Madurando sobre
felicidad
Mucha cosa me
ocurrió
Una, es la
persona ser de
verdad
La otra, es el
bien que ella
vivió
Unos dicen que
es tener
fortuna
Otros, belleza
y juventud
Algunos dicen
que es el amor
recíproco
Hay quien diga
que es la salud.
Todas ellas
reunidas, aun
así no
garantizan
Pues la alegría
en el mundo dura
apenas un
instante
Para ser feliz
en la vida, más
allá de ofrecer
guarida
Es tener la
conciencia en
paz, volviéndose
exultante.
Según el
diccionario, felicidad significa: sensación
real de satisfacción plena; estado de contentamiento, de
satisfacción.
De entre esas sensaciones y estado, las aspiraciones son
diferentes para cada uno. Hay quien desee tener la
belleza para siempre, recurriendo a mil artificios para
no demonstrar la edad; para otros, más allá de la
belleza tiene que ser bien-exitoso financieramente,
pudiendo así realizar todas sus voluntades y deseos; y
más allá de la belleza y del vil metal, hay la
estructura afectiva, estar en una relación que envuelva
amor reciproco; y lo más importante para la gran
mayoría: la salud física, emocional y espiritual.
No es nuestro caso, ya somos espiritualizados lo
bastante para no engañarnos con esas aspiraciones, las
nuestras son otras, cómo desenvolver el amor a Dios al
prójimo y a sí mismo, ¿concuerda?
¿Mas si se reúnen todas las aspiraciones mencionadas y
ellas son conquistadas, como no garantizar la felicidad?
Cuestionemos: ¿Por qué tener belleza estética? ¿Tener
riqueza? ¿Por qué tener relaciones afectivas
correspondidas? ¿Por qué tener salud toda la vida? Para
responder esas preguntas, indico una única palabra:
Apego. Y voy a justificar: nos apegamos mucho a la
forma, dejando de lado el fondo.
Primar por la belleza estética está más en atraer
miradas ajenas de lo que nos sentimos bonitos como
somos, sin tener que encuadrarse en cualquier patrón. Es
el apego a la vanidad.
La fortuna nos puede ofrecer sensaciones de todo orden,
la posesión de lo que deseamos, más allá de todo confort
y los caprichos atendidos: viajes y entretenimientos.
Propiedades como automóviles, inmuebles, ropas, joyas,
es el apego al lujo.
Relaciones afectivas reciprocas, aun con la comprensión
deformada sobre el amor, no conseguimos amar de gracia
debido a la carencia de ser estimados, queridos y
amados. Es el apego al egoísmo.
Estar siempre bien con la salud, 100% en todos los
sentidos, en este vehículo físico por el cual nos
movemos momentáneamente, este que es un universo que
precisa estar en equilibrio con plazo de validez y con
el combustible abastecido para una existencia, y cuando
el indicativo “dolor” avisa que algo no está bien y la
angustia clama atención para la conciencia, entendemos
que no es posible en el mundo en que vivimos estar
saludables en todas las áreas. Es el apego a la vida
terrena que envuelve la afectividad, personas que
amamos, y a los demás estados y sensaciones que
experimentamos en la materia.
Para reflexionar sobre la Felicidad e Infelicidades
relativas recurramos al El Libro de los Espíritus, en la
pregunta 921:
Se concibe que el hombre será feliz en la Tierra, cuando
la Humanidad estuviera transformada. Más, ¿en cuanto eso
se verifica, ¿podrá cada uno conseguir una felicidad
relativa?
“El hombre es casi siempre el obrero de su propia
infelicidad. Practicando la ley de Dios, a muchos males
se ahorrará y proporcionará a sí mismo felicidad tan
grande como lo comporte a su existencia grosera.”
La gran felicidad limitada que podremos experimentar
será de acuerdo unicamente con el cumplimiento de las
leyes divinas.
Después de la respuesta de los Espíritus Superiores,
Kardec en su comentario analiza la existencia terrena
como una estación temporal en un albergue precario, el
hombre no se contamina con las dificultades, pues son
pasajeras y, conforme se previene, sabe que llegará a
una buena posición. En la Tierra hay momentos felices en
todas las áreas, y cuanto más avanzamos moralmente más
vamos conquistando el verdadero bienestar, más no una
felicidad completa como esclarece la pregunta 920, de El
Libro de los Espíritus:
El hombre puede gozar en la Tierra una felicidad
completa?
— No, pues la vida le fue dada como prueba o expiación,
más de él depende ablandar sus males y ser tan feliz
como se puede ser en la Tierra.
Podemos provocar momentos felices incluso con nuestra
existencia grosera y viviendo las pruebas y expiaciones,
sin necesariamente precisar de grandes acontecimientos.
Hay un estudio que extraje del site de la BBC Brasil
diciendo que, en las últimas décadas, endocrinos,
neurocientíficos entre otros investigadores, estudian la
felicidad como un proceso biológico. Ellos quieren
encontrar lo que desencadena ese sentimiento bajo el
punto de vista físico, entender lo que ocurre en el
cuerpo cuando la alegría efectivamente se dispara, y
cómo conquistar ese sentimiento. En este sentido hay
cuatro substancias químicas naturales en nuestros
cuerpos definidas como el "cuarteto de la felicidad" son
ellas: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
La endorfina es
una substancia que el cerebro produce y genera felicidad
y motivación, ella activa naturalmente las mejores
sensaciones de humor, adrenalina y disposición en el
cuerpo, y liberamos la endorfina en el organismo a
través de los ejercicios físicos, socialización,
pensamientos positivos y alimentación equilibrada y
natural.
La serotonina fluye cuando usted se siente
importante, el sentimiento de soledad y hasta incluso la
depresión son respuestas químicas a su ausencia. Alex
Korb, neurocientífico, dice que las estrategias más
simples para elevar el nível de serotonina son: recordar
momentos felices, tomar sol, recibir masajes y practicar
ejercicios aeróbicos, como correr y ciclismo.
Dopamina: John
Salamone, profesor de Psicologia en la Universidad de
Connecticut (EUA), afirma: "Bajos niveles de dopamina
hacen que personas y otros animales sean menos propensos
a trabajar para un propósito". La mejor manera de elevar
la dopamina, por tanto, es definir metas de corto plazo
o dividir objetivos de largo plazo en metas más rápidas
y celebrar cuando las alcanza.
Oxitocina, por
ser relacionada con el desenvolvimiento de
comportamientos y vicios maternos, según estudio del
ginecólogo y obstetra hindú, Navneet Magon, "la unión
social es esencial para la sobrevivencia de la especie
(humanos y alguno animales), una vez que favorece la
reproducción, protección contra predadores y cambios
ambientales, más allá de promover el desenvolvimiento
del cerebro”. Abrazar es una forma simple de conseguir
un aumento de la oxitocina. Dar o recibir un regalo es
otro ejemplo.
¡Son actividades simples, fáciles y posibles de
aumentarnos, o, quien ya está practicando, perseverar!
¿Ya paramos para pensar en lo que el dolor y el
sufrimiento ya fueron capaces de transformar personas
para el bien? ¿Y que incluso en la peor tormenta se
puede crear algo de forma extraordinária? Recordemos dos
grandes artistas: sin dolor, sufrimiento y soledad, no
tendríamos arte. He algunos:
Edvard Munch (1863-1944)
Celebre pintor noruego, Munch sufría de depresión y
agorafobia, también tuvo colapsos nerviosos y sufría de
alucinaciones. Supuestamente, esos delirios habrían
inspirado al pintor a producir su obra prima: “El
Grito”, en 1893;
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Uno de los más lengendarios compositores de la historia,
Beethoven sufría de depresión y de transtorno bipolar.
Los estudiosos dicen que esa condición empeoró bastante
a partir de los 26 años, cuando desarrolló la sordera;
Machado de Assis (1839-1908)
Uno de los mayores escritores en lengua portuguesa,
Machado de Assis era constantemente asaltado por la
tristeza y por la melancolia. La depresión aumentó con
la muerte de la esposa, en 1904.
Hay los poetas notables que derraman sus conflictos
existenciales a través de la tinta que pinta, el papel
de sus dolores, con los cuales nosotros nos
identificamos...
El arte es la mejor forma de sublimar un dolor y
producir una cura para sí y para el otro. Es en lo
individual y en lo social que entendemos la condición
humana; el sufrir es normal, la tristeza y la
frustración son normales, más pasan. Es necesario dejar
las fases pasar. No es para resistir a los problemas; es
encararlos y transformarlos, poner en acción nuestros
recursos que son: el buen ánimo, la fe, el coraje y la
resignación.
Vamos a crear y transformar del lado de dentro, más
también del lado de fuera. El arte que está al alcance
de todos, todo el mundo puede hacerlo, no sólo pintores,
escritores, músicos y poetas. Es el arte de ayudar.
Ayudar a la familia, los amigos, la comunidad, sea quien
fuera. Ayudar a sí mismo y saber pedir ayuda cuando se
necesita.
Jesús viene a tocar la inteligencia y el sentimiento en
el sermón de la montaña en Mt, 7: 9: “¿Y cuál de entre
vosotros es el hombre que, un hijo suyo pidiéndole pan,
le dará una piedra? ¿Y pidiéndole peces, le dará una
serpiente? Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar
buenas cosas a sus hijos, cuanto más vuestro padre, que
está en los cielos, dará buenas cosas a los que le
pidieran”.
Mas no es para pedir que seamos felices y, sí, pedir
para que tengamos discernimiento delante de las
adversidades. Y escoger ser felices ahora, con todos los
motivos, y sin precisar de ellos. Porque es un estado,
no es para aspirar, es para ser, y para eso vale el
esfuerzo, la voluntad y el coraje.
La felicidad geralmente está relacionada a deseos no
satisfechos, el ser humano sería incapaz de expresar lo
que realmente lo haría feliz, él podría citar varios
factores que podrían satisfacerlo, más en la verdad
sería temporal, luego desearía otra cosa o estar en otra
situación. Ser
feliz es un estado de espíritu, por tanto, es cuando
estamos conectados a Dios. ¿Cómo se conecta a Dios? ¿Cómo
ser feliz? Veamos algunas preguntas y vamos respondiendo
una a una con sí, o no:
¿Estoy en paz con la conciencia?
¿Yo hago el bien a todos?
¿Estoy renovándome a mí mismo?
¿Estoy satisfecho con lo necesario?
¿Yo me amo del modo que soy?
¿Yo amo sin esperar ser amado?
¿Yo cuido de mí?
¿Yo soy agradecido?
Yo creo en la vida futura?
¿Yo sé perdonar?
Si las respuestas para todas las preguntas fueran sí,
entonces sí, es posible ser relativamente felices en la
Tierra.
Termino nuestra reflexión con la frase de Emmanuel,
psicografiada por Chico Xavier: “La Felicidad real es
una casa que se construye por dentro de la propia alma”.
Referências bibliográficas:
Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos. Tradução
de Salvador Gentile. 175° edição. Araras. São Paulo.
Editora IDE. 2007.
BRASIL. BBC. Os
hormônios da felicidade: como desencadear efeitos da
endorfina, oxitocina, dopamina e serotonina, disponível
em: BBC
portuguesa, Acesso
em: 17 out, 2019.
Kardec, Allan. O Evangelho segundo o Espiritismo. Tradução
de Matheus Rodrigues de Camargo. 1° edição. 40°
reimpresso. Capivari. São Paulo. Editora EME. 2000. Cap.
V, Item 20.
BRASIL. 9 Gênios depressivos, disponível
em: equilíbrio
em vida Acesso em: 17 Out, 2019.
EMMANUEL (Espírito), Livro de Respostas, psicografado
por Francisco Cândido Xavier. Editora Céu.