Con menos
repercusión de
lo que debería
en el medio
espírita, fue
lanzada en el
primer semestre
del aun
conturbado 2021
la serie “Vida
después de la
muerte”, un
conjunto de seis
episodios
basados en el
libro de la
autora
estadounidense
Leslie Kean,
llamado “Surviving
Death: A
Journalist
Investigates
Evidence for an
Afterlife” (sepa
más clicando
aquí),
un best
seller fechado
en el 2017.
Digo poca repercusión, pues temas relacionados a la
mediumnidad tiene más atención del público lego, si es
comparado a la plata de la casa espírita. Más la serie,
que no es espírita y no se propone serlo, trae temas
interesantes, un documental de buena calidad, comenzando
el primer capítulo con la discusión de la llamada
experiencia de casi muerte, para un bloque de cuatro
episodios sobre temas relacionados a la mediumnidad,
terminando con la cuestión de la reencarnación, en la
línea del recuerdo espontáneo de las vidas pasadas.
Discusiones, infelizmente, empolvadas en la tribuna
espírita.
El propósito de estas líneas no es, de forma ninguna,
intentar encuadrar la referida serie en los propósitos
espíritas, lo que ella no se propone hacer. Trae esta,
en la forma de documental, informes y casos relacionados
a temas sobre los cuales la doctrina se inclina, mas que
no son su monopolio, buscando, de forma investigativa,
traer a la mesa de discusiones la cuestión científica y
filosófica de la existencia de una conciencia fuera del
cuerpo y de qué forma ella se comunica con los llamados
vivos. El luto, y el fenómeno como un viaje personal
para lidiar con el, es la idea central de la serie, para
fines didácticos, el primer bloque se refiere al
capítulo 1, que trata de la Experiencia de Casi
Muerte-EQM, y trae casuísticas recientes de situaciones
que confirman la existencia de una conciencia fuera del
cuerpo, el espíritu. Son casos impresionantes y que
muestran personas relatando experiencias fuera del
cuerpo, teniendo acceso a informaciones que ellas no
podrían obtener si no estuviesen desdobladas.
Pocos se inclinan hoy en Brasil sobre la investigación
de esos fenómenos de EQM, Transcomunicación
Instrumental, recuerdos de otras vidas, o, aun, el
propio fenómeno mediúmnico en sí, con la validez de los
pioneros del Núcleo de estudios de problemas
espirituales y religiosos (Neper) y del Núcleo de
Investigación en Espiritualidad y Salud (NUPES), ambos
ligados a las universidades federales. El análisis de la
prensa espírita cotidianamente indica que ese asunto no
orbita las palabras y bocas, en la línea, a mi ver, del
ya sé (creo) de todo eso, y nada más resta a detenerse
sobre el tema.
El episodio 6 de la serie, que trataré junto con el
episodio 1, para dejar más de la discusión para el
bloque central, también se detienen en esa línea de
experiencias científicas laicas y trae los estudios de
investigadores sobre recuerdos de otras vidas, con
relatos impresionantes. Los episodios 1 y 6 no difieren
mucho de documentales similares al estilo Discovery
Channel, con el mismo patrón de calidad técnica, y
realmente tiene mucho que enseñar a todos nosotros.
Mas el foco de este artículo es detenerse incluso en el
análisis del llamado segundo bloque, en una división
didáctica de la serie, que contempla los episodios 2 al
5, y que versan sobre la mediumnidad, con segmentación
en fenómenos físicos e inteligentes, más allá de señales
de entes queridos y apariciones. Una visión de casos,
desde una llamada “escuela de médiums” en Holanda, hasta
grupos de ayuda mútua para médiums y para personas que
perdieron a sus entes queridos y buscan con ellos
reconectarse. Para el análisis de ese bloque sobre
mediumnidad, voy a detenerme en siete puntos específicos
y transversales a los episodios, que juzgué interesantes
en ese debate, respetadas las limitaciones de este
artículo.
He los:
Fraude y mediumnidad
El escepticismo y la cuestión de ser un fraude atraviesa
todo el documental, con un personaje, en especial, que
busca probar a los médiums con experimentos personales,
así como entrevistas con investigadores de
universidades, que siempre traen la hipótesis
fraudulenta como considerable. Interesante es que la
serie traiga ese escepticismo y considere que el fraude
es posible, pues Kardec ya tenía esa postura desde el
inicio en relación a los fenómenos, en especial aquellos
más extraordinarios, y termina por ser una línea
interesante durante esos episodios, del creer
desconfiando, que es siempre una discusión actual,
incluso en el Espiritismo.
La visión de la mediumnidad como un negocio
Nosotros, brasileños, nos espantamos con eso, mas es
nítido que la práctica mediúmnica, en especial en los
Estados Unidos, desempeña un papel de fuente de renta
complementaria o principal de sus practicantes. Eso no
es novedad para quien acompaña series y documentales de
aquel país. La clara postura de los propios médiums, que
se ven como prestadores de un servicio remunerado, y que
tiene como objetivo ofrecer una comunicación auténtica
con el ente querido, una prestación de servicio. Los que
no son tan así, como la escuela de médiums de Holanda,
terminan por tener una estructura que se aproxima a una
iglesia, en las palabras y artefactos, usando inclusive
la expresión “ministerio”.
Falta de un soporte doctrinario en la práctica
mediumnica
No son citadas por los médiums obras de referencia, y
tudo parece muy empírico en la construcción del
conocimiento de estos sobre el fenómeno. La propia
médium, de Holanda, con mucha experiencia, se muestra
titubeante, con un conocimiento nítidamente oriundo de
su experiencia personal y no del estudio de obras, de
cualquier naturaleza, que traten de las cuestiones del
intercambio y de sus relaciones filosóficas, que podrían
no ser obras espíritas, mas cualquier otro conjunto
doctrinario organizado que trate de cuestiones
similares.
Kardec, ausente solo nominalmente
Sí, Kardec no es citado una única vez. El más próximo de
la literatura espírita conocida citado es Camille
Flammarion, y de forma transversal. Se destaca la
mención a Charles Richet, bien robusta. No es citado el
profesor Rivail, mas mucho de lo discutido en El
Libro de los Médiums surge en las conversaciones
presentes en los episodios 2 al 5, en especial la
cuestión de los fluidos y la separación de
manifestaciones físicas e inteligentes. Todo eso
mezclado con conceptos propios de aquellos locales, como
cuando la médium de Holanda encuadra la mediumnidad como
una jornada de cura, o no enseñanza de métodos para
conectarse con su ente querido desencarnado. Mas, en
terminos pilares básicos de la doctrina, no se pueden
imputar a lo que es mostrado discrepancias relevantes.
Motivación principal en la búsqueda de entes
desencarnados
Una cosa que es patente en esos cuatro episodios es que
la mediumnidad es buscada, de forma principal, por
personas a la búsqueda de informaciones sobre sus entes
desencarnados, recordando la motivación de las reuniones
de psicografia de Chico Xavier. No se ve una búsqueda de
los espíritus para estudiar, aprender conocimiento o
entender el fenómeno, como es la vida del lado de allá,
salvo en los momentos en que surgen aquellos que son
formalmente investigadores. La mediumnidad es vista como
una forma de superación del fenómeno de la muerte por el
contacto con los desencarnados conocidos, buscando con
eso un encuentro consigo mismo, en la búsqueda de la
paz.
Asuntos poco discutidos en el movimiento espírita
brasileño
La psicografia es una ilustre ausente, así como los
pases y la videncia, y tiene poco destaque la cuestión
de la psicofonia y de la mediumnidad de cura. Los temas
de la mediumnidad clásicos en el Espiritismo en Brasil
son cambiados en la serie por manifestaciones como la
materialización, la voz directa, las apariciones y
fotografias de espíritus, muy comunes en las páginas de
internet que se inclinan sobre lo llamado sobrenatural.
Interesante traer esos temas fuera de la mano en la
literatura espírita, pues muestra que existen lagunas
que merecen atención y que el estudio es un deber de
todos.
“Yo soy de América del Sur, yo sé, ustedes no van a
saber”
Con un poco de etnocentrismo, mucha gente le gustaría
que el equipo de Netflix fuese a Brasil, hablase de
nuestros conocidos médiums y del Espiritismo. Mas la
serie no es sobre Espiritismo, como fenómeno
antropológico y religioso, y sí sobre un libro best
seller, trayendo una visión enfocada en los
fenómenos, como una búsqueda personal de la superación
de la muerte. No es demasiado recordar que la asociación
a una doctrina reconocida como religiosa iría en la
dirección contraria de lo que se pretende en la serie, a
pesar de la escuela de médiums de Holanda traer en sí un
trazo bien religioso. Mas, en ese punto, la serie trajo
una reflexión a nosotros espíritas, de que no somos
dueños exclusivos del fenómeno mediúmnico, como aseveró,
además, el propio Kardec.
La serie es interesante, y quien no asistió está
perdiendo una gran oportunidad de aprendizaje y
reflexión. Debería ser objeto de estudios y discusión en
los grupos mediúmnicos de las casas espíritas. Entender
el fenómeno, sus matices, es esencial para todo médium
en su jornada con esa facultad durante la encarnación, y
espanta saber que temas tan íntimos del Espiritismo
tiene espacio para tratamiento en documentales, mas poco
en las tribunas y en las obras espíritas recientes.
El Espiritismo no existe para que perdamos nuestro
tiempo intentando encuadrar la realidad en el, como una
nota a clasificar cosas como doctrinario o no, en
nuestra mania de en todo poner una “visión espírita”. El
Espiritismo es un conjunto de conocimientos que nos
permite interpretar la realidad, y se alimenta de ella.
Delante de programas como esos, o aun, de fenómenos que
surgen en los periódicos y en internet, el espíritu
kardecista de curiosidad y escepticismo precisa invadir
nuestra alma, y guiar nuestro aprendizaje y reflexión,
saliendo de las cajas en las cuales nos aprisionamos, en
especial en relación a la mediumnidad, cuestión aun
necesitada de un mejor tratamiento por las filas
espíritas.