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Herculano Pires y las obras de André Luiz
(Parte 1) |
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Introducción – En
razón de que algunos compañeros afirman que el
periodista y escritor José Herculano Pires (1914-1979),
justamente designado como “el mejor metro que midió a
Kardec”, pasó a tener una visión crítica de las obras de
André Luiz, resolviendo investigar en su producción
literaria para saber si, de hecho, hubo algún cambio de
opinión.
No tuvimos
como colocar las obras de Herculano Pires en el orden en
que fueron escritas, razón por la cual las relacionamos
por la fecha de publicación. Optamos por transcribir el
contenido de todos los textos, para evitar alguna
descontextualización que, de alguna suerte, pudiese
llevar al lector a una conclusión diferente de aquello
que él realmente quisiera decir.
Las
fuente para el análisis – No usaremos como de
costumbre, en las citas, la fuente menor y el
alejamiento mayor, como normas de publicaciones de la
ABNT, por ser extensas y de fácil identificación, en los
cuales el resalte es mio)
1) El
Espíritu y el Tiempo, edicel,
1954.
En la
obra Vampirismo, que será mencionada más
adelante, constan también como fechas de publicación los
años 1977 y 1979, de lo que suponemos haber tenido algún
añadido a la primera versión.
[...] El
estudio y los debates deben ceñirse a las obras de la
Codificación. Sustituir las obras fundamentales por
otras, psicografiadas o no, es un inconveniente que se
debe evitar. Sería lo mismo que, en un concurso de
especialización en Pedagogia, se pasara a leer y
discutir asuntos de Mecánica, a pretexto de variar los
temas. El aprendizaje doctrinario requiere unidad y
secuencia, para que se pueda alcanzar una visión global
de la Doctrina. Todas las obras de Kardec deben constar
de esos trabajos, desde los libros iniciales, pasando
por la Codificación propiamente dicha, hasta los
volúmenes de la Revista Espírita. Necesitamos
convencernos de esta realidad que no todos alcanzan:
Espiritismo es Kardec porque fue él el estructurador de
la Doctrina, permanentemente asistido por el Espíritu de
la Verdad. Todos los demás libros espíritas, mediúmnicos
o no, son subsidiários.
Estudiar, por ejemplo, una obra de Emmanuel o André Luiz
sin relacionarla con las obras de Kardec, a pretexto de
que esos autores espirituales superaran al Maestro
(cuyas obras aun no conocemos suficientemente) es
demostrar falta de comprensión del sentido y de la
naturaleza de la Doctrina. Esos y otros autores
respetables dan su contribución para nuestra mayor
comprensión de Kardec. No pueden sustituirlo. Y es bueno
recordar la regla del “consenso universal”, según
la cual ningún espíritu o criatura humana dispone,
solos, por sí mismos, de recursos y conocimientos para
no hacer revelaciones personales. Ese tipo de
revelaciones individuales pertenece al pasado, a los
tiempos anteriores al advenimiento de la Doctrina. Una
nueva enseñanza, la revelación de una “verdad nueva”
depende de las exigencias doctrinarias de:
a)
Concordancia universal de manifestaciones al respecto;
b)
Concordancia de la cuestión con los principios básicos
de la Doctrina;
c)
Concordancia con los principios culturales del estadio
de conocimiento alcanzado por nuestro mundo;
d)
Concordancia con los principios racionales, lógicos y
logísticos de nuestro tiempo.
Fuera de
ese cuadro de concordancias necesarias, que constituyen
el “consenso universal”, nada puede ser aceptado
como válido. Opiniones personales, sean de sabios
terrenos o del mundo espiritual, nada valen para la
Doctrina. Lo mismo ocurre en las Ciencias y en todos los
ramos del Conocimiento en la Tierra. Porque el
Conocimiento es una estructura orgánica, derivada de la
estructura exterior de la realidad y nunca sujeta a
caprichos individuales. Por eso es temeridad aceptar y
propagar principios de este espíritu o de aquel hombre
como si fuesen elementos doctrinarios. Quien se arriesga
a eso revela falta de sentido y falta absoluta de
criterio lógico, además de falta de convicción
doctrinaria, El Espiritismo no es una doctrina cerrada o
estática, sino abierta al futuro. No obstante, esa
apertura está necesariamente condicionada a las reglas
de equilibrio y de orden que sustentan la validez y la
eficacia de su estructura doctrinaria. (PIRES, 2003, P.
190-191, resalte nuestro)
[...] Como
ese proceso pasa entre mundos de dimensiones materiales
diferentes, Rhine concordó en llamarlos extrafísicos, lo
que en verdad no es cierto, pues el plano espiritual
también posee densidad física y la propia Física fue
obligada a reconocer esa realidad en nuestro días.
[...]. (PIRES, 2003, p. 194, resalte nuestro)
[...] El
espíritu liberado pasa a vivir en el plano espiritual,
que se constituye de materia en estado rarefacto. Ese
mundo semimaterial tiene varias hipótesis, siendo que la
más inferior sólo existe con el plano material,
interpenetrado con el. Por eso los espíritus conviven
con nosotros en el mismo espacio cósmico ocupado por el
planeta. Así, los espíritus influyen sobre nosotros y
nosotros sobre ellos. No podemos percibirlos por los
sentidos físicos, pero podemos verlos y oírlos por el
espíritu, aunque tengamos la impresión de percibirlos
por los sentidos. [...]. (PIRES, 2003, p. 209)
2) Diálogo
de los vivos,
GEEM, 1974.
El Grupo
Espírita Emmanuel – GEEM publica esa obra, en la cual
participan Herculano Pires y Chico Xavier. Del Prefácio,
de autoria de Herculano Pires, seleccionamos:
Hace más
de cuarenta años, Chico Xavier viene sirviendo de
instrumento mediúmnico para los diálogos de la
preparación. Es impresionante el poder del diálogo.
(XAVIER y PIRES, 2011, p. 17)
Los
críticos acríticos que hoy pretenden criticar la forma
dialogada de El Libro de los Espíritus merecen el perdón
de Dios, pues no saben lo que hacen. Lo mismo se da
con las críticas formuladas a los diálogos de Chico
Xavier que, en Uberaba, como el Oráculo de Delfos,
se coloca entre los hombres y los espíritus, para que
los vivos de la Tierra puedan conversar con los vivos
del Más Allá. Cada mensaje recibido por Chico Xavier es
una respuesta a las indagaciones humanas.
No es
Chico, ni son los espíritus que proponen los temas del
gran debate. [...]. (XAVIER y PIRES, 2011, p. 18-19,
resalte nuestro)
¿Quieren
una prueba? Basta preguntarse lo que fue hecho hasta
ahora de la obra de Emmanuel y de André Luiz. Salvo
raros intentos ingenuos, ¿dónde están los
comentaristas profundos, los analistas, los estudiosos
de esas obras en nuestro medio? ¡¿Dónde?! (XAVIER y
PIRES, 2011, p. 20, resalte nuestro)
[...] Las
voces del Más Allá, cuando son legítimas, no se destinan
apenas a consolar a los afligidos, sino también y sobre
todo a enseñar, esclarecer y abrir perspectivas nuevas
al entendimiento de los problemas espirituales.
Menospreciar la importancia de los mensajes mediúmnicos
es negar el valor del trabajo abnegado de los Espíritus
Superiores en nuestro beneficio. (XAVIER y PIRES, 2011,
p. 22, resalte nuestro)
Chico
Xavier hoy lo realiza, con entera abnegación de sí
mismo, a servicio de la causa humana y divina del
Espiritismo. No hay nada que temer ni quejarse. Sólo uma
cosa tenemos que hacer: ¡trabajar! (XAVIER y PIRES,
2011, p. 27)
Herculano
Pires, firmando con el pseudónimo “Hermano Saulo”
escribe varios artículos, de los cuales destacamos los
siguientes trechos:
El mensaje
de André Luiz toca en un punto esencial de la filosofía
Espírita – su aspecto existencialista. [...]. (XAVIER y
PIRES, 2011, p 78)
Es
bastante conocida de la frase de Sartre: “Los otros son
el Infierno” pero André Luiz nos propone lo contrario:
los otros son el Cielo. (XAVIER y PIRES, 2011, p. 91)
Chico
Xavier recibió psicograficamente, en la serie Nuestro
Hogar, de André Luiz, y en otros escritos,
descripciones curiosas de los espíritus sobre la
influencia espiritual en nuestras vidas a través de los
sueños. Y el episodio que nos relata constituye una
prueba espontánea de la ligitimidad de la teoría de los
sueños, constante de El Libro de los Espíritus.
Una prueba más, pues en verdad son muchas las pruebas
espontáneas dadas en todo el mundo. (XAVIER y PIRES,
2011, p. 143, resalte nuestro)
3) Mediumnidad, Paideia,
jul/1978.
Se puede
alegar la existencia del mediumnato de la videncia. Pero
ese mediumnato jamás es concedido para las aventuras de
espíritus de vivos en el plano espiritual, porque eso
sería condenar al médium a una situación de dualidad
peligrosa en la vida terrena. El mediumnato de la
videncia existe, pero para fines de auxilio a las
investigaciones o para demostraciones de la verdad
espírita, pero nunca para la creación de condiciones
anómalas en el campo mediúmnico. Las propias obras
mediúmnicas, psicografiadas, que describen con excesos
de minucias la vida en el plano espiritual, deben ser
encaradas con reserva por los espíritas estudiosos.
Emmanuel explica, prefaciando un libro de André Luiz,
que el autor espiritual se sirve de figuras analógicas
para explicar hechos y cosas que no podrían ser
explicadas de manera fidedigna en nuestro lenguaje
humano. Son peligrosas las dos posiciones extremas:
la de los que no aceptan esas obras como válidas y la de
los que pretenden substituir por ellas las obras de
Kardec. Los principios de la Codificación no es obra de
videncia, sino de investigación científica realizada por
Kardec bajo orientación y vigilancia de los Espíritus
Superiores. (PIRES, 1987, p. 27, resalte nuestro)
[...] Libros
como En lo Invisible, de Leon Denis, y los libros
de orientación mediúmnica de Emmanuel y André Luiz
pueden también ser usados como subsidiarios, pero jamás
colocados como obras básicas de la doctrina. Sin ese
criterio, muchos Centros y Grupos, y hasta incluso
grandes instituciones, caerían en un plano de misticismo
iglesiero y de autoritarismo sacerdotal que desfiguran y
ridiculizan el Espiritismo. [...]. (PIRES, 1987, p. 55,
resalte nuestro)
4) En
la hora del testimonio,
Paideia, set/1978.
El remedio
contra ese estado mórbido depende de medidas que no
fueron tomadas: el alejamiento de los responsables por
la adulteración de los cargos directivos de la
institución; la reformulación inmediata de los cursos de
doctrina y de médiums, con exclusión de los libros,
folletos y apostillas adulteradas; el retorno inmediato
a los libros básicos de Kardec como únicas fuentes
legítimas de la enseñanza espírita; el reconocimiento
de la posición subsidiaria de las obras de André Luiz,
hoy superpuestas a las de Kardec, la condenación y
exclusión total de las obras de mistificación o de
mezcla indebida de doctrinas extrañas. En cuanto a eso
no fuese hecho, las raíces amargas de la adulteración
continuarán fermentando en el medio espírita y
alimentando la vanidad de pretendidos instructores y
maestros. Tenemos que elegir entre ser espíritas o ser
mistificadores de la doctrina. (PIRES y XAVIER, 1978, p.
7, resalte nuestro).
En el
cumplimiento de su luminoso mediumnato, sin claudicar en
lo tocante a la fidelidad a Kardec, a los principios
básicos de la Doctrina Espírita, Chico se impuso al
medio espírita de Brasil y del Mundo como un ejemplo
digno de admiración y respeto. Cuando ciertos compañeros
comenzaron a proclamar que los libros de Emmanuel y
André Luiz constituían una reforma doctrinaria, esos dos
espíritus, seguidos por Bezerra de Menezes y otros
luminosos de la Espiritualidad, comenzaron a transmitir
mensajes de valorización de la obra de Kardec. Emmanuel,
ante el surgimiento de corrientes llamadas emmanuelistas
y andreluizistas llegó incluso a transmitir uma serie de
libros correspondientes a cada una de las obras de la
Codificación comentando los trechos fundamentales de
esas obras.
Chico
Xavier jamás pretendió sobreponerse a Kardec, jamás se
alistó entre los reformistas y superadores del
Codificador.Ni incluso aceptó, en tiempo alguno, que
lo considerasen como un líder espírita. Se mantuvo
siempre en su posición de médium, de intermediario de
los espíritus, considerándose humilde servidor del
Espiritismo. La carta que destacamos de ese trecho
decisivo él nos dirigió el 8 de junio del año pasado. No
encontramos necesario divulgar esa nueva profesión de fe
kardecista. Pero ahora, cuando la obra de Kardec, está
sufriendo la primera agresión dentro del proprio medio
espírita, y cuando se anuncia el proseguimiento del
trabajo de adulteración, no podíamos dejar esa
declaración escondida en nuestro archivo, a pretexto de
preservar al médium. Por el contrario, la preservación
del médium exige esta divulgación en la sección en que
él mismo siempre solicita nuestra ayuda, nuestra
colaboración en el esclarecimiento de los problemas
doctrinarios. Presionado por las obligaciones de la
recepción de títulos de ciudadanía y por los compromisos
de lanzamiento de nuevos libros, Chico Xavier no puede
enviarnos el mensaje habitual para estas columnas. Su
presencia en São Paulo en este momento, participando del
lanzamiento promovido por un grupo que se colocó al lado
de la adulteración, podría aumentar los boatos de que
Chico aprobaría ese absurdo atentado a la obra de
Kardec. Nos cabía revelar la firmeza de su posición
doctrinaria, reafirmada de manera tan elocuente como
necesaria, en la carta que nos envio.
Son muchos
los lectores que nos interpelan al respecto de la
posición del médium en ese caso. Damos a todos la
respuesta del próprio médium, una respuesta categórica,
ineludible. Chico reafirma que necesitamos preservar la
obra de Kardec, por encima de todo. Otros nos preguntan
por qué motivo modificamos el programa En el Umbral de
la Mañana, eludiéndonos al deber de defender en el mismo
la obra del maestro. Informamos a todos que dejamos la
dirección del programa por habernos sido impedido de
tratar del asunto en el mismo. Nuestro penúltimo
programa sobre el caso fue desgrabado misteriosamente y
nuestro último programa fue archivado y sustituído por
otro, del que no participamos ni podríamos participar.
Ni siquiera el derecho legal de anunciar nuestra
retirada nos fue concedido. Lo que ocurrió a nosotros no
ocurrira a Chico Xavier. La divulgación de su
trecho-mensaje será suficiente para mostrar a los
lectores de estas columnas que el gran médium mantiene
su fidelidad a Kardec, sustentando de manera elocuente
que la doctrina debe estar por encima de todo. (PIRES y
XAVIER, 1978, p. 34-35, resalte nuestro).
5) Vampirismo, Paideia,
1980
[...] El
Espiritismo pone su énfasi en el estudio y en la
investigación de los espíritus humanos, que son los de
nuestro plano evolutivo, dotado de consciencia e
inteligencia racional más desarrollada. Los parásitos ya
pertenecen al plano humano. Son considerados en la
teosofia y en otras corrientes espiritualistas, como larvas
astrales. En verdad no son larvas ni elementales,
son entidades que necesitan de la ayuda de la
adoctrinación. Los teosofistas atribuyen también las
comunicaciones espíritas a los llamados costra
astrales, que son para ellos cuerpos espirituales,
periespíritus abandonados por los muertos y de que se
deben servir los elementales o espíritus burlones
para manifestarse en las sesiones mediúmnicas como
siendo los espíritus de esos muertos. La teoría de las costrasfue
creada por Mme. Blavatski, después de una sesión
mediúmnica que asistió en New York. El Sr Sinet declara
en su libro Incidentes de la Vida de la Sra.
Blavatski que ella comentó entonces un engaño de
observación, al cual nunca más se refirió. Sinet,
teósofo de proyección y compañero de Blavatski, no
concuerda con los teosofistas que continuan aceptando
esa falsa teoría. André Luiz se refiere a ovóides,
espíritus que perdieron su cuerpo espiritual y se ven
cerrados en sí mismos, envueltos en una especie de
membrana. Eso recuerda la teoría de Sartre sobre el en
sí, forma anterior del ser espiritual, que la rompe
o se proyecta en la existencia por necesidad de
comunicación. La acción vampiresca de esos ovóides es
aceptada por muchos espíritas amantes de novedades. Más
esa novedad no tiene condiciones científicas ni respaldo
metodológico para ser integrada en la doctrina. No pasa
de una información aislada de un espíritu. Ninguna
investigación seria, por investigadores competentes,
probó la realidad de esa teoría. No basta el concepto
del médium para validarla. Las exigencias doctrinarias
son mucho más rigurosas en lo tocante a la aceptación de
novedades. El Espiritismo estaría sujeto a la más
completa deformación, si los espíritas se entregasen al
delirio de los cazadores de novedades. André Luiz se
manifiesta como un neófito conmovido por la doctrina,
empleando a veces términos que desentona de la
terminología doctrinaria y conceptos que no siempre se
ajustan a los principios espíritas. La amplia
libertad que el Espiritismo faculta a los adeptos tiene
sus límites rigurosamente fijados en la metodologia
kardecista. En el caso del parasitismo y del vampirismo,
todo rigor es poco, pues los errores y los engaños de
interpretación pueden llevar los trabajos de cura a
desvios peligrosos. (PIRES, 1980, P. 14-16, resalte
nuestro).
6) El
misterio del bien y del mal, Correo Fraterno,
1989.
Descripciones de la vida espiritual en las zonas
inferiores del espacio
Regiones en que los espíritus continúan apegados a las
formas de la vida material – “Acción y Reacción”, de
André Luiz, una contribución de los espíritus para las
conmemoraciones del centenario.
El primer
centenario del Espiritismo tuvo, también sus
conmemoraciones en el otro lado de la vida. No fue
apenas en nuestro plano material, en este reverso de la
vida en que nos arrastramos, apegados a la densidad de
la materia grosera, que el gran acontecimiento despertó
entusiasmos. Aunque el advenimiento del Espiritismo nos
parezca un hecho específico de nuestro mundo, pues la
doctrina vino a orientar a los hombres encarnados, la
verdad es que ese hecho se refiere también a los planos
espirituales. Y lo que es más importante: ese hecho
tiene tanta significación para nosotros, como para los
Espíritus.
(Este
artículo será concluido en la próxima edición de esta
revista.)