Nacida en Avaré, en el interior de São Paulo,
donde también reside, Jane Mary Guimarães Lutti (foto) es
escritora, periodista y publicista. Espírita
desde la infancia y, en virtud de su profesión,
no vinculada actualmente a ninguna institución,
Jane nos habla en esta entrevista sobre un tema
poco tratado y muy importante en la vida humana:
¡la alimentación! El vínculo entre la comida y
el afecto, con los encuentros, con la caridad es
muy significativo, entre otros análisis, sobre
todo considerando los diálogos de la convivencia,
la liberación del automatismo, sin descuidar la
adquisición de una determinada conciencia
alimentaria:
¿Cómo surgió su interés en los estudios de
pregrado y posgrado en Cocina Brasileña?
Cuando comenzamos a interesarnos por el tema de
la alimentación y la cultura en la cocina, nos
impactó el patrón eurocéntrico de sabor e
ingredientes que trajo la colonización. Esto
termina haciendo que no nos cuestionemos o
simplemente nunca miremos qué es el "sabor
brasileño" y el ingrediente típicamente
brasileño, nacido y cultivado en nuestras
tierras. A medida que nos interesamos más en el
tema de la comida, necesitamos expandirnos y
conocer lo que es nuestro, especialmente los
biomas del país. La cocina brasileña es algo que
se necesita conocer con urgencia, a través de
programas pedagógicos en escuelas o
instituciones, ya sean de iniciativa privada o
del estado.
¿Qué encierra la expresión Cocina Afectiva?
La
Cocina o Culinaria Afectiva va más allá de
compartir recetas o recuerdos lejanos. Se trata
de una reflexión sobre la dinámica que establece
la cocina y la forma en que nuestras relaciones
personales y nuestras elecciones diarias nos
impactan emocionalmente, moldeando la forma en
que vemos la vida y creamos registros.
¿Cómo influyen estos recuerdos en el
comportamiento cotidiano?
Creo
que influyen en todas las actitudes que
extendemos más allá de la cocina: si respetas la
preparación, los ingredientes, el tiempo de
cocinar, el tiempo del cocinero, reutilizas los
alimentos, en fin, todo esto se verá reflejado
en la forma en que te relacionas con los demás
también. La cocina nos enseña paciencia,
cuidado, entrenamiento y concentración total en
el momento presente de una manera muy
placentera.
Considerando la diversidad de los alimentos
disponibles y la creatividad humana en el arte
de la preparación de alimentos, ¿qué se le
ocurre aportar a los lectores?
Se me
ocurre darles un empujón para que vuelvan a la
cocina y vuelvan a preparar sus propias comidas.
Veo que el retorno a las cocinas se hace
necesario, ya que la industria de los alimentos
ultra procesados avanza mientras nos da más
pereza cuidar nuestra propia comida. Ir a la
cocina y ocuparte de algo que harás al menos 3
veces al día es una cuestión de cuidado de tu
propia salud.
En
todo este proceso que envuelve la convivencia y
alimentación humana, ¿dónde entra la caridad?
En la
empatía: desde el momento en que entiendes el
hambre, la necesidad de una comida, es imposible
no pensar en el hermano que también tiene las
mismas necesidades humanas. Solo por este hecho,
por el hambre misma, tenemos una condición sine
qua non para mirar al prójimo.
Los ambientes siempre agradables de encuentros
entre amigos o familiares, regados con
meriendas, cafés e incluso comidas propiamente
dichas, ¿consideras que también esto es
importante en la evolución de los espíritus?
Es
difícil imaginar un escenario de decisiones,
conversaciones, evolución, discusión, alegría
sin una mesa presente. Es a partir de la mesa
que nos conectamos con el otro, todos nos
sentamos en el mismo nivel, por lo que en una
reunión para compartir (ya sea conocimiento o
comida) es el momento en que uno escucha al otro
o es el momento en que uno alimenta, cuida y
nutre al otro. Allí asimilamos el cariño de la
oportunidad, la vitamina del alimento o la
gratitud por la reunión de estos espíritus
encarnados. Sentarse a la mesa es un momento de
tregua y entrega. Cuanto más lo hagamos, cuantas
más veces al día, creo que estaremos un poco más
cerca de las buenas conciliaciones o del
fortalecimiento de las relaciones.
Háblenos de su libro más reciente.
Se
llama "Comida y memoria - 23 historias para
calentar el corazón”, que fue publicado por la
Editorial Labrador. Se trata de un relato
absolutamente personal de mi vida en el que
analizo y filosofo sobre las personas utilizando
la lente de la comida y la cultura alimentaria
para transmitir lo que siento. Mi deseo allí es
compartir historias e instigar al lector a hacer
su propio viaje a través de la memoria y sus
experiencias en la cocina.
Desde su experiencia académica y profesional
relacionada con la alimentación, ¿qué le
gustaría decir a los lectores?
Creo
que, independientemente de la educación, el tema
de la alimentación debe ser hablado, investigado
y conocido por todos. No debe ser una cuestión
de técnicos o teóricos. De ahí mi deseo de
provocar que todos cuiden sus cocinas, que se
involucren en la preparación de sus alimentos,
que conozcan sus gustos, cómo la comida impacta
su cuerpo, su salud, su estado de ánimo. Todos
necesitamos hacer esto de manera menos
automática.
¿Cuál es el recuerdo más significativo que desea
transmitir?
En el
libro cuento la historia del sándwich de
salchicha de mi padre. Creo que ese es el
recuerdo más sigificativo. Invito a todos a leer
la crónica.
Para comprar su libro, ¿cuáles son los
contactos?
Los
libros están disponibles en Amazon y en el sitio
web de la Editorial Labrador, en versiones
digitales y físicas. Pero también es posible
encontrarlo en las unidades de las librerías de
la Villa en SP, Brasilia, BH y otras cadenas del
país. Para aquellos que quieran adquirir un
ejemplar autografiado con una dedicatoria
especial, la compra se realiza directamente con
nuestro asesor a través del WhatsApp (11)
96920-4945 o a través del Instagram de
@GastrôLité.
Sitio
web de Amazon - LINK-1
Sitio
web de la Editorial Labrador - LINK-2
Sus palabras finales.
Invito a todos a visitar sus propias cocinas.
Usen la habitación para ver la vida, úsenla como
una lente que pone en perspectiva sectores como
la cultura, la sociedad, las crisis, la
psicología, la economía, el clima, las
relaciones, la salud, la vida y la ética. Con el
libro, espero que las crónicas inspiren a cada
lector a hacer sus reflexiones desde la misma
perspectiva. La intención es abrir una buena
conversación en la mesa de la cocina para
calentar el corazón. |