Tema: Amistad
Un gran amigo
|
Érase una vez un mono llamado Bino. Él era
inteligente y alegre. Adoraba encontrarse con
otros animales y salir a jugar y pasear.
Muchas veces se divertía con las zarigüeyas y
con otros animales que subían a los árboles como
él. Bino se
|
colgaba de las ramas con solo una mano e incluso
con su cola. Le gustaba hacer acrobacias y
saltar de rama em rama. |
Sus amigos admiraban mucho su fuerza y agilidad. Bino
agradecía cuando era elogiado, pero a quien él admiraba
era al elefante Joco.
Joco no era ágil ni subía a los árboles, pero era grande
y fuerte. Nadie se comparaba a él en eso. Bino quedaba
impresionado siempre que lo veía, aunque fuera de lejos.
Un día Bino estaba en un árbol comiendo frutitas y Joco
llegó. Él saludó a Bino, estiró su larga trompa y
comenzó a saborear las frutitas también.
Joco y Bino empezaron a conversar y pronto estaban
riendo y divirtiéndose juntos. Joco fue muy amable y
Bino estaba feliz. Nunca pensó que podría hacerse amigo
de un animal tan grande y poderoso como Joco.
Pero de repente, Joco se volvió diferente, tranquilo,
con una mirada de preocupación. Bino lo notó, pero pensó
que era su imaginación. ¿Qué podría preocupar a Joco?
Como era inteligente, Bino lo descubrió pronto. El
viento se había vuelto más fuerte y traía nubes oscuras.
Algunos rayos comenzaron a surcar el cielo. Joco tenía
miedo a las tormentas y, aunque lo intentara, apenas
podía ocultarlo.
No pasó mucho tiempo antes de que empezara a llover
copiosamente. Los truenos
aterrorizaron a Joco. Bino no esperaba eso. No sabía qué
hacer, pero quería ayudar a su nuevo amigo. Entonces,
bajó del árbol y para distraerlo dijo:
- ¡Hora del baño!
Y empezó a saltar y a hacer monerías intentando distraer
a Joco.
Pero fue inútil. Joco todavía estaba asustado. Bino notó
que incluso estaba temblando de miedo.
Bino, que ya estaba todo mojado, para no avergonzar a
Joco, fingió que tenía frío y estaba temblando también.
- Vaya, qué lluvia helada, tengo mucho frío. ¿Puedo
quedarme cerca de ti para mantenerme caliente, Joco?
El elefante asintió y el mono se apoyó en su pierna.
- Tú también tienes frío, ¿verdad Joco? Pero no te
preocupes, esto es lluvia de verano. Llegó fuerte, pero
pronto pasará. Así, juntos, no sentiremos tanto frío.
Joco se sintió mucho mejor con la compañía y las
palabras de Bino.
El mono permaneció a su lado hasta que la lluvia paró y
él se calmó.
Después, más tranquilo, el elefante pudo hablar y hablar
de su miedo a las tormentas.
También agradeció a Bino por su ayuda.
Bino estaba feliz por haber podido ayudarlo. Y se dio
cuenta de que, aunque no era
del tamaño de Joco, también podía ser grande en sus
actitudes. De hecho, eso fue lo más importante.
Después de ese día se encontraron y se divirtieron
juntos muchas más veces también. A veces Bino necesitaba
la ayuda de Joco y otras veces, sobre todo cuando iba a
llover, le tocaba a Bino ayudar a Joco.
Eso era muy bueno para los dos y hacía que su vida sea
más feliz; cada uno de ellos tenía un gran amigo.
Traducción:
Carmen
Morante
carmen.morante9512@gmail.com
Material de apoio para evangelizadores:
Clique para baixar:
Atividades
marcelapradacontato@gmail.com