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La felicidad aun
no es de este mundo |
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“En el mundo tendréis aflicciones, pero tened buen
ánimo, yo vencí al mundo.” Jesús. (Juan, 16:33.)
Habitando este orbe, pasamos por sucesivas expiaciones y
pruebas. Después de reflexionar, concluimos que, en los
momentos aflictivos, contamos con el apoyo de
familiares, de raros amigos verdaderos, de eventuales
lecturas y de inspiraciones de los Espíritus que nos
aman y nos aceptan como somos.
“El progreso es una de las leyes de la Naturaleza. Todos
los seres de la creación, animados e inanimados, están
sometidos a el (...). Marchan, así, paralelamente, el
progreso del hombre, el de los animales, sus auxiliares,
el de los vegetales y el de la morada, porque nada
permanece estacionario en la Naturaleza.” (...) 1
Espíritus – vía médiuns insospechados – indicaron la
ocurrencia de esos cambios. Buena parte de ellos, en los
últimos años del siglo XX. Hay otros tantos,
encaminamiento, imperceptibles para la mayoría de los
habitantes de este bello planeta.
Será luego el proceso de transformaciones. Cuando se
concretizaran ocurrirán extraordinarios cambios – todos
fruto del Amor, que trasbordará de los corazones:
– Favorecerán la fraternidad legítima, solidaria, a
eliminar injusticias ahora reinantes, generando
condiciones dignas de vida para los que aquí habitaran,
con derecho a la salud, las viviendas, a la educación,
al agua pura y al estudio de todas las artes;
– Ese Amor se extenderá a la Naturaleza (preservada,
amada, con la purificación de ríos, lagos y mares; con
verdadera comprensión de que seres humanos, aves y
animales integran un todo que interobre reciprocamente.
Somos interdependientes, necesarios unos a los otros).
¡Y la vida será preservada en todas sus expresiones!
“¿Creando nuevas necesidades, la civilización no es
fuente de nuevas aflicciones?
(...) el más “rico es el que tiene menos necesidades.” 2
Preciosa lección de la Doctrina Espírita es la conquista
de virtudes, que mejoran nuestro interior (clave del
progreso individual). Entre ellas, obediencia y
resignación:
“(...) La obediencia es el consentimiento de la razón;
la resignación es el consentimiento del corazón (...). 3
Son fuerzas activas pues cargarán el fardo de las
pruebas que la revuelta deja caer.
“(...) obedeced a la gran ley del progreso, que es la
palabra de vuestra generación. ¡Ay del Espíritu
perezoso, de aquel que cierra su entendimiento! ¡Ay de
él! Porque nosotros, que somos los guías de la Humanidad
en marcha, os azotaremos y forzaremos tu voluntad
rebelde, por medio de la doble acción del freno y del
aguijón. Toda resistencia orgullosa tendrá que ceder,
pronto o tarde. (...)” 3
“(...) La vida es difícil, bien lo sé. (...) Si, (...)
atendemos (...) en los consuelos y compensaciones que,
(...) recibimos, habremos de reconocer que las
bendiciones son mucho más numerosas que los dolores.
(...)” 4
Nos cumple priorizar nuestra reforma moral, por su valor
para la vida del Espíritu:
“(...) Pensaste apenas en vuestro cuerpo; su bienestar,
sus placeres (...). Por él, que muere, despreciar
vuestro Espíritu, que vivirá siempre. (...). ¿Sería ese
el objetivo de la vida que el Señor os concedió?” 5
CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO
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Ese perfeccionamiento se dará, al reformar nuestra
naturaleza, corrigiendo defectos, adquiriendo nuevas
virtudes y desenvolviendo las existentes.
Es tema desenvuelto en las preguntas 919 y 919-a, de “El
Libro de los Espíritus” 6.
Conviene estudiarlo y aplicar sus lecciones duraderas.
En esta última está el método recomendado por San
Agustín (Espíritu), que lo utilizó en su vida.
Remitimos eventuales lectores a ellas, para que las
conozcan y apliquen en sus vidas, si así lo desearan. En
la última de ellas el sabio Espíritu afirma,
juiciosamente:
“(...) El conocimiento de sí mismo es, por tanto, la
clave del progreso individual. (...)”
Otros sabios se refieren a la importancia de ese
aprendizaje. Se destaca el pensador armenio Gurdjieff
(1866-1949).
Al inicio del siglo 20 recomendaba el autoconocimiento y
su importancia para bien vivir. Trazó algunas reglas de
vida que fueron colocadas en señalar en el Instituto
Francés de Ansiedad y Strés en París:
a) Haga pausas de diez minutos a cada dos horas de
trabajo, no máximo. Repita esas pausas en la vida diaria
y piense en usted, reflexione sobre sus actitudes.
b) Aprenda a decir no sin sentirse culpable o pensar que
lastimó. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.
c) Planee su día, pero deje siempre buen espacio para lo
imprevisto, consciente de que no todo depende de usted.
d) Concéntrese en apenas una tarea cada vez. Por más
ágiles que sean sus cuadros mentales, usted se agota.
e) Olvide, de una vez por todas, que usted es
imprescindible. En el trabajo, en casa, en el grupo
habitual. Por más que eso le desagrade, todo anda sin su
actuación, a no ser usted mismo.
f) Deje de ser el responsable por el placer de todos. No
es usted la fuente de los deseos, el eterno maestro de
ceremonias.
g) Pida ayuda siempre que sea necesario, teniendo el
buen sentido de pedir a las personas ciertas.
h) Diferencie problemas reales de problemas imaginarios
y elimínelos, porque son pura perdida de tiempo y ocupan
espacio mental, precioso para cosas más importante.
i) Intente descubrir el placer de actos cotidianos como
dormir, comer y tomar un baño, sin pensar que eso es lo
máximo a conseguir en la vida.
j) Evite desenvolverse en la ansiedad y tensión ajenas.
Espere un poco y después retome el diálogo, la acción.
k) Sepa que la familia no es usted; está junto a usted,
compone su mundo, pero no es su propia identidad.
l) Entienda que principios y convicciones cerradas
pueden ser un gran peso, la viga del movimiento y de la
búsqueda.
m) Es preciso tener siempre alguien en quien se pueda
confiar y hablar abiertamente, al menos en un radio de
cien kilómetros.
n) Sepa la hora cierta de salir de cena, de retirarse
del palco, de dejar la rueda. Nunca pierda el sentido de
la importancia sutil de una salida discreta.
o) No quiera saber si hablaron mal de usted y ni se
atormente con esa basura mental; escuche lo que hablaron
bien, con reserva analítica, sin cualquier
convencimiento.
p) Competir en el placer, en el trabajo, en la vida a
dos, es bueno... para quien quiera quedar agotado y
perder lo mejor.
q) La rigidez es buena en la piedra, no en el hombre. A
él cabe firmeza, lo que es muy diferente.
r) Una hora de intenso placer sustituye con holgura tres
horas de sueño perdido. El placer recompone más que el
sueño. Luego, no pierda las oportunidades de divertirse.
s) No abandone sus tres grandes e inquebrantables
amigas: la intuición, la inocencia y la fe.
t) Por fin, entienda de una vez por todas, definitiva y
concluyentemente: usted es lo que hiciera de sí mismo.
(Fonte: website psiconselhos, citado en reflexão.)
Em otro
site (clique
aqui) hay ochenta y tres consejos de
Gurdjieff a su hija. Entre ellos:
1. Fija tu atención en ti misma, sé consciente en cada
instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Faz lo que estuvieras haciendo lo mejor posible.
4. Desenvuelve tu generosidad sin testimonios.
5. Trata a cada persona como a un pariente próximo.
7. Arregla lo que desarreglaste.
8. Aprende a recibir, agradece cada don.
10. No mientas, ni robes, pues estarás mintiéndote y
robándote a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin volverlo dependiente.
13. Haz planes de trabajo y cumplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
19. Reparte equitativamente.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
23. No emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la
mayor parte de los hechos.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que firmaste.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
33. Realiza tus problemas.
34. Colócate en el lugar del otro en una discusión.
35. Admite que alguien te supere.
38. Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
39. Vence tus antipatías y acércate
40. No reacciones a lo que digan de bueno o de malo
sobre ti.
41. Transforma tu orgullo en dignidad.
42. Transforma tu cólera en creativad.
43. Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44. Transforma tu envidia en admiración por los valores
ajenos.
47. Trata lo que no te pertenece como si te
perteneciera.
48. No te quejes.
51. Paga por los servicios que te prestan.
55. Nunca contradigas, cállate.
56. No contraigas dudas, compra y paga enseguida.
57. Si ofendes a alguien, pide disculpas.
58. Si ofendes públicamente, discúlpate igualmente en
público.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con las ideas ajenas.
67. Acepta que nada eres tú.
68. Cuando pidieran tu opinión sobre alguien, habla
solamente de sus cualidades.
69. Cuando enfermes en vez de odiar ese mal, considéralo
tu maestro.
74. Si decides trabajar para alguien, trata de hacerlo
con placer.
75. Si estás en duda entre hacer o no hacer algo,
arriesgate y hazlo.
78. Vive de tus propias ganancias.
82. Obten para repartir.
ESTUDIO DEL EVANGELIO EN EL HOGAR
Es un medio valioso para desenvolver la reforma interior
y, consecuentemente, el autoconocimiento. No elimina
pruebas y expiaciones, pero nos inspira la aceptación y
la resignación. Favorece la influencia de nuestros
benefactores, sea por las inspiraciones beneficas, sea
por las lecciones recibidas durante el sueño del cuerpo.
FELICIDAD
A la Sombra de las Almendras 8
¿Ves las almendras y la sombra que ofrecen, que derraman
a su alrededor? – pues allí la felicidad está.
En cada una de esas sombras que encontraras, enjuga el
sudor del rostro; goza la frescura de la sombra;
arrebátate con la amenidad de la brisa; descansa...
Descansa y olvide el camino; prolonga tu parada, todo lo
que pudieras... después tendrás que proseguir... y,
proseguirás, hasta que llegue la hora de volver.
La felicidad es esto: pequeños momentos, pequeñas
paradas, trozos de sombra fresca en el camino aislado.
Aprovéchelos, siempre que los encuentres por los
caminos. Y, prolónguelos, mientras pudiera, lo que fuera
posible. Aprovecha tu reposo en esas manchas de sombras
invitadoras.
Sientate y adormece. Después, cuando sigas, olvidarás la
sombra amiga, donde habrás cogido el beso fugaz de la
felicidad. ¡Pero, no te desesperes!... Irás a
encontrarla, de nuevo, a tu espera, debajo de otro árbol
más adelante.
No hagas como yo hice, que, en la ansiedad de ir a su
encuentro, buqué donde no estaba, no supe determinar
donde me valanceaba.
Y, ahora, en las sombras de los almendros sólo veo
nostalgia.
No te desanimes delante de los desiertos calientes, de
los tropiezos, de las caídas... camina... acuérdate de
las sombras que se aproximan y sigue al frente; en busca
del próximo almendro.
Versos premonitorios de poetas inspirados, revelan ese
mañana que se aproxima:
JUICIO FINAL
(Nelson Cavaquinho y Élcio Soares)
El sol ha de brillar una vez más;
La luz ha de llegar a los corazones;
Del mal será quemada la semilla:
¡El amor será eterno nuevamente!
Es el juicio final
– La historia del Bien y del Mal –
Quiero tener ojos para ver:
¡La maldad desaparece!
Zélia Duncan nos brinda con esta bella canción: clique
aqui
Jesús concluirá esas transformaciones. Y “... habrá un
rebaño y un pastor...”. (Ju-10:16).
¡Sólo entonces la felicidad será de este mundo, al
completarse la transición de mundo de expiaciones y
pruebas para planeta de regeneración!
¡Es nuestra conclusión!
Referências:
1. KARDEC, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo,
cap. III, item 19, p. 89/90. – Santo Agostinho. (Paris,
1862.).
2. KARDEC, Allan. O Livro dos Espíritos. Trad. Evandro
Noleto Bezerra. 2. ed. 1.impr. Rio de Janeiro: FEB,
2011, q. 926, p. 561.
3. KARDEC, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo,
pelo Espírito Lázaro. (Paris, 1863.) cap. IX, item 8, p.
195/6.
4. KARDEC, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo, Um
Espírito amigo. (Le Havre, 1862) cap. IX, item 7, p.
195.
5. KARDEC, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo, Um
Espírito protetor. (Cracóvia, 1861) cap. XVI, item 12,
p. 324.
6. KARDEC, Allan. O Livro dos Espíritos. Trad. Evandro
Noleto Bezerra. 2. ed. 1.impr. Rio de Janeiro: FEB,
2011, q. 919 e 919-a, p. 553 a 555.
7.
Site: psiconselhos
8. CEGALLA, Domingos Paschoal. Português para o Colégio
Comercial. SP: Cia. Editora Nacional. À sombra das
amendoeiras, Sônia Dias p. 104.
Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com
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