Tema: Buena acción
El agujero en el barco
Un hombre fue llamado a la playa para pintar un barco.
Trajo consigo pintura y pinceles, y comenzó a pintar el
barco de un rojo brillante, tal como lo habían
contratado para hacer.
Mientras pintaba, notó que la pintura estaba pasando
hacia el fondo del barco. Se dio cuenta de que había una
filtración, y decidió arreglarlo. Cuando terminó la
pintura, recibió su dinero y se fue.
Al día siguiente, el propietario del barco buscó al
pintor y se presentó con un bello cheque. El pintor
quedó sorprendido.
“Usted ya me pagó por la pintura del barco” – dijo él.
“Pero esto no es por el trabajo de pintura. Es por haber
reparado la gotera del barco.”
“Fue un trabajo tan pequeño que no quise cobrarlo. En
verdad, ¡me está pagando una cantidad tan grande por
algo tan insignificante!”
“Mi querido amigo, usted no comprendió. Déjeme contarle
lo que pasó. Cuando le pedí que pintara el barco, olvidé
mencionar el agujero. Cuando el barco se secó, mis hijos
lo cogieron y salieron de pesca. Yo no estaba en casa en
ese momento. Cuando volví y noté que había salido con el
barco, me desesperé porque recordé que el barco tenía un
hueco. Imagine mi alivio y mi alegría cuando los vi
regresando sanos y salvos. Entonces, examiné el barco y
¡vi que lo había reparado! ¿Se da cuenta ahora de lo que
hizo? ¡Salvó la vida de mis hijos! No tengo dinero
suficiente para pagarle por su ‘pequeña’ buena acción…”
Fuente: website https://pt.chabad.org/
Traducción:
Carmen
Morante
carmen.morante9512@gmail.com
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