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¿El funeral es
para quien queda o para quien se fue? |
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“Dejad a los muertos el
cuidado de enterrar a sus muertos; en cuanto a ti, ve a
anunciar el reino de Dios.” 1
Desde los
principios amargamos a esa visitante indeseada que
conduce para lejos de nosotros los afectos más amados y
a veces disparamos: “Lleva al indeseado miserable o
aquel crónico bandido”, mas luego leemos en el Evangelio
el pensamiento general: “Si fuese un hombre de bien
habría muerto”.2
Personas que en el
momento son bandidos o miserables, o aquellos que están
consiguiendo ser hombres y mujeres de bien, todos
iremos, unos antes que otros, independentemente del
tiempo de quedarse en el Planeta.
La comprensión aun
limitada sobre la justicia y la bondad de Dios no
posibilita al ser a pensar que lo que parece terrible en
verdad puede ser algo bueno. Debido a la inmadurez
espiritual, el ser no atenta para el todo, entre tanto
la madurez puede ser y ciertamente será conquistada a
través del esfuerzo y de actitudes que se despojen de la
materialidad de la existencia terrestre, vislumbrando
que hay algo mayor fuera de ella.
Todo año hay una partida
considerable de espíritus que desencarnan, sin embargo
este año de 2020 ha sido un marco para la partida en
masa de espíritus, especialmente en el mes de mayo aquí
en nuestro País 3, en consecuencia de la
crisis sanitaria y por otras enfermedades. Estamos
entonces teniedo un contacto mayor con esa experiencia
de entristecernos por asistir a la partida de muchas
personas conocidas a antecedernos en el retorno a la
verdadera vida.
Un joven, queriendo
seguir a Jesús, dice al Maestro que antes de seguirle
tenía que ir a enterrar a su padre. El Cristo, que es
todo amor, sin ceremonia le dice que dejase a los
muertos el cuidado de enterrar a sus muertos y lo
siguiese. La primera vez que tuve contacto con ese
versículo fue en la infancia, y quedé muy impresionada,
mas nadie conseguía explicarme de forma satisfactoria lo
que Jesús quiso realmente enseñar. Entonces, ya que
tengo acceso a la doctrina espírita, que me ayudó a
entender referido pasaje, transcribo el texto a seguir:
“¿Qué pueden significar
estas palabras: ‘Dejad a los muertos el cuidado de
enterrar a sus muertos’? Las consideraciones precedentes
muestran, en primer lugar, que, en las circunstancias en
que fueron proferidas, no podía contener censura a aquel
que consideraba un deber de piedad filial ir a sepultar
a su padre. Tienen, no obstante, un sentido profundo,
que solo el conocimiento más completo de la vida
espiritual podía volver perceptible.
La vida espiritual es, en efecto, la verdadera vida, es
la vida normal del Espíritu, siéndole transitoria y
pasajera la existencia terrestre, especie de muerte, si
es comparada al esplendor y a la actividad de la otra.
El cuerpo no pasa de simple vestimenta grosera que
temporalmente cubre el Espíritu, verdadera cadena que lo
prende a la superficie terrena, del cual se siente él
feliz en liberarse. El respeto que a los muertos se
consagra no es a la materia que lo inspira; es, por el
recuerdo, el Espíritu ausente quien lo infunde. Él es
análogo a aquel que se dedica a los objetos que le
pertenecieron, que él tocó y que las personas que le son
amadas guardan como reliquias. Era eso lo que aquel
hombre no podía por sí mismo comprender. Jesús lo
enseña, diciendo: No te preocupes con el cuerpo, piensa
antes en el Espíritu; ve a enseñar el reino de Dios; ve
a decir a los hombres que la patria de ellos no es la
Tierra, mas el cielo, por cuanto solamente allá
transcurre la verdadera vida.” 4
Mas claro imposible y
también un alivio. Es como gratificación Jesús enseña
que el amor no muere.
En cada cultura que los
pueblos sepultan a sus muertos a su manera.
En Alemania la
preparación del cuerpo dura días o hasta semanas, hay
una confraternización fúnebre con amigos y familiares en
un restaurante después de la ceremonia.
En Rusia el funeral es
una reunión alegre, con personas vistiendo ropas
coloridas.
En Japón los funerales
ocurren en casa. Es una ceremonia donde el silencio y el
respeto imperan.
En Italia la
confraternización es alrededor del funeral. Los
funerales ocurren en casa y pueden durar hasta una
semana. La intención es que todos puedan despedirse del
fallecido.
Y en Brasil, bien, todos
sabemos como es. Fui a casas y capillas y en ambos
observé actitudes desfavorables al momento,
principalmente por la ignorancia de la vida espiritual.
La literatura espírita
nos esclarece lo que ocurre en un velatorio; sabemos que
la desencarnación varia de espíritu para espíritu;
cuanto más materializado más tiempo el espíritu se
conserva preso al envoltorio físico, mas puede ocurrir
de el espíritu asista al propio entierro y oír las
palabras jocosas y los comentarios infelices de las
personas presentes.
Desde marzo del presente
año el Ministerio de la Salud6 publicó un
protocolo sobre funerales y entierros para muertes
causadas por la Covid-19, debido al riesgo de
contaminación, con recomendación de acomodación de no
máximo 10 personas y con el necesario distanciamiento.
Para las familias enlutadas, se trata de un desafio
inmenso.
Uno de los casos que
André Luiz, a través de la psicografia de Chico Xavier,
nos trajo es el de Dimas y el comportamiento de los
parientes y amigos durante el velatorio, que influenció
directamente en el estado del desencarnante,
perjudicándolo varias veces.
Se hace preciso en un
velatorio prestar el respeto tanto al desencarnante como
a sus familiares, sabiendo que él, que está partiendo
para el más allá, no es el envoltorio, el cuerpo, mas sí
el espíritu. Nos cabe enviarle los mejores sentimientos
para su desenlace, la oración en favor de su
desprendimiento y de su llegada en el plano espiritual.
Tratandose de las
oraciones por quien desencarna, sigue una que retiré de
la codificación kardecista7 que un médium
psicografo en Burdeos, en Francia, cuando un
desencarnado dentro de un cajón pasaba por su casa:
“– ¡Señor omnipotente,
que tu misericordia se extienda sobre nuestros hermanos
que acaban de dejar la Tierra! ¡Que tu luz brille para
ellos! ¡Sácalos de las tinieblas; ábreles los ojos y los
oídos! ¡Que los buenos Espíritus los cerquen y les hagan
oír palabras de paz y de esperanza! Señor, aunque muy
indignos, osamos implorar tu misericordiosa indulgencia
para este hermano nuestro que acaba de ser llamado del
exilio. Haz que su regreso sea el del hijo prodigo.
Olvida, oh mí Dios, las faltas que haya cometido, para
recordar solamente del bien que haya practicado.
Inmutable es tu justicia, nosotros lo sabemos; mas,
inmenso es tu amor. Te suplicamos que ablandes aquella,
en la fuente de bondad que emana de tu seno. ¡Brille la
luz para tus ojos, hermano que vienes de dejar la Tierra!
¡Que los buenos Espíritus de ti se aproximen, te cerquen
y ayuden a romper las cadenas terrenas! Comprende y ve
la grandeza de nuestro Señor: sométete, sin quejas, a su
justicia, sin embargo, no desesperes nunca de su
misericordia. ¡Hermano! ¡Que un serio retrospecto de tu
pasado te abra las puertas del futuro, haciéndote
percibir las faltas que dejas para trás y el trabajo
cuya ejecución te incumbe para repararlas! Que Dios te
perdone y que los buenos Espíritus te amparen y animen.
Por ti oraran tus hermanos de la Tierra y piden que por
ellos ores.”
He un modelo, lo que no
significa que debamos decirla con las mismas palabras,
mas sí con el mismo sentido, ya que orar por quien
desencarna es también una forma de anunciar el reino de
Dios.
La cuestión propuesta en
el título de este texto es para usted y todos nosotros
responder: ¿El funeral
es para quien queda o para quien se fue?
Referências bibliográficas:
1 Bíblia: Lucas, 9:59-60.
2 Kardec, Allan. O Evangelho Segundo o
Espiritismo. Cap. V. IT 22. Tradução
de Matheus Rodrigues de Camargo. 1° edição. 40°
reimpresso. Capivari. São Paulo. Editora EME. 2000.
3 Madeiro, Carlos. Com covid-19, maio
se torna o mês com mais mortes na história do Brasil. Disponível
em: Link-1 Acesso
em 22 set.2020
4 Kardec, Allan. O Evangelho Segundo o
Espiritismo. Cap. XXIII IT 7,8. Tradução
de Matheus Rodrigues de Camargo. 1° edição. 40°
reimpresso. Capivari. São Paulo. Editora EME. 2000.
5 Luiz, André (Espírito). Obreiros da
Vida Eterna. [psicografado por] Francisco Candido
Xavier. 29° edição. Rio de Janeiro. Federação Espírita
Brasileira. 2004.
6 Ministério da Saúde publica
orientações para velórios e enterros. Disponível
em: Link-2
Acesso em 22 set, 2020
7 Kardec, Allan. O Evangelho Segundo o
Espiritismo. Cap. XXVIII. IT 61. Tradução
de Matheus Rodrigues de Camargo. 1° edição. 40°
reimpresso. Capivari. São Paulo. Editora EME. 2000.