál es su percepción del púbico como conferencista?
Simbólicamente, haciendo una alusión al Maestro, veo al
público como el terreno, en el cual tenemos la
oportunidad de plantar la semilla del evangelio,
sabiendo que cada suelo tiene su tiempo para ofrecer
condiciones a la semilla para germinar. A veces quedará
latente, otras veces germinará de tal manera que pronto
producirá frutos, pero lo importante es que no dejemos
de sembrar siempre.
¿Cómo siente el movimiento espírita, teniendo en cuenta
los esfuerzos de divulgación?
El movimiento espírita ha crecido cada vez más, y este
crecimiento puede ser observado con claridad, lo que nos
da una gran alegría, pero siempre debe haber
preocupación y cuidado, para que se mantengan los
fundamentos del Espiritismo, y de esa manera
contribuyamos a que "El Espiritismo no sea la Religión
del Futuro, sino el Futuro de las Religiones”,
recordando las palabras del gran apóstol del Espiritismo
Léon Denis.
Al elegir los temas para sus enfoques, ¿qué criterio ha
utilizado?
Trato de hacer uso de una didáctica que pueda combinar
informaciones teóricas, históricas y cotidianas, de tal
manera que siga el mismo modelo que Cristo nos dejó como
ejemplo, que usaba en situaciones cotidianas, trayendo
consigo grandes enseñanzas en lo que conocemos como
parábolas. Sin dejar de mencionar, por supuesto, la
distancia inconmensurable que nos separa de nuestro
Maestro, pero de tal manera haciendo uso de ella, como
nuestro incomparable modelo y guía.
¿Algo destacado de sus recuerdos que le gustaría
relatar?
Recuerdo una noche en la que por primera vez tuve la
oportunidad de hablar al frente de una Casa Espírita;
confieso que estaba extremadamente nervioso y
angustiado, a pesar de que ese era mi gran
deseo. Pensaba que siendo alguien que ya había cometido
varias equivocaciones en la vida, no sería apto y
tampoco sería digno de hablar de Jesús y trasmitir sus
enseñanzas. Hice una profunda oración, me quedé en
silencio y la respuesta vino por intuición: todo lo que
orientará sobre las enseñanzas y aprendizajes deberá ser
aplicado primero a usted; los demás podrán beneficiarse
si así lo desean, pero usted será el primero que en
tener contacto con todo lo que estudia y enseña y por lo
tanto será el primero que tendrá mejoría moral e
intelectual, ya que ambas deben caminar de la mano,
porque representan las alas que harán que nos elevemos,
en un futuro cercano, hacia la evolución que tanto
anhelamos.
¿Qué mensaje le gustaría enviar a los lectores,
considerando la grandeza del Espiritismo?
Veo el Espiritismo como un importante curso
preparatorio, que nos ofrece las posibilidades de que en
la escuela de la vida pasemos por las grandes pruebas,
sin despojarnos de los méritos individuales de nuestras
elecciones, un aprendizaje que nunca cesará y que nos
llevará cada vez más cerca de Dios. Es el Espiritismo
como la gran luz, capaz de iluminar la oscuridad de
nuestras imperfecciones y de esa manera nos da
condiciones para conocer la verdad y así transitar
nuevos caminos.
¿Algo más que le gustaría añadir?
Que podamos aprovechar al máximo las oportunidades que
la vida nos ofrece para ser mejores personas, porque los
errores son parte de nuestra vida y sirven como
aprendizaje; ahora los aciertos serán la suma que
llevaremos con nosotros por la eternidad del espíritu y
que indudablemente dará lugar a aquello en lo que nos
convertiremos y en los caminos que seguiremos.
Sus palabras finales.
Me gustaría expresar aquí mi profunda alegría de ser
parte, incluso de una manera tan pequeña, de este gran
movimiento, que crece incesantemente, reviviendo a Jesús
como el ejemplo más grande a ser seguido y que nos lleva
a la necesidad del gran viaje interior, en el encuentro
con este reino de Dios que está dentro de nosotros y
donde el divino Maestro Jesús reina absolutamente.
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com