Nacido en Bicas y actualmente residente en
Muriaé, ambos municipios de Minas Gerais,
Roberto Sabbadini Júnior (foto) es
licenciado en Economía y servidor público
municipal. En las lides espíritas, participa en
las actividades del Centro Espírita María de
Nazaré, donde actúa en la divulgación espírita.
Dado su espíritu de investigación en diversos
segmentos del contenido espírita, con una gran
predilección por las biografías, lo
entrevistamos sobre la personalidad histórica de
Francisco de Asís.
¿Cómo y cuándo se volvió
espírita?
Nací en una cuna espírita, cuya
familia tenía en el abuelo paterno un espírita
emérito en la ciudad del interior de Minas. Fue
el creador del Hogar Cristiano Paulo de Tarso,
hogar para ancianos, además de ser miembro del
Centro Espírita Francisco de Asís, donde
participaba activamente en la divulgación del
Espiritismo, aunque con pocas oportunidades, en
esta reencarnación, en los ambientes escolares.
Su ejemplo sigue siendo la mejor manera de
divulgar el bien.
¿De dónde viene su interés
por la vida y obra de Francisco de Asís?
Almas como Francisco llegan a
nuestras vidas y crean un vínculo emocional como
si siempre estuvieran presentes en la eternidad,
la verdad siempre es omnipresente. La
identificación extrapola los parámetros
temporales de la vida en la carne. Desde que he
tenido consciencia de mi propia vida, Francisco
es una energía presente y activa. La sensación
es que siempre me ha amado, mientras que ahora
he despertado a su afecto y devoción.
En un contexto histórico
general, ¿qué significa para la humanidad la
vida de esta gran figura?
Significa desde su convivencia
con nosotros, en la personalidad de Francisco de
Asís, un parámetro en la práctica del amor como
actitud posible en la convivencia entre los
seres humanos y los demás ambientes
extracorpóreos donde se manifiesta la divinidad.
Vino a demostrar de manera irrefutable que es
posible ser feliz y estar en paz guardando una
vida sencilla, con posibilidades de alcance para
todos nosotros. La misericordia divina siempre
nos encamina hacia almas como Francisco con el
fin de impulsarnos hacia el progreso personal y
colectivo.
¿Y para las religiones?
Sirvió, y sigue sirviendo, como
representación del ecumenismo en su ejercicio
más puro. Hizo realidad la fraternidad
universal, rompiendo las limitaciones creadas
por los intereses personales y de casta.
Materializó este propósito visitando al Sultán
en su tienda y ofreciendo una tregua en la
dinámica de la guerra instalada, cautivando el
respeto y la comprensión del Rey. Una
demostración de que el amor es incondicional. Se
hizo pequeño para que el Cristo fuese la
referencia en nuestras vidas.
En la actualidad del planeta,
con conflictos y extremos tan generalizados en
todos los segmentos de la sociedad y desde tan
diversos ángulos de análisis, ¿se puede utilizar
la contribución histórico-moral de Francisco? ¿Cómo?
Francisco hoy y siempre. Su
ejemplo de sencillez, humildad y comprensión de
que somos seres humanos especiales e
individuales, guardando el derecho inalienable
de elegir su forma de vivir y relacionarse con
los aspectos dinámicos de la relación humana,
fue uno de sus legados impresos en su forma de
ser. ¡Francisco fue el mayor imitador de Cristo
Jesús! Que tengamos en su figura la expresión
del amor en las actitudes más sencillas de la
vida. Esta es una digna propuesta de vida para
ser compartida junto a la diversidad que
caracteriza nuestros tiempos. La amistad es
siempre una dulce responsabilidad.
¿Tenemos cómo medir la
grandeza de su legado?
Es difícil establecer cualquier
propuesta para la delimitación de lo que es
inefable, como la figura de Francisco y su
entrega a toda la humanidad. Sin embargo, lo
tenemos en cuenta como uno de los espíritus que
más amó a la humanidad después de Jesús. Es
necesario abrir y sintonizar los arcanos de los
sentimientos internos, donde se encuentra el
reino de Dios, para que alcancemos los diversos
matices de la obra que Francisco realiza en cada
uno de nosotros, además de su legado a la
colectividad terrena de fe y confianza en la
vida.
Y a la luz del Espiritismo,
¿cómo entender más vívidamente esta pujante
personalidad?
La reencarnación es una pieza
fundamental, porque esclarece que cada
trayectoria se realiza con la apropiación de las
experiencias que se van agregando nuestras
almas. Al igual que Juan Evangelista, dejó la
huella de su personalidad y contribución en el
Evangelio, destacando el ejercicio de la
mediumnidad en la propuesta de la revelación del
Cristo como parámetro a ser alcanzado, en sus
visiones recopiladas en el libro Apocalipsis.
Sigue siendo un punto de referencia en la
práctica de la caridad como Jesús lo entendía.
Una vida en la que sus actitudes hablaron más
que sus palabras.
¿Cómo entender o conectar a
Francisco con la actualidad de los segmentos
religiosos del planeta?
Estudiando su vida y buscando un
Francisco de Asís humano y más cercano a nuestra
realidad. Dejando de lado su santidad e
identificando en sus actitudes más sencillas, la
plena capacidad de amar incondicionalmente,
respetando el nivel evolutivo de cada uno. Así
lo hizo cuando se levantó al amanecer, en pleno
período de ayuno y oraciones, para alimentarse
junto a un hermano menor fraile que no había
podido seguir su propósito al pie de la letra,
por lo que dijo que debíamos adorar a Dios en la
medida de nuestra capacidad. Humildemente, para
no confrontar a su hermano, interrumpió su
ayuno, creando un clima de confianza y
compañerismo en el proceso de evolución al que
estamos insertos.
En su opinión ¿cuál cree que
es el hecho más significativo de la vida de
Francisco?
Considero un sacrilegio tener
que escoger un acto solamente. Recuerdo el
último versículo del evangelio de Juan acerca de
la vida de Jesús; si tuviera que retratar todas
sus glorias, enseñanzas y hechos, no habría
libros en la tierra que pudieran describirlos.
Como muy bien informó el padre Antônio Vieira:
"Diciendo Cristo a los demás que lo siguieran,
solo a San Francisco le consintió que lo
igualara". El amor es infinito y se materializa
en los más mínimos detalles, solo basta con
tener ojos para ver.
¿Algo más que quisiera
añadir?
Busco recordar un Francisco de
Asís sentido, mucho más que leído y admirado.
Con los brazo entregados a la querida hermana
muerte les dijo aun a sus frailes: "He hecho lo
que es mío, que Cristo os enseñe lo que es
vuestro", enseñando en su hora final que Jesús
es el modelo y guía de nuestras conciencias, que
tenemos en Él la orientación última de nuestros
quehaceres aquí en la tierra, que todos somos
hermanos y juntos avanzamos en el camino de la
conquista del Reino de Dios, que se encuentra
dentro de cada uno de nosotros, con disciplina,
perseverancia, resiliencia, humildad y
sencillez.
Sus palabras finales.
Despertar al Francisco que
existe dentro de cada uno es abrir un portal de
luz a las experiencias de la vida mucho más allá
de lo que podemos imaginar. Es permitirse una
vida con la mirada del espíritu inmortal, capaz
de efectuar hoy una realidad terrestre, a la par
de las luchas y tribulaciones de la vida. Es
mirar al otro como un hermano y darnos cuenta de
que la vida está a nuestro alrededor y que
debemos danzar al gusto de sus ráfagas, cantando
los albores de la paz inmortal. Finalizando,
dejo una frase de Francisco para inspirarnos,
hoy y siempre: "Fraile triste, triste fraile, la
tristeza es la enfermedad del diablo".
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