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Kardec enseña obsesión,
desobsesión y pases
Parte 1 |
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Durante los años 1862 y 1863, Allan Kardec dedicó
significativa atención a los llamados “posesos de
Morzine”, publicando varios artículos sobre esa
verdadera “epidemia obsesiva” en su Revista Espírita (RE).
Ese grave proceso de obsesión afectó la pequeñita ciudad
francesa de la Alta Saboya llamada Morzine (en la época,
con 2.500 habitantes aproximadamente, según
informaciones del propio Codificador del Espiritismo),
llamando la atención de las autoridades francesas.
Dos artículos fueran publicados, en 1862, en las
ediciones de la RE de los meses de abril y diciembre
(los artículos subsiguientes sobre “los posesos de
Morzine” saldrían en ejemplares de 1863). Tales
artículos fueron realzados para el profundamiento del
estudio de la obsesión, pues, muy probablemente, la
fenomenología ocurrida en Morzine estuvo asociada a un
cierto cambio de posicionamiento de Allan Kardec. De
hecho, a partir de ahí, el Codificador pasó a utilizar
la expresión “posesión” para los casos más graves y con
mayores consecuencias físicas de la llamada
“subyugación”, lo que hasta la publicación de El
Libro de los Médiuns, en 1861, no era admitido por
el Codificador. Además, el episodio de Morzine destaca
igualmente la llamada “obsesión colectiva”, esto es, una
obsesión generada por muchos Espíritus, la cual, más
allá de eso, afectaba a un grupo grande de personas en
una determinada región, caracterizando una especie de
proceso obsesivo “contagioso y local”. Esos artículos
fueron, inclusive, reunidos para formar parte de la
relevante antología de casos de obsesión de la Revista
Espírita, elaborada por la Unión Espírita Belga, en
1950, y que recibió el nombre La Obsesión.
Esa compleja relación entre múltiples obsesores,
múltiples obsesados y una única región alcanzada es
pormenorizadamente analizada por Allan Kardec, que tiene
ocasión de evaluar ese tipo de “problemática geográfica
de la obsesión” o, si preferimos, una posible
susceptibilidad local de la obsesión, incluso que
temporalmente, en función de la eventualidad de una
“epidemia obsesiva” en esa región.
El caso de Morzine constituyó una oportunidad para Allan
Kardec hacer una completa revisión doctrinaria del tema
“obsesión”, lo que ilustra, con gran belleza, la solidez
de la Doctrina Espírita y su capacidad para explicar una
serie de procesos espirituales con consecuencias físicas
mal explicadas, o hasta completamente inexplicadas, por
otras propuestas de pensamiento.
Kardec hace una evaluación más amplia del periespíritu,
del mundo espiritual, de la mediumnidad y de la
obsesión, que no debe pasar desapercibida por todo
estudiante del Espiritismo.
Analicemos, por tanto, algunos extractos de los dos
primeros artículos de Allan Kardec sobre los posesos de
Morzine (publicados en el año de 1862), procurando
extraer deducciones del Espiritismo de una manera
general y de la obsesión de forma más específica.
Aprendamos, por tanto, con nuestro Codificador, Allan
Kardec y con los Espíritus y colaboradores que lo
auxiliaron en ese tema.
Primeramente, analicemos algunos pasajes del artículo de
abril de 1862, el cual fue denominado “Epidemia
demoníaca en Saboya”.
Capitán B, comentando los varios documentos generados
por el proceso de Morzine, afirma que “sólo el
aislamiento produce buenos resultados”. Capitão B
también afirma que la “obsesión epidémica” persistió por
varios años, una vez que el primer caso había ocurrido
hace cinco años.
El Espíritu Georges (a través de la médium Sra. Costel)
prevee que buenos Espíritus sucederían a los Espíritus
obsesores y, de esa forma, una adquisición positiva de
experiencia podría ocurrir, porque, en un segundo
momento, un significativo aprendizaje sobre la realidad
espiritual y su influencia sobre la vida de los seres
humanos podría resultar de ese episodio.
Esa debate de arriba es bien interesante, pues demuestra
un aspecto bien positivo de esa dolorosa realidad que es
la obsesión. A través de esa dolorosa experiencia,
aprendemos sobre la realidad espiritual y podemos, por
consecuencia, aprender a ser más vigilantes en relación
a nuestro comportamiento moral y nuestras
susceptibilidades espirituales.
El Espíritu Erasto (a través del médium Sr. D´Ambel), a
su vez, hace un interesante comentario. Erasto
correlacionó los fenómenos de posesión con aquellos del
tiempo de Jesús, sugiriendo que tanto el aparecimiento
del Maestro de Nazarét como el advenimiento del
Espiritismo fueron acompañados por el hecho de severa
epidemia obsesiva. Además, Erasto resalta que la
posesión traería aspectos positivos, pues llamaría la
atención de todos para la realidad espiritual del ser
humano así como para los métodos más eficientes (que
serían aquellos de natureza moral y/o
magnético-espirituales) para su tratamiento. Ahora, así
como años antes el fenómeno de las mesas girantes y
parlantes atraía la atención de investigadores serios,
como el propio profesor Rivail, el crecimiento del
Espiritismo podría ser acentuado por los estudios de
procesos como aquel que ocurría en Morzine.
Kardec concluyó su primer artículo sobre el tema,
haciendo comentarios muy objetivos y esclarecedores.
Veamos:
- “... los medios enseñados por el Espiritismo bastaron
para hacer cesar la obsesión...”.
- “...Está demostrado por la experiencia que los
Espíritus perversos no sólo obran sobre el pensamiento,
si no, también, sobre el cuerpo, con lo cual se
identifican y del cual se sirven como si fuese el
mismo...”.
- “... es bien una especie de locura, si es que se puede
dar este nombre a todo estado anormal, en que el
Espíritu no obra libremente. En este punto de vista, la
embriaguez es una verdadera locura accidental...”.
- “... Es necesario, pues distinguir la ‘locura
patológica’ de la “locura obsesiba”.
Kardec también enfatiza el papel del Espiritismo en las
dolencias mentales, pero acentúa la dificultad histórica
de esa acción, una vez que muchos “...están siempre
dispuestos a mandar para el hospicio quien quiera que
tenga la franqueza de creer que tenemos alma y que esta
representa un papel en las funciones vitales, sobrevive
al cuerpo y puede actuar sobre los vivos”.
- “... En un futuro no muy remoto la medicina saldrá al
fin de la rutina materialista...”.
De hecho, a pesar de muchos avances, ese processo de
“espiritualización de la medicina” aun está procesándose
y los problemas causados por los valores materialistas
continúan perjudicando varias áreas de la sociedad, tal
como Allan Kardec ya afirmaba ocurrir en su tiempo.
En el artículo titulado “Estudio sobre los posesos de
Morzine” (Causas de la obsesión y medios de combate),
Allan Kardec presenta varios asuntos relacionados al
magnetismo, pases, obsesión, auto-obsesión y
desobsesión, entre otros temas. Kardec destaca, luego en
el inicio del artículo, que “para apoyar nuestra
opinión, debemos entrar en explicaciones preliminares”.
De hecho, es realmente impresionante el alcance de ese
texto. El Maestro de Lyon casi hace un resumen de la
Doctrina Espírita como un todo en un único artículo.
Procuramos, en ese segundo asunto del presente artículo,
segmentar buena parte del texto kardecista y presentarlo
como respuestas a cuestiones específicas, asociando a
tales cuestionamientos breves explicaciones, cuando
consideramos que tales añadidos serían interesantes.
Veamos las explicaciones kardecistas a preguntas que
nosotros elaboramos en la intención de destacar la
profundidad y el alcance del contenido elaborado por
nuestro Codificador.
¿La desencarnación, por sí sólo, hace con que el
Espíritu evolucione? ¿Cómo se da la relación entre los
Espíritus encarnados y los Espíritus desencarnados de la
Tierra, del punto de vista evolutivo?
“Después de la muerte, el alma de un hombre de bien será
un buen Espíritu; del mismo modo encarnándose un buen
Espíritu será un hombre de bien. Por la misma razón, al
morir, un hombre perverso dará un Espíritu perverso al
mundo invisible y un mal Espíritu encarnándose no puede
dar un hombre virtuoso. Y, así, en cuanto el Espíritu no
se hubiera depurado o experimentado el deseo de
mejorarse. Porque, una vez entrado en la vía del
progreso, poco a poco se despoja de sus malos instintos:
se eleva gradualmente en la jerarquía de los Espíritus,
hasta alcanzar la perfección, accesible a todos, pues
Dios no puede haber creado seres eternamente dedicados
al mal y a la infelicidad. Así, los mundos visibles e
invisibles se penetran y alternan incesantemente; si
así podemos decir, se alimentan mutuamente; o, mejor
dicho, esos dos mundos en realidad constituyen uno sólo,
en dos estados diferentes. Esta consideración es muy
importante para mejor comprender la solidariedad entre
ambos existente.” (subrayados
míos)
¿Cómo podremos caracterizar a la Tierra en términos de
evolución espiritual?
“Siendo la Tierra un mundo inferior, esto es, poco
adelantado, resulta que la inmensa mayoría de los
Espíritus que la pueblan, tanto en el estado errante,
cuando encarnados, debe componerse de Espíritus
imperfectos, que hacen más mal que bien. De ahí la
predominancia del mal en la Tierra. Ahora, siendo la
Tierra, al mismo tiempo, un mundo de expiacion, es el
cotizado del mal que vuelve a los hombres infelices,
pues si todos los hombres fuesen buenos, todos serían
felices. Es un estado aun no alcanzado por nuestro
globo: y es para tal estado que Dios quiere conducirlo.
Todas las tribulaciones aquí experimentadas por los
hombres de bien, sea de la parte de los hombres, sea de
la de los Espíritus, son consecuencias de este estado de
inferioridad. Se podría decir que la Tierra es la
Botany-Bay* de los mundos: ahí se
encuentran la salvajería primitiva y la civilización, la
criminalidad y la expiación.
*Botany-Bay,
bahía inglesa en la costa de Nueva Gales del Sur, cerca
de Sidney (Australia), descubierta por Cook (1770). Fue
ahí que los ingleses hicieron sus primeros ensayos de
colonización penal”. (apuntes
míos)
¿Cómo podremos entender el mundo espiritual asociado al
planeta Tierra?
“... es necesario imaginarse el mundo invisible como
formando una población innumerable, compacta, por así
decir, envolviendo la Tierra y agigantándose en el
espacio. Es una especie de atmosfera moral, de la cual
los Espíritus encarnados ocupan la parte inferior,
donde se agitan como en un vaso. Ahora, así como el aire
de las partes bajas es pesado y malsano, ese aire moral
es también malsano, porque es corrompido por los miasmas
de los Espíritus impuros. Para resistir a eso son
necesarios temperamentos morales dotados de gran vigor” (subrayados
míos).
Considerando la tan decantada “transición planetaria”,
que, actualmente, estaría en sus principios en la
Tierra, es bien interesante constatar que Kardec ya
señalizaba la preparación de esa fase, con una
explicación muy didáctica, simple y objetiva.
¿Cómo se dará el pasaje de la Tierra de la clasificación
como mundo de pruebas y expiaciones para mundo de
regeneración?
“... [los mundos inferiores] siguen la ley de progreso
y, alcanzando la edad precisa, Dios los sanea, de ellos
expulsando a los Espíritus imperfectos, que no más se
reencarnan y son substituídos por otros más adelantados,
que harán reinar la felicidad, la justicia y la paz. Es una
revolución de este género que en el momento se prepara” (Subrayados
míos).
(Este artículo continúa en la próxima
edición.)
Referências bibliográficas:
Kardec, A. A Obsessão – Origem,
sintomas e curas [Tradução de Wallace Leal V.
Rodrigues]. Casa Editora “O Clarim”. Sexta edição. 2000.
Kardec, A. Revista Espírita (Quinto
Ano – 1862) [Tradução de Salvador Gentile]. Instituto de
Difusão Espírita (IDE). Primeira edição. 1993.
Kardec. A. Revista Espírita (Sexto
Ano – 1863) [Tradução de Salvador Gentile]. Instituto de
Difusão Espírita (IDE). Segunda edição. 2002.