Nuestra memoria - Memoria episódica se refiere a
eventos y acontecimientos de nuestra vida personal. Voy
al cine y a ver una gran película. Puedo contar lo que
vi para parientes en casa, al día siguiente para amigos
y puedo discutir su trama dos meses después.
Lo interesante es que mi relato es una descripción con
detalles diferentes cada vez que cuento la película. Mi
descripción tiene un nuevo texto cada vez que la
reproduzco.
A cada evento de que mis sentidos captan las
informaciones, son encaminadas hacia las regiones del
hipocampo en los dos lóbulos temporales. Entonces, el
hipocampo se encarga de dividir los diversos elementos
de los escenarios registrados y distribuirlos por áreas
diversas de la corteza cerebral.
En la película a la que asistí me acuerdo de una joven
en silla de ruedas, de un coche rojo y de un día de
lluvia. El hipocampo coloca estos episodios juntos a las
regiones donde escenarios similares están archivados. Ya
fue que en la segunda película que vi un coche rojo
igual a ese.
Está claro que el trabajo cerebral de memorización es
más complejo que mi ejemplo con una película agradable,
pero nos basta saber lo que anoté para reflexionar sobre
sucesos interesantes "fuera del cerebro".
Una visión espiritual - Dos fenómenos
interesantes se describen con frecuencia por pacientes
que atiendo (soy neurólogo). Uno de ellos es el "sueño
lúcido" que ocurre cuando la persona sueña con nítida
percepción del escenario y de sus ocurrencias, con la
consciencia informando de que está viviendo un sueño.
El segundo son las "experiencias fuera del cuerpo". Al
dormirse el paciente dice salir del cuerpo y
experimentar experiencias en diversos ambientes, ya sea
en casa, en un hospital, en un encuentro con otros
Espíritus, o en actividades de socorro a necesitados.
La memoria espiritual - Lo interesante en los
relatos, tanto de sueños lúcidos y de experiencias fuera
del cuerpo, son sus registros mnemónicos, su
memorización.
He escuchado a estos pacientes afirmar que las
percepciones son muy nítidas, vivas y tal vez, por la
intensidad emocional que provocan, permanecen en la
memoria con la misma intensidad de cuando fueron
experimentadas.
Tenemos la impresión de que nuestras vivencias que
alcanzan al cerebro físico son fugas, pero las que se
pasan al nivel del "cuerpo espiritual" (periespíritu)
son grabadas por mecanismos que aún no conocemos y
permanecen con las mismas cualidades e intensidades para
siempre.
Nuevas perspectivas - Vale la pena verificar las
memorias en el trance sonámbulico y en los registros
hipnóticos, y cómo se comportan después de una
experiencia emocional.
Lección de casa - Aprendimos en las lecciones
espíritas que el Espíritu recuerda el pasado con la
misma intensidad de estar viviendo el episodio en el
presente nuevamente. La neurología viene desarrollando
el estudio de la memoria y, si se une el conocimiento
espírita con la neurología, se abre un campo de
investigación muy interesante para confirmar la
existencia de la llamada "memoria extracerebral".
Visión de los colores - Están delante de mí tres
objetos: una manzana roja, una pluma negra y un colibrí
azul. ¿Cómo puedo ver el color de cada uno de ellos?
Primero, la luz que ellos reflejan alcanza mi retina
donde estimulan pequeños terminales nerviosos que
conocemos como conos. Allí ocurren reacciones químicas
que producen una corriente eléctrica que alcanza los
nervios ópticos. Esta corriente entra por el cerebro
adentro en busca de las áreas occipitales donde existen
regiones específicas para registrar los estímulos que
vinieron de cada uno de mis objetos.
¿Cómo los tres objetos serán “vistos” por el cerebro?
Ellos se presentan juntos delante de mí, pero en el
cerebro no estarán en el mismo cajón. La palabra clave
en el cerebro es la distribución. Cada objeto irá a un
lugar. Y descubrimientos sorprendentes mostraron que las
propiedades de cada objeto serán fragmentadas y
archivadas en lugares específicos.
Así, como cada objeto tiene formas diferentes, colores
propios, dimensiones particulares, movimientos y
finalidades, posibilidades de ya ser conocidos, cada una
de esas características marcará grupos de neuronas
diferentes. Más sorprendente todavía es que la imagen de
mi manzana roja está archivada también en la forma
blanca y negra en un determinado lugar diferente de
donde ella aparece en color.
Teóricamente, puedo tener acceso independiente a cada
uno de esos registros y hacer asociaciones
independientes con cada manzana parecida a la mía. En
los pacientes con epilepsia, en el momento de una
crisis, pueden registrar la manzana sin color, sus
dimensiones, y si está lejos o cerca de mí.
Para la pluma, tengo hasta un área para registrar el día
en que recibí de regalo de mi nieto; en cuanto al
colibrí, además de sus propiedades físicas, que también
serán fragmentadas y repartidas por el cerebro, tengo
imágenes de sus vuelos en mi jardín.
La videncia y la clarividencia - Estos son dos
modelos óptimos para comprender lo que pasa en el
cerebro de los médiums cuando relatan sus visiones de la
espiritualidad.
Este fenómeno mediúmnico no es el mismo fenómeno visual
que relatamos para las vías nerviosas y para el cerebro
físico de que todos nosotros nos servimos en este mundo
por donde circulamos.
Se dice, popularmente, que los médiums "ven con los ojos
de la mente". Científicamente sabemos que es el cuerpo
espiritual (periespíritu) que está captando las
imágenes. Allan Kardec enseña que el Espíritu se apropia
de las propiedades de los objetos - más o menos como
anotamos arriba sobre la fragmentación de los objetos
que alcanza nuestra visión. Sin embargo, después del
registro anotado por el cerebro espiritual, necesitamos
tomar conocimiento de lo que se ha visto. Y, del
periespíritu para nosotros, es nuestro cerebro que
tendrá que ser accionado para que nuestra percepción se
procese.
¿Cómo el periespíritu transfiere las informaciones para
el cerebro físico?
Sólo hay una manera: distribuir las características de
los objetos para que el cerebro pueda comprender lo que
fue visto del otro lado de la vida.
¿Cómo entonces el médium ve?
Está en el otro lado, en la dimensión espiritual, una
manzana, una pluma y un colibrí - los mismos objetos que
nos sirvieron de ejemplo en el campo físico.
Los videntes y los clarividentes verán los diversos
aspectos por separado. Por eso los relatos mediúmnicos
pueden disentir en cuanto a la ocurrencia o no de
colores, localización, movimiento, dimensiones,
utilidad, a quién pertenecía y las experiencias previas
- cada médium puede ver sólo uno o más de los fragmentos
de la información.
Esto revela la complejidad del fenómeno de la videncia y
de la clarividencia y principalmente del grado de
dificultad de aceptar la fidelidad de sus relatos.
Lección de casa - Allan Kardec enseña que la
mediumnidad es un fenómeno que se procesa por medio del
cerebro del médium.
(Las interpretaciones que aquí pongo son sólo mis
sugerencias para el estudio - no constan en el cuerpo
doctrinario de la Doctrina Espírita.)
Nubor Orlando Facure es médico neurocirujano y director
del Instituto del Cerebro de Campinas-SP. Ex-profesor
catedrático de Neurocirugía en la Unicamp (Universidad
de Campinas), es escritor y expositor espírita.