La ascensión de los Mundos de Pruebas para los de
Regeneración es un bellísimo espectáculo
"Los muertos son los invisibles, pero no son los
ausentes." -
Victor Hugo
Léon Denis rinde
atributos a la mediumnidad gloriosa en un periplo por la
Historia de la humanidad. Acompañemoslo "(...)
curso de las edades para testimoniarnos la expansión de
la mediumnidad en los más diversos medios, uniforme en
su principio, variada al infinito en sus manifestaciones:
la historia de los profetas de Israel se cerró con la
aparición de Jesús. Toda Su persona y todo Su pasaje
por la Tierra así como toda Su existencia están
envueltas en el misterio de lo Invisible. Él conversaba
con Moisés y Elías, y legiones de Almas Lo asistem. Su
pensamiento abarcan dos Universos; su palabra tiene la
dulzura de los Mundos Angélicos; su mirada lee en el
receso de los corazones, y con un simple contacto Él
hace cesar el sufrimiento.
Esas maravillosas
facultades son por Él transmitidas parcialmente a Sus
apóstoles. Y les dice: "no
cuideis cómo o lo que habéis de hablar; porque en
aquella hora os será inspirado lo que habéis de decir.
Porque no sois vosotros que habláis, sino el Espíritu de
vuestro Padre es el que habla en vosotros”.
Discurren los siglos; se muda la escena... Más Allá, en
el Oriente, surge otra imponente figura: en el silencio
del desierto, Mahoma, el fundador del Islan, redacta el
"Corán", bajo el dictado de un Espíritu... ¡Singular
coincidencia! Su misión comienza como la de Juana de
Arco; se le revela mediante voces y visiones. Como
Juana, también él - por mucho tiempo - se esquivó; pero
el poder misterioso lo arrastra contra su voluntad, y el
humilde conductor de camellos se vuelve el fundador de
una religión que se extiende sobre una vasta región del
mundo; él crea integralmente un gran pueblo y un gran
imperio.
En la Edad Media, mencionemos dos grandes figuras
históricas: Cristobal Colón, el descubridor de un nuevo
mundo, impulsado por una intuición superior, y Juana de
Arco que obedece a sus voces. En su aventurosa misión,
Colón era guiado por un genio invisible. Ya la vida de
Juana de Arco está en la memoria de todos. Sabemos que,
en todos los lugares, seres invisibles inspiraban y
dirigín a la heroica virgen de Domrémy. Todos los éxitos
de su gloriosa epopeya son previamente anunciados.
Surgen apariciones delante de ella; voces celestes le
susurran al oído. En ella la inspiración fluye como el
borbotar de un torrente impetuoso. Como médium y
misionera, sería sin igual en la Historia si no hubiese
habido antes de ella el Martir del Calvario. Se puede
por lo menos decir que nada se vio de más augusto desde
los primeros tiempos del Cristianismo...
A esos nombres gloriosos tenemos el derecho de añadir
los dos grandes poetas. Después de la música es la
poesía uno de los focos más puros de la inspiración;
provoca el éxtasis intelectual, que permite entrar en
comunicación con las Esferas Superiores. En ellos
cantan las voces todas de la Naturaleza. El ritmo de la
Vida Invisible regula la cadencia de sus versos...
Todos los grandes poetas heróicos comienzan sus cantos
por una invocación a los dioses o a la musa; y los
Espíritus inspiradores atienden al llamado. Murmuran al
oído del poeta mil cosas sublimes, mil cosas que solo él
entiende, entre los hijos de los hombres.
Homero tiene cantos que vienen de lo más alto que la
Tierra.
Platón decía: "(...)
el poeta y el profeta, para recibir la inspiración,
deben entrar en un estado superior en que su horizonte
intelectual se dilata e ilumina por una luz má alta”.
Según Pitágoras, "la
inspiración es una sugestión de los Espíritus que nos
revelan el futuro y las cosas ocultas".
Virgilio fue mucho tiempo considerado un profeta, en
virtud de su "Écogla mesiánica de Polion".
Dante Alighieri es un médium incomparable. Su "Divina
comedia” es una peregrinación a través de los Mundos
Invisibles.
Ozanam, el principal autor católico que ya analizó esa
obra genial, reconoce que su plano es calcado en las
grandes líneas de la iniciación en los misterios
antiguos, cuyo principio, como es sabido, era la
comunión con lo oculto.
Tasso compone a los dieciocho años su poema cavalleresco
“Renaud”, bajo la inspiración de Ariosto, y más
tarde, en 1575, su obra capital, la "Jerusalén
liberada”, vasta epopeya, que afirma haberle sido
igualmente inspirada.
Shakespeare, Milton y Shelley fueron también inspirados;
Goethe se embebió ampliamente en las fuentes de lo
Invisible; otro tanto se puede decir de Klopstock y de
su "Messiada”, poema en que se siente atravesar
el soplo del Más Allá; W. Blake afirma haber escrito sus
poesías bajo la dirección del Espíritu Milton, y
reconocer que todas sus obras fueron inspiradas.
Más próximo a nosotros, Alfred de Musset tenía visiones,
veía apariciones y oía voces. En todos los tiempos esas
comunicaciones sutiles de los Espíritus a los mortales
han venido a fecundar el arte y la literatura.
En la obra de Rogério Bacon, "El Doctor admirable", "Opus
majus", todas las grandes invenciones de nuestro
tiempo están profetizadas y descritas; Jerónimo Cardan,
en “De Rerum varietate” se felicitab por tener
los "dones” que permiten caer en éxtasis a
voluntad; Schiller declaró que sus más bellos
pensamientos no eran de su propia creación; ocurrían tan
rápidamente y con tal energía que él tenía dificultad en
aprenderlos con suficiente presteza para transcribirlos.
Las facultades mediúmnicas de Emmanuel Swedenborg, el
filósofo sueco, son atestadas por comunicaciones del Más
Allá, imposibles de contradecirlas.
Podríamos citar aun a Chateaubriand y su hermana
Lucília; Balzac; Edgard Quinet; Lamartine; Michelet;
Henri Heine...
Victor Hugo escribe: "Les
morts sont des vivants mêlés à nos combats. Et nous
sentons passer leurs flèches invisibles”.
En la vida de los santos rezuma exhuberante la savia
mediúmnica de que fue saturada la primitiva Iglesia por
el Cristo y Sus apóstoles...
Así, el fenómeno de la mediumnidad se muestra en todas
las épocas, ahora fulgurando con intenso brillo, ahora
velado y oscurecido, conforme el estado de alma de los
pueblos, jamás cesando de encaminar a la humanidad en
sus peregrinaciones terrestre. Todas las grandes obras
son hijas del Más Allá. Todo lo que ha revolucionado el
mundo del pensamiento, aduciendo un progreso
intelectual, nació de un soplo inspirador...
Dios envía Su pensamiento al mundo por emisarios que
incesantemente descienden los escalones de la escalera
de los seres y van a llevar a los hombres la
comunicación divina, como los astros envían a la Tierra,
a través de las profundidades, sus irradiaciones
sutiles. Así todo se une en el Plano Universal. Las
Esferas Superiores promuven la educación de los mundos
inferiores.
La ascensión de los Mundos de Pruebas para los de
Regeneración es el más bello espectáculo que puede ser
ofrecido a la admiración del pensador.
(...) Es tiempo de que un nuevo influjo recorra el
Mundo para substituir debilitados envoltorios
doctrinarios en cuanto formas gastadas y anquilosadas.
Solo la Ciencia y la Revelación pueden dar a la
humanidad la exacta noción de sus destinos. Un inmenso
trabajo en tal sentido se realiza actualmente; una obra
considerable se elabora. El estudio profundizado y
constante del Mundo Invisible, que lo es también de las
causas, será el gran manantial, el depósito inagotable
en que se han de alimentar el pensamiento y la vida. La
mediumnidad es su llave.
Por ese estudio llegará
el hombre a la verdadera ciencia y a la verdadera
creencia que si no excluyen mutuamente, mas que se unen
para fecundarse; por él también una comunión más íntima
se establecerá entre los vivos y los muertos, y socorros
más abundantes afluirán de los Espacios hasta
nosotros", cumpliendo la profecía registrada en el
Nuevo Testamento:
"en los
últimos tiempos, dice el Señor, derramaré mi Espíritu
sobre toda la carne; vuestros hijos e hijas
profetizarán, loo jóvenes tendrán visiones, y los viejos
sueños”.
Y finaliza Denis en una
contentació concluyente: “(...) el
hombre de mañana sabrá comprender y bendecir la vida;
cesará de recelar la muerte. Ha de, por sus esfuerzos,
realizar en la Tierra el Reino de Dios, esto es, de la
paz y de la justicia, y, llegado al término del viaje,
su última noche será luminosa y calma como el ocaso de
las constelaciones, a la hora en que los primeros
albores matinales se esplayán en el horizonte”.
Si viviese en nuestros días, Léon Denis no dudaría en
afirmar que de las Minas Gerais brotó la gema más
preciosa, la más poderosa antena mediúmnica donde la
efusión del Espíritu se muestra - exhuberante - a
extender las luces del Más Allá en las sendas de la
humanidad a través de la imperecible y sencillísima
criatura que para nosotros es el añorado, querido,
tierno es Cândido Francisco Xavier.
Afirmó Jesús:
"si mis discípulos se callaran, las piedras clamarán",
y eso se dio en la oscura Noche Medieval donde el
cordel, el cuchillo y las hogueras inquisitoriales
silenciaron las nobles expresiones del Espíritu.
Por eso, en el decir de
Camilo,
el Guía Espiritual del médium fluminense Raul Teixeira
las “Voces del infinito (lo que equivale a decir:
las voces de los Espíritus), resuenan como trompetas, estallando
las lápidas tumulares" en altisonante invitación a
las criaturas en las dificultades terrestres,
indicándoles los caminos de la Eternidad, restableciendo
las cosas en su verdadero sentido y rehabilitando el
mensaje cristiano de las frivolidades en ella incrustada
por la mano ambiciosa y mercantil del hombre
inmediatista con sus excusas, inconfesables y
subalternas propuestas.
Conforme deseo expresado
del Espíritu de Verdad,
“en un himno sagrado, debemos hacer unísonas todas
las voces, para que puedan repercutir de un extremo a
otro del Universo”.
-
"Os mortos vivos são; partilham nossas lutas. E
ouvimos sibilar suas setas."