Nacido en Campinas (SP), pero residente en Río
de Janeiro (RJ) desde hace 10 años, Caio Abujadi (foto)
es médico psiquiatra de infantes y
adolescentes con una Maestría en Psiquiatría de
la FMUSP y en fase de doctorado en Ciencia,
Tecnología e Inclusión del Instituto de Biología
de la UFF. Es el actual presidente de la Associação
Caminho Azul,
una institución que tiene como objetivo ayudar a
las familias con Trastorno del Espectro Autista
y con vulnerabilidad social, además de promover
ciencia y capacitación a la comunidad brasileña
en todos los ámbitos. Basándose en su
experiencia profesional, nos habla en esta
entrevista sobre psiquiatría y autismo.
¿Cómo se convirtió en
espirita?
En la teoría presentado por
nuestros queridos hermanos mayores, Prof. Hippolyte
Léon Denizard Rivail, Francisco Cándido Xavier,
Dr. Bezerra de Menezes, Prof. Cairbar de Souza
Schutel y Prof. Eurípedes Barsanulfo, el
espírita integral tiene cualidades y virtudes
que todavía me encuentro lejos de presentar. Me
considero en el camino hacia tal desarrollo y
tendré el honor cuando nuestro maestro Jesús me
califique en esta selecta siembra. Nací en la
cuna de personas que están en la misma formación
desde que mi querida abuela fue introducida al
Espiritismo por presentar problemas
psiquiátricos aún en su juventud.
¿Qué es lo que más llama su atención en el
Espiritismo? ¿Por qué?
Todos los días he tenido la
feliz oportunidad de encontrarme con la doctrina
espírita tanto en los ámbitos religioso,
científico y filosófico, pero principalmente en
la práctica de las relaciones en cada momento de
mi vida. El Espiritismo es parte de un gran
programa de desarrollo humano en las dos alas
que elevan al ser a las alturas: la Sabiduría y
el Amor. Tenemos etapas importantes que han
llegado antes y ciertamente tendremos etapas
posteriores, pero me siento honrado de tener la
oportunidad de estar encarnado en una etapa tan
importante en la que vemos el Evangelio de
Cristo reviviendo en el corazón de las personas,
ahora con la oportunidad de las herramientas que
el Espiritismo nos brinda para identificarnos y
aplicar las máximas tan relevantes para nuestras
relaciones con Dios y todas las demás criaturas
que nos rodean. Abramos los ojos a las fórmulas
que nos traen todas esas enseñanzas haciéndonos
más felices y más responsables por nuestros
pensamientos y actos.
¿De dónde vino su interés por la psiquiatría?
La verdad es que he estado en
contacto con problemas psiquiátricos desde mi
nacimiento, ya que prácticamente todos mis
familiares, incluyendo mi persona, somos
portadores de numerosos problemas psiquiátricos.
Mi padre es cirujano y siempre quise seguir sus
pasos, pero mi última pasantía en la facultad,
faltando 3 meses para finalizar el curso, fui a
psiquiatría. Fue amor a primera vista, mientras
todos mis colegas huían de las enfermerías, yo
me sentía como en casa. Todos notaban cómo fluía
mi relación con los pacientes de manera natural
y la adhesión al tratamiento era muy eficiente.
Mis compañeros me decían que tenía que seguir
esta área y me entregué a ella con el corazón
abierto.
De su experiencia clínica, ¿qué nos puede decir
del autismo en general?
El
autismo, al que muchos de nosotros los
especialistas nos gusta designar por la
expresión Trastorno del Espectro Autista, es un
problema de neurodesarrollo altamente complejo
que implica alteraciones en múltiples sistemas
clínicos. Abarca el sistema
neuroinmunoendocrino, osteomuscular,
conjuntivo y otros, generando síntomas
psiquiátricos muy típicos que varían en su
presentación, desde las dificultades funcionales
muy importantes hasta altas habilidades
cognitivas. La ciencia ya sabe que es una forma
innata de desarreglo bioenergético intracelular
que varía en intensidad y su relación con los
estímulos ambientales puede generar
transformaciones, tanto para el lado positivo
como el negativo. Son individuos altamente
sensibles al ambiente que necesitan una
psicosfera potencialmente positiva, así como
estabilidad clínica para favorecer su
desarrollo, consiguiendo algunas veces alcanzar
potenciales aún inexplicables en algunos casos.
Considerando los diversos grados con que se
presenta y las conquistas médicas tan recientes
en esta área, ¿cómo pensar este tema a la luz
del Espiritismo?
Todo el conocimiento que tenemos
no fue dictado por ningún espíritu, sino
interpretado de algunas fuentes extraídas de
libros espiritas traídos por la mediumnidad de
Chico Xavier y por la codificación de Allan
Kardec. Sabemos que estos son tiempos de
transición y que en estas fases se producirán
grandes transformaciones en nuestra genética. La
ciencia encuentra un aumento significativo de
nuevas mutaciones que generan numerosos
problemas clínicos y ventajas que todavía
estamos tratando de descifrar. Las alteraciones
genéticas del autismo presentan la
característica de sumarse a lo largo de las
generaciones intensificando los cuadros. El 30%
de los cuadros presentan estas alteraciones
genéticas, el otro 70% muestra desarreglos en la
coordinación entre la producción de proteica y
energética mitocondrial intracelular, generando
cerebros más excitados y sistemas inmunológicos
más hiperactivos y otras consecuencias menos
frecuentes, pero no menos importantes. Para la
armonización intracelular de este sistema con
alto potencial energético, bien descrito por
André Luiz en "Evolución en dos mundos", en el
caso del autismo, necesitamos mentes muy
equilibradas con respecto a sus fuerzas morales,
que es algo fuera de la realidad de la mayoría
de nosotros, habitantes de este planeta. Como
“los tiempos han llegado", no hay manera de
frenar la evolución de la relación
bioenergética, cuerpo-espíritu, y muchos de
nosotros entraremos primero en este proceso
antes que otros. Dos son las propuestas,
adaptarse a la nueva realidad, para alcanzar los
grandes potenciales más rápidamente, que puede
llevar más que una vida para ello, y prepararán
a la sociedad para funcionar de una manera más
armoniosa, fraterna y cooperativa, porque sólo
así lograremos buenas evoluciones en los cuadros
clínicos. En el lenguaje y la sabiduría de Chico
Xavier, deben ser criados con mucho más amor y
con todos los despliegues que esto representa.
En su reciente en directo (live) en
EA-2020, usted se refirió al nuevo tiempo, ya en
marcha, con la llegada de los espíritus libres.
Coméntenos sobre esto.
La libertad está relacionada con nuestras
capacidades y potencialidades. Cada vez que
nuestro cuerpo aumenta sus potencialidades, se
acerca más a las cualidades espirituales y mayor
es nuestra mediumnidad. El encarcelamiento del
cuerpo, tan bien explicado por toda la
codificación, no es más que la limitación de
nuestras capacidades espirituales y nuestra
memoria para adquirir nuevas experiencias con
tales especificidades. Sin embargo, estas
limitaciones también limitan nuestro
crecimiento. Dios, en su infinita sabiduría y
misericordia, de tiempo en tiempo, después de
los ciclos de aprendizaje, gradualmente "libera"
las cualidades espirituales para mayores
aprendizajes en nuevos potenciales. Emmanuel
describe bien que este nuevo siglo sería el
desarrollo de las "Artes" y, para ello, es
necesario abrir nuevas cualidades sensoriales e
intuitivas. El ser humano se debe cualificar
para esto.
A los padres afligidos con diagnósticos
autistas, ¿qué les dice su experiencia
profesional?
En primer lugar, no se aflijan. A pesar de que
hayan olvidado las propuestas preencarnatorias,
la gran mayoría de ustedes han abrazado la
propuesta con todo el amor, por Cristo y para
Cristo. Nosotros, que debemos caminar con
ustedes, codo con codo, mejorando su calidad de
vida, ayudándolos a todos a armonizar todos los
ambientes que les rodean. Las potencialidades de
ustedes y de sus hijos son infinitos, pero
necesitamos tener moderación, paciencia y mucho
amor. Todos somos espíritus y nuestras nuevas
misiones vinculadas a esta condición apenas
están empezando y no se trata de vencer un
trastorno. Se trata de prepararse para una nueva
era de felicidad y armonía para todos. No
pierdan el ánimo ni la motivación, incluso en
tiempos difíciles. Cristo nunca abandona a sus
tutelados y el Padre nos observa y nos guía muy
de cerca. Tratemos de apoyarnos unos a otros,
instruyéndonos y amándonos siempre. No hay
felicidad sin esfuerzo de cada uno de nosotros.
Ustedes, que se esfuerzan tanto, si logran
mantenerse calificados en el buen pensar, aun
cuando a veces no sea posible, ayudarán a toda
una humanidad en las primeras horas del nuevo
día.
Ahora que el tema está mucho más descifrado,
¿podemos decir que todos, de alguna manera,
traemos diferentes grados de esta dificultad?
¿Se puede incluir en este diagnóstico a la
timidez excesiva, la hiperactividad o diversos
trastornos?
Cada ser humano es único, y
tiene diferentes propuestas inherentes a la
voluntad del Padre. Cada aparente dificultad
será transmutada con la velocidad con la que el
poder del Evangelio penetre en nuestro campo
mental, en potenciales eternos e importantes
para las funciones infinitas. Nosotros,
encarnados, dentro de nuestra pequeñez tratamos
de clasificar y entender estos síntomas
referidos. No forman parte del autismo, pero
cuando asumimos estos nuevos patrones
bioenergéticos y genéticos, estos síntomas
aumentarán en intensidad o se desbordarán en
potencialidades, dependiendo de nuestra
evolución en sabiduría y moralidad. Valientes
son los espíritus que iniciaron este proceso y
debemos valorarlos y ayudarlos, porque no hemos
tenido la misma suerte.
De sus recuerdos, ¿cuál es el más significativo
en el trato con el tema?
Mis recuerdos están llenos de ánimo y puedo ver
a Dios trabajando cuando veo la transformación
por la que están pasando las familias y cómo la
sociedad a su alrededor, incluido este pequeño
amigo quien les habla, va cambiando radicalmente
cuando vive con estas personas. Es
indescriptible y sólo aquellos que pasan por
esta situación, durante años, con el corazón
abierto, pueden entender de lo que hablo.
¿Algo más que quisiera añadir?
Deseo a todos los que lean esta sencilla
contribución de mis reflexiones que me perdonen
si estuviera de manera contraria a la verdad o a
sus pensamientos. Todavía aprendo todos los días
con todas las relaciones que Dios pone a mi
disposición con amor y con todas las importantes
enseñanzas evangélicas y científicas que llegan
a mis oídos. No dejemos que los tiempos
difíciles dominen nuestra mente. La esperanza,
hija de la fe y la caridad, caminan a nuestro
lado todos los días. Jesús nunca ha estado tan
presente. Unamos nuestros corazones aún
petrificados en una gran fuerza para el progreso
de todos. Queden con Dios.
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