Sandra Santiago (foto) nació en Recife
(PE) en 1967, pero actualmente reside en João Pessoa,
capital de Paraíba. Activa en el movimiento
espírita, Sandra ya ha realizado varias
actividades, como pasista, conferencista y
actualmente coordinadora de un grupo de estudio
de Libras (lengua brasileña
de señas) para trabajadores
espíritas. Con sólida formación académica en el
área de educación inclusiva, nuestra
entrevistada está comprometida con los eventos
espíritas para realizar la traducción en Libras.
Para hablar sobre la inclusión y otros temas,
nos concedió la siguiente entrevista:
¿Cómo entró el Espiritismo en
su vida?
Cuando era niña, mi padre me
hablaba de los conocimientos espíritas. Nunca me
llevó a ningún centro espírita, nunca lo vi
frecuentar uno. Pero entendía bien los aspectos
filosóficos de la doctrina y despertó en mí el
interés en la lectura de las obras de
codificación y las psicografiadas por Chico
Xavier. En la adolescencia intensifiqué las
lecturas y esporádicamente comencé a asistir a
la FEP (Federación Espírita Pernambucana). Poco
a poco me fui identificando con la doctrina.
Como intérprete de Libras,
¿se da cuenta de los desafíos que deben ser
superados en el movimiento espírita con respecto
a la inclusión?
Todavía hay muchos desafíos,
aunque reconozco que ya hemos avanzado.
Necesitamos entender y vivenciar el Evangelio de
Jesús, de hecho, es decir, ofrecer todo lo que
tenemos a todos y todas, sin crear barreras que
restrinjan la participación de nadie. Esas
barreras son de varios tipos: arquitectónicas,
actitudinales, de comunicación, etc.
Para ejemplificar los desafíos a
superar, cuestiono sólo unos pocos:
a) ¿Cómo
recibir a un usuario de silla de ruedas, un
amputado, un usuario de muletas (o incluso una
obesa, una mujer embarazada en los últimos meses
de gestación) si las actividades del centro
espírita tienen lugar en el segundo piso de la
Casa, sin ascensores, plataformas elevadoras o
cualquier otro recurso de accesibilidad física?
b) ¿Cómo
recibir a los ciegos (o incluso a los
analfabetos) si los mensajes, recomendaciones,
tratamientos espirituales, orientaciones, etc.
se entregan impresos "en tinta" y no en braille?
Incluso, si no hay en la casa espírita ninguna
obra de estudio accesible a los ciegos, a la
persona con baja visión o analfabeta, ¿por qué
no nos preocupamos en grabar el texto en audio,
generando accesibilidad?
c) ¿Cómo
es posible que un hombre sordo se sienta
recibido en la casa espírita o incluso en
eventos si no hay intérpretes de Libras?
Si un centro espírita quiere
implementar el trabajo de interpretación de
Libras, ¿por dónde debe empezar?
Son muchas las acciones que
deben observarse. Pero en general, advierto a
los dirigentes que investiguen entre sus
trabajadores y frecuentadores si existen
usuarios de Libras. Ellos pueden ser los
primeros en elaborar actividades con
interpretación para las hermanas y hermanos
sordos. Otras actitudes, como buscar ayuda,
apoyo, asesoramiento de expertos en la zona,
también pueden ayudar, indicando caminos
compatibles con cada realidad.
Paulatinamente, es necesario
ofrecer curso de lenguaje de señas a los
trabajadores, para que todos sean agentes de
inclusión dentro de la casa, ya que la inclusión
presupone la participación activa de la persona
a ser incluida. Por ello, en la librería, la
cafetería, en la reunión pública, en el pase,
etc. debe haber alguien capaz de comunicarse con
las personas sordas, sin necesidad de la
mediación del intérprete.
Por último, quisiera señalar la
necesidad de sensibilizar a todos los/las
espíritas para que se unan a este proceso,
contribuyendo con la inclusión, porque Cristo
vino para todos/as, no relegaba a una persona
por su condición.
A los oradores, en general, y a
los que coordinan actividades doctrinarias, pido
su atención para cooperar con los intérpretes
que llegan para trabajar y necesitan apoyo,
ayuda, intercambio, porque, lamentablemente, la
mayoría aún no conoce el trabajo de
interpretación. Entonces, no entiende la
necesidad de poner a disposición los materiales
que guiarán sus discursos, de antemano, para
garantizar el derecho lingüístico de los/las
sordos/as.
Creo que, si entendemos el
mensaje de Cristo, trabajaremos por la
inclusión, enfrentando los desafíos, superando
dificultades, creciendo juntos.
¿Ha recibido un
retorno positivo de los sordos y sordas? ¿Hay
algo que quiera narrar a nuestros lectores?
Sí. Buena parte de las personas
sordas y sordos que están interesadas en la
doctrina, quieren aprender, contribuir,
participar. Pero se ven obstaculizados en su
deseo de entrar en el Espiritismo. Se sienten
excluidos en los diferentes espacios donde la
doctrina es vivenciada. Pocos centros disponen
de un intérprete y, aún en ese caso, no se les
autoriza para participar en todas las
actividades.
Cuando no respetamos el lenguaje
como parte de la identidad de una persona,
negamos su presencia en el mundo. Esto es muy
triste que ocurra en una doctrina que en esencia
defiende, profundiza y se apropia del Evangelio
de Jesús como base. Hagamos la diferencia que
queremos ver en el mundo regenerado. ¡La hora ha
llegado!
¿Hay alguna obra que
considere importante indicar a los trabajadores
espíritas con respecto a la inclusión en
general?
La codificación espírita por sí
sola es rica en información sobre esto. Pero
sugerimos algunas obras de autores espiritas que
abordan el tema directamente, tales como: a) Inclusión
y accesibilidad – Espiritismo para todos,
por Sonia B. Hoffman; b) El gigante acostado:
vida y obra de Jerónimo Mendonca, por Jane
Martins Vilela; c) Luz creciente, de
Jerónimo Mendonça.
Otras obras de literatura
científica/académica también pueden ampliar
nuestros puntos de vista:
1) Inclusión: construyendo
una sociedad para todos, por Romeu K.
Sassaki.
2) Nadie más será amable en
la sociedad inclusiva, por Cláudia Werneck.
3) La historia de la
exclusión de las personas con discapacidad, por
Sandra A. S. Santiago.
4) Problemática de la
inclusión del estudiante sordo, de Sandra A.
S. Santiago.
Cuéntenos un poco sobre el
Festival Ediluz, en el que participó como
intérprete de Libras. ¿Cómo fue la experiencia?
Muy buena experiencia, ya que
trajo muchos desafíos a ser enfrentados con
humildad y sabiduría. El
Festival fue otra iniciativa de tantas a las que
nos unimos para promover la inclusión, pero los
retos permanecen y deben ser compartidos. Y si
cada uno hace su parte, haremos una sociedad
inclusiva. Desafortunadamente, muchos todavía no
piensan en "todos" y construyen prácticas que
son excluyentes, porque no permiten acceder a
todos al conocimiento espírita. En esto
consisten nuestros mayores desafíos: romper las
barreras impuestas por actitudes que segregan,
limitan, irrespetan el derecho de todos a ser
espíritas, a frecuentar a una casa, acompañar
una conferencia, participar en una actividad de
manera equitativa.
¿Cómo el conocimiento
espírita ayuda en el desarrollo de sus
actividades profesionales, dado que trabaja con
educación inclusiva?
Deja en claro que mi mayor
ejemplo de inclusión es Jesús. Especialmente
recordándome todos los días que "no somos"
definitivamente esto o aquello, por lo que esta
forma de catalogar al mundo en "normales y
anormales", "capaces e incapaces", "eficientes y
deficientes" es completamente antievangélico. De
hecho, "estamos" viviendo en ciertas condiciones
por razones lúcidas del Creador que nos permite
aprender y evolucionar desde diferentes
perspectivas. Por lo tanto, lo que no
alcanzamos/percibimos, respetamos y aceptamos
cuando ocurre en el otro, nos alcanzará -de
manera cada vez más tangible- para promover
nuestro despertar espiritual al amor, sin
distinción.
Ustedes tienen, en João Pessoa,
un proyecto llamado "Escuela Proyecto Aponte",
¿qué proyecto es este y cómo hacen para
mantenerlo?
Es un proyecto que se mantiene
sólo a través de donaciones. Donaciones de todo
tipo: servicio, materiales, recursos humanos,
etc. Consiste en una escuela de educación
infantil que acoge y educa a 40 niños en
situación de vulnerabilidad social en la
periferia de João Pessoa.
Funciona en una casa prestada por uno de los
voluntarios, en dos turnos. Ofrece clases,
útiles escolares, apoyo psicopedagógico,
psicológico, nutricional, alimentación,
uniformes, etc. También apoya a las familias de
estos niños con orientación, educación para la
salud, etc. Ha estado operando desde 2014, y a
pesar de los desafíos, lleva a cabo una
propuesta de educación del espíritu dentro del
paradigma de la inclusión. Recibimos niños, sin
importar sus diferencias, lo que tengan. Y todos
son recibidos y participan en todo, e incluso
tienen clase Libras desde que entran en la
escuela.
Sus palabras finales.
Agradecemos la oportunidad de
hablar sobre la inclusión y pedimos que los
líderes, conferencistas, en fin, todos los
trabajadores de la siembra espírita, se sientan
corresponsables en hacer del movimiento lo que
ya está presente en la doctrina; después de
todo, la inclusión es el amor incondicional a
todos los hermanos y hermanas, como lo
ejemplificó el Maestro.
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