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Novela nos trae el aprendizaje de espíritus después de
la Inquisición |
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El libro mediúmnico psicografiado por la doctora Ana
Paula Vecchi (foto)brinda enseñanzas cristianas
terapéuticas para la caminata del alma, siglos después
del período de la Inquisición en Europa.
La autora es médico reumatóloga y pediatra, profesora
adjunta en la Facultad de Medicina PUC-Goiás y doctora
en Ciencias Médicas de la FMUSP-SP.
¿Qué la inspiró a escribir el libro La Inquisición y
el otro lado?
Soy médium psicógrafa desde hace más de quince años y,
desde 2011, fui invitada a participar en la clase de
orientación mediúmnica del centro al que asisto - Centro
Espírita Grupo André Luiz. En esa clase recibíamos las
orientaciones espirituales dadas al grupo y desde el
2013, de manera espontánea, pasé a recibir poemas,
crónicas y pequeños textos literarios. En junio del 2014
comenzó la historia de Samuel, que continuó la semana
siguiente y así sucesivamente, todos los miércoles por
la noche en la sala mencionada, fue entonces que nos
dimos cuenta de que se trataba de una novela. Al
principio estaba preocupada porque no sabía quién lo
estaba dictando ni su propósito, pero a lo largo de la
psicografía todo se fue revelando.
Eça de Queirós la firmó al
final del tercer capítulo y el título, así como la
portada, me fue entregado por Isabel de Aragón. ¡Nunca
olvidaré la noche que la vi! Estábamos reunidos en el
gran salón del centro para la reunión mediúmnica de
orientación especial cuando vi a espíritus de élite
arrodillarse ante mí y de lo alto descendió una luz que
tomó la forma de una mujer. Tenía una corona antigua y
sostenía doblado el borde de su vestido, como si
guardara algo. Eran flores, rosas de un olor
maravilloso; ella se acercó y me entregó un libro con la
cubierta de cuero marrón oscuro, cerrado con una
cremallera, y de su cubierta apareció en el alto relieve
"la Inquisición y el otro lado". Me quedé atónita y me
pregunté muchas veces a mí misma, "¿por qué yo?" y
"¿cuál es el objetivo de la obra?" La primera respuesta
vino a mí por el propio Eça:
"Son los más enfermos quienes necesitan a Jesús".
Sí, la más necesitada era yo, sería la gran oportunidad
de aprender y sanarme en la presencia de tantos amigos
generosos, porque al transmitir un mensaje con las
enseñanzas de Jesús yo sería la más beneficiada.
Y así, durante dos años, durante 1 hora, los miércoles
en la casa espírita estuvimos juntos, Eça y
yo, para escribir esta obra a través de la psicografía
semi mecánica, pero otros espíritus estuvieron presentes
revisando y asistiendo al autor. Nuestra conexión era
estrecha y yo podía sentir su presencia durante casi
todo el día durante toda la semana, en la que a menudo
él me llevaba a desdoblamientos anticipando algunas
escenas que más tarde serían psicografiadas; otras veces
no me revelaba nada y tenía una gran sorpresa durante y
después de la psicografía. El propósito de la obra nos
fue revelado posteriormente por Bezerra: "Isabel de
Aragón quiere devolver con flores todo el mal causado
por la Inquisición introducida por Don Dinis en Portugal
en el siglo XIII, y proponer una acción terapéutica":
las emociones saludables de los lectores podrían ser
útiles en el esclarecimiento y el perdón de víctimas y
verdugos.
¿Por qué los acontecimientos de la Inquisición deben ser
releídos bajo la óptica espírita?
La Inquisición fue una gran equivocación en la historia
de la cristiandad. Eça nos
muestra con detalles los hábitos y costumbres de la
época, tanto de los judíos como de los católicos y
hugonotes, haciendo que nos enamoremos de sus personajes
y nos identifiquemos con ellos, pues tenían los mismos
anhelos de felicidad que nosotros; sin embargo, todos
eran productos de la cultura de la época y de las
conquistas espirituales de entonces, pero poco a poco
fueron construyendo su propia espiritualidad. Si se
equivocaron, no nos corresponde juzgar. Sabemos que hoy
muchos de los Espíritus involucrados en la noche de San
Bartolomé, por ejemplo, ya trabajan para Jesús y han
conquistado muchas virtudes, que tal vez nosotros aun no
las hemos logrado. La Doctrina Espírita nos enseña que
la ley de Acción y Reacción es inexorable y que el mal
que hacemos retorna a nosotros, a menudo a través del
dolor, hasta que nos reeduquemos. Dios renueva nuestras
oportunidades de reparación a través del trabajo.
Podemos devolver en servicio lo que hemos perjudicado en
otra existencia; que el bien y el mal están dentro de
nosotros hasta que estemos en completa conexión con el
Creador.
Estas son las palabras del autor espiritual: “Hoy
los involucrados en la sangrienta Noche de San
Bartolomé, unos se encuentran en paz, libres ante la
Justicia Divina; otros, en proceso de aprendizaje; ¡pero
todos ya aceptaron trabajar para Jesús! Así es como Dios
actúa, sin imponer sus leyes a las conciencias. Espera
en el silencio de las horas, el curso pausado de los
siglos, la remisión del hijo, su arrepentimiento y
aprovecha su fuerza creativa en ese talento que le es
peculiar para la ejecución del Bien de todos. Un gran
líder o comandante puede un día integrarse y sumarse al
servicio de Dios. ¡Así es como los ‘malos se convierten
en buenos’ y todos, sin excepción, se volverán hacia
Dios! ¿Quién no se ha equivocado nunca en los milenios
insondables de la conciencia? A elevarse con humildad y
benevolencia porque por encima de las atrocidades
humanas, tenemos la Misericordia de Dios que todo lo ve
y observa, ¡creyendo en la luz divina hay en nosotros”!
¿Qué puede esperar el público de esta obra?
Al leer la novela, veremos en la trayectoria de sus
personajes nuestras propias características de espíritu
inmortal en búsqueda de la perfección; vemos sombras y
luz, errores y aciertos. Judíos, cristianos, nobles y
siervos, todos somos hijos de Dios, susceptibles de
equivocaciones. Traemos nuestros vicios y necesitamos
del perdón unos de otros y una gran necesidad de
aprender a amar.
En un fragmento del último capítulo, Eça nos resume: "Entender
que somos fragmentos de perfección y por lo tanto
sujetos al error, al desacierto, a la distracción;
sujetos a las trampas de mentes elaboradas y educadas en
la maldad, por ignorar la luz del amor paternal que
emana del Creador; sujetos a las vicisitudes del medio
que a menudo hace aflorar los puntos críticos de nuestra
alma, llena de represiones, que repiten viciosamente
actitudes y reflexiones, comportamientos estandarizados
en experiencias previas que claman por su reelaboración,
reestructuración y resolución. (...) Solo el amor es
capaz de reconciliarnos con Dios, con lo Bello de
nuestras almas e iluminar las sombras del pasado con la
lámpara de las virtudes futuras ya en chispas
incandescentes en nosotros.".
El gran mensaje de la obra es que, a pesar de nuestras
imperfecciones, ¡Dios nunca nos abandona! Incluso en las
situaciones más difíciles, surgen nuevas oportunidades
tejidas en las mallas del amor y el perdón, como dice la
Madre Paulina, personaje del libro: "¡quien ama,
nunca está solo!".Y que Dios no está en los templos
de piedra y jamás encarcelado en esta o aquella
doctrina, sino en nosotros, representado en nuestras
actitudes y pensamientos. También trae la esperanza y la
fe en que Dios nos guía y un día estaremos con Él, como
escribió Bezerra en el epílogo: "¡Todos
somos hijos sedientos de amor! ¡Todos sedientos de Aquel
que es el Camino, la Verdad y la Vida! Enderezad las
veredas del camino, exhortaba Juan, el precursor. Que
también nosotros podamos enderezar las veredas de los
caminos, sin juzgar a los demás, pero atentos a Aquel
que nos guía: ¡el Cristo de Dios! El trabajador de
Cristo no se preocupa por las piedras en el camino,
camina."
Nota de la autora:
El libro está disponible para su compra en el sitio de
la Federación Espírita de Goiás enhttps://goo.gl/bZB3Mw