|
Colonias espirituales serían
lugares circunscritos, ¿cómo es
eso? - Parte
1 |
|
|
|
“Las ideas prematuras acostumbrán a malograrse porque
las criaturas no están maduras para comprenderlas, ni
sentir por ahora la necesidad de un cambio de posición.”
(ALLAN KARDEC)
Introducción
La existencia o no de las colonias espirituales es tema
que continua levantando irritadas discusiones entre los
espíritas. Buena parte de sus opositores tienen como
fundamento la pregunta 1.012 de El Libro de los
Espíritus en cuya respuesta los Espíritus superiores
afirmaron que no hay lugares circunscritos. Según el
diccionario Michaelis, el vocablo circunscrito
tiene el significado de: “Que tiene límites claramente
determinados; demarcado, localizado, situado”. (1)
El problema es que el hecho de no tenerse en cuenta el
contexto de la respuesta, como anda ocurriendo,
inevitablemente produce una interpretación equivocada de
la respuesta. Llamamos su atención, querido lector, para
el título del ítem “Paraíso, infierno, purgatorio.
Paraíso” del cap. II – Penas y goces
futuros, del Libro Cuarto, donde está incluida la
siguiente pregunta: “1012. ¿Habrá en el Universo lugares
circunscritos para las penas y goces
de los Espíritus,
según su merecimiento?” (negrita
nuestra)
Un estudioso más atento percibirá que la pregunta es en
cuanto a lugares para las penas y goces de los
Espíritus, o sea, al respecto de la creencia común en
las tradicionales religiones cristianas sobre la
existencia del “cielo” y del “infierno” como lugares
circunscritos para los cuales iremos después de la
desencarnación. Por consiguiente, no hay absolutamente
nada contra colonias o construcciones en el plano
espiritual.
Encontramos también algunos compañeros que alegan no
existir nada sobre las colonias espirituales en las
obras de la codificación espírita. Aquí tenemos que
razonar que no podemos tener el mismo tipo de
comportamiento que el bibliólatra en cuanto a la Biblia,
o sea, si en ella “no habla” no existe.
El Espiritismo es progresivo
Varios son los momentos en que Allan Kardec (1804-1869)
dejó bien claro que el Espiritismo es progresivo y que
en él no fue puesto ningún punto final, como por ejemplo
vemos en esta su palabra registrada en la Revista
Espírita 1867, mes de abril:
[…] El Espiritismo no dice aun su última palabra, muy
lejos de esto, no más sobre las cosas físicas de lo
que sobre las cosas espirituales. Muchos de los
descubrimientos serán el fruto de observaciones
ulteriores. El Espiritismo no hizo, de alguna
suerte, hasta el presente, sino colocar los primeros
escalones de una ciencia cuya importancia es
desconocida. Con la ayuda de lo que ya descubrió, el
abre a aquellos que vendrán después de nosotros el
camino de las investigaciones en un orden especial de
ideas. No
procede sino por observaciones y deducciones. Si un
hecho es constatado, se dice que el debe tener una
causa, y que esta causa no puede ser sino natural, y entonces el
la busca.
En la falta de una demostración categórica, puede dar
una hipótesis, pero, hasta la confirmación, no la da
sino como hipótesis, y no como verdad absoluta. […]. ([3])
(negrita nuestra)
Cerraron tanto “la puerta” del Espiritismo que,
continuando así, jamás veremos ocurrir “muchos
de los descubrimientos serán el fruto de observaciones
ulteriores”, así como la posibilidad del “abre a
aquellos que vendrán después de nosotros el camino de
las investigaciones en un orden especial de ideas”.
Es obvio que todo deberá pasar por el control universal;
creemos sea innecesario desenvolver ese punto, por ser
tan evidente.
La realidad que se presenta
Se percibe también que algunos compañeros rechazan la
existencia de las colonias espirituales por presumir sea
una “revelación” singular de André Luiz.
Veamos lo que José Herculano Pires (1914-1979) dice en
la obra El Infinito y lo Finito, en el
cap. 32 – Mensajes espíritas en el exterior confirman
las recibidas en Brasil:
Libros de Chico Xavier en colación con obras francesas e
inglesas – “La Vida en los Mundos Invisibles”, del
reverendo anglicano Robert Hugh Benson, publicado en
portugués
Muchas personas encuentran dificultades en aceptar las
descripciones de la vida de más allá de la tumba, de los
libros de André Luiz, psicografiados por Chico Xavier.
Incluso entre los espíritas, ya habituados a tratar de
los problemas del “otro lado de la vida”, esas
descripciones encuentran en el principio, y aun hoy
encuentran, cierta reluctancia. Emmanuel explicó, de
manera bastante clara y feliz, en el prefacio de Los
Mensajeros, que los relatos de André Luiz no deben
ser tomados al pie de la letra, sino como un esfuerzo
para objetivar, en lenguaje terreno, las visiones del
mundo espiritual. A pesar de eso, la extrema semejanza
de la vida en el espacio con la vida en la Tierra aun
perturba a algunas personas y provoca varias críticas de
religiosos y materialistas.
La incomprensión al respecto es natural, en virtud
principalmente de dos motivos fundamentales: primero, el
hábito arraigado de considerarse la vida post mortem como
misteriosa, innaceible a la comprensión de los mortales;
segundo, la confusión habitual entre cuerpo y espíritu,
fuente del materialismo, que impide a mucha gente de
admitir la existencia de vida fuera de la materia. Este
segundo motivo es el reverso del primero y los dos
representan posiciones extremadas delante del problema
de la sobrevivencia. El Espiritismo nos muestra que la
vida más allá de la muerte no es innacesible a nuestra
comprensión y deshace, al mismo tiempo, la confusión
materialista entre cuerpo y espíritu.
[…]
[…] la existencia de ciudades espirituales en el más
allá de la tumba, de habitaculos, vegetales y animales,
no es, como suponen, una invención de los espíritas.
El Viejo Testamento y el Nuevo Testamento, por ejemplo,
están llenos de descripciones de ese orden. Basta
acordarse lo que dice Isaías (33:17, 20) sobre “la
tierra de lejos” y la “Sión de la solemnidad”, y el
Apocalipsis de Juan sobre la Jerusalén celeste.
En lo tocante a las revelaciones mediúmnicas, las
descripciones de André Luiz no constituyen novedad, a no
ser en cuanto a lo que traen de personal, de la manera
de ver del autor. Ya en El Cielo y el Infierno,
Kardec presenta descripciones semejantes. En la Revue
Spirite, el codificador publicó numerosos relatos de
más allá de la tumba en el mismo sentido. Sir Oliver
Lodge presenta cuadros semejantes en Raymond,
Denis Bradley en Rumbo a las Estrellas, y así por
delante. Ahora, la Editora Pensamiento, de esta
capital, acaba de lanzar la traducción de Life in the
World Unseen, de Anthony Borgia, con la versión del
título para La Vida en los Mundos Invisibles. El
trabajo de traducción fue confiado a J. Escobar Faria,
que realizó un primoroso trabajo.
Tenemos en ese libro curioso una nueva versión de la
vida en el más allá, con pormenores que confirman
plenamente las descripciones de André Luiz. El
autor espiritual es el ex-reverendo Robert Hugh Benson,
hijo de un ex-arzobispo de Cantuária, que, a la manera
de André Luiz, relata su pasaje para el lado de allá y
describe ese lado. La segunda parte del libro nos
ofrece una especie de geografía de los planos
espirituales más próximos de la faz de la Tierra. Benson,
que en la vida terrena escribiera a propósito de asuntos
espirituales, dando interpretación capciosa a algunas de
sus experiencias psíquicas, procura corregir en ese
libro sus errores dogmáticos de entonces. Los religiosos
en general, y los espíritas en particular,
encontraron en La Vida en los Mundos Invisibles mucho
material para comparación con las descripciones de los
textos sagrados y de las comunicaciones mediúmnicas
obtenidas en nuestro país. A esa colación, para los
espíritas, atiende a uno de los requisitos del método
doctrinario, para aceptación de las informaciones
espirituales: el del consenso universal, establecido por
el codificador. ([5])
(Continúa en la próxima edición de esta
revista.)
Referências bibliográficas:
KARDEC, A. O Céu e o Inferno.
Brasília: FEB, 2013.
KARDEC, A. O Livro dos Espíritos.
Brasília: FEB, 2013.
KARDEC, A. Revista Espírita 1858.
Araras (SP): IDE, 2001.
KARDEC, A. Revista Espírita 1859.
Araras (SP): IDE, 1993.
KARDEC, A. Revista Espírita 1865.
Araras (SP): IDE, 2000.
KARDEC, A. Revista Espírita 1867.
Araras (SP): IDE, 1999.
PIRES, J. H. O Infinito e o Finito.
São Bernardo do Campo (SP): Correio Fraterno, 1983.
SILVA NETO SOBRINHO, P. As Colônias
Espirituais e a Codificação. Divinópolis (MG): Ethos
Editora, 2015.
MICHAELIS, Circunscrito, disponível em: Link-1.
Acesso em 16 abr. 2022.