Entrevista

por Orson Peter Carrara

La Atención Fraterna en el casa espírita: cómo hacerla y cómo mejorarla

Natural de Londrina (PR), pero actualmente residente en Montes Claros (MG), Rosana Silva (foto) es nuestra entrevistada. Funcionaria pública estatal, tiene títulos en Ciencias Contables y Geografía y postgrado en Filosofía y Desarrollo Social. En las lides espíritas, es conferencista y participa en las actividades realizadas por el Grupo Espírita Irmão Sobreira, donde es responsable del sector de la divulgación y actúa como monitora del EADE - Estudio Profundizado de la Doctrina Espírita. Con amplia experiencia en la práctica espírita, ella nos habla en esta entrevista sobre el tema de la Atención Fraterna.

¿Cuál es la mejor manera de definir para el público en general la actividad de la Atención Fraterna nuestras instituciones?

Es la atención que busca, a través del diálogo individualizado y fraterno, ofrecer a la persona la oportunidad de exponer libremente, de forma privada, sus dificultades y aflicciones. Tiene como objetivo acoger a la persona, de manera fraterna y solidaria, escuchándola y orientándola dentro de los principios del Evangelio a la luz de la Doctrina Espírita.

¿Cómo debemos preparar a las personas para que trabajan en esta área?

La mejor forma de preparación siempre será seleccionar y calificar continuamente a los colaboradores que tengan un perfil adecuado para ser un asistente fraterno. Hay cursos presenciales y virtuales para esta preparación. Ofrecemos las dos modalidades de cursos a los centros espíiritas interesados.

¿Cuál es el perfil ideal para aquellos que quieren trabajar en esa área?

Las casas espíritas deben estar atentas al perfil ideal: personas con conocimiento del Espiritismo, familiaridad con el Evangelio, moral sana, conocimiento práctico de la mediumnidad, integración en las actividades de la casa espírita, hábitos de estudio y de oración, madurez emocional, sentido común, empatía y amor, y además que le guste conversar y tratar con las personas.

¿Cuál es el compromiso de una institución al ofrecer esta atención?

El principal compromiso reside precisamente en los dos objetivos centrales del Espiritismo: consolar y esclarecer. Estos objetivos están totalmente en sintonía con la práctica de la terapéutica del Cristo Consolador, establecida en la máxima de Jesús: "Venid a mí, todos los que estéis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón; y encontrareis descanso para vuestra alma. Porque mi yugo es suave, y mi carga es ligera". (Mateo 11:28-30)

¿Cuál es su importancia para el público y la institución?

Para el público, es una actividad de sustancial importancia, especialmente en estos días de desafíos en los que los problemas humanos se multiplican y la gran mayoría no tienen dónde buscar una orientación segura para sus conflictos y dificultades, especialmente de forma gratuita, fraterna y solidaria. Para la institución espírita es, sin duda, la práctica real de la caridad o del amor en acción en favor de los más aturdidos y necesitados de una palabra amiga y de acciones capaces de estimular el coraje en los caídos y los desesperados, cumpliendo así su papel en la sociedad que es el despertar las conciencias a la realidad espiritual.

En estos tiempos de pandemia, ¿cómo se da este asunto?

La pandemia cerró las puertas de las casas espíritas y, al mismo tiempo, abrió las compuertas de la innovación, la creatividad y los corazones, transfiriendo la actividad presencial a la modalidad on-line o virtual. Es importante destacar que, con la población en aislamiento social, los problemas y conflictos humanos se han potencializado, exigiendo una adaptación de las casas espíritas. En este momento, muchas casas espíritas ya están regresando con la Atención Fraterna presencial, pero la versión virtual sin duda seguirá siendo ofrecida debido a una serie de factores: practicidad, rapidez, comodidad para el atendido y mayor alcance, ofreciendo a la población una actividad esencial de la casa espírita, ampliando así sus funciones y prácticas mucho más allá de las paredes y estructuras materiales.

¿Cuál es la mejor postura de un asistente frente a la variedad de situaciones que pueden surgir?

La postura ideal es la ejemplificada por Jesús, que es nuestro guía y modelo. Nuestro referente de excelencia como asistente y escucha fraterno de almas. En otras palabras: acoger, consolar y esclarecer como nos gustaría ser atendidos.

¿Qué hay que hacer para evitar la dependencia entre el que atiende y el que es atendido?

La casa espírita debe crear una logística, estableciendo una rotación entre los que atienden, de la misma manera en que el pase es ofrecido al público, para evitar la dependencia entre el que atiende y el atendido. También se debe considerar que la atención fraterna es una etapa de recepción y lo ideal sería que la persona atendida reciba sugerencias para frecuentar las otras actividades de la casa espírita (conferencias, grupos de estudio, cursos, etc.), proporcionándole otras formas para el despertar de la conciencia y afrontar los desafíos de la existencia actual.

De sus recuerdos en esta área, ¿qué le gustaría destacar?

Mi sentimiento de gratitud por tener una oportunidad única de aprender a escuchar el dolor de los demás, ejercitando así la máxima definición de caridad a la luz del Espiritismo, establecida en la pregunta 886 de El Libro de los Espíritus: "Benevolencia para con todos, indulgencia hacia las imperfecciones de los demás, perdón de ofensas".

De su experiencia con el tema, ¿algo que añadir?

La ampliación de la capacidad de amar por parte del que atiende. Al igual que la actividad terapéutica de la palabra en la reunión mediúmnica, el asistente fraterno tiene la oportunidad de crecer moral y espiritualmente, favoreciendo de manera singular el enfrentamiento de sus propios desafíos al escuchar y sentir los dolores y dificultades de los demás.

Sus palabras finales.

El espírita, al actuar como un asistente fraterno, inevitablemente descubrirá que es el más favorecido, el más atendido, descubriendo herramientas emocionales en sí mismo para ser una persona de bien en todos los momentos y vivencias de su jornada evolutiva.
 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita