Osvaldo Monteiro (foto),
nuestro entrevistado hoy, nació en Lucélia (SP),
pero reside desde hace muchos años en Paranavaí
(PR), donde se trasladó a la edad de 9 años. Ha
ocupado numerosos cargos en el movimiento
espírita, siendo actualmente el presidente del
Centro Espírita Fe, Amor y Caridad y también de
la 8ª Unión
Regional Espírita, así como consejero-miembro
del Consejo Federativo estatal, del Departamento
de Orientación al Movimiento Espírita y del
Comité de Asuntos Doctrinarios del CFE/FEP,
órganos vinculados a la Federación Espírita de
Paraná.
Osvaldo nos concedió la siguiente entrevista, en
la que habla, entre otros temas, sobre su
iniciación en el Espiritismo.
¿Cómo conoció el Espiritismo?
Mamá -
Cenira Aparecida Conegero - en la época de mi
nacimiento ya estaba afiliada a una rama
esotérica de la filosofía - Círculo Esotérico de
la Comunión del Pensamiento - a través del cual
recibía informaciones muy cercana a las ideas
espíritas. La época era difícil; vivíamos en una
zona rural y los informes que llegaban con
respecto a la espiritualidad se daban muy
lentamente, a través de una revista mensual y un
libro anual que mamá recibía, pero lo suficiente
como para guiarla en la ética espiritualista y
la moral cristiana. Por cierto, bebí como leche
materna algunos informes sobre tesis
espiritualistas y espíritas. Crecí en ese medio.
¿Hubo
algún hecho o circunstancia especial que haya
propiciado el contacto inicial con el
Espiritismo?
Sí. Fue
en 1968. En la escuela, la profesora solicitó a
los estudiantes una investigación sobre diversos
temas; a mí me tocó investigar sobre una
religión que fuera mi preferencia. En aquellos
días, mi hermana mayor había adquirido una
colección de varios libros espíritas, de la
autoría de Allan Kardec (recuerdo, hasta el día
de hoy, todos los libros encuadernados en un
forro azul oscuro). Supe después que se trataba
de las obras básicas de la Doctrina Espírita.
Para la tarea, comencé a leer una de ellas,
titulada "El libro de los Espíritus". A medida
que leía, era como "beber" los conceptos
escritos en una didáctica bellísima. Me enamoré
y nunca dejé de leer libros espíritas. En esa
época, había una relativa dificultad para
acceder a los libros espíritas. Después de leer
toda la colección, comencé a adquirirlos
mediante reembolso postal de la Federación
Espírita Brasileña, que traía en el encarte de
la Revista Reformador la relación de sus obras
editadas para la venta. Y así fue como "entré”
en el Espiritismo", esperando que el proceso de
que "entre" dentro de mí se acelere
continuamente.
En las
actividades del Centro Espírita, ¿qué es lo que
más le llama la atención, con referencia al
público, los estudios e incluso los intereses
que puedan despertar los temas traídos por el
Espiritismo?
En
cuanto al público en general, noto el creciente
interés en conocer más profundamente el
Espiritismo, a pesar de que una parte de ese
público aún permanezca en la esfera de beneficio
del pase y de las informaciones superficiales
sobre la Doctrina Espírita. En la casa espírita
a la que estoy vinculado (Centro Espírita, Fe,
Amor e Caridade), más del cincuenta por ciento
de los frecuentadores eligen el grupo de estudio
de rutina. Esto me parece un buen número y
demuestra que estamos efectivamente interesados
en el proceso de mejora interior recomendado por
el Espiritismo.
¿Cuál
es el rasgo significativo que destaca en el
pensamiento espírita?
Su
poder para provocar en sus fieles seguidores la
búsqueda de la transformación moral, aunque sea
lenta y gradual, lo que es natural. Pensar en el
Espiritismo es constatar la riqueza presente en
el ser humano. Quien se dedique a su estudio,
con la seriedad recomendada por el Codificador,
alcanzará la convicción de la Inmortalidad, de
la Ley de Reencarnación, la realidad del
intercambio incesante entre el nuestro y el
Mundo de los Espíritus; la fe en Dios deja el
espacio de la credulidad para entrar en el de la
certeza; la fe tiende a ser alimentada también
por el raciocinio, por lo que Allan Kardec
denominó "fe razonada"; llegamos a percibir
nuestra conexión con "todo" y con el "todo",
dinamizando nuestro respeto por todos los seres,
humanos o no, así como por toda la Naturaleza de
este y de todos los mundos del Universo.
Comenzamos a comprender con mucha eficiencia el
mensaje de los hechos y circunstancias que la
vida nos reserva. Entonces, la característica
significativa del Espiritismo, en nuestro
concepto, es su capacidad de provocar el cambio
individual y colectivo, porque su propuesta es –
y la tiene como finalidad – la transformación
moral de la humanidad.
¿Qué es
lo que más le agrada en la preparación de las
conferencias e incluso en la experiencia de
hablar de esas lecciones sublimes?
El
hecho de aprender continuamente. En cada momento
de estudio y preparación del tema descubrimos
aspectos que antes no se habían observado, y así
vamos progresando en la comprensión de esta
ciencia del alma. Interactuar con las personas a
través del habla nos da la oportunidad de
momentos de gran alegría y satisfacción por el
contacto también con el cariño que nos otorgan,
aunque lo merezcamos poco.
¿Hay
algo a destacar de sus recuerdos en la actividad
espírita que le gustaría relatar?
Una
vez, todavía un poco inmaduro en el manejo de
los informes doctrinarios, me apresuré a hacer
evidente a un valiente compañero del Movimiento
Espírita, por quien tengo profundo respeto y
mucha deuda, la desviación de un amigo común, a
lo que recibí como respuesta que era el derecho
del otro elegir según su libre albedrío y que la
diversidad es de propia naturaleza. Fue una gran
y especial lección práctica de Espiritismo que
recibí de un verdadero amigo.
No dejó pasar la oportunidad de iluminar una
mente ansiosa en cuanto a
la dirección correcta que se debe dar al mirar
señalando al prójimo. He tenido innumerables
lecciones en la convivencia con los compañeros
del Movimiento Espírita, ya sean los de la Casa
Espírita, o de los órganos de unificación de
nuestro Estado.
El movimiento espirita en nuestro país, ¿le
complace o falta algo en él que favorezca una
mejor divulgación de la Doctrina?
Debemos
avanzar hacia la unión de los espíritas en favor
de la difusión doctrinaria. Debemos abrir
frentes de trabajo que lleguen a la masa humana
en desaliento, presa fácil de ilusiones
engañosas. Proporcionar información espírita por
todos los medios lícitos de divulgación.
Abaratar el libro espírita para favorecer al
público con menos poder adquisitivo, que
necesita ser estimulado en la formación del
hábito de la lectura. Los programas de radio,
excelentes medios de difusión necesitan ser más
valorados por el Movimiento Espírita. Hay mucho
que hacer para que el Espiritismo avance en el
seno de la masa humana de los necesitados del
alma.
¿Cómo
está el Movimiento Espírita en su ciudad?
Va en
término medio, diría yo; hay espacio
suficiente para avanzar, dependiendo de nuestra
dedicación en el campo doctrinario,
especialmente con respecto a nuestra
transformación moral, nuestra postura como
espíritas, pues, como sabemos, sólo el ejemplo
es lo suficientemente contagiante hasta el punto
de provocar avances significativos en el campo
del convencimiento de quienes nos rodean y de
otros que impregnan el espacio de nuestra
convivencia. Recordando al Maestro Kardec: "Se
reconoce al verdadero espírita por su
transformación moral y por los esfuerzos que
hace para dominar sus malas inclinaciones". Pero
a pesar de esto, yo diría que el Movimiento
Espírita de mi ciudad ha ido relativamente bien,
en término medio, y puede ser mucho mejor.
¿Cuántas instituciones espíritas hay en
Paranavaí?
Hay
varias; algunas vinculadas al Movimiento
Espírita de Unificación, cito aquí al CE Fe,
Amor y Caridad, el CE André Luiz, CE Luz de la
Verdad. Existen otras instituciones y grupos
independientes que operan en nuestra comunidad.
En los
análisis doctrinarios para el gran público,
especialmente en conferencias y seminarios, ¿qué
debe priorizar el expositor?
Los
aspectos que llevan al participante a las
reflexiones más profundas sobre la necesidad del
esfuerzo para una renovación íntima. Las
cuestiones que tienen que ver con el
autoconocimiento son muy bienvenidas en este
momento. También aquellas que refuerzan el
conocimiento de los fundamentos doctrinarios y
los que estimulan el conocimiento y la vivencia
de las cosas del Evangelio, propuestas y
ejemplificadas por el Guía y Modelo Jesús. Me
imagino que eso es lo que necesitamos para
ofrecer apoyo a nuestra caminata en dirección a
la luz espiritual.
¿Algo
más que quisiera añadir?
Todos
estamos unidos en el ideal de vivir lo que
aprendemos con los espíritus del Señor, con las
notas del abundante material que ofrece el
Espiritismo. Especialmente en este momento de
transición planetaria, se nos pide algo más que
una simple vida de conformación. En nuestros
oídos deben hacer eco las palabras del Nazareno,
una de ellas especial para el momento: "Si
alguien quiere venir tras de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Lucas
9:23-26). Entonces, la propuesta para todos
nosotros, los nuevos cristianos, debe ser tratar
de solucionar nuestros "problemas", mientras
que, al mismo tiempo, en el esfuerzo de cada
día, trabajemos por el bien general.
Sus
palabras finales.
Mis
palabras son de gratitud por la oportunidad y el
estímulo dirigido a todos nosotros para que en
la vida cotidiana seamos, en la práctica, a
través de la fuerza de voluntad, todo lo que
aprendemos en el espacio de cultivo de la
Doctrina Espírita. ¡Paz para todos! |