Tema: El sufrimiento
Al servicio de la perfección
(Meimei)
Un viejo alfarero, muy dedicado a su trabajo, enfermó
gravemente un día y empezó a pasar enormes dificultades.
Los familiares, a quienes más había servido, vivían en
regiones distantes y parecían haber perdido la memoria…
Sin nadie que lo ayudara, comenzó a vivir de la caridad
pública, pero, cuando pedía limosna, se cayó en la vía
pública y se rompió una de las piernas, lo que lo obligó
a quedarse en cama por un largo tiempo.
Llorando, amargado, hizo una oración y rogó a Dios algún
consuelo para sus males. Entonces, durmió y soñó que un
ángel se le apareció, trayendo la respuesta que pedía.
El mensajero del Cielo lo condujo hasta el antiguo horno
en el que trabajaba, y, mostrándole algunos hermosos
vasos de su creación, preguntó:
- ¿Cómo conseguiste realizar trabajos así tan perfectos?
El alfarero, orgulloso de su obra, le informó:
- Usando el horno con mucho cuidado y con mucho cariño,
al servicio de la perfección. Algunos vasos volvieron al
calor intenso dos o tres veces.
- ¿Y sin fuego realizarías tu tarea? – indagó, aún más,
el emisario.
- ¡Nunca! – respondió el viejo, seguro de lo que
afirmaba.
- También así – esclareció el ángel, bondadoso -el
sufrimiento y la lucha son las llamadas invisibles que
Nuestro Padre Celestial creó para el embellecimiento de
nuestras almas que, un día, serán vasos sublimes y
perfectos al servicio del Cielo.
En ese instante, el enfermo despertó, comprendió la
Voluntad Divina y dio gracias a Dios.
Del libro Padre Nuestro, de Meimei,
obra psicografiada por el médium Chico Xavier.
Traducción:
Carmen
Morante
carmen.morante9512@gmail.com
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