Nacido en Recife, capital del estado de
Pernambuco, Luiz Guimarães Gomes de Sá (foto), licenciado
en Medicina y actualmente jubilado por el Banco
do Brasil, es escritor en el Diario de
Pernambuco, el Jornal do Commercio,
la revista O Consolador y el
periódico O Imortal, además de colaborar
en los trabajos voluntarios en el Centro
Espírita Caminhando Para Jesús, con sede en la
ciudad donde vive.
En
esta entrevista, Luiz Guimarães nos cuenta cómo
fue su trayectoria de negación a la aceptación
por completo del Espiritismo y su participación
en diversos trabajos en las lides espíritas,
llevando consigo a los miembros de su familia al
estudio y la vivencia, de manera bien
fundamentada.
¿En qué
momento tuvo contacto con la Doctrina Espírita?
A
través de mi querido hermano Carlos José
Guimarães Gomes de Sá (Carlos Sá), trabajador de
la FEB. Hermano mayor que, a la edad de 18 años,
recibió de un amigo de nuestro padre, que murió
cuando yo tenía 14 años, El Libro de los
Espíritus. Él me hablaba al respecto, pero
al principio no hubo interés de mi parte. Me
dediqué a los estudios académicos, trabajando de
noche en el Banco do Brasil para estudiar
medicina. En realidad, no surgió el interés de
mi parte y me faltaba tiempo para adquirir el
conocimiento de la Doctrina de los Espíritus.
Además, siempre tuve un déficit visual e incluso
me sometí a dos trasplantes de córnea, lo que
dificultó mucho las lecturas, teniendo la
necesidad de leer los libros académicos para la
profesión que elegí.
¿Hubo
algún suceso especial que propició este contacto
inicial?
Admiraba el Espiritismo a lo largo de los años y
sentía algo, incluso sin ningún conocimiento,
que me daba un sentimiento de certeza y
seguridad. Pero en realidad me faltó la búsqueda
de información para que yo, de alguna manera,
pudiera ejercitar la práctica cristiana a la luz
del Espiritismo.
Conocí
a Fernando Veloso, quien era el jefe de mi
esposa en el INSS, y trabajador de Caminhando
Para Jesus desde
1953, hasta la fecha actual. Para mí, además de
un hermano, era una referencia de carácter,
bondad y conocimiento. Sin embargo, hace nueve
años, el dolor fue el camino que me llevó a la
Doctrina Consoladora, y recurrí al querido
hermano Fernando Veloso. Fue entonces cuando
comencé mis lecturas y me sometí a un
tratamiento desobsesivo.
Luego, tomé cursos concernientes a la práctica
espírita, empezando las actividades en esa Casa,
inclusive realizando algunas conferencias
después de cuatro años de asistencia y
escribiendo artículos para El Diário de
Pernambuco, el Jornal do Commercio y
la revista O Consolador, ya que fui
acogido por el querido hermano Astolfo Olegário
de Oliveira Filho.
¿Cuál
fue la reacción de su familia a su adhesión a la
Doctrina?
Mi
esposa es católica practicante, pero en estos
nueve años, después de mi ingreso a la Doctrina
Espírita y observando lo que yo buscaba enseñar,
tanto como fuera posible, fue aceptando la
información pasada. Al principio, con preguntas
razonables, pero
luego aceptó la práctica del Evangelio en el
Hogar. Puedo afirmar que no hubo rechazo, sino
preguntas...
De los
tres aspectos del Espiritismo - científico,
filosófico y religioso - ¿cuál es el que más le
atrae?
Como
ignoraba por completo la Doctrina, del aspecto
religioso puedo decir que fue el primero en
atraerme, incluso porque yo venía de formación
católica. Lo filosófico también es parte de mi
interés, porque trata conocimientos que nos
llevan a tener una "filosofía de vida" que forma
parte del contexto del aprendizaje cristiano. En
cuanto al aspecto científico, habiendo sido por
él que surgió la Doctrina, me causó una
expectativa más pronunciada, tal vez por
trabajar en el área médica. En fin, en la
ciencia siento más curiosidad en los estudios,
porque es dinámica.
¿Qué
libros espíritas que ha leído considera
indispensables para los hermanos que comienzan
su camino?
Inicialmente los libros básicos de codificación,
recordando la importancia de comenzar con la
obra "Qué es el Espiritismo" de Allan Kardec.
Las
divergencias doctrinarias en nuestro medio se
reducen a unos pocos temas. Uno de ellos se
refiere al Espiritismo laico. Para usted, ¿el
espiritismo es religión?
Entiendo el Espiritismo como una Doctrina
amparada por la Ciencia, la Filosofía y la Moral
Cristiana. No sería esencialmente una religión
por la
inexistencia de rituales, amuletos, imágenes y
jerarquías en sus prácticas. La
ciencia proporciona racionalidad al ser humano
para vivenciar la fe lógica a la luz de la
observación y la comprobación de los hechos que
siempre han existido, pero admitidos como
fenómenos sobrenaturales.
¿Cómo
ve la discusión en torno al aborto?
Lamentablemente hay quienes admiten y luchan por
esta actitud anticristiana, cuyas consecuencias
la Doctrina de los Espíritus aclara muy bien.
Desafortunadamente, las conveniencias personales
prevalecen en aquellos que aceptan esta práctica
criminal ante la Ley de Dios.
El
movimiento espírita en nuestro país, ¿le
agrada o le falta algo que favorezca una mejor
divulgación de la Doctrina Espírita?
El
movimiento, como su nombre lo dice, siempre será
dinámico. Sin embargo, observemos las "modas" que surgen
como si fueran descubrimientos auspiciosos para
la Doctrina, cuando en realidad son innovaciones
inadecuadas para las bases doctrinarias. La
literatura es muy vasta, pero es necesario "explorar" el
origen y el contenido de la información, que a
menudo distorsiona los principios que sustentan
al Espiritismo.
La
preparación del advenimiento del mundo de
regeneración en nuestro planeta ya ha dado, como
sabemos, sus primeros pasos. ¿Dentro de cuántos
años cree usted que la Tierra dejará de ser un
mundo de pruebas y expiaciones, pasando
plenamente a la condición de un mundo de
regeneración, en el que, según San Agustín, la
palabra amor estará escrita en todas las
frentes y una equidad perfecta regulará las
relaciones sociales?
La
fecha específica no se puede predecir. Pero este
proceso existe desde hace tres siglos y el
aspecto moral de la humanidad todavía deja un
vacío inmenso, para que las palabras de San
Agustín se conviertan en una realidad. Sin
embargo, este curso es inexorable y observamos
que los hechos que están ocurriendo muestran
signos de que estamos cerca, pero el tiempo del
hombre no se puede comparar con el tiempo de
Dios ...
Ante
los problemas que enfrenta la sociedad terrena,
¿cuál debería ser la máxima prioridad de quienes
actualmente dirigen el movimiento espírita en
Brasil y en el mundo?
La
divulgación del Evangelio debe ser siempre una
prioridad. Es a través de él que el sentimiento
de fraternidad podrá eclosionar en lo íntimo del
ser humano. Para que el amor florezca hasta el
punto de merecer un Planeta de Regeneración, se
hace necesario en primer lugar que tengamos el
autoconocimiento que nos transformará para que
podamos entender las necesidades de nuestro
prójimo y proceder con Benevolencia,
Indulgencia y Perdón. A partir de entonces,
tendremos amor en nuestros corazones,
experimentando la Caridad en su forma dinámica.
La
pandemia a la que nos enfrentamos desde
principios de 2020 ha alterado drásticamente el
funcionamiento de las Casas Espíritas e inspiró
el surgimiento de actividades en línea. ¿Cómo ve
el regreso de la Casa Espírita y su
funcionamiento a partir del momento en que el
COVID sea superado por completo?
Este
retorno ha sido muy esperado. Viene sucediendo
de una manera tímida, comprensible y necesaria,
ya que muchos de los que frecuentan las Casas
Espíritas son susceptibles de contraer COVID-19,
con más facilidad debido a las comorbilidades y
sus edades. Pero esta consolidación se dará en
breve, creo yo. Consideremos, sin embargo, que
en toda dificultad está el lado de la
experiencia y el aprendizaje y las conferencias
en línea fueron una alternativa importante, con
la que el Espiritismo fue divulgado en todo el
mundo, como nunca antes había ocurrido.
Sus palabras finales.
En esta
Transición Planetaria, en la que toda la
humanidad está involucrada, los espíritas tienen
una gran responsabilidad en la divulgación y el
esclarecimiento de este proceso, buscando
ayudar a todos los que aún no han despertado a
esta oportunidad que el Creador nos ha
concedido.
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