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El emblema del
trabajo del Creador |
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En la obra básica del Espiritismo, El Libro de los
Espíritus, hay un sensillo pasaje inicial llamado Prolegómenos.
El término deriva del griego prolegomenon y
significa “lo que precisa ser dicho antes1”.
Se trata de las nociones o principios básicos que
auxilian en la presentación e interpretación de una obra
mayor. Dentro de este valioso texto introductorio se
destaca el emblema del trabajo del Creador. Sigue el
referido trecho, tanto en el original como en la
traducción en portugués:
«Tu mettras en tête du livre le cep de vigne que nous
t'avons dessiné, parce qu'il est l'emblème du travail du
Créateur ; tous les principes matériels qui peuvent le
mieux représenter le corps et l'esprit s'y trouvent
réunis : le corps, c'est le cep ; l'esprit, c'est la
liqueur ; l'âme, ou l'esprit unis à la matière, c'est le
grain. L'homme quintessencie l'esprit par le travail, et
tu sais que ce n'est que par le travail du corps que
l'esprit acquiert des connaissances[3].»
- Prolegomenes, p. 30.
“Pondrás en la cabecera del libro la cepa que te
diseñamos, porque es el emblema del trabajo del Creador.
Ahí se encuentran reunidos todos los principios
materiales que mejor pueden representar el cuerpo y el
espíritu. El cuerpo es la cepa; el espíritu es el licor;
el alma o espíritu ligada a la materia es el grano. El
hombre quintaesencia el espíritu por el trabajo y tu
sabes que sólo mediante el trabajo del cuerpo el
Espíritu adquire conocimientos 4”. -
Prolegómenos, p. 50.
Inicialmente, es esencial fijar que la palabra utilizada
es emblema y no símbolo. Tal palabra viene del griego “ἔμβλημα
- émblema”, «algo para incluir dentro 4»”
o aun «ornamento sobre jarrones 5», y se
refiere a la señal distintiva o ilustración que auxilia
en el entendimiento y fijación de una composición moral.
Tener o no una ilustración representa la diferencia
entre un emblema y otras piezas morales, tales como los
proverbios, los dichos y expresiones sapienciales.
Además, en el emblema, texto y figura se auxilian en la
comprensión global del asunto6. Diferente del
símbolo, que es una ilustración, pero que no precisa
estar necesariamente vinculado a alguna información o
contenido moral.
El emblema del trabajo del Creador es la vid y algunos
comentarios pueden ser hechos sobre la cuestión. Los
informes son en la intuición de explorar las ideas
incluidas en el ítem para una mejor comprensión de
aspectos del Espiritismo y de sus prácticas. No se tiene
la intención de agotar el tema, tampoco de
cuestionamientos. El entendimiento y asimilación del
emblema puede auxiliarnos en nuestro trabajo y caminata
en las viñas de Dios.
La vid presenta algunas características ímpares sobre
superacción, resistencia, capacidad de fructificación y
expansión que merecen atención y reflexión. Para la
producción de vinos íconos, solos poco dotados y
carentes de materia orgánica propician condiciones
especiales para el desenvolvimiento de la planta. La
parra cuando es plantada en terreno con suelo fértil y
rico en materia orgánica propicia una planta con sistema
radicular menos profundo del que cuando es cultivada en
suelo pedregoso, por ejemplo. Muchas regiones
productoras de vinos de cuidado acostumbran a ser áreas
con suelos parcos, lo que obliga a la vid a desenvolver
raíces más profundas para alcanzar los nutrientes
necesarios en el subsuelo. En otras palabras, las
dificultades configuran el camino para la planta
desenvolverse de modo a potencializar sus resultados con
excelencia. Además, señaliza la importancia de Dios y de
los antepasados para que se tenga un sistema radicular
mejor desenvuelto. Es la búsqueda del Creador en el
interior profundo para suplir los nutrientes justos para
la vida, así como la gratitud y celo a los espíritus
afines. Otra manera posible de contemplar el sistema
radicular es vincularlo a la educación moral de la
infancia debido al periodo inicial de formación del
individuo7.
Otro hecho sobre la vid es su capacidad de adaptarse a
las condiciones climáticas extremas y a su velocidad de
regeneración, floración y fructificación. En regiones
vitivinícolas, hay la nítida percepción de diferentes
escenarios conforme las estaciones y épocas del año.
Vale destacar que, tradicionalmente, la cultura viene de
regiones de clima templado y la capacidad de resistencia
y superación de las dificultades es notoria. En lenguaje
artístico, se puede decir que la vid vence la nieve, el
desierto y las intemperies ambientales para fructificar
con loor la misión de la planta. Ciertamente la tarea de
la vendimia o de la cosecha configura punto simbólico
importante, aun que existan trabajos silenciosos del
mosto hasta la producción final del vinho.
Otro elemento esencial para la producción de la planta
es la incidencia solar. Por medio de la fotosíntesis el
vegetal tiene la capacidad de producir energía para
vencer las adversidades externas y de fructificar de
modo adecuado. Por eso, las vides que tienen alta
incidencia solar tienden a producir frutos más dulces.
Lo que permitirá en el futuro la fabricación de vinos de
referencia. Así, “amarrad las cepas, para que no caigan
y se mantengan erguidas, y sus ramas subirán al cielo8”.
La ascensión y fototaxia es facilitada por medio de ls
zarcillos presentes en la vid y que la auxilian en el
apoyo para su crecimiento. Estos zarcillos se asemejan a
pequeños “resortes” y ayudan en la fijación y adaptación
de la planta para avanzar en el crecimiento ascensional
para la luz. Se cuenta en el emblema reproducido en El
Libro de los Espíritus, tres zarcillos y cuatro
hojas para apenas un único racimo de uva. El racimo
perfecto no es compuesto apenas de un único grano
excepcional, sino de todos. Es la importancia de la
familia y del grupo de espíritus afines. Todavía, si en
un único grano podemos saber la cantidad de simientes,
en cada simiente no podemos determinar cuantas vides
existen. Así, tanto la cualidad individual como
colectiva cuentan para el progreso general.
Pero, apenas la planta en sí no genera buenos vinos. Es
esencial también la interacción con el ser humano y con
aquello que se denomina de terruño. El terruño es
la interacción de factores naturales con los
tecnológicos y humanos que permite la creación de áreas
con identidad propia y características definidas, tanto
en cuestiones organolépticas, como económico-sociales.
En este sentido, las áreas de Champagne en Francia,
Priorat o La Rioja en España, Douro en Portugal son
regiones con características de vinos definidos debido a
la interacción de esos multifactores. Diferente del vino
fermentado en proceso natural al acaso, el vino
producido por el ser humano, a partir del momento que
dominó su técnica de producción, tiende a valorar
ciertos patrones y gustos en vez de otros. Así, sea por
factores históricos, sea por elementos naturale, las
regiones productoras de vino se organizarán y se
diferencian una de las otras por medio de sus terruños.
De estas regiones con excelentes terruños son
producidos vinos de renombre mundial. Esos vinos tintos
de guarda son conocidos por maduración y ganar
características notorias adicionales. O aun, corregir
sus fallos iniciales para mostrarse como producto
superior que mejoró con el tiempo. Es la exhuberancia
del vino que se presenta excepcional no más por la
apariencia externa jovial, mas por el brillo sutil y
apurado de matices imperceptibles para la gran mayoría
de las personas. Es preciso ser un legítimo connoisseur para
apreciar todos los matices envueltos de un vino
superior. Es la sofisticación de los sentidos de modo a
superar lo tradicional y que envuelve educación y
prácticas, esfuerzos y conquistas para organizar el
aparato biológico y mental para captar y diferenciar
tales microtonos. De cierto modo, en muchos puntos se
asemeja con el desempeño de la mediumnidad.
Sobre el correcto perfeccionamiento del ser humano en
conjunto con el tiempo, tambiém es una propuesta del
Espiritismo, en especial con la reencarnación. De esta
manera, el contenido es mejorado a cada cambio de
barrica. En las consideraciones expuestas por el
Evangelista Lucas 9: “Y nadie
echa vino nuevo en odres viejos; de otra suerte el vino
nuevo romperá los odres, y se derramará el vino, y los
odres se estropearán”. Pasaje similar es encontrado en
otros Evangelistas 10 también. Por
medio de la reencarnación, el vino que antes parecía de
menor calidad va depurándose al punto de no precisar más
de la barrica 11.
La parra es una planta de exhuberante producción de
frutos y, en el caso de los vinos comerciales modernos,
es necesario que el productor realize podas planeadas de
las resinas. Lo que permite disminuir el número de
racimos para que se produzcan frutos de mejor calidad.
Además, cortes regulares en la propia planta son
fundamentales para su renovación y continua producción.
Las podas son maneras de equilibrar la materia seca de
la planta con la parte verde, lo que posibilita mejor
rendimiento y aprovechamiento de la vid. Retirar los
tocones y ramas secas permite também evitar problemas
con hongos y otros micro-organismos que estropean la
salud de la vid como un todo.
Por medio de las podas se prepara el futuro, al mismo
tiempo que dirige el presente, los recursos de la parra
y sus condiciones. Es estar atento y no descuidarse como
legítimo jardinero fiel.
Y en las recomendaciones de San Agustín: “Para trabajar
en la viña es preciso ser robusto y poderoso; el hombre
debe tener el vigor que Dios le dio. Él no creó la
Humanidad para transformarla en raza bastarda y
macilenta; él la hizo como manifestación de su gloria y
de su poder 12”. Es dar su testimonio a Dios
para volver sacra la vida por medio de su protagonismo y
también iniciativa en las obras de realización. Por eso,
el jardinero próspero también es cocreador en el jardín
del mundo.
Más allá de eso, por medio de las podas, las
modificaciones son elaboradas para expansión del viñedo.
En las recomendaciones del autor espiritual: “Cortad los
brotes y plantarlos en otro campo; ellos producirán
nuevas viñas y otros brotes en todos los países del
mundo 13”. Y San Agustín nos presenta de
forma magistral: “Esa viña espléndida que debe erguirse
para Dios es el Espiritismo 14”. Una
auténtica oda al futuro del Espiritismo.
Más alla del aspecto de la vid, se destaca también que
el vino es bebida presente en diversos pasajes de la
Biblia. Se cita, por ejemplo, el desembarco de Noé: “Y
comenzó Noé a ser labrador de la tierra, y plantó una
viña 15”. Se Suma también el primer milagro
de Jesús en las bodas de Caná con la transformación del
agua en vino 16, además de los valiosos
pasajes sobre los diferentes trabajadores en las viñas
del Señor 16.
Entre tanto, en los Prolegómenos, no es citado
directamente la palabra vino “vin”, sino licor
“liqueur”. Esta es una bebida dulce realizada por medio
del contacto prolongado de la fruta con el medio, en el
caso con el alcohol, lo que posibilita la transformación
del contenido que antes eran dos elementos separados en
apenas uno. Diferente del vino que pasa por un proceso
de fermentación natural, el licor simboliza el
refinamiento del trabajo humano en conjunto con Dios. Y
como nos es recordado en el texto, apenas con el trabajo
puede el individuo traer la quintaesencia al espíritu.
De este modo, la vid como emblema del trabajo del
Creador sirve como fuente de inspiración y ejemplo moral
para llevar adelante nuestras luchas diarias. De
agradecer y resistir las dificultades para cumplir
nuestra misión con celo y dedicación. De obrar en pro de
la evolución presente y futura, y no quedar limitado a
lo que ocurre en nível de superficie. Tener la confianza
y la fe de la perfectibilidad incluso que los eventos
ocurran de modo sutil, invisible y silencioso. Además,
precisamos apoyar y auxiliar a nuestros semejantes en la
caminata también. Es esencial que las uvas estén
próximas del punto de madurar unas de las otras. Caso
contrario, la falta de una dulzura general no permitirá
la producción adecuada de vinos. La abundancia no viene
de apenas un único racimo, sino de todo el conjunto.
Por tanto, agradecemos a Dios por las oportunidades de
estar en la viña y a Jesús por el camino y ejemplo de
dulcificación de nuestro ser por medio del trabajo con
tolerancia, de la solidariedad con paciencia y de la
inteligencia con amor. En las palabras finales de San
Agustín: “Orad, amad y haced la caridad, mis hermanos.
La viña es grande, el campo del Seño es inmenso. Venid,
venid: Dios y el Cristo os chaman y yo os bendigo 18”.
[1]
Link-1
[2]
Allan
Kardec. Le Livre
des Esprits.
Nouvelle Edition
Conforme A La
Seconde Edition
Originale De
1860. Union
Spirite
Française Et
Francophone. Link-2
[3] Allan
Kardec. Le Livre des Esprits. Nouvelle Edition
Conforme A La Seconde Edition Originale De 1860.
Union Spirite Française Et Francophone. Link-3
[4]
Link-4
[5]
Link-5
[6]
Saunders,
A. (1993). Is it
a proverb or is
it an emblem?
french
manuscript
predecessors of
the emblem book.
Bibliothèque
d’Humanisme et
Renaissance,
55(1), 83–111. Link-6
[7]
Ver
“Obras
póstumas”, Allan
Kardec, Item:
Credo Espírita,
educação e
instrução.
[8] Santo
Agostinho.
“A Vinha do
Senhor”.
Revista
Espírita:
Jornal de
Estudos
Psicológicos
- 1862.
Brasília:
FEB, 2004,
p. 136.
[10] Marcos
2:22; Mateus
9:17
[11] O
Livro dos
Espíritos,
pergunta
168.
[12]Santo
Agostinho.
“A Vinha do
Senhor”.
Revista
Espírita:
Jornal de
Estudos
Psicológicos
- 1862.
Brasília:
FEB, 2004,
p. 137.
[13] Santo
Agostinho.
“A Vinha do
Senhor”.
Revista
Espírita:
Jornal de
Estudos
Psicológicos
- 1862.
Brasília:
FEB, 2004,
p. 136.
[14] Santo
Agostinho.
“A Vinha do
Senhor”.
Revista
Espírita:
Jornal de
Estudos
Psicológicos
- 1862.
Brasília:
FEB, 2004,
p. 136.
[17] Mateus
20:1-16;
Lucas
20:9-19;
Marcos
12:1-11.
[18] Santo
Agostinho.
“A Vinha do
Senhor”.
Revista
Espírita:
Jornal de
Estudos
Psicológicos
- 1862.
Brasília:
FEB, 2004,
p. 137.