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Factores
sociales y los problemas humanos |
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Pobreza, drogas, peleas entre bandas, padres ausentes,
desamor, facilidad de acceso a armas, preconcepto,
superpoblación, desigualdades sociales, entre otros, son
factores sociales que facilitan la eclosión de la
violencia, de la criminalidad, del suicidio y de los
trastornos mentales.¡
No obstante, según una parcela respetable de los
estudiosos espírita, han observado una significativa
carencia de debates espíritas en torno de los factores
sociales de los problemas humanos. Afirman, con
propiedad, que las conferencias y seminarios espíritas
enfocan casi que únicamente en los factores personales,
psíquicos o espirituales de la corporeidad, relegando al
plano secundario los elementos sociales implicados en el
sufrimiento y en las decisiones del Espíritu encarnado.
Deolindo Amorim, sociólogo y periodista conceptuado,
propone un diálogo del Espiritismo con las ciencias
sociales, escribió: ¡¡
El movimiento espírita no puede quedar ajeno a los
problemas sociales, cumpliéndole por eso, interferir en
la solución de esos problemas; debemos desenvolver y
perfeccionar cada vez más la conciencia de participación
en la vida social, en armonía con el legítimo pensaminto
de la Doctrina, que no quiere al espírita fuera del
mundo, sino dentro del mundo, ayudando a transformarlo.
Y aun, Deolindo:
Es verdad que la Doctrina se preocupa, por encima de
todo, con el lado espiritual de la vida, pero ni por eso
debemos desconocer las omisiones de la sociedad, que es
culpada de muchos dramas y conflictos por causa de su
indiferencia delante de injusticias de todo orden. Y la
sociedad somos todos nosotros, luego, también nos cabe
una parte de responsabilidad. [...] No se comprende
tamaña desigualdad bajo el cielo de una civilización
cristiana.
No podemos, todavía, responsabilizar a la literatura
espírita en general, y las obras de Kardec, en
particular, por este fenómeno, pues una harta referencia
sobre las influencias del medio sobre el Espíritu está a
la disposición del lector espírita.
Emmanuel, en una obra de 1940, llamaba la atención que
se hace indispensable que el corazón esclarecido coopere
en la transformación del medio en que vive para el bien,
mejorando y elevando las condiciones materiales y
morales de todos los que viven en su zona de
influenciación. ¡¡¡
Ofreciendo elementos teóricos que nos auxilien en la
mejor comprensión de la relación Espíritu
encarnado/ambiente, presentamos algunas
consideraciones extraídas de textos kardecistas,
relacionándolas con tres afirmaciones extraídas de los
propios textos.
Primera afirmación: La evolución posee un componente
personal, ligado al esfuerzo propio, y un componente
solidario, vinculado a una preocupación con el todo, de
ahí el compromiso de cada uno en colaborar con el
desenvolvimiento colectivo.
La encarnación tiene aun otra finalidad, que es la de
poner el Espíritu en condiciones de enfrentar su parte
en la obra de la creación. Es para ejecutarla que él
toma un dispositivo en cada mundo, en armonía con su
materia esencial, a fin de en él cumplir, de aquel punto
de vista, las órdenes de Dios. Y de esa manera,
concurriendo para la obra general, también progresa.
La acción de los seres corpóreos es necesaria a la
marcha del Universo. Pero Dios, en su sabiduría, quiso
que ellos tuviesen, en esa misma acción, un medio de
progresar y de aproximarse a Él. Es así que, por una ley
admirable de su providencia, todo se
encadena, todo es solidario en la Naturaleza. LE,
ítem 132
***
¿No hay hombres reducidos a la mendicidad por su
propia culpa?
- Sin duda. Pero si una buena educación moral les
hubiese enseñado a practicar la ley de Dios, no
habría caído en los excesos que los llevaron a la pérdida.
Y es de eso, sobre todo, que depende el mejoramiento
de vuestro globo. LE, ítem 889
***
[...] los Espíritus deben concurrir para el progreso
recíproco. LE, ítem 218
Segunda afirmación: La encarnación coloca al Espíritu
bajo fuertes influncias ambientales, que se relacionan
evidentemente con la formación de su personalidad y con
sus actitudes delante de la vida. Esa influencia será
tanto mayor en cuanto menor su condición evolutiva,
considerada del punto de vista intelectual y moral.
El hombre conserva, en sus nuevas existencias, los
trazos del carácter moral de las existencias
anteriores?
- Sí, eso puede ocurrir. Pero al mejorarse él se
modifica. Su posición social también puede no ser la
misma. Si de señor él se vuelve esclavo, sus
inclinaciones serán muy diferentes y tendríais
dificultades en reconocerlo. El Espíritu siendo el
mismo, en las diversas encarnaciones, sus
manifestaciones pueden tener, de una para otra, ciertas
semejanzas. Estas, entre tanto, serán modificadas por
las costumbres de la nueva posición, hasta que un
perfeccionamiento notable venga a cambiar completamente
su carácter, pues de orgulloso y malo puede volverse
humilde y humano, desde que se haya arrepentido. LE,
ítem 216
***
¿El medio en que ciertos hombres viven no es para
ellos el motivo principal de muchos vicios y
crimenes?
- Sí, pero aun en eso hay una prueba escogida por el
Espíritu en el estado de libertad; él se quiso exponer a
la tentación para tener el mérito de la resistencia. LE,
ítem 644
***
Con una organización social criteriosa y previsora, el
hombre solo por culpa suya puede faltar lo necesario.
Sin embargo, sus propias faltas son frecuentemente
resultado del medio donde se encuentra colocado. Cuando
practicara la ley de Dios, tendrá un orden social
fundado en la justicia y en la solidariedad y él mismo
también será mejor. LE ítem 930
***
¿Creéis haber adquirido toda perfección moral de que el
ser sea susceptible en la Tierra? ¿Hablando
de otro modo, suponéis haber personas que valgan más que
vosotros? ¿Creéis que las haya valiendo menos que
vosotros? ¿Entre
todos los hombres que han vivido en la Tierra desde que
es habitada, habrá muchos que hayan alcanzado la
perfección? ¿Habrá muchos que no pudieron
alcanzar esa perfección por causas independientes de su
voluntad, esto es, porque no estaban en situación de
quedar esclarecidos sobre el Bien y el Mal? Si la
condición de los hombres después de la muerte es la
misma para todos, ¿será preciso hacer el bien en vez de
el mal? ¿Si, al contrario, la condición es relativa al
mérito adquirido, encontraréis justo que los, de quien
no dependió se encuentren impuros, quedasen privados de
la ventura para siempre? LE, primera edición, nota 04
de Kardec
***
No desean esos Espíritus abreviar sus sufrimientos?
- “Lo desean, sin dudas, pero les falta energía bastante
para querer lo que los pueda aliviar. ¿Cuantos
individuos se cuentan, entre vosotros, que prefieren
morir de miseria a trabajar?”. LE, ítem 995
***
De acuerdo con eso, la diversidad de las aptitudes en el
hombre deriva únicamente del estado del Espíritu?
- “Únicamente no es del todo exacto. Las cualidades del
Espíritu, que puede tener una mayor o menor evolución,
constituyen el principio, pero es necesario tener en
cuenta la ascendencia de la materia que entra para más o
para menos el ejercicio de esas facultades.” LE, ítem
370
***
Examinando un caso
de suicidio
relacionado a
la miseria
humana (El panadero
deshumano), el Espíritu Lamennais hizo
la
siguiente
apreciación sobre el
hecho
en
cuestión:
“Esta infeliz mujer es una
de
las
víctimas
de vuestro
mundo, de vuestras
leyes y de
vuestra sociedad.
Dios
juzga las
almas, pero también juzga los
tiempos y
las
circunstancias;
juzga las
cosas forzadas y
el desespero;
juzga el fondo y no la
forma. Y oso
afirmar: esta infeliz murió no
por crimen, sino por
pudor, por miedo
de
la vergüenza. Es que donde la
justicia
humana es inexorable,
juzga y condena los hechos
materiales, la
justicia
divina constata el fondo
del corazón
y el estado
de
la
conciencia
[...] Esta mujer es bendecida
por Dios
porque es infeliz y este
hombre es maldecido
porque le negó
el pan. ¡Oh Dios! ¿Cuándo,
pues,
todos tus dones
serán reconocidos y puestos
en práctica?
A los
ojos
de tu
justicia,
aquel que negó
el pan será castigado,
por cuanto el Cristo
dice: Aquel
que da pan a
su prójimo,
a mí mismo lo
da” Revista
espírita, mayo
de 1862
***
¿Quien no conoce la fuerza de arrebatamiento que domina
las aglomeraciones donde hay homogeneidad de
pensamientos y de voluntades? No se podría imaginar a
cuanta influencia estamos así sometidos, con nuestro
desconocimiento. ¿Esas influencias ocultas no pueden ser
la causa determinante de ciertos pensamientos? De esos
pensamientos que nos son comunes, en el mismo instante,
con ciertas personas; de esos vagos presentimientos que
nos hacen decir: ¿Hay cualquier cosa en el aire que
predice tal o tal acontecimiento? ¿En fin, ciertas
sensaciones indefinibles de bienestar o de malestar
moral, de alegría o de tristeza, no serían de ningún
modo el efecto de la reacción del medio fluídico en el
cual estamos de los efluvios simpáticos o antipáticos
que recibimos y que nos envuelven como las emanaciones
de un cuerpo perfumado?
¡Si se
pudiese
dudar del mecanismo
inmenso
que el pensamiento
pone
en juego, y de
los
efectos
que él
produce de
un individuo
a otro, de un grupo
de seres a otro grupo, y,
en fin,
de
la
acción universal
de
los
pensamientos
de
los
hombres
unos
sobre los
otros, el hombre quedaría deslumbrado!
Se sentiría aniquilado
delante
de esa
infinidad de detalles,
delante
de esas
redes innumerables
ligadas, entre sí,
por una
poderosa voluntad, y
obrando armónicamente
para alcanzar
un objetivo
único: el progreso
universal. Obras póstumas, Introducción al estudio
de
la
fotografía del pensamiento
***
Con una
organización social
previsora
y sabia el hombre
no puede
sufrir
necesidades, a no ser por su culpa. Pero
las
propias
culpas del hombre
son frecuentemente el resultado
del medio
en que él
vive. Cuando el hombre
practicara
la
ley de
Dios,
dispondrá
de un orden social
fundado
en la
justicia y
en la
solidariedad y con
eso él
mismo
será mejor. LE, ítem
930
Tercera afirmación: Al someternos a las leyes de la
corporeidad pasamos a vivir bajo poderosas influencias
del cuerpo y del ambiente. Aun así, prevalece, en la
inmensa mayoría de las veces, nuestro libre-albedrío en
ceder o no a los arrastramientos. Negar la opción de la
escogida individual sería lo mismo que aliarse a las
estupidez del materialismo.
¿Cuando el hombre
está sumergido en la
atmósfera
del vicio, el mal
no se vuelve para él
un arrastramiento casi irresistible?
- Arrastramiento,
sí;
irresistible,
no; porque en el medio
de esa
atmósfera
de vicios
puedes
encontrar grandes virtudes. Son Espíritus
que tuvieron
la
fuerza
de resistir, y que
tuvieron,
al mismo
tiempo, la
misión de
ejercer
una
buena
influencia
sobre sus semejantes. LE, ítem
645
***
[...] para juzgar a un individuo, es preciso
tener
en cuenta el grado de
influencia
de cada uno,
en razón de
su desenvolvimiento,
después hacer
entrar en la
balanza el temperamento, el medio, los
hábitos y
la
educación. Revista
Espírita, 1862, pág.
95.
[i] Psicologia
social, cap. 10, Aroldo Rodrigues e col.
[ii] El Espiritismo y
los
problemas humanos, Deolindo Amorim, parte I,
Definición
y opción.
[iii] O Consolador,
ítem 121.