fuerza del
ejemplo de los
padres y de la
vivencia
espírita desde
tierna edad.
|
¿El hecho de
haber nacido en
hogar espírita,
a su modo de
ver, qué tipo de
experiencia le
proporcionó,
para que pueda
ser considerada
la más relevante
de su vida?
¡La experiencia
de la caridad!
¡Sin ninguna
duda! Crecer en
una casa en
donde todos los
que tocaban la
puerta eran
atendidos,
acompañar
innumerables
distribuciones
de alimentos y
ropa, visitar
con frecuencia
el asilo o el
sanatorio,
conocer tugurios
y ofrecer
auxilio, pasar
innumerables
noches de
Navidad con mi
padre vestido de
Papá Noel en un
albergue para
niños fue muy
importante!
¿Enfrentó usted
prejuicios en su
infancia y
adolescencia?
¿De qué manera?
Bueno… Era
divertido ser la
única de la
escuela que no
asistía a la
catequesis, que
no era
bautizada, que
no hizo la
primera
comunión, que no
participaba en
la escuela
dominical, etc.
Había una
diferencia
porque yo no
encajaba
totalmente en
ningún grupo y
también era muy
joven para
argumentar
contra los
comentarios
tipo: ¡Kardec no
es Jesús! ¡El
Espiritismo está
en contra de
Dios! ¡Estamos
en la década de
1980! Pero no
sentí que eso me
fastidiara.
¿De qué manera
la dedicación de
sus padres en la
vivencia y la
divulgación
espírita marcó
su personalidad?
Mi padre fue una
persona
extremadamente
ocupada e
idealista.
Participó
activamente de
todas las
iniciativas del
movimiento
Espírita en Rio
Verde desde que
fue a vivir
allí. Su
optimismo era
contagiante y él
era incansable.
¡Creo que
aprendí a ser un
poco valiente
con él!
Participo en
todo lo que me
corresponde y
¡pienso que las
cosas van a
funcionar
siempre!
Hablenos de sus
padres y de su
vínculo con el
Espiritismo.
Mi madre nació
en la zona rural
de Rio Verde; mi
abuelo mantenía
un sanatorio en
la hacienda y
ella creció
asistiendo el
tratamiento a
obsesos. Los
fenómenos
mediúmnicos
fueron parte de
su infancia. Mi
padre nació en
el interior de
Minas Gerais, en
Ouro Fino. El
menor de 5
hermanos, hijo
de militar,
perdió a su
padre a los 2
años. La abuela
quedó viuda y,
al sufrir un
proceso
obsesivo, fue
asistida por la
comunidad
espírita de
Santa Rita do
Sapucaí-MG.
Mi padre cuenta
que inicialmente
iba al Centro
para tomar sopa
y aliviar el
hambre que
pasaban. Comenzó
a asistir a las
clases de
evangelización
y, niño
notablemente
inteligente, se
destacó llegando
a coordinar al
grupo de
juventud.
Siempre muy
dedicado a los
estudios, fue
financiado por
los cofrades
espíritas para
estudiar en Belo
Horizonte, donde
comenzó a
trabajar en el
Banco Rural. Más
adelante fue
aprobado en el
concurso del
Banco de Brasil
y fue enviado a
Rio Verde, en
donde se unió
al movimiento
espírita,
conoció a mi
madre y se
casaron.
En su trabajo mi
padre sufrió
muchas
persecuciones
por ser
espírita. Papá
falleció en el
2004, a los 61
años de edad.
Mamá continua
activa de lunes
a lunes en el
movimiento
espírita,
trabajando desde
la atención
fraterna hasta
las reuniones
mediúmnicas.
¿Cuál es su
recuerdo más
resaltante de su
infancia en lo
que se refieren
a la actividad
espírita, en la
vida en familia?
¡Me encantaba
viajar y
participar de
encuentros en
otras ciudades!
¡Papá siempre me
llevaba con él!
Asistía a las
conferencias de
Divaldo Franco y
Jerónimo
Mendonça incluso
desde muy
pequeñita. Hasta
hoy recuerdo oír
las historias
que Divaldo
Franco contaba y
de la figura de
Jerónimo
Mendonça.
También me
gustaba ir a la
radio con mi
padre para
grabar el
programa
espírita.
¿Y en la
actividad
espírita,
también en su
infancia, en el
centro espírita?
Recuerdo las
sopas y las
campañas de
quilo y de
donaciones. Yo
iba de salón en
salón en mi
escuela con la
directora para
pedir las
donaciones.
¿Cómo fue llegar
a la fase de
adolescencia y
juventud con el
conocimiento
espírita,
especialmente en
lo que se
refiere a la
convivencia con
colegas no
espíritas?
¡En la juventud,
la rebeldía de
la edad me
confundió, no
quería saber
nada de esto!
Participé poco;
¡me juzgaba que
sabía más que
los demás para
estar allí!
¡Quería
participar en
los estudios con
los adultos!
¿Qué visión
tiene hoy del
movimiento
espírita?
¡Que ha crecido
y se ha
popularizado
mucho! Pienso
que muchas
dificultades que
mis padres y mis
abuelos
sufrieron ya no
existen más. Me
gusta esta
divulgación del
acercamiento del
movimiento
Espírita con los
Evangelios.
Crecí en una
dicotomía,
hablábamos sólo
de mediumnidad,
reencarnación,
caridad, acción
y reacción… La
vida de Jesús
quedó un poco
distante de mi
formación en la
infancia, casi
como si el
Espiritismo no
se tratase
también de
Jesús. Veo con
mucha alegría
todo eso.
¿Y su actividad
espírita actual?
Trabajar en la
atención
fraterna surgió
como una
sorpresa alegre
para mí. Hasta
entonces
participaba más
de la
evangelización y
de los estudios.
Estoy muy
satisfecha con
mi actual
trabajo y pienso
que hoy trabajo
directamente con
la puerta de
entrada de la
casa espírita.
¿Algo más que
quisiera
agregar?
Hoy,
como madre,
intengo educar a
mi hija con la
base de los
principios
aprendidos desde
la infancia.
Pero tengo
absoluta certeza
que mi ejemplo
vivo es la mejor
instrucción que
puedo ofrecer.
Intento tener
hoy las
cualidades que
espero que mi
hija tenga.
|