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Yvonne A. Pereira enseña
desenvolvimiento mediúmnico - Parte
1 |
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Portadora de una dedicación ímpar a la causa doctrinaria,
Yvonne A. Pereira constituye un importante ejemplo de
idealismo espírita. De hecho, más allá de su trabajo
mediúmnico propiamente dicho, o sea, su trabajo como
médium psicográfica de Espíritus como Bezerra de
Menezes, Léon Denis, Charles, Léon Tolstói, Camilo
Castelo Branco, entre otros, Yvonne elaboró muchos
artículos, mientras era autora espírita encarnada. Tales
manuscritos versan sobre temas doctrinarios complejos,
sobre todo abordando el área mediúmnica, en la cual su
bagaje doctrinario y su experiencia de médium productiva
proporcionan concretas directrices de seguridad.
“Canticos del Corazón” es una obra poco divulgada de la
mediumnidad de Yvonne do Amaral Pereira y constituye una
compilación de artículos promovida por la Editora del
Centro Espírita Léon Denis (CELD). “Canticos del
Corazón” presenta volúmenes 1 y 2, y el capítulo
presentemente comentado se trata justamente del último
capítulo del segundo volumen (los capítulos son
artículos publicados por la autora en el periódico
“Obreros del Bien”). Se trata de una publicación póstuma
hecha por la CELD, cuya primera edición foi
disponibilizada en 1994 (Yvonne desencarnó en 1984). El
capítulo en cuestión (capítulo IX) se denomina
"Consideraciones sobre la Mediumnidad".
Yvonne utiliza siempre a Kardec como su principal
referencia y desenvuelve los temas con base en las
experiencias mediúmnicas personales y en su bagaje como
espírita militante, la cual fue adquirida por muchos
años de actuación en el movimiento espírita.
Los esclarecimientos de Yvonne son motivados por
preguntas sobre mediumnidad y desenvolvimiento
mediúmnico. Las cuestiones fueron dividididas en cuatro
tópicos. Después de la segunda respuesta de Doña Yvonne,
también comentamos sobre algunos aspectos referentes al
desenvolvimiento anímico, los cuales fueron reflexiones
obtenidas a partir de una otra notable obra de la
autora, “Investigando lo Invisible”.
Veamos los cuestionamientos y las respuestas de Doña
Yvonne:
"El Sr. G. S. V., estudioso de los asuntos espíritas,
nos mandó las siguientes preguntas: 1 - ¿Cómo ayudar al
desenvolvimiento práctico de la mediumnidad? 2- ¿Cuál es
el método de desenvolvimiento a médiuns comunes, sin
forzalos o condicionarlos a las manifestaciones? 3-
¿Cómo debemos dirigir esta parte? 4- ¿Cuál es la forma
segura, sin forzar, que los predisponga a un
desenvolvimiento natural, serio, tranquilo?
Yvonne: "1- El mejor medio de desenvolver la
mediumnidad es no preocuparse con su desenvolvimiento,
si no prepararse moral y mentalmente para poder
asumir el compromiso de volverse médium desenvuelto.
Tal preparación, no obstante, no podrá ser rápida, y,
muchas veces, la facultad se presenta y se define
durante su transcurso. Es el método más seguro,
natural, por tanto. Si la mediumnidad no se
presenta así, espontáneamente, naturalmente, es señal de
que aun no está bastante madurada para expandirse.
(negritas mías)
“Se puede, entre tanto, experimentar, sentánndose
el médium a la mesa de los trabajos, y dejándolo a
voluntad. El director de la mesa, a su vez, no debe
insistir, presionando o forzando el pretendiente a que
de pasividad, por cuanto ese método excita la mente del
médium, que acaba dando pasividad a sí mismo, con lo
que tendremos la sugestión, y no la comunicación
mediúmnica auténtica.
“Kardec aconseja esa experiencia hasta seis meses*,
y la observación ha probado que, si hay, realmente,
alguna facultad para desenvolver, en mucho menos tiempo
el caso será resuelto, principalmente si el médium
estuviera preparado a través del estudio y de la
práctica del bien (negritas mías - *Vale
resaltar que Yvonne
hace, indirectamente, mención al ítem 204 de “El Libro
de los Médiuns”, pues comenta sobre el límite de
aproximadamente seis (6) meses para pruebas
psicográficas, conforme preconizado por Kardec).
“Si el pretendiente nada sintiera en ese periodo
debe, a rigor, retirarse de la mesa. Lo contrario será
forzar el don, con la subsecuente de animismo, de
auto-sugestión o de la sugestión del propio dirigente de
los trabajos sobre la mente del paciente. Se
verifica de ahí una especie de hipnosis que podrá
hasta incluso perjudicar para siempre cuando ella
realmente se presentara. Y es lo que más existe hoy
en día en los centros espíritas donde Allan Kardec es
sustituido por ideas personales y modismos de otras
escuelas espíritas, muy infiltrados en la escuela
kardecista (negritas mías).
“La mediumnidad es facultad transcendente, sublime, que
no puede soportar métodos inadecuados a su naturaleza
por así decir celeste".
Yvonne A. Pereira
La respuesta de Yvonne al primer ítem corrobora la
explicación/orientación de Chico Xavier de que “el
teléfono toca de allá para acá”. De hecho, Emmanuel
comenta en “Camino, Verdad y Vida” que, en la mayoría de
las veces en que forzamos nuestras aptitudes psíquicas y
su desenvolvimiento para que nos vovalmos los llamados
“médiuns de acción” (médiuns ostensivos con tarea
específica en el área mediúmnica dentro de la Casa
Espírita), los resultados tienden a ser negativos. Esa
baja productividad puede ser interpretada tanto en
términos de disminución del equilibrio mental y
emocional del candidato a la tarea mediúmnica, como en
lo que se refiere a la generación de contenido dudoso o
claramente negativo, doctrinaria, moral y
espiritualmente. Yvonne afirma que esa estrategia
constituye “...el método más seguro, natural”.
Se debe recordar que estamos sometidos a un plan
reencarnatorio, con tareas generales y específicas. Este
plan es preparado de forma minuciosa por los mentores
espirituales y, frecuentemente, por nosotros mismos,
teniendo en consideración nuestras necesidades
espirituales inmediatas, compromisos del pasado y
potencialidades para el presente y para el futuro. Es
obvio que el plan no es absoluto y, dependiendo de
nuestro y consecuente desempeño espiritual, puede venir
a ser revisado durante la propia reencarnación. Entre
tanto, tales cambios no son tan corrientes así, pues
muchos factores deben ser considerados.
Nuestras tareas reencarnatorias normalmente buscan a una
más intensa y segura evolución, con un menor riesgo de
caidas morales. Además, no siempre aquello que deseamos
consiste en lo mejor para nosotros o para nuestra “tarea
reencarnatoria” propiamente considerada. Eso es tan
usual, que, nosotros mismos, cuando desdoblados
parcialmente por el sueño físico, podemos tener una
opinión diferente al respecto de lo que realmente
deseamos (en relación a nuestras aspiraciones cuando
estamos en el periodo de la vigilia en el cuerpo
material), en función de las ilusiones a que nos dejamos
llevar mientras integrados en el cuerpo material, esto
es, en estado de coincidencia con el cuerpo físico (ved
Pregunta 416 de “El Libro de los Espíritus).
Yvonne: "2- Las sesiones prácticas de
desenvolvimiento no son aconsejables. La observación ha
demostrado que ellas son, en gran mayoría, fábricas
de animismo y obsesión, de sugestión y descontrol
nervioso, justamente porque obligan a los
participantes a un esfuerzo penoso al desenvolvimiento. De
ahí la escasez de médiuns seguros de su facultad (negritas
mías).
Médiuns hay que quedan uno, dos, cinco, diez años
desenvolviendo las propias facultades sin nada conseguir
de auténtico y útil, perdiendo, así, un tiempo precioso,
que podría ser empleado en otro sector. Pero lo
cierto es que, si en algunos pocos meses ellos no
tuvieran facultades desenvueltas, no conviene que
insistan, o porque no posean la facultad, o porque fue
perjudicada por factores que convienen sean observados y
estudiados... Además, el desenvolvimiento completo de
una facultad mediúmnica lleva tiempo en completarse,
y requiere paciencia y dedicación, mucho amor y mucho
estudio, renovación moral y mental progresivas y, a
veces, muchas lágrimas y sufrimientos.
"Es bueno no olvidar que la finalidad de la mediumnidad
es el intercambio entre el ser humano y las entidades
espirituales, dependiendo, por tanto, de nosotros mismos
a sua gloria o su fracaso. El desenvolvimiento
espontáneo, pues, es uno de los secretos de la buena
mediumnidad.
“Hay personas que parecen demostrar síntomas de
facultad a desenvolver, pero son excesivamente
nerviosas, impresionables. Si experimentan, nada
consiguen de aceptable. A esas será prudente, antes
de cualquier experiencia, un adecuado tratamiento
médico, así como pases hechos dos veces por semana, por
lo menos, con una asistencia de dos a tres médiuns
pasistas, lecturas evangélicas, frecuencia a las
reuniones de estudio y meditación, pero no la presencia
en sesiones prácticas.
“En la mayoría de los casos, esas personas son más
enfermas psíquicas, necesitadas de un tratamiento
físico-psíquico, de lo que verdaderos médiuns a
desenvolver, pues una de las condiciones para la
mediumnidad es la buena salud del médium. Son
personas traumatizadas, cuya mente invigilante o enferma
forja lo que presenta, saca de sí misma las
comunicaciones que da, y pueden ser hasta histéricas.
Cuando se restablezcan, podrán experimentar, pero es
probable que jamás sean aparatos mediúmnicos fieles. Durante
el tratamiento, a fin de no perder tiempo, podrán ser
aprovechadas en trabajos de caridad al prójimo aliados
al Evangelio (concentración junto al pasista), conforme
el grado de responsabilidad ya adquirida, pues todo eso
es responsabilidad, es compromiso con la Ley de Dios.
“La siembra es grande, y hay servicio para todos. La
mediumnidad es amor, es sacrificio, es renuncia, es
humildad, es cruz pesada, y no es apenas en su sector
que podemos servir a Dios y al prójimo".
Yvonne A. Pereira
Yvonne demuestra haber encontrado muchas fragilidades y
poca productividad en las llamadas “reuniones de
desenvolvimiento o educación mediúmnica” vigentes en
nuestro movimiento espírita. Es impresionante constatar
la contundencia que Yvonne usa luego en el inicio de su
respuesta al segundo ítem, afirmando que “... la
observación ha demostrado que ellas (las sesiones
prácticas de desenvolvimiento) son, en gran mayoría, fábricas
de animismo y obsesión, de sugestión y descontrol
nervioso...”.
Por tanto, la experimentada médium enfatiza la necesidad
de un desenvolvimiento global del trabajador espírita,
el cual debe acompañar, o hasta incluso anteceder al
desenvolvimiento mediúmnico propiamente dicho.
Vale recordar algunas conferencias de José Raul
Teixeira, tales como “El Centro Espírita y la Dinámica
del Amor”, en las cuales el expositor de Niterói-RJ
explica: “¡El Centro Espírita es la Casa que nos saca de
la locura! ¡Por tanto, basta de locura! Si el candidato
a la mediumnidad no pueda asistir a ninguna otra reunión
(que sea exclusivamente de estudio doctrinario), más
allá de la reunión mediúmnica, ¿para qué mediumnidad?
¡¿Y, por consiguiente, para qué reunión mediúmnica?!”
Divaldo Franco también explica en la conferencia
“Encuentro con Dirigentes”, en febrero de 1992, en el
Grupo Espírita Meimei, que era común que compañeros
reclamaran que frecuentaban, hace mucho tiempo, el
Centro Espírita Camino de la Redención (Salvador-BA),
sin conseguir desenvolver la mediumnidad (“¡Yo frecuento
hace 10 años y aun no desenvolví la mediumnidad!”).
Divaldo narra en la conferencia que su respuesta era:
“¡Si usted frecuenta hace 10 añosy aun no desenvolvió la
mediumnidad es porque no la tiene! No es porque todo el
mundo tiene la percepción que tenga que ser médium
actuante (médium ostensivo)”.
Yvonne también encuentra que un patrón poco eficiente de
reuniones mediúmnicas, según ella vigente en nuestro
movimiento espírita (por lo menos en aquella época),
estaría asociado a una escasez de médiuns seguros (“De
ahí la escasez de médiuns seguros de su facultad.”).
La médium de “Memorias de un suicida” alerta para el
problema de los candidatos a la mediumnidad pueden ser
personas “...nerviosas, impresionables...” . Ella afirma
“Si
experimentan, nada consiguen de razonable”. Ella
admite que muchos pueden tener alguna facultad
mediúmnica significativa, pero sin un conjunto de otros
pre-requisitos no será posible obtener resultados
mínimamente razonables a partir de ese tipo de
instrumentación mediúmnica.
Yvonne igualmente resalta que el candidato al trabajo
mediúmnico debe estar gozando de buena salud, física y
espiritual, siendo necesario, mientras este enfermo, un
previo restablecimiento de la salud para posterior
iniciativa en las reuniones de intercambio espiritual.
Hay que enfatizar que el desenvolvimiento mediúmnico
presupone un desenvolvimiento anímico previo, esto es,
un desenvolvimiento personal integral, abarcando las
potencialidades parapsíquicas del propio candidato al
trabajo mediúmnico.
No que se refiere al desenvolvimiento moral, especial
destaque debe ser dirigido para una mayor acción en la
caridad, menor predisposición a la susceptibilidad,
amarguras y resentimientos y mayor inteligencia
emocional, sobre todo en lo que se refiere a la
irritación por motivos irrelevantes y a la resiliencia
frente a las dificultades inherentes a la constante
lucha de la vida material. En lo que se relaciona al
desenvolvimiento intelectual, se hace necesario un mayor
crecimiento cultural, abarcando mayores nociones de
espiritualidad de una forma general, y específicamente
una mayor profundidad doctrinaria. Además, si es posible,
sería interesante una mayor cualidad linguística, para
que los Espíritus comunicadores tengán más
“herramientas” para una expresión con mayor precisión; y
una mayor cultura general, que también será recurso
utilizado para que los Amigos Espirituales puedan
elaborar construcciones más ricas, y más fieles al
“texto original” de esos propios Espíritus, lo cual,
muchas veces, ya estaría previamente elaborado en el
mundo espiritual.
(Continúa en la próxima edición de esta
revista.)
Referências bibliográficas:
Pereira, Y. A. Cânticos
do Coração – Volume II (Realidades
Espíritas). Primeira Edição. Edições CELD. Rio de
Janeiro-RJ, 1994.
Kardec, A. O
Livro dos Médiuns [tradução
de Evandro N. Bezerra]. Segunda edição. Federação
Espírita Brasileira (FEB). Brasília-DF. 2021.
Kardec, A. O
Livro dos Espíritos [tradução
de Evandro N. Bezerra]. Quarta edição. Federação
Espírita Brasileira (FEB). Brasília-DF. 2021.
Pereira, Y. A. Devassando
o Invisível.
Primeira edição especial. Federação Espírita Brasileira
(FEB). Brasília-DF. 2004.