Las sensaciones físicas de hambre, dolor, miedo y sed, o
morales, como rabia, envidia o amargura que los
Espíritus dicen sentir, para Kardec, son impresiones muy
fuertes que el alma guarda durante la vida corporal y,
por eso, en la erraticidad conserva la impresión más o
menos fuerte de esas sensaciones.
En una analogía, esas sensaciones son como un tatuaje
impreso en el Espíritu que, siempre o casi siempre, se
acordará de aquella marca.
Todo esto, además, viene al encuentro de la idea de
Kardec de que el Espíritu es la sede de los sentimientos
y emociones. Estudios recientes, ya después de Kardec,
sobre los recuerdos espontáneos que algunos niños tienen
de sus existencias pasadas corroboran que es en el
Espíritu que están escritas las letras del libro de las
existencias.
Y esos recuerdos son tan intensos, quedan tan “tatuados”
en el Espíritu que, incluso vistiendo otro cuerpo físico
existe el recuerdo, con detalles y circunstancias de las
más curiosas en lo que se refiere a los hechos que
fueron marcados para el Espíritu en aquella existencia
anterior.
Relatan los investigadores envueltos en esta temática
que, en general, uno de los recuerdos más fuertes de
esos niños son, justamente, la de los momentos que
envolvieron sus muertes, principalmente si esas muertes
fueron por causas trágicas.
El cuerpo ya es otro, sin embargo, para más allá del
cuerpo, existe el recuerdo que queda como una parte de
la biografía del alma.
Es como si fuese un libro que, con frecuencia visitamos
para leer, nuevamente, las páginas que fueron más
emocionantes. El libro es el Espíritu, los recuerdos son
las páginas escritas y que al ser realidad nos traen la
impresión de estar viviendo nuevamente aquellos
momentos.
Pues bien...
Después de recibir la invitación para una conferencia y
abordar el tema sensación y percepción de los Espíritus,
resolvemos verificar las sensaciones y percepciones no
de los Espíritus, sino de los médiums.
¿Será que los médiums sienten las mismas sensaciones que
los Espíritus dicen sentir al establecer contacto?
¿Si, por ejemplo, el Espíritu informa estar con frio,
esta sensación puede ser trasmitida al médium?
Es un asunto por demás palpitante investigar lo que
sienten los médiums. Por tanto, fuimos al terreno a
preguntar justamente a los médiums sus sensaciones y
percepciones en el contacto con los Espíritus.
¿Quedan felices? ¿Tristes? ¿Angustiados? ¿Sienten
dolores?
Cogemos en esa investigación, con la participación de 66
médiums, interesantes observaciones que podrán ocasionar
estudios un poco más fuertes y profundos de esta pauta.
Dejamos el trabajo con 7 preguntas para respuestas de
los médiums.
La primera pregunta fue para verificar, de modo general,
cuáles son las sensaciones que los médiums experimentan
en el intercambio mediúmnico.
En esta etapa los médiums informaron sentir sensaciones
de las más diversas. Al todo fueron catalogadas 17
sensaciones, con destaque para la taquicardia, presente
en 9 respuestas.
Nos parece que, no obstante las muchas respuestas, hay
algunos puntos de encuentro y que son comunes al menos a
la mayoría de los médiums.
Taquicardia – 9 citas
Tensión en la nuca – 4 citas
Frio – 4 citas
Hormigueo – 3 citas
Voluntad de escribir – 3 citas
Cuerpo crecer – 3 citas
Ya en la segunda pregunta buscamos saber lo que sienten
los médiums al establecer contacto con Espíritus en una
situación de sufrimiento.
Veamos abajo las palabras más citadas:
Dolores 14 veces.
Angustia 9 veces.
Miedo 5 veces.
Rabia 7 veces.
Tristeza 7 veces.
Voluntad de llorar 7 veces.
Vimos que los médiums, en su mayoría, citaron sentir más
de una sensación. Ejemplo: dolores por el cuerpo, frio y
rabia. O: miedo, angustia, rabia y vonluntad de llorar.
En la tercera pregunta intentamos saber las sensaciones
de los médiums cuando hay contacto con un Espíritu en
una condición saludable en el mundo de los Espíritus.
Las palabras más citadas fueron:
Paz – 13 citas
Tranquilidad – 6 citas
Ligereza – 5 citas
Como en la pregunta anterior, los médiums no dijeron
sentir apenas una sensación, sino, siempre, un “grupo”
de sensaciones, tales como: paz, ligereza, tranquilidad.
O: buenas sensaciones, equilibrio, felicidad.
Dos médiums informaron que nada sienten, apenas ven la
expansión de su campo visual y, entonces, a partir de
eso toman contacto directo con esos Espíritus.
Dividimos en dos grupos las sensaciones y las llamamos
de la siguiente forma:
Sensaciones físicas y sensaciones morales.
Nuestra intención es identificar cuál de esas
sensaciones causan más impacto para el médium.
Colocamos, naturalmente, como sensaciones físicas el
hambre, sed, dolores de forma general etc.
Las sensaciones de orden moral colocamos: rabia,
amargura, celos, angustia, envidia etc.
En la pregunta de número 4 abordamos las sensaciones
físicas. ¿Será que los médiums sienten las sensaciones
físicas que los Espíritus dicen sentir?
66,2% dijeron sentir las sensaciones de hambre, sed,
dolor y frio.
33,8% dijeron no sentir esas sensaciones en el
intercambio mediúmnico.
Ya en la cuestión 5 fuimos para las sensaciones morales,
que, conforme dijimos arriba, son: rabia, amargura,
envidia, celos, tristeza etc.
Con las sensaciones que convenimos llamar morales
tenemos los siguientes resultados:
81,5% de los médiums dijeron sentir.
18,5% de los médiums informaron no sentir nada.
En la pregunta 6 buscamos comparar el vigor de las
sensaciones físicas y morales. En el caso de el médium
sentirlas, cuál de ellas sería la más fuerte.
Obtuvimos los siguientes números:
78,5% informaron ser las sensaciones morales más
fuertes.
21,5% dijeron que las sensaciones físicas son las más
potentes.
Dejamos, aun, la pregunta número 7 para la libre
manifestación de los médiums.
Traemos, aquí, algunos relatos de forma bien resumida y
que podrán enseñar estudios más profundos.
Dice un médium que en la reunión mediúmnica fue
orientado a reprimir el comportamiento agresivo de un
Espíritu. Sin embargo, al reprimir el comportamiento
agresivo del Espíritu, el médium cayó en un trance
inconsciente en tres oportunidades y, según él, a la
rebeldía de su vonluntad el Espíritu se manifestó.
Después de los tres eventos relató el médium que tuvo su
mediumnidad suspendida, siendo que ningún Espíritu,
también el agresivo, se comunicó más por su intermedio a
lo largo de algunos meses.
Comentamos que: En el proceso de intercambio mediúmnico,
Kardec coloca el protagonismo siempre en el Espíritu,
dejando al médium como coadyuvante, hasta porque, caso
el Espíritu no quiera manifestarse, nada ocurrirá, por
más potente sea la facultad mediúmnica. Tal vez sea este
el caso de arriba, los Espíritus mostrando que podrán
promover o no las comunicaciones con los médiums que
mejor les ofrezcan condiciones para esto y, aun, en el
momento que juzgaran más oportuno.
Otros relatos que nos llamaron atención dicen respecto
al médium sentir una expansión de su cuerpo físico: como
si manos, pies y cabeza fuesen asumiendo, en el
intercambio mediúmnico, un tamaño bien mayor que el
normal.
Lo contrario también fue relatado, o sea, manos, pies y
todo el cuerpo del médium van disminuyendo al punto de
que las cosas que están alrededor parecen gigantescas.
Una hipótesis que podemos alzar para esta pregunta es la
propiedad de expansión del periespíritu, cuyo médium,
naturalmente, pasa a sentir en el contacto con los
Espíritus, teniendo la sensación de que sus órganos
físicos aumentan o disminuyen de tamaño.
Algunas deducciones a partir de las respuestas dadas por
los médiums:
1 – Los Espíritus transmitem sus sensaciones para los
médiums y algunos las sienten conforme el grado más o
menos avanzado de su percepción mediúmnica. Esto puede,
tal vez, explicar la razón por la cual algunos médiums
no sienten esos efectos físicos o morales sentidos por
los Espíritus, y, aun, el hecho de esas sensaciones ser
más o menos potentes para unos médiums que para otros.
2 – Las sensaciones morales, tales como: rabia,
amargura, celos y tristeza son más fuertes en la mayoría
de los médiums que las sensaciones físicas,
representadas por el hambre, sed, frio y miedo. Las
sensaciones morales son, para los Espíritus, fuente de
sufrimiento y felicidad más potentes, natural, por
tanto, que guarden esa coherencia al ser trasmitidas al
médium, y este, a su vez, las percibe de manera más
clara e intensa que las sensaciones físicas.
3 – Notamos, también, un número mayor de sensaciones
anotadas en el intercambio con Espíritus sufridores
comparándose a los Espíritus más saludables. Estos
últimos traen, basicamente, sensaciones bien parecidas a
los médiums y que pueden ser resumidas en una única
palabra: paz.
En suma, he ahí, en el presente texto, algunas
impresiones sobre el cuestionario que aplicamos a los
médiums. Otras anotaciones y percepciones de este
trabajo podrán surgir, hasta porque se trata de tema
fecundo y aun poco explorado.
Puede ser, por tanto, que este artículo obtenga más
cuerpo, más observaciones, siendo, entonces,
enriquecido, o, quien sabe obtenga partes 2 y 3.