|
La mente,
la consciencia
y el alma humana |
|
En un estudio sin compromiso podemos observar algunas
funciones de la mente que dirigen nuestra vida:
1. La consciencia
Neurologicamente podemos entender la consciencia como
una propiedad que nos permite reconocer e interobrar con
nuestro mundo interno, mental y físico y con el ambiente
que nos envuelve.
La consciencia presupone un estado de alerta. Ella está
íntimamente relacionada con la atención. Estar
consciente significa prestar atención, estar más o menos
atento, en estado de alerta.
El estar consciente tiene una dimensión vertical ligada
a una mayor o menor responsabilidad. En una situación
normal estamos plenamente despiertos, mas su perdida nos
lleva a grados de perjuicio progresivo: primero, la
somnolencia, después el sopor y, posteriormente, el
estado de coma.
2 - ¿Puedo dividir mi consciencia?
Usted puede compartir conmigo mi atención cuando
asistimos juntos a una película en la TV, o mi memoria
cuando comentamos la fiesta de final de año en nuestra
empresa. Mas mi consciencia yo no puedo dividirla con
usted.
Ella está llena de pensamientos que fluyen sin
interrupciones. Ella sintetiza y expresa mi
personalidad. Sin ella yo no sé quién soy. Ella lee con
percepciones que crea, repercutiéndolas en mis
emociones. Ella es una experiencia subjetiva, solo mía,
aunque usted pueda evaluar mi estado de consciencia.
Otras veces ocurre de un
paciente víctima de un AVC estar despierto, mas nosotros
no tenemos acceso al contenido de su consciencia. Es el
llamado estado vegetativo,
como si el paciente no tuviese una mente para
comunicarse.
Ya existen experiencias muy interesantes con la
evaluación del cerebro de esos pacientes usando la
resonancia cerebral funcional.
Las imágenes en la resonancia registran cambios en el
cerebro cuando ellos oyen un llamado de su madre
sugiriendo un cierto grado de percepción afectiva.
3 - Estados alterados de la consciencia
Ciertas situaciones patológicas, como, por ejemplo, la
epilepsia del lóbulo temporal y las psicosis, pueden
provocar una alteración en la cual el paciente parece
vivir otra realidad. Ocurre una desconexión con el
ambiente. El pensamiento es delirante, tiene visiones
distorsionadas, habla inconexa. Ocurre una perdida de la
noción de tiempo y una desorientación espacial.
Generalmente son episodios de corta duración y el
paciente tiene que ser contenido para no herirse. Él se
comporta viviendo una situación que para nosotros es
irreal y en un ambiente extraño, mas para él es donde se
situa su consciencia.
4 - Expansión de la consciencia
La consciencia tiene, también, una dimensión horizontal.
En los ejercicios de meditación ella puede recogerse
quedando centrada en un pensamiento único. En el caminho
inverso, ella puede expandirse posibilitando evaluación
de ambientes externos próximos o distantes. la expansión
ocurre de forma provocada o espontánea em las siguientes
situaciones:
· En
la inducción hipnótica
· En
las experiencias de parapsicología
· En
los fenómenos del trance sonambúlico mediúmnico
· En
las experiencias fuera del cuerpo
· En
el sueño lúcido.
Son hechos que comprueban con abundancia que la
consciencia puede transitar fuera del cerebro.
5 – Subconsciente
En cuanto la consciencia leída con la realidad que se
presenta en el presente, la mayor
parte de nuestra vida mental está basada en nuestras
vivencias pasadas que se acumulan en el subconsciente.
Nuestra mente transita continuamente entre la
consciencia y el subconsciente, simultánea y
sucesivamente.
Estoy conversando con un amigo sobre determinado asunto,
puede ser sobre los paisajes de las cataratas de Minas
Gerais. En cuanto vamos conversando, viendo las
reacciones de los amigos alrededor, percibo que acaba de
venirme a la mente el ruido de la catarata en el río
Araguari, que queda allí, cerca de Uberlândia, donde
vive mi hija Kátia, que hace poco se volvió abuela de la
niña más linda del mundo, Liz.
Todo ese contenido vino de mi subconsciente donde estaba
almacenado.
6 – Inconsciente
Equivocadamente denominado el sótano de la mente, es en
el que quedan nuestros deseos, que la consciencia no
acepta que sean revelados.
En el se acumula la energía que un día derrama por haber
acumulado conflictos no resueltos. Entre tanto, podemos
explorar el inconsciente con la perspectiva de
registrarse en el las experiencias de encarnaciones
anteriores. La experiencia de investigadores en esa
región de la mente ya acumuló material voluminoso y
confiable.
7 - El inconsciente neurológico
Cuando aprendemos una tarea y adquirimos competencia
para ejecutarla su esquema motor es almacenado. Los
núcleos de la base en el centro del cerebro hacen ese
papel de piloto automático ejecutando tareas aprendidas
si gran participación de la consciencia.
Ese inconsciente automático nos permite ejecutar
con precisión una obra de arte, una sonata al piano,
digitar un libro entero con rapidez y precisión.
Nuestra actividad visceral es toda inconsciente, mas en
algún momento puede venir a ser percebida
conscientemente. Un buen ejemplo es la respiración,
totalmente inconsciente, mas basta una pequeña tos para
percibir que ella existe.
8 - El dominio espiritual de la mente
Didacticamente podemos
considerar que existen dos ambientes mentales: el
material y el espiritual. En la realidad, todavía, los
dos representan el espectro de un continuum.
La mente vive el mundo material en el cerebro físico y
permanece en contacto directo e ininterrupto con la
dimensión espiritual.
En cualquiera de los encuentros que realizamos
despiertos o durmiendo, mantenemos comunicación directa
con los Espíritus que sintonizan con nosotros. La idea
de poder estar solos es una gran ilusión.
Afectos y simpatías, rechazos o desconfianzas son mucho
más espirituales que físicas. Vivimos mucho más una
experiencia espiritual con nuestra mente de lo que la
consciencia física nos puede permitir suponer.
9 - La consciencia y la mediumnidad
Este es uno de los fenómenos humanos más
extraordinarios: la posibilidad de fundir las dos
consciencias: la del encarnado y la del Espíritu
comunicante.
Como enseñó Kardec, eso se procesa en el cerebro del
médium.
Para mí, como neurólogo, presupongo ser esa duplicación
posible en el cérebro, porque en el tenemos una vía de
comunicación voluntaria en el sistema piramidal ocupada
por el médium y una vía automática, extrapiramidal, en
los núcleos de la base ocupada por el desencarnado.
La mediumnidad tiene una vecindad clínica interesante
con el fenómeno de las personalidades múltiples, en que
las consciencias se presentan como dos o tres
comportamientos distintos.
10 - La consciencia después de la muerte
Hago aquí apenas dos consideraciones para provocar un
estudio más simple
al desencarnar, una de las dificuldades es el despertar
para otra situación en que las funciones mentales son
diversificadas.
El recién desencarnado aun no sabe lidiar con el
pensamiento, las memorias, las necesidades, la
comunicación y el ambiente donde se situa.
El segundo problema es la multiplicidad de
personalidades con que ya transitamos en otras
encarnaciones; saber lidiar con la presión mental de
cada una de ellas es trabajoso.