Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada
 

 

Tema: Amor al prójimo


El ser humano más importante del mundo


El desafío anual de la escuela era la siguiente pregunta: “¿Cuál es el ser humano más importante del mundo?” La mejor respuesta valía una beca de estudios para el año siguiente.

Tita quería realmente ganar el desafío, porque su familia pasaba por dificultades financieras y el premio ayudaría bastante.

Ella, decidida a luchar por el primer puesto, ¡se lanzó a la batalla! La primera parada fue la Biblioteca Municipal, pero ahí había cientos de biografías de hombres y mujeres que fueron y son importantes para la humanidad. Tita hizo algunas anotaciones, pero no encontró una respuesta.

Enseguida la niña fue a buscar en Internet. Buscó em varios sitios web, sin encontrar la información que deseaba.

Tita fue, entonces, a preguntar a su mamá:

- ¡Jesús! – fue la respuesta que escuchó.

Él cambió el mundo. La historia y el registro del tiempo se dividen en antes y después de su presencia en la Tierra. Sus enseñanzas son muy importantes para la humanidad.

Era, sin duda, una respuesta muy interesante. Sin embargo, casi enseguida, Tita se acordó de que Jesús jamás se consideraría el ser humano más importante del mundo. Incluso si Él fuera el modelo y guía, el ser más perfecto que ya encarnó en la tierra, Jesús es humilde. Él dijo que todo lo que hizo y hace, nosotros también lo podemos hacer, pues todos somos hermanos, hijos de Dios, un Padre bondadoso y sabio.

Se acordó, entonces, de otras personalidades que dedicaron su vida a ayudar a las personas: Madre Teresa de Calcuta, Gandhi, Martin Luther King, Allan Kardec, Chico Xavier, Divaldo Franco, todos ellos son ejemplos de amor al prójimo.

- ¡Eso es! – dijo Tita muy alto. ¡Descubrí quien es el ser humano más importante del mundo!

Y ella elaboró la respuesta que ganó el primer premio y la beca de estudios:

“Como enseñó Jesús, el ser humano más importante del mundo es mi prójimo, aquel que necesita de mí y me da la oportunidad de realizar la caridad a través de pensamientos, palabras y acciones. Entonces, considerando a mi prójimo el ser humano más importante del mundo, a quien debo respetar, amar y hacer el bien, camino en dirección a Dios, nuestro Padre.”


(Texto de Claudia Schmidt.)

 


Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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