Especial

por Leda Maria Flaborea

El sexo delante
del Espiritismo

 

En la Tierra, el hombre no tiene noción exacta de lo que representa la sexualidad. Dios concentró en esa fuerza montañas de energía que liberadas indiscriminadamente conducen al hombre a la desilusión y al desgaste con grandes compromisos reencarnatorios. No se debe condenar ni exaltar en demasía las alegrías de la sexualidad. Como todo lo que Dios hizo, debe encuadrarse en la Ley del Equilibrio.

Nada está equivocado en la obra divina; así, la unión sexual representa manifestación divina cuando las condiciones espirituales y los objetivos biológicos son seguidos.

Objetivos biológicos

El Espíritu no tiene sexo. En el plano físico se tipifica en la condición de hombre o de mujer en función de las tareas que vino a realizar. Es la oportunidad que el Espíritu tiene para desenvolverse a través del proceso reencarnatorio. Es a través del sexo que se establece en el hogar, se amplían las familias y que las alegrías revitalizadoras del afecto y de los estímulos espirituales se realizan. Es la permuta de hormonas y principios magnéticos activos (circuito de fuerzas) por el cual ambos se alimentan psiquicamente.

Condiciones espirituales - Al lado de esa permuta de elementos materiales, encontramos otra de vibraciones más sutiles y elementos espirituales vitalizadores de que ambos se abastecen en el equilibrio necesario de las uniones afectivas dignas.

“Sexo es espíritu y vida a servicio de la felicidad y de la armonía del Universo”.1 Reclama responsabilidad y discernimiento; y es necesario que todos comprendan que los compromisos de la vida sexual están subordinados a la Ley de Causa y Efecto.

Casamientos desajustados

A través de programas elevados, se establece en la Tierra la asociación más importante en su función educativa y regeneradora: la familia. Es en ella que todos aquellos aun arraigados en las vidas pasadas se reencuentran para los ajustes y reajustes, volviéndose cada uno el instrumento necesario al perfecccionamiento del otro.

Frecuentemente esa estructura familiar no está preparada para asumir los compromisos de asistencia de uno para con el otro y de ambos para con los hijos. Seres inmaduros espiritualmente acaban fallando cuando son llamados al trabajo en el sector educativo. Lo que debería ser una escuela bendita de ejercicio de la ley del amor, se transforma en “espinos magnético de vibraciones contradictorias” provocado por los celos, rebeldía, narcisismo y muchas veces crueldad de todos los matizes.

a) atracción sexual

En todo Universo, la fuerza que une los elementos de la materia, sean ellos cuerpos orgánicos o inorgánicos, es la misma. La energía sexual es en la esencia lo que constituye y sustenta todas las criaturas; por eso, es inherente a la propia vida.

Inconsciente en los seres primitivos y en todas las criaturas que insisten en permanecer en el nível de los brutos, solamente por la evolución podrán comprender que esa carga magnética envuelve el impositivo del discernimiento y de la responsabilidad en su uso. Cualquier abuso les acarreará perjuicios, si no estuviera controlada por valores morales, sea en la creación de nuevos cuerpos (constitución de la familia), sea en la creación de obras científicas o artísticas. Los artistas se corrompen por el abuso de la imaginación viciosa, trayendo como consecuencia reencarnación dolorosa con molestias y mutilaciones que los impidan de caer en el mismo error.

De cualquier manera, el uso irresponsable de la energía creadora llevará a reencarnaciones con molestias inhibidoras de las funciones genéticas como medio de contención a los impulsos inferiores de las pasiones. André Luiz nos recuerda que el mal uso de la sexualidad, en tratandose del amor en la Tierra, desgasta poco a poco las células cerebrales del periespíritu, llevando al hombre al camino rápido de la imbecilidad.

b) Poligamia X Monogamia

El hombre avanza de la poligamia para la monogamia, mas aun carga estímulos sexuales que reclaman educación y sublimación. Ese caminar continuo de reparación y reaprendizaje para la adquisición de la necesaria disciplina del mundo afectivo de cada uno, nos hace comprender la importancia de la reformulación del pensamiento en torno del sexo, sea en la transmisión de enseñanzas o en la práctica de esa experiencia evolucionista, con la sublimación de todo potencial energético que ella envuelve.

Emmanuel nos da, en el prefacio del libro Vida y Sexo, las directrices de ese proceso, recordándonos que toda lucha, para ser provechosa, debe siempre recomenzar con la conciencia de los compromisos asumidos y la persistencia en su realización. He las directrices que nos propone:

“No prohibición, sino educación.

No abstinencia impuesta, mas empleo digno, con debido respeto a los otros y a sí mismo.

No indisciplina, sino control.

No impulso libre, sino responsabilidad”.

c) Divorcio

- Sin justa causa - cuando una de las parejas rompe, sin causa justa, el equilibrio emotivo que se establece entre los dos, a través del circuito de fuerzas, hiere al otro. Si el que fue perjudicado no tiene esclarecimentos superiores que lo defienda de la agresión, el descontrol podrá llevarlo a actos que podrán rozar la criminalidad. En casos así, la justicia humana alcanza apenas al trasgresor social, mas la justicia Divina llega también al trasgresor de la Ley del Amor.

- Con justa causa – muchas veces, la elección para la vida conyugal es hecha por el propio Espíritu. En el sentido de poder, en la Tierra, ajustar débitos pasados con el otro, no siempre encuentra recursos para luchar contra la dilapidación moral o física, o ambas, a que es sometido. Cuando alcanza esa frontera, el divorcio es necesario a fin de que medidas externas no le complique más la jornada. “No existen obligaciones de cautiverio para nadie en los fundamentos morales de la Creación”. 1 (Vida y Sexo, 16)

En los dos casos, Emmanuel nos alerta para lo siguiente: habiendo hijos, que no haya renuncia al deber de amparar a esas criaturas: y que, la pareja despreciada haga una revisión prudente del propio comportamiento para verificar hasta qué punto habrá provocado la ruptura – hoy somos víctimas; ayer, verdugos. Y, en cualquier resultado que se llegue en esa revisión interior, perdone incondicionalmente al ofensor.

El Mandamiento Divino de amarnos unos a los otros estará ciertamente, un día, impreso en la conciencia de cada ser.

Aborto

El aborto voluntario es crimen delante de las Leyes Divinas caracterizándose como fuga al deber. Su consecuencia más inmediata es la anulación de una existencia, teniendo el Espíritu que recomienza el proceso para su retorno a la vida corpórea.

Otra consecuencia es el proceso reencarnatorio de grandes sufrimientos para aquellos que lo practican, bien como desencarnaciones y permanencias dolorosas en la erraticidad; para aquellos que precisan permanecer en la vida corpórea, surgimiento de “molestias de etiologías oscuras y de obsesiones catalogables en la patología de la mente, ocupando vastos departamentos de hospitales y prisiones”.1Todavía, cuando hay riesgo de vida para la madre, los Benefactores Espirituales nos enseñan que es preferible salvar al ser que ya está en tarea, que aquel que se prepara para la realización de una.

Padres e hijos

Reflexionando sobre el ítem 9, do Cap. XIV, de El Evangelio según el Espiritismo: “La ingratitud es uno de los frutos más directos del egoísmo. Agita siempre los corazones honestos. Mas, la de los hijos para con los padres presenta carácter aun más odioso”, el Orientador Amigo nos advierte que, si la relación de los padres para con los hijos tiene carácter importante, en la medida que cabe a ellos, desde la tierna edad, cuidados especiales para su desenvolvimiento integral, también los hijos deben a los padres particular atención.

Son conciencias libres, uniéndose en el mundo para el debido perfeccionamiento por rescates de débitos, reajustes y evolución, cargando cada uno experiencias pasadas. Mas que los hijos no acusen a los padres por las dificultades de sus existencias, pues que “fueron ellos mismos, los hijos, que en la condición de Espíritus desencarnados, insistieron con los padres, a través de afectuosa opresión o grave proceso obsesivo, para que los trajesen al cuerpo físico, instrumento del cual necesitaban para nuevas experiencias redentoras”.

Homosexualidad

El estudio del tema no encuentra fundamentación psicológica en las especialidades de base materialista. Su comprensión solo es posible a la luz de la reencarnación.

El preconcepto, teniendo en cuenta la mayoría heterosexual que constituye la sociedad, no ve la necesidad de atención y respeto a esas criaturas, en la misma medida que necesitan los dichos “normales”. Señales morfológicas son indicativas, aun en la Tierra, de masculinidad y feminidad, olvidándose los hombres que tal concepto no define la dignidad del ser humano, ni su tarea volcada para el bien o no de la colectividad.

Durante milenios, el Espíritu pasa por reencarnaciones, mudando la morfología de su cuerpo material, con vistas a las necesarías experiencias, lo que nos muestra que la bisexualidad, en mayor o menor grado, está presente en cada hombre y en cada mujer sin que necesariamente haya una absoluta caracterización psicológica. Así, muchos trazos de esas condiciones pueden surgir cuando el Espíritu vistiera un cuerpo diferente de aquel en el cual él estuvo durante tantas encarnaciones enclausurado, muchas veces, no apenas para cumplir las obligaciones específicas de tareas propias al cuerpo, mas también en tareas regenerativas. Por ejemplo, el hombre que abusó del sexo arruinando la existencia de otras personas, sea por la destrucción de uniones constructivas, sea de hogares diversos, renacerá en cuerpo femenino y psicológicamente opuesto a ese cuerpo, en regimen de prisión y para aprender a reajustar los propios sentimientos. En el caso de la mujer que comete los mismos engaños, la reencarnación será en cuerpo con morfología masculina y psicológicamente contraria a él. Esos cuerpos son verdaderas armaduras contra arrastramientos que les dificultarían el alcance de los objetivos propuestos.

En relación al sexo y al amor, los errores y los aciertos de cualquiera uno de nosotros serán analizados por la Justicia y Misericordia Divinas. Un día el ser humano aprenderá a comprender que todos están presos, en lo que dice respecto a la evolución en esa área, a su propia conciencia.

Abstinencia y celibato

En lo que decir respecto al sexo, se manifiesta de dos formas:

a) Elección voluntaria – para perfeccionamiento o servicio con la finalidad de ser útiles a la Humanidad, a pesar de poder tener una comunión afectiva. El sexo, en estos casos, se vuelve sublimado y la energía sexual canalizada para otros objetivos. Esa obligación de orden espiritual que se impone no significa indiferencia o anestesia de sentimientos. Tenemos como ejemplos Jesús, Chico Xavier, Hermana Teresa de Calcuta y tantos otros.

b) Compulsoria por inhibiciones diversas – del punto de vista espiritual es egoísmo. En relación a la religión, órdenes y providencias de carácter externo no modifican el mundo íntimo de nadie; y las realizaciones de fe solo ocurren después de muchas luchas interiores.

Se pregunta: ¿Cómo exigir la extinción de los estímulos genésicos de alguien porque se consagró al Servicio Divino de la Fe, cuando esos mismos estímulos son ingredientes de la vida y de la evolución, creados por la Providencia Divina para sustentación y elevación de todos los seres? La respuesta solo surge cuando volvemos nuestros ojos y mentes para las elecciones que cada ser hace, como pruebas, cuando es su ingreso en nueva experiencia terrena.

Carga erótica

El instinto sexual nace con la vida y orienta el proceso evolutivo del hombre. De existencia en existencia, el ser humano avanza, educando y reajustando sus impulsos genésicos, según las leyes superiores que rigen la vida. Esa energía, lejos de destruirlo, le sirve de elemento transformador y de elevación, rumbo a la perfeccíon.

Todos participan del amor. De hermanos presos en las celdas de la idiotez, por fuerza de tareas expiatorias abrazadas o pedidas por ellos mismos, a la gran mayoría de Espíritus encarnados y desencarnados, que en la escala evolutiva participan de las mismas dificultades y pruebas de ese género; o aun, de Espíritus sublimados que se atraen unos a los otros, por lazos de amor considerado divino

En conclusión

En el cuerpo humano, el sexo adquiere importancia tan grande que las crueldades mentales que vinimos a practicar, relegandolo a bajos níveles de conducta, nos acompañarán con sus efectos, más allá de la tumba, y no tendremos reposo alguno hasta que hubiéramos terminado el servicio de reajuste.

A la vista de los errores que cometemos y que ciertamente aun cometeremos, mejor nos abstenemos de juzgar, censurando y condenando a quien quiera que sea. Coloquémonos en el lugar del compañero fallido y, analizando nuestros propios sentimientos, procuremos verificar si estamos en condición de censurarlo.

Emmanuel nos recuerda que “delante del sexo, no nos hayamos, de ningún modo al frente de un despeñadero para las tinieblas, mas delante de la fuente viva de las energías en que la Sabiduría del Universo situó el laboratorio de las fuerzas físicas y la fábrica de los estímulos espirituales más intensos para la ejecución de las tareas que esposamos, en regimen de colaboración mutua, buscando el rendimiento del progreso y del perfeccionamiento entre los hombres”.

Cada uno de nosotros trae consigo, cuando no angelizado o bloqueado por inhibiciones creativas, anhelos sexuales que solamente “en las labores de la experiencia, errando y acertando y volviendo a errar para acertar con más seguridad, que cada uno de nosotros – los hijos de Dios en evolución en la Tierra – conseguirá sublimar los sentimientos que nos son propios, de modo a erguirnos en definitiva para la conquista de la felicidad celeste y del Amor Universal”.1

 

Bibliografia:

XAVIER, F. C. Vida e Sexo, ditado pelo Espírito Emmanuel – 13ª edição – Editora FEB – Rio de Janeiro/RJ - pp. 10, 16, 76 e 104.

XAVIER, F. C. e Waldo Vieira, Sexo e Destino, ditado pelo Espírito André Luiz – 16ª edição – Editora FEB – Rio de Janeiro/ RJ – 1966.

XAVIER, F. C. Ação e Reação, ditado pelo Espírito André Luiz – FEB, 12ª edição – Editora FEB - Brasília/DF.

 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita